Proceso de Sanación

Hacía mucho tiempo que dejo de desear que algún héroe venga a salvarlo. Hacía mucho tiempo que había perdido las esperanzas de que su padre lo quiera. Hacía mucho tiempo de que ya no esperaba sentado en su habitación a que su madre entrada a decirle que lo amaba. Hacía mucho tiempo que Anthony Edward Stark, más conocido como Tony, dejo de ser un niño a pesar de que solo tenía 10 años.

Su padre se había vuelto a emborrachar. Lanzando todo aquello que encontró a su paso contra la pared, nada le importaba cuando estaba en ese estado. Ni siquiera que haya sido Tony una de las tantas cosas que lanzo. Porque eso era Tony para su padre, una simple cosa que ocupaba espacio en su mansión.

Pero Tony no llora, hace tiempo que dejo de hacerlo. Se ha acostumbrado a los golpes y gritos de su padre. Él sabe que las lágrimas solo empeoraran su situación. Él está tranquilo, aparenta que no le duelen los golpes, aparenta que no le afectan los gritos, finge que todo es perfectamente normal mientras Jarvis le cura las heridas.

Tony mantiene su expresión tranquila hasta llegar a su cuarto, el único lugar en toda la casa donde Tony puede deshacerse de su fachada. El único lugar dónde Tony puede ser simplemente Tony, un simple niño que solo quiere un poco de amor.

Él se encierra en su cuarto, abrazando con fuerza su muñeco del Capitán América. Tony sabe que el Capitán desapareció en medio del atlántico. Tony sabe que probablemente está muerto, a pesar de que su padre cree lo contrario. Pero Tony no puede evitar pensar que todo sería mejor si el Capitán apareciera. Él podría golpear a su padre de la misma forma en que golpeo a Hitler en la nariz. El Capitán podría salvarlo, podría protegerlo, podría alejarlo de ese sitio al que llamaba casa.

A pesar de saber que nunca sucedería, Tony no dejaba de desear que algún día llegue al Capitán América para sacarlo de ese infierno…pero el Capitán nunca llego.

Con el pasar de los años Tony busco ese amor que le hacía falta en caricias y besos vacios. Palabras sin sentido, promesas incumplibles. Solo eran un pasaje momentáneo. Una pequeña utopía de sentirse querido. Pero nada es para siempre y eso es algo que Tony tenía muy claro.

Tony no ha llorado desde aquella vez que teniendo 21 años se entero de la muerte de su fiel mayordomo Jarvis. Por sus padres no soltó ni una sola lágrima.

Pero ahora, en medio de una oscura cueva de Afganistán, no puede evitar llorar temblando de miedo. Él está solo. Abandonado a su suerte. Con inexistentes esperanzas de vida. Él no puede evitar sentirse como aquel temeroso niño de diez años que solo quería que venga el Capitán América a salvarlo.

Pero ya no tiene 10 diez años. Ya no es un niño. Y el Capitán América sigue sin llegar.

Tony es un sobreviviente. Él es un sobreviviente, no importa lo que digan los demás. Él sabe dentro suyo que solo es un sobreviviente, no una víctima, no un pobre diablo con mala suerte. Un sobreviviente.

Tony no se rinde a pesar de tener un puto metal en medio del pecho. Él no se rinde al descubrir la traición que durante años lucho por ignorar. Él no se rinde al darse cuenta de que el mundo lo ve de una forma y solo de esa forma lo quieren ver. Él no se rinde aun cuando tiene que darle al mundo lo que quiere y ocultar lo que se muere por mostrar.

Un nuevo hombre, un cambio de pensamiento, un trauma psicológico, un estres post-traumático, un egocéntrico, multimillonario egoísta, imprudente, suicida. Son algunas formas con las que ha sido catalogado por los medios, por Pepper, por Rhodey, por Happy, por SHIELD, por el estúpido psicólogo al que tuvo que ir a insistencia de Pepper…por todos.

