Advertencia: Hace mucho, mucho tiempo tuve esta extraña idea para un fic de Lucky Star, pero enserio me he tomado bastante tiempo para hacerlo, pero en fin, aquí está :D
Formas para hacer crecer los pechos
Al lado de su cama había una foto que cada mañana al despertar era lo primero que veía. Era refrescante para su estado de ánimo el ver el rostro de Yutaka tan cerca del suyo, aún cuando no tenía en absoluto el valor de decírselo, o al menos tratar de darle alguna señal. Minami pasaba cada mañana, para su desgracia, de aquella tierna y bonita alegría a una total depresión y tristeza cuando tenía que irse al baño para asearse antes de ir a clases. Cada mañana, justo en el momento en que pensaba que Yutaka algún día podría aceptar sus sentimientos, se veía en el espejo y notaba sus pechos planos, haciendo que se ponga de mal humor y piense que Yutaka se podría burlar de ella o tomar mal sus sentimientos si se llegase a declarar. Aún si Yutaka pudiese mostrar algún sentimiento a otra chica, es posible que le gustase los cuerpos bien proporcionados y no ese ridículo cuerpo de tabla que tenía la peliverde. Minami suspira un poco y se viste algo apurada al darse cuenta de cuánto tiempo tardó pensando en ello, pero no tanto para no llegar tarde a clases, sino para ver temprano a Yutaka.
Más tarde
Tardó un poco más de lo habitual en regresar a casa y comió sin demasiadas ganas. Ese día ha sido particularmente duro para ella porque el estado de ánimo alicaído por su pobre desarrollo la había atormentado todo el día. Luego de ir a su habitación, Minami se lanza a su cama y se queda en silencio unos minutos mientras trataba fallidamente de calmarse hasta que de pronto una idea algo alocada invade su cabeza. Tal vez Miyuki pudiese ayudarla, o tal vez darle algún consejo para superar las numerosas desventajas físicas que azotaban su atormentada mente.
Miyuki: Buenas tardes, Miyuki al habla- responde al primer intento para alivio de Minami.
Minami: Miyuki, necesito hablar contigo hoy ¿Estás en casa para que pueda visitarte?
Miyuki: Sí estoy, así que puedes venir cuando gustes. Te estaré esperando- Minami cuelga la llamada y se arregló para ir inmediatamente a ver a su vecina para que la ayudase con su problema.
Casa de Miyuki
Llama con algo de prisa con el timbre para que Miyuki le pudiese abrir, y en menos de un minuto ya estaba dentro para finalmente poder decir lo que la molestaba.
Miyuki: ¿Quieres un poco de té, Iwasaki-san?
Minami: Gracias- recibe el té y la agita un poco antes de beberlo-. Miyuki, ¿qué has hecho para conseguir el cuerpo que posees ahora?
Miyuki: ¿Eh? ¿Mi cuerpo?
Minami: Sí. Quiero ser tan genial como tú para conquistar a cierta persona, por eso vengo para hablar contigo- para alguien que no estaba acostumbrada a mostrarse tan abierta debió ser una tarea hercúlea hablar de ello.
Miyuki: B-bueno, no sé de qué manera decirte acerca de eso, pero...- se sonroja bastante, cosa que extraña bastante a Minami- Hay una forma, pero no creo que te guste mucho...
Minami: Aceptaré cualquier cosa que me permita tener pechos que no sean planos. He llegado a esta altura de la vida y mi pecho sigue siendo igual a cuando era una niña pequeña, además que Yuta... esa persona no podría aceptar a alguien como yo si no me crecen.
Miyuki: Ya veo. En ese caso debo llevarte a mi habitación para enseñarte la manera- la peliverde asiente y se pone de pie, pero Miyuki le hace un gesto de calma-. Primero deberíamos disfrutar de este momento, pues para después pasarás por muchas cosas muy embarazosas y por eso quisiera que te prepares si de verdad quieres pasar por eso.
Minami no dijo nada más y volvió a tomar asiento. Ambas chicas pasan el resto del tiempo de espera pautado por Miyuki para preparar mentalmente a Minami hasta que no fuese posible postegar más su encarecido pedido.
