DISCLAIMER: Kuroko No Basket no me pertenece, su respectivo autor es Tadatoshi Fujimaki; Yo solo utilizo sus personajes con la finalidad de escribir cosas raras que pasan por mi mente.

ADVERTENCIAS: OOC.

PAREJA PRINCIPAL: Akakuro [AkashixKuroko].

NOTA RAPIDA: Hola hola! Aquí Shiro reportándose con un nuevo fic pero esta vez de Kuroko no Basket asdfghjkjhgfds este manga & anime me robo el corazón igual que esta pareja, es mi mas grande otp de knb, de allí le sigue el AoKuro & después Kagakuro bueno, este fic esta inspirado en una canción de 96neko Dream Eater Monochrome Baku, solo que yo iré cambiando algunas cosas, no me basare al 100 con el video. Soy nueva escribiendo de este lindo fandom así que ténganme paciencia. Gracias.

Sin mas que decir –por ahora– disfruten el cap.

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"El devorador de sueños de mi mundo monocromático."

[ Prólogo. ]

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Realmente soy un soñador práctico;

mis sueños no son bagatelas en el aire.

Lo que yo quiero es convertir mis sueños en realidad.

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Gakuen, pueblo del Dios de la pureza y luz, las personas que habitaban el lugar vivían en armonía, todos eran serviciales y alegres, las flores de cerezo pintaban con sus brillantes colores el lugar, pinceladas por aquí y por allá esparcidos por todos lados haciendo un camino hacia el humilde altar del Dios que cuidaba la belleza del corazón de las personas y el pueblo, sus cabellos eran blancos como las estrellas que se reflejaban en sus ojos, estos eran de color azul eléctrico, era como si la galaxia estuviera dentro de ellos, siempre con una cálida sonrisa en su rostro.

Todos lo amaban y respetaban ya que el Dios siempre los cuidaba, en el día todo era felicidad pero cuando el atardecer se hacia presente bañando el lugar, las personas se resguardaban en sus casas y el Dios se preparaba para recibir nuevamente a aquella visita que atormentaba a los de Gakuen.

Lo que antes era un camino de tierra o de rocas al ser humilladas sobre de estas florecían Lycoris radiata o vulgarmente conocidas como Flor del infierno, solo se escuchaban las pisadas de aquel ser obscuro que hacia su entrada cuando el anochecer caía, un ser frio y egocéntrico, era intimidante pero lo que mas aterraba a las personas eran sus ojos, aquellos ojos se parecían a los de una bestia, siempre vigilándote, lo mas curioso es que eran de distintos colores, heterocromáticos para ser mas exactos, uno rojo como la sangre y brillante como el fuego, el otro era amarillo como el de un felino fascinado al ver su presa.

Con cada paso que daba se hacia escuchar de forma elegante y florecían aquellas bellas flores, condenado a ver siempre aquel rojo que tanto odiaba y las Lycoris radiata que le recordaban su triste destino.

El Dios ya lo estaba esperando para intentar dialogar con el ya que no quería que los del pueblo salieran heridos por la culpa de aquel…

Demonio.

Este demonio era conocido por sus engaños, este elegante pero terrorífico ser se hacia presente cuando una persona tenia pesadillas constantes ya que se encargaba de entrar en estos para dialogar con la persona y "ayudarlo" y así devorarse las pesadillas y cambiarlas por hermosos sueños que le pedían, también cumplía los deseos dentro y fuera del mundo de los sueños de sus amos, el trato duraba un mes, hasta que la luna llena se hiciera presente; Allí es cuando el demonio devoraba la ultima pesadilla pero se llevaba con ello algo, algo todavía mas importante… la vida de la persona.

Les otorgaba tres días mas de vida para deleitarse al ver sus expresiones de pánico y desilusión, nada mejor como engañar a un estúpido ser humano, ayudándolos con sus pesadillas, mas grandes deseos y malos recuerdos para que al final aplastara la esencia de sus victimas, sus ojos sin brillo alguno, depresión, exquisita depresión que duraba aquellos días para al final llegar y llevárselos para así encerrarlos en una pequeña caja de obscuridad.

Una sonrisa retorcida se dejaba ver en su rostro al encontrarse con el Dios de corazón puro, como lo odiaba.

Por mas que intentara el Dios en sacar al demonio no podía, cada día se volvía mas terco y fuerte haciéndole imposible combatir contra su obscuridad. Poco a poco las personas eran menos y la flor del demonio se veía por todos lados, sobretodo a las fueras de la casas de las personas e incluso familias enteras que fueron victimas del demonio por la desesperación de vivir un infierno cuando caía la noche pero al hacer un pacto con este, les esperaba uno todavía peor.