Entonces llegaron ellos, los Vengadores.

A Tony le gustaría decir que se reunieron como miembros de una familia perdida. Que encajaron como piezas de un rompecabezas, que estaban felices de estar los unos con los otros…Que se aceptaban tal y como eran…

Pero eso también fue un pequeño sueño roto de Tony.

Nick Fury, jefe de los vengadores y director de SHIELD, en realidad no lo quiere en su equipo. Natasha Romanoff, la viuda negra, no lo considera adecuado para el grupo. Clint Barton, Hawkeye, se reserva sus opiniones pero nunca deja de burlarse de Tony cada vez que puede. Thor, el dios nórdico, no se da cuenta de nada pero se la pasa ignorando a todos menos al Capitán. Bruce Banner, Hulk, en realidad era neutral pero el gigantesco hombre verde se irritaba con Ironman. Y Steve Roger, el grandioso Capitán América que era toda justicia y pie de manzanas, no creía que Tony fuera un héroe porque lo consideraba un mocoso malcriado sin respeto alguno por nadie.

Era duro, muy duro saber que tu héroe de infancia te odiaba y aborrecía sin siquiera molestarse por conocerte. Es duro saber que le tiene más estima al hombre muerto que se encargo de hacer tu infancia un infierno. Es duro saber que cree conocerlo solo por los comentarios que otros dicen. Es duro que le critique a la cara, delante de todo el mundo, como si pensara que se lo merece, como si creyera que no le afecta o duele, como si Tony fuera solo una pieza de hojalata que no tienen sentimientos.

Bueno, el Capitán tenía un poco de razón en eso. Después de todo, es un trozo de metal lo que utiliza como corazón.

No importa si casi se muere salvando Nueva York, no importa si esta siempre sacrificándose por los otros miembros de su equipo o por el maldito planeta. No importa cuántas veces intente hacer lo correcto, no importa que tan sinceras seas sus intenciones ni las palabras de consuelo que suelta. No importa nada de lo que haga.

No, no importa nada.

Lo único que recibe son gritos. Gritos de Fury que le dicen que deje de hacer explotar todo. Gritos de Pepper porque es un maldito idiota que no se preocupa por lo que puede pasarle. Gritos de los otros vengadores por ser tan descuidado. Y gritos del Capitán, siempre hay gritos del Capitán.

"Stark estás demente" "Stark deberías pensar en tus actos" "Stark pudiste lastimar a alguien" "Stark tus imprudencias nos mataran a todos" "Stark deja de pensar en ti y piensa un poco más en el equipo" "Stark has lo que se te dice, no más"

Pero Tony soporta eso, soporta eso y más. No es tan grave como todo lo que Howard solía gritarle, duele incluso más pero aun no han dicho algo que lo desgarre…hasta ese momento.

"Si quieres matarte Stark puedes hacerlo sin involucrarnos, no nos importa"

Tony no ha vuelto a llorar desde que tenía 21 años y su fiel mayordomo murió. Tony no ha llorado desde la cueva en Afganistán, no ha llorado desde la muerte de Yinsen.

Él no lloro por la traición de Obi, no lloro por su casi muerte antes de los vengadores y no ha llorado por sus casi muertes después de los vengadores.

Pero ahí está otra vez. Acurrucado en su cama, aferrándose a su pequeño muñeco del Capitán América. Deseando que llegue alguien a salvarlo del puto infierno en el que se ha convertido su vida…deseando, igual que años atrás, que el Capitán América vaya en su rescate.

No importa que tanto Tony pueda suplicar calladamente. El Capitán América sigue sin ir a su rescate. El Capitán no cree que merezca ser rescatado. El Capitán ni siquiera se molesta en darle una mirada. Al Capitán no le importa Tony… a nadie le importa Tony.

Tony sabe, el podría simplemente utilizar su tecnología para conquistar al mundo y los vengadores lo pararían sin siquiera parpadear, sin querer saber sus razones, sin intentar comprender el por qué de su cambio. Sin siquiera intentar salvarlo.