Habitación de Miyuki
Había llegado el momento esperado para Minami para conocer de qué forma estimular el nulo crecimiento de su busto, pero al entrar no ve nada destacable en un principio. Estaba por preguntarle a Miyuki de qué trataba tal secreto, pero ella llama a la paciencia con un gesto mientras se dirigía al armario a buscar algo que no se molestó en mencionar. Minami se sienta por un momento para esperar que Miyuki terminase su búsqueda, cuando finalmente la ve sacando unas esposas. La chica menor levanta una ceja preguntándose en qué iba a ser útil aquello para hacer crecer su tren delantero, y Miyuki toma la tan esperada palabra.
Miyuki: Minami-san, necesito que te quites toda la ropa de la cintura para arriba y luego pongas tus manos en la espalda, por favor.
Minami: ¿Qué clase de método es ese?- se sonroja al imaginarse lo que estaba por venir, pero igual hace caso a las indicaciones de su senpai- ¿Quién te dijo que eso podría ayudar?
Miyuki: El método originalmente lo diseñó mi madre porque ella también solía tener problemas con el crecimiento del pecho, y cuando estaba en secundaria me enseñó para evitar que yo tuviese ese problema- Minami estaba perpleja al ver que en realidad sí funcionaba-. Y ahora tú quieres solucionar tu problema, por lo que te voy a ayudar tal y como mi madre lo hizo conmigo.
Era para ver, oír y hasta tocar y aún así no creer, estaba claro que alguna perversión sería propicia para estimular sus pechos, aunque Minami no comprendía aún del todo cómo. Finalmente se despojo de toda la mitad superior de la ropa y le permitió a Miyuki esposarla y sentarla en la cama. No quería someterse a eso, pero estaba dispuesta a eso y más con tal de poder impresionar a Yutaka y así podrían ser mucho más que sólo amigas.
Miyuki: Las esposas son para evitar que atravieses las manos a mitad de la labor, Iwasaki-san- la mencionada asiente muy roja-. Esto tomará unos veinte minutos, además que una sola vez no basta, así que tendrás que venir aquí varias veces más para repetir el procedimiento.
Minami: ¿En serio tengo que venir nuevamente?- no sabía si estaba nerviosa o un poco aterrada, pero estaba claro que a Minami no le hacía gracia que alguien que no fuera Yutaka la manosease una y otra vez, aún cuando lo viese necesario.
Miyuki: Si quieres paramos ahora, aún no es tarde para que des media vuelta y lo dejes...
Minami: No te preocupes, Miyuki. Ahora sé lo que debo hacer, así que necesito que me enseñes cómo hacerlo- estaba todavía muy roja por la vergüenza, pero estaba todavía más determinada a salir adelante por ella y sobretodo por Yutaka.
Sin más preámbulos, la intelectual empieza a masajear con suavidad los pezones de Minami. Era electrizante la sensación de las puntas sintiendo aquel repentino roce, y Minami no logró evitar que escapara un gemido de sus labios, pero Miyuki no se detuvo. Los dedos de la pelirrosa seguían rodeando, rozando, moviendo y apretando con suavidad los pezones de Minami de manera rítmica, por lo que los gemidos que Minami trataba torpemente de aguantar también venían muy bien medidos rítmicamente. Sólo esperaba que esto al final no incluyese que Miyuki use los dedos en su entrepierna, hasta ahí no sería capaz de llegar. Su tesoro sólo podía ser tomado por Yutaka, sin importar qué, así que Minami no podía dejar de estar alerta aunque no era mucho lo que podía hacer.
Miyuki: No tienes de qué preocuparte- esto sorprendió a Minami como si la intelectual pudiese leer su mente-. Esto sólo debe aplicarse en los pechos, así que no hay ninguna necesidad de ponerte tan tensa, Iwasaki-san- de pronto empieza a acelerar los masajes y aprieta un poco más los pechos de Minami, haciendo que los gemidos sean un poco más fuertes y profundos.
