Bueno chicas, aquí está mi mas reciente historia, 'Tormenta escarlata'.

Espero que la disfruten. Esta es la historia que tendrá a la pareja ganadora de mi encuesta.

También quería recordarles acerca de las fotos que subiré en todos mis capítulos, fotos referentes a mi historia; como vestuarios, objetos principales y demás.

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Tormenta escarlata, capitulo 1: El 'secuestro'

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Bella P.O.V.

!Estoy harta¡. Ya no lo soporto, es demasiado, Edward a sobrepasado sus límites. Hace exactamente una hora tuvimos la pelea mas fuerte de nuestra relación. Todo, porque el no quería que usara mi propia ropa. ¿Que tiene de malo?.

Últimamente me gusta comprar yo sola mis ropas, no Alice, no Esme ni siquiera la bruja de Rosalie. Edward estaba en contra porque pensaba que la ropa que compré para mi atraería a muchos hombre y estos querrían tocarme. ¿Que le pasa? Yo se defenderme sola. El es demasiado estresante, primero quería que pasara todos los fines de semana en su casa para estar mas segura, después decía que cuando el no estaba conmigo, yo debía estar con Alice en todo momento. Es sofocante, esa duende es fastidiosa.

Estuvo bien cuando Edward me salvó en varias ocasiones, incluyendo la ultima pelea que tuvimos con el ejercito de Victoria, pero eso no le da derecho a controlar mi vida. Estoy segura que si sigue así, voy a llegar a odiarlo. El tenía planeado pedirme matrimonio, pero obviamente yo trato de evitar estar con el mucho tiempo a solas. Claro que no aceptaría, si como novio es controlador, no me lo imagino como esposo.

Jacob es igual. Solo se preocupa por mi 'seguridad'. Ya ni siquiera salimos como antes solíamos hacerlo. Solo me intentan controlar. Lo único que hago es ignorarlo.

No me interesa lo que digan, haré lo que me de la gana.

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He decidido que iré a una excursión para poder liberarme un poco. A veces me gusta sentarme en el bosque sin nada que hacer, nada mas respirando aire fresco y oyendo la naturaleza. El sonido de la s aves es bastante relajante, y el viento en mi cara es sensacional.

Me vestí con un conjunto perfecto para este día, un blue jean ajustado que resaltaba mi trasero con una camisa manga larga color beige con un búho en el centro, la camisa quedaba suelta, con una bufanda perfecta para el frío que estaba haciendo, y aunque hoy fuera un día soleado, hacía bastante frío, por eso también me llevé unos lentes de aviador para cuando el sol me diera en la cara, no me hiciera daño en los ojos; y también tengo unos lindos zapatos bajos del mismo color que la camisa. Estoy lista para irme.

Salí de la casa no sin antes dejarle una nota a Charlie diciéndole que saldría a dar una vuelta y regresaría tarde. Le dejé la cena lista solo para meterla en el microondas y comérsela, no creo que se le complique la situación.

No tomé mi camioneta, solo caminé hasta adentrarme en lo mas profundo del bosque, llegando a un lugar en el cual no había estado antes, pero me gustaba; era tranquilo, había un poco de sol en una pila de hojas y un pequeño arrollo con agua limpia estaba mas atrás. Aquí definitivamente descansaría.

Tomé de la mochila que había traído conmigo, unas galletas saladas y empecé a comerme una. Luego coloqué la manta en el pasto, me quité la chaqueta ya que estaba en medio del sol ya no había tanto frío, y luego me recosté de la manta a mirar el cielo apenas visible por los arboles que lo cubrían. Espero saber el camino de regreso a casa.

Me quedé en un trance hasta que me dormí, no lo se, sentí que fueron minutos, pero cuando me levanté, ya estaba la puesta de sol. Era mas tarde de lo que creía. Empecé a entrar en pánico, tenía que irme rápido de este lugar.

Tomé mis cosas y las puse en mi mochila, y comencé a caminar hasta mi casa, ignorando los múltiples ruidos que me asustaron en mas de una vez. Estaba muy nerviosa, algo me decía que todo iba a salir mal, no debí haber venido hasta acá. Ya no puedo hacer nada, ya estoy aquí, solo me queda rezar por que nada malo me pase.

