Antes de comenzar quiero aclarar que no he olvidado mis otras historias comenzadas, tengo idea de seguir

las a todas en cuanto encuentre tiempo de seguir escribiendo. Esta historia se me ha ocurrido a partir de la Promo del capítulo 4x15 "Poor Unfortunate Soul" así que si no han llegado a ver esa parte recomiendo no leer esto para no spoilear, dicha la advertencia no me haré cargo.

Esta historia la escribí para una amiga a la que quiero mucho y por tanto se la dedico a ella.

Disclaimer: OUAT no es de mi propiedad, le pertenece a los Two Idiots aka Adam y Eddie, yo sólo tomo los personajes prestados para escribir mis historias.


¿Cómo había llegado hasta allí? Era lo que seguía preguntándose August, quien se encontraba atado a una silla frente a los villanos más renombrados de todos. Ursula, Cruella, Maléfica, Rumpelstiltskin y Regina, esparcidos por toda la habitación, no quitaban sus miradas de él. ¿Qué pretendían hacerle? Pronto lo sabría, puesto que inmediatamente comenzaron a hablar.

-¿Quien irá primero?- dijo la bruja del mar

-¿Por qué no lo hace nuestra invitada de honor?- respondió Rumpelstiltskin

-¿Yo?- se extrañó Regina.

-No lo hará- se jactó Cruella. -No tiene estómago para ello, demasiado tiempo con h-é-r-o-e-s

Regina la fulminó con la mirada, sabía que lo que decía era verdad, pero si quería continuar con el plan que habían trazado con Mary Margaret, debía dejar en claro que "seguía siendo una villana".

-¿Quieres probar que estás de nuestro bando?- preguntó Maléfica acercándose a Regina con una navaja en la mano. - Comienza tu, no te detengas hasta que suplique y luego... luego sigue hasta que diga todo lo que sabe-

-¿Lo que se de que?- August, que cada vez comprendía menos, no dejaba de luchar contra sus ataduras, en un intento por escapar.

Regina por su parte se debatía con ella misma, por un lado no deseaba hacer lo que las brujas le pedían, por el otro sabía que no le convenía que descubrieran su engaño en ese momento, siendo que la superaban en número. Con la presión de todas las miradas puestas en ella, tomó la navaja que le ofrecía Maléfica y se acercó a August, agachándose a su altura. Sus miradas se encontraron, la respiración de cada uno se profundizó y por un momento pareció que en la habitación sólo estaban ellos dos; la voz de Cruella los devolvió a la realidad.

-Te dije que no lo haría...

Regina apretó los labios y se paró retrocediendo unos pasos hasta donde Cruella se encontraba, levantó el cuchillo llevándolo hasta su garganta y dijo en un tono amenazador:

- No me digas lo que soy o no, capaz de hacer- Entonces regresó al lado de August, realizando un movimiento casi imperceptible con su mano, al mismo tiempo que con una mirada sádica y una amplia sonrisa le decía -Este es el momento en el que gritas...-

La navaja se clavó en el brazo de August lento y profundo, la sangre comenzó a brotar al mismo tiempo que los gritos salieron de su boca, pero al momento en que Regina retiró por primera vez la navaja pudo darse cuenta que no le dolía, en verdad no sentía nada. ¿Cómo era eso posible? Veía como su propia sangre cálida y espesa, salía de él y recorría su brazo, pero ni siquiera eso podía sentir.

-Dinos todo lo que sepas del autor- las palabras de Ursula sonaron imponentes por el lugar. Pudo ver a Maléfica y Rumpelstiltskin, comentar algo en el fondo de la sala mientras se sentaban en unos sillones individuales, aunque no llegó a oír ni una palabra.

-Seguiré así hasta que nos digas todo lo que queremos saber- las palabras de Regina estaban bien marcadas, sus miradas volvieron a cruzarse y entonces supo que ella tenía que ver con su falta de sensación.

La navaja volvió a clavarse en otra parte del brazo y August fingió gritar y gemir de dolor, apretó los ojos y el puño de forma convincente y gritó -¡No se nada de lo que están hablando!-

-¡Mientes!

-¡Jamás supe quién era el autor!

-Quizá esto te enseñe...- Regina volvió a clavar la navaja y esta vez la dejó allí, arriesgándose estúpidamente a ser descubierta.

-Debo decir que me sorprendes...- Comenzó a decir Cruella acomodandose su abrigo, se puso de pie y caminó por la sala rodeando a August -En verdad creí que habías perdido tu toque- entonces, por la espalda y sin que pudiera preverlo, Cruella retorció un mechón de cabello de la nuca de August, dejando al descubierto la farsa al ver que este no gritaba -Bueno... Parece que no me confundí-

Maléfica se puso de pie en un estado de cólera único, Ursula estiró sus tentáculos atrapando en ellos las extremidades de Regina, mientras que Gold simplemente se limitó a observarlas con una amplia sonrisa en el rostro, dejando escapar su aguda y característica risa.

-Bueno dearie, parece que has llegado hasta aquí... No creíste que en verdad nos habíamos tragado tu cuento de ser una villana otra vez, ¿o si?-

Regina tuvo la intención de desaparecer del sitio, mas cada uno de sus intentos fue en vano.

-Oh, no... Me temo que no te irás de aquí- dijo Maléfica con un tono resentido, al tiempo en que Ursula quitaba el tentáculo que sujetaba la mano izquierda, dejando ver un brazalete de cuero.

-Pero ¿que...?- comenzó a decir Regina pero fue interrumpida por Gold.

-¿En verdad creíste que nos arriesgaríamos tanto? Veras, cuando la madre superiora te quitó el brazalete, no lo destruyó y fue muy fácil dar con su paradero.

Los tentáculos de Ursula apretaron cual boas constrictoras las extremidades de Regina, la levantaron en el aire y avanzaron a medida que su dueña lo hacía, entrando en la habitación contigua.

-Ella se encargará- comentó Cruella con total seguridad.

-Oh, cariño... No creas que nos hemos olvidado de ti- exclamó Maléfica al notar como se retorcía August, intentando escapar en medio de toda la distracción.

Un grito desgarrador cruzó la sala desde la otra habitación, captando la atención de todos los presentes.

-Dinos todo lo que sepas sobre el autor... O serás al siguiente- amenazó Gold.