"Pido tu ayuda, al encontrarme atrapado en un mundo obscuro y solo, devora estas pesadillas y ayúdame a ser capaz de ver el mundo, 30 días te doy de mi vida y la luna es la que juzgara todo, ella es dueña de mi tormento, en mi cielo mis estrellas poco a poco tu vas destrozando, a cambio la alegría de mis ojos te daré si es que este juego en la telaraña no logre escapar."

Tiempo después Gakuen desapareció junto con las personas y el Dios de la luz fue derrotado, el demonio se habia vuelto poderoso y encerró al Dios en un mundo obscuro, lleno de soledad y un tormento que duro por siempre.

Por ello se cree que cada vez que aparece de repente una Lycoris radiata sin razón alguna es porque el demonio se llevo otra vida.

— Y fin. — Dijo el profesor de literatura cerrando el libro puesto que ya habia tocado el timbre del segundo descanso. — La siguiente clase continuaremos con el tema de leyendas, hasta luego chicos. —

Aquel relato era una leyenda que les habia leído el profesor a los alumnos de bachillerato dejando a algunos alumnos curiosos, intrigados e incluso asustados, dicen que las leyendas son historias reales pero algo modificadas para que sean fáciles de contar y allí era donde estaba el "problema", la palabra real provocaba esas reacciones.

— Oye Tetsu. — Hablo un muchacho moreno, alto, de buen ver, ojos azul obscuro y cabello del mismo color acercándose al lugar del mencionado, su mejor amigo. — Escalofriante ¿no?. — Sonrió de oreja a oreja a un lado del muchacho esperando a que este volteara a verlo, puesto que el pequeño muchacho al que le estaba hablando se encontraba mirando el cielo que le dejaba ver la ventana de a lado.

Tenia un brazo recargado en su pupitre y su codo también para que así con su mano izquierda sostuviera su barbilla haciéndole mas cómodo ver hacia la ventana, el sol le daba directo al rostro pero eso no le molestaba, le encantaba porque después terminaba oliendo a la luz del sol, respiro hondo y exhalo lentamente para después girar su rostro hacia su amigo que aun esperaba su respuesta. La luz del sol iluminaba mas su blanco y serio rostro, sus grandes ojos se veían aun mas azules y su cabello celeste se movía levemente junto con las cortinas por el fresco aire que llegaba ¿su nombre? Kuroko Tetsuya, excelente alumno y mejor amigo de Aomine Daiki y Kagami Taiga.

— Bastante interesante la verdad. — Contesto dirigiendo su vista ahora hacia delante para revisar si el profesor habia anotado algo en el pizarrón al ver que no suspiro triunfante. — Aomine-kun. —

— ¿Cuántas veces debo decírtelo Tetsu?, llámame Daiki, mira Da–i –ki, los amigos se llaman por su nombre ¿sabes?.—

— ¿Y quien dice que te ve como su amigo? Ahomine. — Aquella voz era de Kagami Taiga, alto, fuerte además apuesto, de ojos rojos fuego y cabellos del mismo color, lo curioso de el eran sus originales cejas divididas a la mitad.

Los tres estaban en el mismo salón de clases, Kuroko al final de su fila junto a la ventana, Aomine al final de la fila que se encontraba cerca de la salida trasera del aula y Kagami aveces delante del peli celeste o hasta delante de la misma hilera ya que se la pasaba hablando en clases con su pequeño amigo, aunque el era el que hablaba ya que Kuroko si le prestaba atención pero mantenía su mirada a la pizarra para que el profesor no lo regañara y cambiara de lugar, cosa que paso otra vez, Kagami le estaba contando una película de acción que habia visto en la noche y el profesor al darse cuenta cambio al peli rojo hasta adelante, su lugar de castigo, para que estuviera callado y prestara atención, cosa que nunca pasaba.

— ¿Y a ti quien te hablo Bakagami?. —

Ya van a empezar. Pensó el menor –de estatura- de los tres cerrando los ojos, se sentía exhausto, la verdad es que últimamente no podía dormir, aveces era porque una: tomaba mucho café expreso para terminar sus proyectos, dos: el sueño no quería llegar y se hacia del rogar, tres: beber malteadas dulces de vainilla en la noche le hacia mal –aveces– pero el aun así las bebía y cuatro: estaba teniendo pesadillas pero no constantemente, aveces las tenia y aveces no por ello cuando el profesor de literatura narro aquella leyenda le intereso bastante y pensó que era obra del destino. — Tengo hambre. — Susurro para si levantándose de su lugar dejando a sus dos amigos en el salón discutiendo por cualquier cosa que de seguro lo resolverían en un juego de basquetbol, Kuroko era bueno desapareciendo de repente y eso a el le encantaba ya que lograba asustar a sus amigos y compañeros y como siempre estaba serio eso hacia que se le viera mas tétrico.

