Naruto © Masashi Kishimoto

.

.

Mi tío Itachi y Yo

.

.

Drabble 1

Peinado

.

.

Suspira por enésima vez en todo el rato que lleva sentado, esperado que todo terminara de una buena vez, sí, él es una persona demasiada paciente y más cuando se trata de situaciones sumamente difíciles… Pero esto… Es demasiado para su capacidad de paciencia, pero si se trataba de ella haría lo posible para que su resistencia durara más. Le da un reojo las paredes de habitación, solo podría ver algunas fotos familiares, la mayoría era de ella y sus padres y solo unas cuantas solo estaba él con ella. Vaya, vaya, para ser la habitación de una niña no era tan decorativo como otras habitaciones que ha visto, al igual que la cama no estaba infestado de muñecas y peluches, solo unos cuantos juguetes para su diversión.

Luego ve un dinosaurio verde de peluche, las ganas de reír aparecen de manera sorpresiva, sin embargo lo controla al cubrir su boca con su mano, le da buenos recuerdos; siente un jalón fuerte en su cabello largo, trata de resistirlo, por desgracia deja escapar un pequeño quejido de dolor y su acompañante lo escucha, parando lo que está haciendo.

—Lo siento tío Itachi, te jale muy fuerte el cabello—se disculpó Sarada totalmente apenada—. No fue mi intención.

—No te preocupes Sarada—sonrió Itachi, mirando tiernamente a su sobrina—, solo fue un jaloncito, no dolió.

— ¿Seguro?—frunció el ceño la Uchiha, no muy segura de la respuesta de su tío—. Si quieres ya no jugamos…

—Sarada…—volteó a ver a su sobrina, luego junto los dedos del medio y el índice para después darle un golpecito en la frente de Sarada, como lo hace con su hermano menor, Sasuke—. Perdóname por hacerte preocupar, estoy bien, tranquila. Seguimos jugando.

Debía de admitir que el jalón en su cabello si dolió, pero le encantaba jugar con su única sobrina y no quería que por cosas poco significantes se acabara la diversión; quería aprovechar el tiempo con Sarada y no quería que buenos momentos se perdieran como le sucedió con Sasuke.

— ¡Bien!—exclamó feliz Sarada, tomando el mango del peine con entusiasmo.

Itachi sonríe, tendrá demasiada suerte si no se queda calvo con tantos jalones que le da su linda sobrina. Sarada le cepilla el cabello con delicadeza, haciendo lo posible en eliminar los nudos del cabello; tarda tiempo en cepillarlo con facilidad pero luego de unos minutos lo consigue. Divide el cabello de su tío en dos, toma una mitad del cabello y lo amarra con una liga. Lo mismo hace con la otra mitad, Sarada queda encantada, sin embargo siente que algo malo le falta; lo ve una y otra vez, pensando que le hace falta… ¿Qué será?

—Mmm… Algo falta… Pero no sé qué es…

Piensa por un rato, Itachi la mira y sonríe tiernamente.

Sin duda es hija de Sasuke.

Sarada sigue pensando, entonces su foco imaginario se le prendió, tiene una gran y magnífica idea. Tomo entre sus cosas un lindo moño rosado, con mucho cuidado se lo puso en el cabello de su pobre tío y… ¡Listo! Su obra artística está lista.

— ¡Terminé!—exclamó feliz la niña y luego le pasó un espejo a su tío Itachi—. ¿Qué te parece tío?

Itachi tomó el espejo, en el fondo no quería verse para nada en el mundo pero no podía negarse, eso lastimaría los sentimientos de su sobrina y eso no se lo perdonaría. Lo único que pudo hacer es verse en el espejo, sonreír y decir:

—Me veo… ¡Precioso!

— ¡Shannaro!—exclamó apretando los puños la pequeña Uchiha.

.

.