Pero el problema, muchachos, es que se acaba la hora que habéis pedido de sala... así que alguien golpea la puerta. Irlanda ni caso, sigue abrazado a Seychelles sin enterarse.

El asunto es que sí que entra la chica de la entrada y cuando nota que se están liando frunce el ceño avisándoles en voz alta que ha acabado su tiempo... y en un susurro que esto no es un hotel.

Y ahí puede que Irlanda sí caiga más en la cuenta, preguntándose por qué coño el mundo está empeñado en interrumpir estas actividades. Seychelles se despega y se sonroja escondiéndose un poco porque le estaba gustando mucho, es posible que al final, Irlanda, sí te hayas ganado el mejor beso que le ha dado a nadie

I... Dos minutos. Dos y salimos —pide Irlanda con un sobreesfuerzo para hilar las palabras.

Seychelles se esconde más y la mujer asiente aunque pone los ojos en blanco, saliendo de la sala.

Bloody hell... Veo que... Estamos destinados. I am sorry —susurra Irlanda apretando los ojos sonrojado el también, no crean que no, aunque no deja de parecerle fantástico que lo hayan atrapado liándose a una chica tan bonita.

¿Destinados a qué, hijo mío? Si llevabais un cuarto de hora con eso, como no iban a atraparos.

—Vámonos —pide ella en un susurro. El irlandés la aprieta un instante más contra sí, en realidad sin querer que se termine la noche. Pero al final asiente y la suelta.

—¿Quieres... ir a algún otro lado?

—Vamos al hotel —susurra aun medio escondida.

—Vale, vamos al hotel sólo que ahí...

—¿Ajá?

—Bueno, tú estás en tu cuarto y yo...

I know.

—Bueno, vamos entonces —se humedece los labios. Seychelles asiente un poco y se le separa, incorporándose y arreglándose el pelo. Él se pasa las manos por el pelo.

—Lo he pasado muy bien —admite buscando dinero en su cartera, haciendo un poco de tiempo para no tener que levantarse.

Ella sí se pone de pie después de arreglarse la ropa, tomando su bolso, pensando aun en el beso que se estaban dando y cayendo en la cuenta de forma consciente que en realidad no se había besado así nunca con ningún chico.

El irlandés se sonroja poco porque hombre, es que una es que le basten los besos hoy pero otra diferente es que no le causen ningún efecto. Aun así termina por tomar valor y levantarse guardándose las manos en los bolsillos, pensando en el beso que acaban de darse también, y que sigue teniendo mariposas en el estómago.

Nadie nunca le había besado así. La sentía más cerca y más... ¿Suya? Quizás era poco absurdo decirlo pero sentía una conexión REAL con ella. Agita un poco la cabeza pensando que esas eran ñoñadas. Era el chico "casi" especial, y eso era bastante patético.

—¿Lista? —pregunta mirándola de reojo.

La morena abre la puerta de la sala aun pensando en ello, más que nada sintiendo cosquilleos en los labios y en la piel aun donde le ha acariciado. Irlanda asiente saliendo tras ella.

—Sólo tengo que pagar —le pone una mano en el hombro cuando llegan abajo —. ¿Quieres esperar aquí?

Seychelles asiente medio distraída todavía.

La mira y sonríe un poco yendo a pagar rápidamente, pensando que con su suerte sólo le faltaría que se le acerque alguien y se la lleve hoy. Se ríe un poco pensando que naaah, va todo muy bien.

Ella se asusta un poco al cabo de darle un par de vueltas al asunto pensando que nada más han estado en una cita y teniendo en su cabeza como muy estructurado qué tiene que pasar en una primera cita porque ha tenido muchas... MUCHAS.

Él mira hacia ella un par de veces, un poco fastidiado de que se le haya terminado ya la cita. Quizás... Quizás podría conseguir de verdad que saliera con él otra vez mañana. Quizás podría darle otro beso igual a este en el hotel para despedirse. Sonríe un poco con maripositas en el estómago... Y es que no se ha podido asustar porque tiene tan pocas citas que como vaya bien, ya es algo muy muy bueno.

Y definitivamente no es esto lo que tiene que pasar, nada más han cenado en un lugar horrible, la ha llevado con un coche freak a un karaoke que ni siquiera ha sido idea de él y, bueno, vale, han pasado un buen rato jugando a cantar y bailar, pero... aunque se acostaron el otro día esto debe ser por lo hormonal de la regla.