Y ya fuera del salón se dirigió a la cafetería.

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Obscuridad.

Ningún ruido.

Silencio absoluto.

Lo único que lograba escucharse era el sonido de su corazón latiendo rápidamente y sus jadeos constantes por el cansancio ya que al estar en completa obscuridad pensó que si corría hacia adelante encontraría la salida tarde o temprano, cosa que nunca paso.

— ¿¡Hay alguien!?. — Grito siendo consciente de la respuesta, silencio. — Tranquilo esto es solo una pesadilla. — Susurro limpiándose el sudor que caía en su rostro con su blusa para ahora caminar lentamente; Nuevamente Kuroko estaba teniendo una pesadilla que trataba sobre su peor miedo… estar solo, no le gustaba para nada estar solo e indefenso y así continuaba por horas, en un abismo obscuro que le recordaba sus malos momentos, los sueños que nunca pudo cumplir, culpándose por problemas que ahora ya no tenían importancia ya que en el mundo real todo iba bien, tenia una familia unida y feliz, buenos amigos que lo apoyaban siempre, se habia logrado reconciliar con un amigo de la infancia llamado Shigehiro y la escuela era tranquila, pero en ese mundo lleno de obscuridad le hacia pensar que todo lo que habia vivido era el sueño y la obscuridad era su realidad.

— Tranquilo Tetsu es solo un sueño, tranquilo, la obscuridad no hace daño, solo camina. — Inhala y exhala con lentitud continuando su andar y con el cuerpo tembloroso. —Parezco gelatina… una gelatina azul. — Dibujo una leve sonrisa ante aquello imaginándose como una gelatina azul y con una cara completamente seria dibujada en el.

El silencio lo estaba sofocando ya, por ello le encantaba cuando Kagami le hablaba de cualquier cosa ya que sabia que estaba allí delante de el pero ahora no tenia a nadie. —Como antes. — Pensó para inmediatamente mover su cabeza negativamente, no se debía dejar llevar por ideas y recuerdos malos y un tanto depresivos para el. Comenzó a aplaudir al ritmo de una canción que recordaba para distraerse y al menos escuchar algo, en eso cuando ya estaba moviendo sus pies al recordar los pasos del video el suelo desapareció para después caer en un abismo, estiro su mano hacia arriba intentando sostenerse de algo y así impulsarse para no caer pero todo era obscuridad, no habia nada ni nadie que le ayudara.

En eso su vista se lleno de luz por lo que tuvo que cerrar los ojos al no esperarse aquello, aun continuaba cayendo, abrió lentamente los ojos para darse cuenta que lo que antes era color negro ahora era blanco, era como estar entre cuatro paredes de aquel color. — Esto es nuevo. Un presentimiento de estar a punto de tocar el suelo le provoco un escalofrió, de soslayo llevo su vista hacia abajo percatándose que efectivamente ahí estaba el suelo, cerro fuertemente los ojos apretando un poco el entrecejo esperando el impacto, pasaron los segundos y cuando al fin los abrió se dio cuenta que estaba flotando a unos centímetros del suelo. — ¿Pero que demo…— No pudo terminar de hablar ya que cayo al suelo con bastante fuerza lastimándose un poco la cabeza, se sentó para sobarse aquella área — Tsk, duele. —

— Cuidado con lo que dices fantasmita, no querrás que un demonio real se te aparezca ¿o si?. —

Kuroko dejo de sobarse la cabeza quedando hecho piedra y abriendo bastante sus ojos ante aquella voz, era firme, seductora y un poco aterradora que hizo eco en todo el extenso lugar, no sabia de donde habia salido esa voz, mas bien, no estaba seguro de que su cabeza y oídos estuvieran bien, volteo a ver hacia todos lados pero solo veía blanco.

Dio un ultimo vistazo a cada uno de los cuadro puntos cardinales para después levantarse, llevo su vista velozmente hacia la derecha y pudo observar una figura obscura a lo lejos, parpadeo jadeando pero la figura ya no estaba, comenzó a sentir miedo pero mas al escuchar de su lado izquierdo una risa como la de un psicópata vigilando a su presa, sentía que estaba siendo analizado.

Se levanto de golpe para comenzar a correr hacia delante, la risa resonaba por todos lados pero lo sentía atrás, bastante cerca de su oído, se los cubrió con sus manos y ahora corriendo del lado izquierdo, quizás estaba dando vueltas pero no sabia hasta donde terminaba aquel lugar, se volteo con duda y se dio cuenta que unas cosas extrañas comenzaban a salir del suelo acercándose cada vez mas a el, eran de color rojo y cuando aparecían daban un giro, esas cosas lo estaban alcanzando, inhalo suficiente aire para emprender nuevamente la carrera alejándose de aquellas figuras rojas que salían del suelo.