En ese momento me di cuenta que... ¡Estaba perdida! Malditamente perdida. ¿A donde voy y donde me encuentro? Esto no puede empeorar. Me senté en una gran roca cerca de un árbol a esperar a que algo interesante sucediera, pero nada ocurrí, tal vez tendría que resignarme. Pensé en colocar la manta en el suelo, pero me cuando registré mis cosas de la mochila, la había dejado.

Solo me recosté en una pila de hojas que a este punto parecían cómodas. Tal vez alguno de los chicos me encuentre en su excursión de caza, y con otro poco de suerte me coma. Continué pensando en las posibilidades hasta que me quedé en un sueño profundo en donde no tendría que preocuparme por nada. Por lo menos no moriría con el maniático de Edward...

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Demetri P.O.V.

Infierno...

Esa era la palabra que describía a la perfección el mundo en el que vivía. Estoy obligado a servir a los malditos de los Vulturis. Mi creador, Amun, el líder de el clan egipcio me transformó hace mas de seiscientos años, cuando me encontró en Grecia, vio un gran potencial en mi y me mordió. Al final, Aro se enteró de mi poder mediante un nómada visitante. Cuando me encontró, con el poder de Chelsea cambiaron mis lazos de lealtad de el clan egipcio, al clan Vulturi. Pero su poder, con el tiempo desaparece, claro, yo nunca dije que su poder ya había desaparecido, solo estaba esperando el momento correcto para huir.

Cuando el momento para escapar llegó, justamente doscientos años después de haberme unido a la guardia, llego Félix, el hombre con el cual he vivido las aventuras mas grandes de mi vida vampírico. En cuanto nos conocimos, nos hicimos mejores amigos. Desde entonces, compartimos de todo, alimento, amantes y misiones. Eramos como hermanos. Esa fue la razón por la cual no escapé cuando pude, no quería dejarlo solo.

A diferencia de Félix, yo soy mucho mas calmado y tranquilo, ecepto cuando se trata de combates. El es bastante ruidoso y bromista, también es es enorme. No tiene ningún poder, solo su fuerza descomunal tres veces mas fuerte que la de un vampiro normal. Yo soy un rastreador, puedo encontrar a cualquier persona en cualquier parte del universo, por eso los Vulturi me quieren con ellos, pero servirles es demasiado tedioso e insoportable.

Hemos planeado nuestra huida desde hace ya varios años. Con mi poder, podemos evitar que nos rastreen, logrando que no puedan reconocer nuestros olores. Nos quedaríamos alijados por cierto tiempo en varios lugares para no ser encontrados de casualidad. Era un limbo vivir con ellos.

Hoy era nuestra última misión. Teníamos que ir a buscar a Isabella Swan, la cual poseía un poder de escudo, que impedía los ataques mentales, aunque Aro sospechaba que en su vida como vampiresa, podría repeler ataques físicos. La última vez que la vi, estábamos todos en el castillo de Volterra, mientras ella trataba de resolver los problemas que había causado su 'novio'. Sinceramente, yo jamás daría la vida por personas tan patéticas como el. Edward Cullen.

Debo admitir que la primera vez que la vi, me pareció un tanto linda, no lo se, no pude verla bien, todo era un desorden. Solo se que tenía que mantener a Alice Cullen retenida, nada mas.

Tenemos que buscar a Isabella lo mas rápido posible para poder irnos lo mas apresuradamente de aquí. La dejaríamos en el castillo, Félix y yo tomaríamos nuestras cosas, y nos iríamos de Volterra para siempre, destino Europa.

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Llegamos a la residencia de los Swan, pero extrañamente no se encontraba nadie. Cuando salimos de mi auto convertible color negro, nos sorprendimos al no escuchar ningún latido en el interior de la casa.

''¿Donde estará? Ya quiero largarme del castillo.'' Dijo Félix sonando agobiado, y en realidad yo también lo estaba.

''Paciencia, Félix. En algún momento tendrá que regresar a la casa. Pero esto debe ser rápido, Caius nos dijo que habitaban lobos en este territorio.'' Le respondí calmadamente.

''O, podríamos seguir su olor. Lleva directo a el bosque; no creo que te sea difícil de rastrear, para algo tienes tu don.'' Me dijo muy arrogante. A veces no toleraba que fuera tan presumido y confiado.

''Félix, eres un idiota. ¿Acaso no recuerdas que la chica tiene un escudo? Para mi será imposible rastrearla mediante mi don. Lo único que nos queda es seguir el débil olor. Vamos.''