Aun así Tony no puede ser un villano, no cuando tiene a Pepper con él. Ella era lo único que lo mantenía a flote, era la única en la que podía confiar, la única que a pesar de todo seguía a su lado…hasta esa mañana.

Todo había comenzado normal. Acababa de terminar un nuevo prototipo de seguridad para SHIELD, cuando Pepper entro en el recinto totalmente furiosa. A ella no le importo que los otros estuvieran presentes.

Fury acababa de mandarle el presupuesto del último desastre que ocasiono la batalla contra Dr. Doom (batalla a la que los cuatro fantásticos no pudieron acudir por andar perdidos en el multiverso). Eso había sido la gota que colmo el vaso.

Pepper grito y grito hasta quedarse sin voz. Grito sobre lo mucho que odiaba seguir limpiando sus desastres. Grito sobre cómo le incomodaba el tener que andar pagando las facturas de SHIELD solo para que él pudiera seguir jugando al héroe. Grito sobre lo mucho que ya no soportaba estar en una relación con alguien que podría morir de un minuto a otro, con alguien con quien no podía formar una familia porque el mundo siempre seria más importante que ellos.

Y cuando termino de gritar se fue, dejando solo una hoja con su renuncia.

Entonces estaba completamente solo.

Al menos los otros vengadores tuvieron la decencia de no comentar nada sobre el estallido de Pepper.

No es como si eso hubiera importado.

Esa noche Tony Stark se encerró en su taller y no volvió a salir.

Los días pasaron y los vengadores empezaron a preocuparse. Se habían acostumbrado a que Tony desapareciera días en el taller pero con lo que había pasado, temían dejarlo solo con todas esas maquinas peligrosas…sobre todo porque pensaban que debía haberse emborrachado.

Pero cuando llegaron al taller se encontraron con algo que no esperaban.

JARVIS, la inteligencia artificial/mayordomo/ayudante de Tony, los dejo pasar sin necesidad de pedirles los códigos de acceso.

-¿Dónde está Stark?-pregunta Clint mirando el destrozado taller sin encontrar rastro del multimillonario

-"El sr. Stark ha…sufrido un accidente durante su último invento"-contesto JARVIS un tanto inseguro

-¿Qué clase de accidente? ¿En qué estaba trabajando?-interroga Bruce moviendo un par de muebles para intentar encontrar al vengador faltante.

Un pitido agudo les llama la atención. Los vengadores ven como una mano robótica con ruedas hace esos ruidos desesperados mientras gira sobre su sitio.

-"Ese es Dum-E"-informa JARVIS-"Él los llevara donde el señor Stark se encuentra…por favor tengan cuidado"

El pequeño robot, pitio rápidamente mientras corría hacia lo que parecía ser un cuarto de depósito.

-¿Stark?-pregunto Natasha

El Capitán América entrecerró los ojos al escuchar el leve sonido de un chillido ahogado y un sollozo callado. Stark estaba llorando.

Con tranquilidad se acerca a la puerta y la abre de golpe.

-Stark escucha…

Pero él no puede seguir hablando. Frente suyo no está Tony Stark sino un pequeño niño con un destrozado disfraz del Capitán América y el cuerpo lleno de contusiones. Por unos segundos, Steve Rogers hierve en rabia e ira al pensar el todo lo que el multimillonario debió hacerle a ese niño.

Entonces el pequeño alza la cabeza dejando que un par de grandes ojos marrones choquen con los azules de Steve.

Y él lo sabe. Ese niño de alguna forma era Tony Stark.

T&S

Holas!

Espero le haya gustado. No se olviden de dejarme sus comentarios para saber que opinan.

Nos leemos

Cuídense

Byebye

Pd: STONY *-*

Pd2: o no…

Pd3: Bucky podría aparecer….

Pd4: y otras personas de otras realidades también lalalallalaa