No supo por cuanto tiempo corrió, unos minutos quizás cuando se golpeo en el rostro, al parecer habia tocado al fin pared, volteo velozmente hacia atrás llevándose la sorpresa de que todo estaba cubierto de aquellas figuras rojas de las que estaba huyendo, las miro mejor dándose cuenta que eran una especie de flores — No, no, debe ser broma. — Dijo recargándose aun mas en la pared, parpadeo dos veces y en ese momento la figura obscura se lanzo a el, grito y cerro los ojos, antes de hacerlo lo ultimo que vio fue una sonrisa y un ojo amarillo.

Abrió nuevamente los ojos pero ahora estaba en un cuarto rojo, el suelo estaba lleno de flores rojas, tanto habia huido de ellas para al final estar rodeado de ellas, respiro con tranquilidad cuando la luz del lugar empezó a fallar, el foco del lugar parpadeaba dejando a ratos en obscuridad el lugar pero cuando lo hacia al momento de volver a encenderse la luz dejaba ver que delante de Kuroko estaban personas paradas delante suyo con sonrisas grotescas, los ojos completamente abiertos observándolo detenidamente después desaparecían y cuando volvían a salir estaban en distintos lugares, quiso gritar pero no lo hizo, simplemente porque no podía, sentía como si le hubieran quitado la voz, tenia la boca abierta ante un grito silencioso pero comenzó a sentir que algo estaba sobre el, llevo su vista a sus brazos y se dio cuenta que millones de cuerdas estaban enrollados en este y en su boca se habían colocado unas para taparle lo boca provocando que salivara un poco por la falta de aire ya que del susto no podía hacer nada, de sus ojos salieron unas lagrimas.

— Jajajajajajaja que hermosa vista, eso, muéstrame mas de tu rostro desesperado ¡MÁS!. — Otra vez estaba esa voz pero ahora efectivamente venia de atrás de el, la figura obscura se pego mas a el para así abrazarlo y llevar una mano a su barbilla y poder levantarla, Kuroko comenzó a temblar al ser tocado por aquella figura, no podía moverse ni respirar, solo quería desaparecer. — Vaya, eres interesante fantasmita y tus pesadillas también son exquisitas, creo que encontré al fin alguien interesante en esta estúpida ciudad, gracias. — Susurro en su oído. — Ya puedes despertar. — Choco sus dedos y todo nuevamente se habia vuelto obscuro, ya no estaba amarrado de aquellas cuerdas, todo estaba como desde el principio, sintió sus piernas frágiles y cuando estuvo a punto de desmayarse sintió que alguien habia detenido su caída sosteniendo de la cintura.

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— ¡Kuroko! Oye Kuroko, despierta ¡oye!. —

— ¡Tetsu! Despierta, mierda Kagami esta muerto. —

— Deja de decir estupideces, el esta vivo ¿v-verdad?. —

Eran las voces de sus amigos, soltó un quejido para después despertarse, al parecer se habia quedado dormido bajo la sombra del árbol en donde siempre comía con sus amigos, al parecer habían tardado mucho en su discusión y hasta apenas se habían percatado de que Kuroko se habia ido.

— ¿Ya termino el descanso?. — Pregunto sentándose para después abrir la envoltura de unas galletas sabor vainilla.

— No, faltan 10 minutos. — Respondió el pelirrojo sentándose delante del menor para después devorarse una hamburguesa que también habia comprado en la cafetería de la escuela.

— Aaaggg ya me aburrí ¿qué tal si jugamos a algo?. — Propuso Aomine acostándose en el suelo como antes habia estado el peli celeste.

— ¿Básquet?. — Pregunto Kagami con la boca llena ahora devorándose una segunda hamburguesa.

— Yo me refería a jugar a los retos. —

— Se mas especifico entonces Ahomine. —

— Tiene razón Aomine-kun. —Hablo al fin el peli celeste dándole un punto a favor a Kagami. — Jugar retos es interesante. —

— ¡Decidido entonces! El que sea señalado por la tapa de la botella hará el reto de quien le toque la parte trasera ¿de acuerdo?. — Dijo el moreno colocando su botella vacía en el centro para después comenzar con el juego.

Los dos mayores estaban bastante metidos en el juego y en los retos mientras que Kuroko continuaba pensando en aquella pesadilla que habia tenido instantes atrás, lo habia sentido completamente real, podía sentir aun la mano que agarro su barbilla y la respiración en su oreja, arrugo el entrecejo, y decidió ya no darle importancia — Es solo un mal sueño, no es como si fuera real. — Con eso en mente centro su atención se fue hacia el juego.