Después de pelear un poco porque algo misterioso pasaba con su tarjeta de crédito... Ahí viene de regreso con ella frunciendo el ceño y protestando por lo bajo. Justo cuando ella planeaba pillar a cualquiera que pasara por ahí y morrearlo también a ver si realmente se trata de un asunto hormonal... has tenido suerte en algo, Irlanda, aunque no lo sepas.

Le habrías roto un poco el corazón y quizás hubiera acabado en una pelea. Igualmente no ha pasado.

—¿Nos vamos? —pregunta. Ella da un saltito porque no se lo esperaba—. Me han querido cobrar dos veces, ¿tú crees? —comenta saliendo delante de ella.

—No será porque han sido dos horas en vez de una o algo así.

—Nah, dos de todo, dos bebidas... Y como si hubiéramos estado tres horas. Para eso no nos hubieran echado.

La chica de los atunes sonríe un poco y en cuanto salen una ráfaga traidora de viento helado de las Highlands le vuela un poco el pelo y la falda, haciendo que apriete los ojos y se abrace a sí misma temblando porque ALGUIEN le prometió PUTO VERANO y aquí de verano los cojones. Y bueno, será que Irlanda ahora está más pendiente... AL FIN lo nota.

—Oh... ¡Tienes frío!

Yes —o que ahora es aún más tarde y además hace un poco de viento... aún más frío.

—Es un... Es... V-Ven —le pone una mano en el hombro toooorpe.

—Verano los huevos, deberíais venir todos a los fucking trópicos a saber lo que es verano —protesta acurrucándose contra él. El irlandés levanta las cejas al ver que se le acerca y la abraza un poco mejor, sonríe.

—En los trópicos nos derretimos —y yo no podría abrazarte.

Sure! Y entonces no os atreveríais a llamar a esto verano —frunce el ceño, divertida. Irlanda se ríe y baja la velocidad hacia el coche, sin querer llegar.

—El verano es como la comida. Tenemos una distorsión...

Pero ella sí que le empuja un poco escondiéndose más en él, que le frota un poco un brazo y la mira de reojo.

Idiot, ni te creas que con chistes me vas convencer —pero sonríe un poco. Él se ríe otra vez.

—¿Saldrás conmigo mañana? —pregunta impulsivamente.

—No —sentencia. Irlanda parpadea.

No? Why?!

—Porque tengo la regla y me duelen los pechos y los ovarios y me siento mal —no está pensando en lo que dice, está jodida por el frío—. Y hace mucho frío en esta puta ciudad —añade y se le repega más.

—O-Oh... —esas informaciones complicadas... Demasiada información. Se sonroja sin saber qué hacer con eso aunque deja que se le repegue—. Podríamos hacer algo tranquilo... ¿Oír música?

I don't know, ya veremos... —es que es como quizás el peor momento para pedírselo.

—Ok —murmura buscando las llaves del coche para abrirlo y por una vez yendo a depositarla al lado del copiloto. Seychelles remolonea un poco para separarse y se hace bolita en el asiento—. Ahora ponemos la calefacción si quieres... —sonríe un poquito mirándola y cerrando la puerta, pensando que es tremendamente absurdo poner la calefacción en verano. Da la vuelta para subirse.

Seychelles asiente, sintiéndose mejor porque con la puerta cerrada ya no se siente tanto el aire. El irlandés piensa además que a él le parece incluso que hace calorcito. La brisa fresca le parece que le va bien. Finalmente se sube.

—De verdad que los sureños están mal con el clima... —comenta al subirse antes de prender el coche para arrancar—. ¿Mejor aquí adentro?

—Insisto. Te mueres en los trópicos.

—Es muy probable. ¿Quieres verme derretido algún día? No es especialmente agradable, de hecho.

—Nah, seguramente no te derritas, nada más te vuelvas completamente rojo camarón sólo con dos minutos al sol.

—Ah no, el sol me hace fatal. Suelo salir de manga larga o me lleno de pecas como Alba.

—¡De manga larga es la asfixia mortal! ¡Ni en la época de lluvias!

—Pues manga larga delgada... O kilos de bloqueador.