''Ok, no era necesario llamarme idiota. Sigamos a Isabella.'' Me dijo, yo sentí y tomamos rumbo hacia el bosque.

Corrimos siguiendo el débil olor de Isabella, hasta que llegamos a una pradera bastante tranquila, donde su aroma estaba por todas partes, incluyendo una manta tirada en el suelo.

''Bien, creo que ya casi la encontramos.'' Dijo Félix

''Sigamos...'' Le contesté

Tomamos la manta del suelo y continuamos nuestra búsqueda, ella no pudo haber ido muy lejos. Corrimos y corrimos hasta llegar al final del rastro, pero no había nada ni nadie en ese lugar.

''¿En donde pudo haberse metido?'' Preguntó Félix. Esto no era tan fácil como Aro dijo que sería.

''No lo se. Su rastro llega hasta aquí.''

Esto era desconcertante, nada en el mundo podría hacer que la humana desapareciera sin nada mas, a menos que alguien se la hubiera llevado. Pero eso no explica como desapareció su olor.

''¿Desconcertados?'' Preguntó una voz masculina de entre las sombras de los arboles. No podíamos distinguir muy bien su cara, pero nos dimos cuenta al instante que tenían en brazos a Isabella.

''Queremos a la chica. Entréganosla'' Dijo Félix con su voz amenazadora como siempre para intimidar.

''Yo creo que tenemos una complicación, caballeros'' Dijo la voz con un bastante marcado acento tejano. Solo había una persona en el mundo que hablaba así y podría vivir en Forks.

''Jasper Whitlock. Que casualidad de encontrarte por aquí. Lamentamos molestar, pero hemos venido hasta acá en nombre de los Vulturi, a buscar a Isabella Swan, la cual se encuentra en este momento en tus brazos. ¿Serías tan amable de entregarla?'' Dije. Siempre se les daba una oportunidad para actuar pacíficamente. Pero creo que con el será un poco mas difícil. El es uno de los vampiros mas fuertes conocido por todos.

Jasper salió de las sombras y avanzó hasta estar a unos 5 metros de distancia de donde Félix y yo nos encontrábamos.

''Félix, Demetri. Es bueno verlos de nuevo. Por lo que tengo entendido, ustedes quieren llevarse a Isabella al castillo.'' Dijo Jasper

''Si. Eso mismo tenemos planeado, por eso estamos pidiendo pacíficamente a Isabella para evitar una pelea.'' Dijo Félix. El no era tan idiota.

''Yo se las entregaré con gusto. Pero, con una condición.'' Dijo Jasper, cada vez acercándose mas hasta estar cara a cara con nosotros.

''¿Tan fácil? Pensaba que eras un Cullen y les tenías lealtad. Pero no importa, dinos tu condición.'' Le respondí

''De acuerdo, en primer lugar, yo nunca fui un Cullen. En segundo lugar, jamás les tuve lealtad, ni a ellos, ni a Carlisle. Y en tercer y último lugar, si Isabella va con ustedes, yo también. Me uniré a los Vulturi.'' Dijo Jasper. Esa respuesta no era de esperar. Y lo demás que mencionó también me sorprendió.

''Bueno, si lo que quieres es unirte a nosotros, eres bienvenido. Definitivamente Aro apreciará tu don.'' Respondí.

''Excelente, Isabella es toda suya.'' Dijo Jasper, sin mostrar ninguna emoción. Me la entregó en mis brazos, al parecer estaba dormida, muy profundamente dormida, porque no se ha despertado desde que Jasper la ha tenido en sus brazos. Pero, lo mas extraño, fue que cuando ella hizo contacto con mis manos, por ellas hicieron aparición una corriente eléctrica que me dejó perplejo. Jamás en mi vida he sentido algo como esto, pero no es momento de pequeñeces, debo concentrarme para poder escapar con Félix.

''¿Demetri? ¡Demetri! ¿Podrías reaccionar?'' Me gritó Félix. No me había dado cuenta de que me quedé en un trance.

''Ummm, yo... lo siento. Solo me distraje un poco.'' Les respondí a los dos.

''Bueno, entonces nos vamos.'' Anunció Jasper.