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Después de unos cuantos retos en los cuales fueron desde Aomine bailando en la cancha de basquetbol donde los de secundaria lo observaron raro, Kagami gritar desde el techo que amaba a la maestra mas maldita y fea y Kuroko colocarse parte de su saco del uniforme sobre su cabeza y los brazos extendidos para caminar por toda la escuela ya casi era hora de que sonara el timbre para regresar a clases, solo quedaba una ultima ronda en la cual la parte trasera habia señalado a Aomine y la tapa a Kuroko, este y el pelirrojo esperaban impacientes el reto pero el moreno aun continuaba pensando, no se le ocurría nada interesante.

— Hmm ¿que reto te pondré?. —

— Vamos que ya casi se termina el descanso. — Suspiro Kagami un poco desesperado.

Kuroko estaba comiendo la ultima galleta de vainilla esperando algo aburrido que su amigo le diera un reto, desvió su mirada hacia la puerta de salida de la escuela donde su profesor de literatura se dirigía, Aomine se percato de la vista fija del menor y de igual manera dirigió hacia allá su vista, sonrió como un niño a punto de cometer una travesura y después hablo observando ahora a sus dos amigos.

— ¡Ya se!. —

— Ya era hora. —

— Cállate Bakagami. — Dijo recibiendo una mirada amenazante del otro. — Oh Tetsu has sido elegido para revelar uno de los mas grandes misterios.—

— ¿Cuál?. — Pregunto reflejando en sus ojos emoción e interés, ya se veía vestido como todo un Sherlock Holmes resolviendo un caso.

— Tu reto será… — Hizo una pausa dramática cruzándose de brazos y optando una actitud misteriosa. — Llamar al supuesto demonio y decirnos si es real o no. — Dijo como si se le hubiera ocurrido la mejor idea del siglo.

— ¿Cómo?. — Kuroko ahora se veía participando en un exorcismo. — Aomine-kun ¿hablas enserio?. —

— Claro. — Sonrío orgulloso. — No neguemos que a los tres nos da algo de curiosidad saber si la leyenda es real o no, además tu me dijiste que se te habia hecho interesante el relato y has sido elegido para aquella importante tarea. —

— ¿Y si el demonio es real y termina poseyéndome?. —

— Vas a las tres de la mañana a jalarle los pies a Kagami. —

— Esta bien. —

— ¡No! ¿qué? Espera no ¿qué?. — Grito exaltado el peli rojo preocupado por Kuroko pero ahora preocupado de su propia seguridad, el tema de demonios y fantasmas no le agrada a el.

El timbre se hizo escuchar para que todos los estudiantes regresaran a sus aulas, los tres amigos se levantaron para después hacer lo mismo.

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— ¡Al fin somos libres!. — Grito un muchacho rubio alzando los brazos caminando hacia la escuela de sus tres amigos.

— ¡Cállate Kise!. — Al ser llamado dirigió su vista hacia atrás para recibir el impacto de una patada en su espalda por parte de su senpai de nombre Kasamatsu Yukio. — Mañana aun tenemos clases así que no celebres. — Continuo su andar dejando al otro muchacho tumbado en el suelo. — Apresúrate o no podrás saludar a tus amigos. —

— ¡Cierto! Adiós senpaaaaaaai. — Se levanto y salió corriendo a toda velocidad a la preparatoria a la cual asistían sus amigos. El nombre del rubio era Kise Ryota, apuesto, carismático y alegre, sus ojos color amarillo además de ser un estudiante de preparatoria también era un modelo bastante conocido.

Al cabo de unos treinta minutos llego a su destino y al ver a sus tres amigos los llamo para que estos se acercaran a el.

— ¡Kagamicchi, Aominecchi hola!. — Los saludo dándoles el puño y al ver a su amigo celeste se lanzo a el — ¡Y Kurokocchi! ¡hola!. —

— Kise-kun me asfixias. —

— ¿Cómo han estado?. — Pregunto separándose del menor.

— Bien, algo cansados. — Respondió el moreno continuando su andar seguido por los otros tres muchachos.

Así continuaron hablando entre ellos sobre lo que habían hecho en la escuela hasta que Kise se dio cuenta que Kuroko tenia algo.

— Kurokocchi ¿qué tienes?. —

— ¿Eh? Nada importante Kise-kun. —

— Esta nervioso porque al inteligente de Aomine se le ocurrió retarlo a que invocara un demonio. —

— ¿¡QUÉ!? ¿AOMINECCHI ESTAS IDIOTA?. —

— Oye esa leyenda esta interesante y a todos nos da curiosidad si es real o no, lo mas probable es que no. — Lo ultimo lo habia dicho para si mismo a el tampoco le agradaba las historias de terror y todavía menos de demonios, nunca pondría a Tetsu en peligro por lo que el reto lo hizo pensando en que era mentira. — Tetsu. — El mencionado lo miro, aun seguían caminando y Aomine iba delante de los tres — Todo saldrá bien, no te preocupes. — Y con ello giro su rostro para dedicarle una radiante sonrisa a su mejor amigo logrando tranquilizarlo un poco.

