El proyecto en el cual he estado trabajando ya es realidad después de mucho tiempo. Tenía subido este prólogo al foro dónde estoy, pero no sabía si funcionaría. Después de tres meses desde que lo escribí he pensado en que darle una oportunidad estaría bien. Ya no solo por ser algo que tenía mucha ilusión, si no porque siento dentro de mi corazón que debo hacerlo. Let's go!

Disclaimer: Kill la Kill es de su respectivo autor, por lo demás ya sabéis. Situado 5 años después, más o menos, del final de la serie.


Prólogo
Become a monster

"I feel it deep within,
It's just beneath the skin
I must confess that I feel like a monster."
Monster, Skillet.


Claro que lo sentía, ¿cómo no hacerlo? Disfrutaba de aquella sensación, disfrutaba de ver todo aquel terreno destruido, disfrutaba aún más sabiendo que ella había causado aquello.

Era precioso. Caótica y maravillosamente precioso.

Se miraba las manos con una sonrisa hasta cierto punto placentera, veía como la piel se levantaba y se rizaba levemente, como la carne estaba dañada…y como todo se iba regenerando poco a poco.

—Perfecto mi amor, lo estás haciendo muy bien…

—¿D-de verdad?—su voz sonó tímida, como una niña que busca la aprobación de sus progenitores.

—Por supuesto…¿sabes? Siempre fuiste mi favorita…

La sonrisa se ensanchó ligeramente y las primeras lágrimas brotaron de sus ojos. Sus manos de forma instintiva se aferraron a sus rodillas y sintió el abrazo de alguien a su espalda. Unas manos suaves y con un frescor agradable que hacía que su cuerpo dejara de arder por unos segundos. Una caricia en el pelo y la sensación de que alguien besaba su mejilla.

—Cariño mío, nos quieren separar…

Alzó la cabeza y apretó la mandíbula, haciendo que un gruñido cargado de ira resonase en su pecho. Aquellas personas que tenía frente a ella…Vio el filo metálico de aquella espada y sintió como la ira subía aún más.

—No puedes dejar que hagan eso, no pueden separarnos ahora que por fin estamos juntas…

—¡Ryūko, detén esta locura, no puedes caer ante esto! ¡Tú no eres como ella!

—Ryūko-chan…ve.

Aquello sonó discordante, cruel al oído de cualquiera, pero que activó algo en su interior que la llenó de ira hasta un límite insospechado. Jadeó con fuerza, sintiendo como algo en su pecho se estrujaba. Alzó la vista de nuevo para ver a Satsuki, que se mantenía imponente con la espada al frente.

Satsuki apretaba el mango de Bakuzan con fuerza al igual que los dientes.

No había marcha atrás.


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