Corrimos hasta el lugar en donde dejamos aparcado el auto. Félix como conductor, y Jasper en el asiento de el copiloto. Yo me senté en la parte de atrás con Isabella en mi regazo. Por alguna razón se sentía... bien.

Ella estaba bastante diferente a como la vi la última vez, es decir, yo dije que era linda, pero, ha cambiado. Me refiero a que está mas... sexy. Es extraño, pero, tampoco puedo dejar de mirarla, es como si estuviera casi hipnotizado.

Jasper P.O.V.

Perfecto, mi plan va a la perfección. A este paso Isabella no tendrá que volver a ver a Gaydward, y yo no tendré que volver a hablar con la pixie. En algún momento tendríamos que liberarnos de ellos dos.

Me cae muy bien Isabella, es como una hermana, por eso ella no se merece la eternidad con Edward. Ella es demasiada mujer para el. En Volterra, ella encontrará la felicidad que está buscando.

Ahora solo falta esperar a que todas las piezas encajen. Solo hay que esperar a que Edward y Alice no se interpongan.

Bella P.O.V.

¿Donde demonios me encuentro? Lo último que recuerdo fue haberme dormido en el bosque. Estaba perdida. Pero ¿En donde estoy?.

Me sentía en un lugar frío. Pero por alguna razón, segura.

Poco a poco fui abriendo mis ojos los cuales me costaron abrir ya que suponía, había dormido mucho. Cuando pude asimilar donde me encontraba, me di cuenta que estaba en un auto a toda velocidad, estaba recostada de alguien, y podía ver por la ventana. Nos encontrábamos a toda velocidad rumbo a algún lugar que desconocía. No pude distinguir bien a las personas que se encontraban en la parte delantera, pero me parecían conocidos.

Levanté la vista para saber de quien estaba recostada. Aún no podía ver bien, todo estaba medio borroso y me sentía muy mareada.

''Veo que haz despertado, Isabella. Tranquila, no te haremos daño, solo mantén la calma.'' Dijo una voz aterciopelada, una voz que me sonaba bastante familiar. Pude mirar esta vez mejor su rostro, y lo reconocí. El era uno de los guardias que nos escoltó a Edward, Alice y a mi al interior del castillo. Si mal no recuerdo, su nombre era Demetri.

''¿Donde estoy?'' Pregunté estando bastante confundida. No tenía ni idea de a donde nos dirigíamos.

''Tranquila, cariño. Nos dirigimos a Volterra, Italia. No volveremos a ver ni a Alice ni a Edward.'' Dijo otra voz que provenía de la parte delantera del auto. ¡Era Jasper!.

''¡Jasper! ¿Por que vamos a Volterra? ¿Que hacen ellos aquí?'' Cada vez estaba mas y mas desesperada.

''Tranquila. En este momento estamos camino al aeropuerto. Como ya te dijo Jasper, vamos al castillo en Volterra, Italia. Aro quiere que te unas a la guardia.'' Me respondió el conductor. Yo también lo conocía, era Félix, el también era uno de los guardias escoltas. Recordaba perfectamente su nombre. El era super grande, me recordaba a Emmett; su cabello negro era un poco largo y brillante, con sus ojos rojos rubí, obviamente. También era bastante fornido y alto, y claro, hermoso como cualquier vampiro.

''¿Quiere que me una a la guardia? No estoy segura...'' Respondí

''No te preocupes, Isabella. Yo voy a estar contigo en la guardia. Me uniré a ellos.'' Dijo Jasper. No entendí nada. El estaba casado con Alice, se suponía que la amaba.

''No entres en pánico. Todo estará bien, yo no pienso hacerte daño. ¿Me recuerdas? Mi nombre es Demetri..''. Me di cuenta que su brazo estaba rodeando mi cintura, y su mano haciendo círculos en ella. Suavemente me alejé de el, quitando su mano de mi cintura. Me miró dolido cuando lo hice, en realidad no entendía nada.

''Isabella, quiero que sepas que ya no estoy casado con Alice. Ella y yo nos divorciamos antes de llegar aquí en Forks, no te preocupes por eso. Y otra cosa, vamos a Volterra por que alejarnos de ellos dos es lo mejor para ambos, definitivamente que nos controlen es un verdadero fastidio. Vamos a comenzar de nuevo con los Vulturi... ¿Estas de acuerdo?''