No había pasado la mitad del tiempo establecido por Miyuki y Minami ya empezaba a sentir que su límite estaba cerca. El someterse a este "tratamiento" resultaba demasiado para su inexperto cuerpo y su mente inocente. La vista se estaba nublando poco a poco y sentía que muy pronto acabaría perdiendo el conocimiento, pero Miyuki seguía masajeando y apretando sin cesar, y Minami no podía ni quería quitarse la imagen de Yutaka haciendo esto el día que Minami tuviese pechos dignos de su admiración. Sabía que Konata le diría que lo suyo también podía tener su público, pero para la chica de primero su público era Yutaka, no le importaba la admiración de nadie más.
Se tornaba tortuoso el trato al que se sometía, la respiración la tenía bastante cortada por los gemidos. Miyuki no se detuvo ante el sonrojo de Minami, era como si sus manos no pudiesen cansarse de sentir el pequeño busto de Minami entre sus dedos. Esperaba que terminara pronto, tenías unas ganas terribles de retorcerse ante la electrizante sensación en sus sensibles pezones y no sería capaz de aguantar más.
Miyuki: Resiste un poco más, Iwasaki-san. Muy pronto podrás descansar- Minami se hubiese sorprendido de lo tranquila que sonaba Miyuki si no fuera por lo suyo.
Minami: N-no... ¡No puedo más!- aprieta con fuerza los dientes al sentir como se venía por vez primera en su vida.
Era irreal, insólito, increíble. Su primera corrida no fue con Yutaka, empezó a sentirse mal y pensó por un instante si lo que estaba haciendo era lo correcto. Una pequeña lágrima empezó a correr de su ojo mientras sentía cómo se había defraudado a sí misma y a Yutaka, y en ese momento siente la mano de Miyuki acariciar su cabeza.
Miyuki: Sé que no esperabas esta forma para permitirte tener un mejor físico, pero debes aguantar un poco más o no van a crecer.
Minami: Mi-Miyuki... no quiero c-continuar... déjame ir ahora...
Miyuki: Eso no lo puedo hacer, Iwasaki-san. Decidiste que no te echabas para atrás y aceptarías esto, por lo que no podemos detenernos a estas alturas, no importa si alcanzas el orgasmo gracias a mis manos- esto último fue un mensaje bastante aterrador para los oídos de Minami, llegó a pensar que Miyuki se había dado cuenta.
Minami: Mi-Miyuki...
Miyuki: Mejor no digas nada y déjate tratar. Para alcanzar el cuerpo que deseas tienes que asumir cierto sacrificio, pero igual debes aceptar que esto no está nada mal- eso sí que era extraño, pues Minami no recordaba que su vecina hablase como si fuese una acosadora.
Los dedos de Miyuki estiran nuevamente los pezones de Minami y le saca más y más gemidos que casi se convertían en gritos de placer no deseado por la más joven. Miyuki jamás había hablado de esto con Minami, no importaba cuanto intentase recordar los momentos de plática que pudiesen haber tenido. Aquella "sesión" para el crecimiento parecía más bien una buena excusa de parte de Miyuki para complacerse a sí misma, teoría que agarró más fuerza cuando Minami descubrió que Miyuki se había despojado de la mitad inferior de su ropa.
Minami: ¿Pero qué es est...?
Miyuki: N-no lo puedo evitar, Iwasaki-san- con una mano continuaba masajeando con efectos muy eróticos los pechos de Minami, y con la otra mano ya empezaba a masturbarse-. Cuando estoy haciendo esto siento que p-pierdo el control... tengo que hacer esto o acabaré haciéndolo realmente contigo.
Eso sí que fue perturbador para la pobre Minami. Miyuki en realidad tendía a excitarse con facilidad y tenía que recurrir a la masturbación para no violarla a mitad ddel proceso, aprovechando que Minami estaba esposada y le costaría mucho oponer resistencia alguna. Sonaba irreal, pero estaba pasando en ese mismo momento, ahí estaban los gemidos de Miyuki empezando a salir justo a un lado del oído de Minami, incitándola a calentarse más de lo que ya estaba por aquel insistente manoseo ¿En qué demonios se había metido? Si Miyuki así lo deseaba, en cualquier momento será capaz de tomar la virginidad que tan celosamente ha estado guardando para Yutaka.