— Gracias Aomine-kun, Kagami-kun y Kise-kun. — Al decir sus nombres dirigió su azulada vista a cada uno de ellos para sonreírles ligeramente.

— Si sucede algo no dudes en llamarme Kurokocchi, llegare volando para ayudarte. —

— No gracias Kise-kun, prefiero que pierdas el vuelo. — Bromeo un poco haciendo reír a Daiki y Kagami.

— ¡Que cruel!. —

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Al final llego el momento de que los cuatro se separaran para que fueran a casa, Aomine se despidió agitando la mano y Kise de igual manera gritándole a Kuroko que tuviera cuidado y pensara mejor en invocarlo o no, la casa de Kagami quedaba cerca de la de Kuroko por lo cual siguieron caminando juntos, el peli rojo observaba de reojo a su amigo, estaba muy preocupado, no quería que le pasara nada, intento convencerlo de que si no quería hacer el reto que no lo hiciera, no era obligatorio pero Kuroko simplemente le agradecía su preocupación.

Al llegar a la casa del peli celeste Kagami se despidió agitándole sus cabellos y así despeinarlo un poco.

— K-Kagami-kun basta por favor. —

— Jajajajaja lo siento. — Retiro su mano y dedicarle una mirada de cariño al ver que ya el menor no tenia su rostro tenso por el miedo de realizar el reto. — Kuroko. — Le llamo serio esperando que lo mirara.

— ¿Qué sucede?. —

— Si no quieres hacer el reto no lo hagas, no es obligatorio. — Kuroko estuvo a punto de contestarle pero Kagami lo silencio con solo levantar su dedo dándole a entender que iba a continuar hablando — Pero…si decides hacerlo recuerda que mi casa esta cerca y que tienes mi numero celular, puedes llamarme a la hora que quieras, no importa si es de madrugada, yo llegare a ayudarte pase lo que pase ¿esta bien? Bueno, es hora de que me vaya. — Hizo puño su mano esperando a que el de menor estatura le correspondiera.

— Muchas gracias Kagami-kun, lo tendré en cuenta. — Sonrió correspondiendo el gesto a Kagami y así entrar a su casa despidiéndose nuevamente de su amigo.

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— Estoy en casa. — Saludo adentrándose al lugar dejando su mochila en su habitación y cambiándose para al fin ponerse su pijama, al salir tarde de la escuela siempre llegaba a las ocho de la noche.

— Bienvenido mi pequeño Tetsu. — Dijo su madre dándole un pequeño beso en la punta de la nariz y apretando ligeramente sus mejillas.

— M-Mamá no hagas eso. — Refiriéndose a sus mejillas ya que al ser apretadas terminaban doliéndole. — ¿Y papá?. —

— Llevo a tu abuelita con el doctor a su revisión mensual, descuida cariño no le paso nada grave. —

— Que bueno. — Sonrió casi imperceptiblemente pero su madre logro notar su sonrisa. — ¿Ya cenaste?. —

— Hace unos segundos termine de preparar la cena, vamos a sentarnos ¿vale? Tu papá me mando un mensaje diciendo que tardaran un poco ya que hay trafico en la ciudad pero que no nos preocupemos. —

Kuroko asintió sentándose en su lugar para degustar la comida casera de su madre, el comedor se lleno de sonrisas y de un cálido ambiente familiar, como amaba pasar tiempo con su madre, le platico lo que habia pasado en la escuela y que nuevos temas habían aprendido pero saltándose la parte en la cual Aomine lo habia retado a invocar aquel demonio.

— Mamá ¿puedo preguntarte algo?. —

— Claro. —

— ¿Conoces la leyenda del devorador de sueños?. —

— Hmm, lo único que se es que existía un pueblo llamado Gakuen en donde vivía el Dios de la luz y un demonio rojo siempre iba a atormentar el pueblo cada vez que alguien del lugar tuviera una pesadilla para hacer un trato por un mes ¿por qué la pregunta?. —

— Hoy el profesor nos leyó la historia así que tenia curiosidad ya que pensé que habia algo mas. —