Tenía que pensar muy bien esto, pero ya era tarde, ya nos dirigíamos supongo yo camino al aeropuerto de Seattle, el mas cercano, a menos que viajáramos en carretera. Rumbo a cambiar nuestras vidas. Era verdad lo que Jasper decía, jamás lograría nada con los Cullen. Me encantaba Esme, Carlisle y Emmett, pero los demás solo me molestaban, incluyendo a Alice. Edward no me merece, ningún hombre debería. El tiene toda la razón, comenzare de nuevo en Volterra.

''De acuerdo, acepto. Si quiero unirme a los Vulturis.'' Dije finalmente. Félix soltó una pequeña risa al igual que Jasper, y murmuraron un 'bien'. Demetri solo me sonrió.

''Preparate, Isabella.'' Murmuró Félix en la parte delantera y después me regaló un guiño por el retrovisor, eso me hizo sonrojar profundamente como un tomate. El dejó escapar una carcajada, y empezó a conducir al aeropuerto de Seattle cada vez mas rápido.

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Cuando llegamos al aeropuerto de Seattle, Félix bajó del maletero dos maletas pequeñas que el y Demetri llevaron en la mano. Después a pasar las maletas por los rayos 'X', y nosotros por el detector de metales, todo estaba listo. Cuando todo ese tedioso procedimiento estaba listo, para subir al avión, pero me sorprendió que no hubiera ningún avión en la pista, solo un Jet completamente negro con una letra 'V' escrita con color dorado elegantemente a un costado.

''Es muy lindo.'' Murmuré

''Si, lo es. Es el Jet privado de los Vulturi, y ahora tuyo también. En cuanto llegues a Volterra Aro te convertirá y serás una de nosotros. Tu apellido cambiará de Swan, a Vulturi. No te preocupes.'' Me dijo amablemente Demetri reglando una pequeña sonrisa. Podía notar que el no era uno de esos que sonríen muy a menudo.

Seguimos caminando hasta llegar a el Jet, nos subimos y sentamos. Los asientos eran muy cómodos, el mio daba justamente para ver por la ventanilla. Demetri estaba sentado a mi lado, y por alguna razón, de vez en cuando me daba miradas muy profundas que me estaban empezando a incomodar. ¿Cual era su problema?

''Demetri, de casualidad, ¿Tengo algo en la cara?'' Pregunte sarcásticamente.

''No, para nada, Isabella. ¿Por que preguntas?'' Me respondió y preguntó al mismo tiempo.

''Pues, porque tu no has parado de mirarme fijamente en todo el vuelo. Te pregunto de nuevo, ¿Tengo algo en la cara?'' Le dije, pero esta vez mas retadora.

''No, Isabella... yo... mmm, lo siento.'' Dijo el claramente avergonzado de sus acciones. Se levantó de su asiento a mi lado y se fue a sentar al lado de Jasper. Los dos estaban teniendo una conversación en voz baja para que yo no pudiera escuchar. Todo estuvo en silencio durante unos diez segundos, hasta que Félix gritó.

''Oye, 'Demmi'. Isabella no te deja sentarte con ella seguramente porque cree que eres un acosador. Obviamente lo eres, ¿Por que la miras fijamente? Apuesto a que te gusta Isabella.'' Dijo Félix burlonamente. Yo estaba roja como un tomate mientras apartaba la vista hacia la ventana. Escuché como Demetri se levantaba de su asiento para ir a otro lugar, creo que el también estaba un poco avergonzado.

''Félix, ya basta. Si mal no recuerdo, cuando estábamos en el auto tu me dijiste que Isabella era hermosa. ¿Recuerdas?'' Dijo Jasper. Esto no se podría poner peor. Félix también se levantó de su asiento a toda velocidad y desapareció. Yo seguía sonrojándome fuertemente si mas nada que decir o hacer.

''Tranquila, Isabella. Solo están jugando.'' Me dijo Jasper calmadamente mientras se levantaba de su puesto para sentarse a mi lado.

''¿Félix de verdad dijo eso?'' Pregunté tímidamente.

''Claro que si, mientras tu dormías el dijo, 'Isabella es una chica bastante hermosa'. Estoy de acuerdo con el, no tienes que sentirte avergonzada de los elogios. Tu no lo ves, pero si eres bastante linda, eres mi hermanita y siempre lo serás. Respecto a Demetri, el siente una pequeña atracción por ti, de verdad es un buen tipo.''