Minami: D-detente... no c-continuemos más...
Miyuki: Ahh... No p-puedo parar, Iwasaki-san... Estoy tan... caliente que...- empieza a morder el lóbulo de la oreja de forma automática.
Esto era irreal, una mentira, un sueño, lo que sea menos verdad, no podía estar siendo casi violada por Miyuki justo cuando estaba siendo inmovilizada y no tenía posibilidad ya de defensa. Los pechos le hormigueaban como nunca antes en la vida, ya no podía aguantar más antes de venirse por segunda vez.
Miyuki: M-me... me vengo, Iwasaki-san- la forma en que temblaba la cama indicaba que movía los dedos dentro de su propia entrepierna a toda velocidad.
Minami: ¡Para, por favor! ¡No quiero venirme, Miyuki!- fue muy tarde para rogar eso, su orgasmo la había vuelto a invadir.
Nuevamente la pesadilla placentera llegaba a un punto alto para Minami, pero Miyuki parecía no querer detenerse aún, sino que tumba a Minami en la cama y se pone encima de ella, con un rostro que hablaba por sí solo.
Miyuki: Lo siento, Iwasaki-san, pero mi cuerpo está ardiendo y no puedo...
Minami: ¡NO! ¡NO QUIERO MÁS DE ESTO!- involuntariamente le da una patada a la pelirrosa que la hace caerse de la cama.
Era en defensa personal, no podía evitarse eso, pero Minami se preocupó un poco al pensar que se había pasado al tratar de repeler a su vecina, pero el verla levantarse la calmó nuevamente por ese lado, pero por el otro se puso en guardia en caso de que Miyuki intentara pasarse nuevamente.
Minami: Ya basta, Miyuki. No quiero pelear, pero tampoco quiero que mi primera vez sea cont...
Miyuki: Tranquila, Iwasaki-san. Creo que me he calmado un poco- se acomoda los lentes y con una temblorosa mano busca su brasier y su camiseta (sí, ya estaba completamente desnuda).
Minami: ¿Qué te ha ocurrido?- se sentía perpleja ante ese cambio tan repentino de parte de la pelirrosa, jamás había visto algo así.
Miyuki: Lo siento mucho, lo que pasa es que mi cuerpo es muy sensible- Minami alza una ceja sin entender nada mientras la intelectual le quitaba las esposas-. La primera vez que mi madre utilizó este método conmigo, me había puesto igual y casi terminé haciéndolo con ella- eso sí que sonó raro, tanto que la peliverde no sabía si estaba muy roja o muy azul, pero sí sabía que no lo podía tomar normalmente-. La próxima vez que hicimos esto, mi madre incluyó las esposas para evitar este tipo de incidente, pero igual he intentado controlarme para que esto no volviera a repetirse, pero hasta ahora he fallado, y todas las veces que mi madre lo volvía a intentar siempre me lanzaba hacía ella y trataba de violarla aunque tuviese mis manos en la espalda.
Minami: ¿Y porqué hiciste eso conmigo si eras tú la del problema?- pregunta algo sorprendida y casi enfadada.
Miyuki: También lo siento por eso, es que había olvidado que las esposas son estrictamente para mí- a Minami le sale una gota en la cabeza y le da un impulso por regañarla, pero prefiere no hacerlo.
No fue para nada como Minami lo había pensado, pero ahora que conocía el método, decidió que de ahora en adelante lo haría por sí sola y no permitiría nuevamente que Miyuki la volviese a ayudar, no vaya a ser que para la próxima acabe perdiendo su virginidad como pago a este método para que sus pechos fuesen más vistosos para Yutaka.
Fin
Otra historia de lo más rara de mi autoría, pero ese es mi estilo y mi especialidad. Y tenía desde el año pasado sin subir algo M a la sección de Lucky Star, así que creo que puedo respirar tranquilo después de tanto tiempo (?).
Hasta otra