— Bueno, otra cosa que se es que el demonio continua molestando a las personas pero ya no es tan fuerte como antes. — Kuroko la miro con duda haciendo sonreír a su mamá — Si, ya no es tan fuerte ya que el Dios de la guerra y que tenia tres colas de lobo, al enterarse de que su amigo el Dios de la luz habia sido encerrado en la obscuridad, reto al demonio siendo ganador, logrando ponerle un castigo al demonio, que fue quitarle la capacidad de entrar en las pesadillas de las personas cuando el quisiera, solo podía entrar en quienes lo llamaban con una especie de conjuro, pero el demonio logro romper siglos después un poco aquella regla, además de entrar y "ayudar" a quienes lo invocaban ahora es capaz de entrar en las pesadillas que se le hacían interesantes, ya que a el le encanta devorar las que tienen un significado ya que la maldición que lo convirtió demonio también tiene un porque. —

— Wow, no sabia eso. — Desvió la mirada a su vaso de limonada recordando la pesadilla que habia tenido en la escuela, ¿y si la figura que habia salido era el demonio? ¿todo habia sido real? ¿pero como? ¿porque?. No, de seguro al quedarse pensando en el relato que habia contado su profesor de literatura habia soñado con el demonio, si, además no podía ser el devorador de los sueños, claro. Suspiro ya tranquilo agradeciendo la comida y levantando sus platos y los de su mamá para ayudarla a lavarlos y guardar lo que quedo en el refrigerador. — Por cierto… — Dijo desde el marco de la puerta de su habitación.

— Dime. —

— ¿Cuál es ese conjuro del que me hablaste?. —

Su mamá se cruzo de brazos posando una de sus manos sobre su barbilla y cerrando los ojos, intentando recordar. — Creo que era "Pido tu ayuda, al encontrarme atrapado en un mundo obscuro y solo, devora estas pesadillas y ayúdame a ser capaz de ver el mundo, 30 días te doy de mi vida y la luna es la que juzgara todo, ella es dueña de mi tormento, en mi cielo mis estrellas poco a poco tu vas destrozando, a cambio la alegría de mis ojos te daré si es que este juego en la telaraña no logre escapar." Jeje no estoy muy segura, hace tiempo me hablaron de aquella leyenda.—

— Gracias.—

—Claro ¿porqué la pregunta?. —

—Tarea. — Fue lo primero que se le habia ocurrido responder y al parecer su mamá se lo habia creído, no le iba a decir que estaba a punto de invocar un demonio en su casa y que quizás después tendría que mandarlo con un exorcista. — Bueno, hasta mañana mamá. —

— Descansa cariño. —

Con eso se adentro a su habitación cerrando la puerta y repitiendo en su mente lo que su mamá le habia dicho, tomo lápiz y papel y lo escribió rápido antes de que se le olvidara. — Me iré al infierno. — Miro su reloj y al ver que ya eran las 10:30 pm decidió realizar la poca tarea que le habían dejado, además no tenia sueño y al tener algo en que ocuparse se cansaría y el sueño lo dominaría.

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Termino con su tarea para después preparar su uniforme y materiales para mañana, no le gustaba tener que levantarse temprano para buscar donde se encontraba cada cosa. Ya estaba completamente cansado y apenas podía mantener los ojos abiertos, le dio otro vistazo al reloj que marcaba la 1:00am, retiro las sabanas de su cama para ya dormirse hasta que recordó el reto, se sentó en su cama para después tomar el papel donde estaba la especie de conjuro entre sus manos; Respiro hondo y profundo, su cuerpo temblaba, después de unos minutos en los que se debatía en hacerlo o no decidió hacerlo

— Aquí voy. — Comenzó a leer en voz alta pero no tan fuerte para que su familia no escuchara, hace unas horas su papá y abuelita habían llegado a la casa. — "Pido tu ayuda, al encontrarme atrapado en un mundo obscuro y solo, devora estas pesadillas y ayúdame a ser capaz de ver el mundo. — La temperatura del lugar comenzó a descender, estuvo a punto de dejar de leer pero tenia que terminar de una vez por todas, Kuroko era un hombre de palabra por ello habia decidido aceptar el reto, quería demostrarle a sus amigos que era valiente y no le temía a una leyenda. —Treinta días te doy de mi vida y la luna es la que juzgara todo, ella es dueña de mi tormento, en mi cielo mis estrellas poco a poco tu vas destrozando, a cambio la alegría de mis ojos te daré si es que este juego en la telaraña no logre escapar." — Apretó sus puños sobre sus rodillas y sus ojos, esperando a que el demonio apareciera delante suyo o en algún dado de la habitación, al no escuchar nada abrió los ojos y se relajo — ¡Ja! Estoy vivo. — Alzó sus manos triunfante dejando el papelito dentro de su mochila para después acostarse y cobijarse con una sonrisa satisfactoria.

Al poco rato quedo dormido… gran error.