¿En serio? Yo de verdad no me consideraba linda, pero por algo los chicos del instituto me insistían. Pero jamás pensé gustarle o siquiera parecerle linda a dos vampiros como lo son Félix y Demetri. Pero lo que decía Jasper era cierto, yo debería darme un poco mas de crédito por mi misma.

''Otra cosa, Isabella. Tu nombre completo aunque sea bonito, es muy largo, y definitivamente Bella no es apropiado, es un nombre de niña.'' Me dijo Jasper.

''¿Cual crees tu que sería un nombre apropiado?'' Le pregunté.

''Ummm... yo creo que un nombre apropiado para la nueva tu, sería... Iss. Es corto y fácil de recordar, además, te queda a la perfección. ¿Que te parece?'' Sonaba bastante emocionado.

''Yo creo que, me gusta. Iss es perfecto. Gracias Jasper.'' Le respondí con bastante cariño, después le regalé un afectuoso abrazo.

''De nada... Iss. Descansa el resto del viaje.'' Y se alejó en la dirección por donde Félix se había ido.

Yo me relajé en mi asiento, cuando poco a poco iba cayendo el sueño. Esa noche, no tuve ninguna clase de pesadillas, solo un raro sueño en donde estaba en un hermoso jardín junto a dos personas misteriosas, no logré ver sus rostros, pero se me hacían conocidos, y me sentía segura.

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Cuando desperté, ya habíamos aterrizado. Me estiré un poco para aflojar mis músculos entumecidos por estar sentada todo el viaje.

''Buenos días, Iss. Ya hemos aterrizado, nos vienen a buscar después de que Félix y Demetri se dignen a salir de su escondite.'' Me dijo Jasper. Yo me sonrojé levemente, sabía exactamente por que estaban escondidos, ellos estaban igual o mas avergonzados que yo.

''Ok ok ok... ya salimos. Y... nosotros queríamos... pedirte disculpas, Isabella, digo, Iss. Lo siento.'' Me dijo Félix que estaba al frente, mientras mas atrás estaba Demetri evitando mi mirada.

''Yo también lamento haberte sofocado de esa forma. Lo siento, Iss.'' Dijo esta vez Demetri.

Me puse a pensar, recordando todo lo que Jasper había dicho. Era cierto, yo era linda, si no, no hubiera llamado la atención de dos vampiros, y nada mas y nada menos que Vulturis. Además, ellos no hicieron nada malo.

''No importa, eso ya está en el pasado. Los perdono completamente.'' Les dije mirándolos a ambos. Luego caminé hasta donde estaba Félix, me puse de puntillas y lo abracé amistosamente, lo mismo hice con Demetri. Cuando me coloque de nuevo al lado de Jasper y miré sus caras, eran de puro shock.

''¿Que sucede?'' Les pregunté inocentemente.

''No es... nada. Gracias por aceptar nuestras disculpas.'' Dijo Félix nada mas antes de retirarse con Demetri mas atrás. Me di media vuelta y miré a Jasper dejando soltar una pequeña risa.

''¿Que?'' Pregunté inocentemente.

''Camina, Iss.'' Me dijo solamente con una mirada de complicidad, seguramente recordando lo que me dijo la noche anterior en el avión.

Salimos del avión rumbo al interior del aeropuerto, no teníamos que buscar maletas porque solo llevaban dos maletas pequeñas Félix y Demetri. Al salir del aeropuerto, un auto completamente negro con vidrios polarizados nos estaba esperando en un lugar con bastante sombra, en Italia había bastante luz solar, a diferencia de Forks. Nos subimos al auto, Félix me abrió la puerta del pasajero para luego proceder a entrar a mi lado seguido de Demetri. El conductor nos llevó hasta un castillo que lucía bastante antiguo con estilo victoriano, hecho completamente de rocas en la mayoría de los detalles, y al final del castillo dos torres inmensas se podían visualizar, a lo que yo me imaginaba la excelente visión desde ese lugar. Salimos del auto dispuestos a entrar al enorme palacio, e inmediatamente las puertas se abrieron para darnos paso al interior.

''Iss, Aro te verá mañana en la mañana. Quiere que descanses todo el día para hablar contigo. Te llevaré a tu habitación para que tomes un baño y te relajes.'' Me dijo Félix.

''De acuerdo. ¿Vamos?'' Le dije batiendo mis pestañas hacia el.

''Ok, vamos.'' Me acerque a el y comenzamos a caminar hacia un pasillo bastante largo, pero al final logramos llegar a nuestro destino. Unas puertas bastante grandes y decorada con detalles de oro.

''Adelante, su habitación la espera.'' Me dijo Demetri regalándome una sonrisa. ¿En que momento apareció? Cierto, vampiros... pero lo que mas me incomodaba era la habitación, era grande al parecer, o eso me dio a entender la puerta, eso que aún no la veo por dentro.

''¿Esta es mi habitación?'' Pregunté incrédula.

''Claro que si, Iss. Es toda tuya. El maestro Aro ordenó que te diéramos la mejor y lujosa habitación disponible para mantenerte a gusto.'' Me dijo esta vez Demetri.

''Mmmm, ok. Entremos.'' Les dije a los dos. A continuación entramos a mi nueva y lujosa habitación. Me quedé con la boca abierta, esto era demasiado. El piso era toda una alfombra con detalles rojos. Marrones y ocre, la cama era gigantesca con astas que van enroscadas hasta arriba casi el techo de color negro, acompañado con una cortina de terciopelo rojo con diseño antiguo que cubría levemente la cama, las sábanas también eran rojas y apuesto a que necesitaría ayuda para subir. Al lado había una mesita de noche de madrea brillante con una lampara beige. Las paredes tenían varios tonos de marrón suave, con patrones de flores que combinaban, también se encontraba un clóset de madrea que brillaba al igual que la mesita de noche, el cual parecía tallado a mono. Unos muebles con patrones de flores azules, marrones y rojos estaban en el centro de la habitación y junto a un ventanal enorme con cortinas de terciopelo rojo, y por último, una hermosa pintura que aunque no sabría bien como describirla, era hermosa, con una marco que parecía, y no dudaba, era de oro.

''Esta habitación es completamente hermosa.'' Dije al quedarme sin aliento de lo hermosa que era.

''Es tuya. El maestro Aro decía que quería la mas hermosa para ti.'' Dijo Félix.

''Si, al igual que tu...'' Dijo Demetri. No pude escuchar la última parte de su frase muy claro, apenas era un murmullo lo que dijo.

''¿Que dijiste, Demetri?'' Le pregunte para estar mas segura de lo había oído.

''Ummm... yo... nada. Me retiro. Espero que estés a gusto Isabella.'' Raro. En el avió me había llamado Iss.

''¿Que sucede, Félix?'' Me acerqué un poco mas a el.

''Nada. Solo descansa para mañana. Adiós.'' Se fue acercando a la puerta para salir de mi nueva habitación. Pero antes de tomar el pomo, le grité.

''Espera.'' Caminé hasta el, me acerque lo suficiente para darle un tierno abrazo, el cual al principio no correspondió, pero luego si me abrazó. Se sintió una corriente eléctrica que recorría todo mi cuerpo.

''Gracias por sacarme de ese horrible lugar y con quien estaba. Abraza también a Demetri de mi parte, y dile que siento haberlo tratado de esa forma cuando estábamos en el avión. Adiós'' Le dije.

''De nada, Iss. Y claro que le enviaré tu mensaje a Demetri, el se siente culpable.''

''No tiene por que sentirse así.''

''No importa. De todas maneras, Iss, tu me caíste muy bien. Espero que te vaya bien aquí en Volterra.''

''Gracias, Félix. Tu también me caíste bien.'' Le dije.

El abrió la puerta y se retiró. Por alguna extraña razón sentí un raro vacío en mi pecho.

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Demetri P.O.V.

Yo no soy así. Jamás he actuado tan patéticamente en mi vida, mucho menos por una chica. Esto es absurdo.

Isabella, ¿Que me haz hecho?...

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Félix P.O.V.

Nunca en mis varios siglos de existencia, me he sentido de esta manera. Es como si mi corazón muerto estuviera latiendo de nuevo. Pero no entiendo por que...

¿Acaso es Isabella?

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¿Les parece que vale la pena continuarla? Tienen que decirme sus opiniones acerca de esta nueva historia.

Las fotos de los personajes y objetos destacados incluyendo el vestuario de Iss, están en mi perfil. Megan Lacourt, al igual que también pueden encontrarlas en mi pagina oficial, Cat-Crimson Fic.

No olviden comentar.