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El sonido de las aves le extraño bastante por lo que decidió abrir sus ojos encontrándose con un hermoso cielo azul y nubes esponjosas, se reincorporo un poco dándose cuenta que estaba sobre una especie de parada de autobús parecida al de una película del Studio Ghibli que habia visto hace tiempo, Chihiro si bien recordaba, se levanto dándose cuenta que si, todo el lugar estaba lleno de agua que reflejaba el hermoso cielo, iba descalzo y con su pantalón azul cielo y blusa blanca de pijama, la brisa y el silencio eran sumamente relajantes, metió uno de sus pies al agua jugando un poco con las ondas que provocaba, decidió meterse por completo al agua pero cuando coloco su otro pie se llevo la sorpresa de que podía caminar en el agua, sus ojos brillaron y comenzó a ir a paso lento divirtiéndose con las ondas, apresuro mas su paso para reír abiertamente, en eso llevo su vista a su lado derecho y se percato que flotaba algo en el agua, se acerco y recogió aquel objeto para darse cuenta que era una flor, pero no cualquier flor, era una Lycoris radiata, la observo para después desviar la mirada al lugar donde habia estado antes la flor para darse cuenta que a lo lejos habia otra Flor del infierno, la recogió también siguiendo el camino que habían formado.

— Esto… esto es muy extraño. — Continuo su andar dejando de recoger las flores pero sosteniendo las dos primeras que habia encontrado.

Camino bastante, o el pensaba, ya habia perdido la cuenta de cuantas flores habia visto, observaba hacia todos lados deleitándose con la hermosa vista que tenia, en eso un leve aroma a té de limón llego a sus fosas nasales llamándole mucho la atención y cuando se dio cuenta ya las flores habían terminado pero ahora el aroma a limón lo atraía, comenzó a correr y a lo lejos pudo ver una especie de mesa de cristal, una silla y alguien sentado en ella bebiendo de una elegante taza de porcelana.

Se detuvo a una distancia prudente de aquella persona que le daba la espalda sentado con las piernas cruzadas comiendo una galleta en forma de estrella al parecer de vainilla ya que Kuroko podía reconocer el aroma de esa flor, lo observo detenidamente dándose cuenta que calzaba unas botas que llegaban debajo de sus rodillas, unos pantalones negros y una especie de chaleco de mangas largas del mismo color pero las líneas que llevaba de adorno eran rojas, su cabello estaba cubierto por un sombrero estilo gánster del mismo color que sus ropas, se veía tranquilo saboreando el té y las galletas.

Kuroko estuvo a punto de retirarse pero después de que diera un paso la persona le iba a dar otro sorbo a su té pero se detuvo a unos centímetros de sus labios sonriendo ligeramente al ver la onda que había provocado el peli celeste al intentar salir huyendo de allí, dejo la taza sobre un pequeño plato para después girar su rostro dejando ver su perfil pero sus ojos no podían verse por el sombrero, Kuroko solo podía ver del puente de su nariz a la barbilla, su corazón comenzó a latir nervioso, aquella persona lo estaba viendo, lo sentía, no podía ver sus ojos pero la sensación de estar siendo analizado de nuevo lo invadió, sus ojos azules estaban abiertos expectantes del siguiente movimiento de aquella figura, su cuerpo comenzó a temblar y apretó aun mas su agarre donde tenia las flores.

En eso aquella persona después de tener un semblante serio sonrío, nuevamente esa sonrisa que haría que cualquiera saliera huyendo por lo aterradora que era, quería correr pero no podía, parecía como si estuviera pegado, de repente se escucho una voz que no era la suya.

— Tardaste en llegar, fantasmita. —

No, aquella voz no, no de nuevo, al parecer la leyenda... resulto ser cierta.

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Continuara…

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Nota de la autora:

¡Holi! Mucho gusto ¿qué les pareció el prologo?, díganme si hay una falta de ortografía por favor, por mas que revise el escrito no encontré ninguno pero con eso de que tengo una increíble vista pues quizás se me hayan escapado por allí uno que otro.

Bueno jajaajaj ya no se que mas decir xDDD soy nueva escribiendo sobre Kuroko No Basket asdfghjklñ cualquier opinión es bien recibida, sugerencias, correcciones y demás pero con respeto. Me encantaría saber que les pareció.

¡Ah! El traje que describo al final me base en una imagen de los chicos de Free! Que salen con unos trajes así & Makoto se ve super nnnggghhhhhh & si quieren puedo pasarles la imagen por si no saben como es.

Asdfghjkhgfds también también la parte en la que Kuroko esta lleno de cuerdas es de un video que conocí en el bello fic de Kitty "Kuroko No Love" si no lo han leído ¡háganlo! no se arrepentirán.

Bléh, me quede hueca jajajajaj :'D bueno, es un gusto conocerlos & un hermoso placer escribir de esta bella pareja.

¡Hasta la próxima!