—Ya me imagino... una masa blanca y pringosa. So sexy.

—¡Es que si no parezco camarón de verdad! Y luego parezco víbora.

—Cualquier excusa con tal de pelarse algo.

—¿Pelarme? —la mira de reojo. Ella le mira de reojo y sonríe un poco porque era un chiste de doble sentido, niega con la cabeza.

—Igual entonces lo que se hace es salir de noche, que es súper agradable.

El británico parpadea porque no quiso ser el guarro pensando mal y ahora quizás piensa que... Naaah, es una chica.

—Eso puede ser mejor, aunque ya me imagino que tendrás miles de moscos.

—Pero hay vacunas, niño europeo finolis.

—Pero igual te pican... Y no soy finolis... Sólo puedo imaginarme que tú no sabes nada de nieve y hielo.

—Bueh y tú no sabes lo que es el verano.

—De hecho, es que casi nunca voy al sur. Uso pantalones cortos con ESTE clima... Hace años que no voy en verano más al sur de Europa.

—¿Lo ves? Seguro te mueres si vienes a casa.

—Nah, seguro aguantaría sin deshidratarme... —se revuelve y la mira de reojo.

—No lo creo —niega y se ríe un poco.

—No, de verdad... Sólo es de ponerse una gorra y beber mucha cerveza, ¿no?

—Y que antes te suba el alcohol a la cabeza por el calor y acabar mareado en mitad de la calle.

—Cielos... De verdad me dan cada vez más ganas de ir a tu casa.

Sorry? It's the fucking paradise!

—Claro, un paraíso en el que me moriría de calor y tendría más pecas y estaría borracho la mitad del tiempo —vuelve a mirarla y da un desviiiiio para no ir directo al hotel sino dar unas vueltas más—. Aún así, iría... Sólo para criticar tu barco.

—¿Sabes cuánta gente viene de honeymoon... al AÑO? —la propaganda. Irlanda parpadea—. ¿Tú tienes siquiera turismo de ese?

Honeymoon... Ehm... Pues... Yes, alguien debe ir a mi casa a eso, pero es una ñoñada —y nunca me ha importado un pimiento—. A mi casa va gente a ver otras cosas, no sólo de honeymoon.

—¿Ves? No es el paraíso. ¿A qué va la gente a tu casa? ¿A pillar una cogorza del quince por Saint Patrick's?

—No me convences, no suena TAN paradisiaco —se ríe—. Yes, well... No tiene que ser St. Patricks, pero yes... Van a eso. A eso y a ver las cosas celtas al Norte. Los paisajes...

—No sé qué te estarás imaginando, pero si no ves lo paradisiaco a tener una excusa para andar todo el día en bolas y tener sexo cada dos horas, mientras comes mariscos y bebes frutas dulces es que debes ser de otro planeta. Así que de ñoñería nada —sonríe. El pelirrojo parpadea.

—Bueno... Es que puesto así...

I win.

—Es que esas son trampas.

—Ninguna trampa, I win. Sin siquiera mencionar las playas vírgenes de arena blanca y agua cristalina y las puestas de sol en el océano. No puedes ganar contra un paraíso.

—Es que todo eso es una mierda y no sirve de nada a menos que vayas en pareja o seas un bloody moreno con un cuerpazo que va a ligar.

Ella parpadea un poco, mirándole.

—Es cierto… es decir, no dudo que sea un lugar muy bonito pero es para una situación muy particular. Si vas en pareja, es fantástico... Bebiditas todo el día, sexo, salidas en la noche. Sol... Área y el paraíso. Pero si no... Hay sol, calor, un montón de chicas que van a mandarte a la mierda. Prefiero ir a un castillo medieval con una súper biblioteca y leer con música de fondo.

—¿Crees que no se lee bien tendido en la arena, a la sombra de las palmeras y pudiendo levantar la vista de tanto en tanto para ver los cuerpazos que, como tú dices, van a ligar, sin que nadie te diga nada? —levanta las cejas y el chico arruga la nariz—. Ah, y un Ipod arregla lo de la música de fondo. No hay brisa marina en las bibliotecas. Punto para el paraíso.

—Y chicas en top-less... Eso es bloody trampa...

—Otro punto para el paraíso —sonríe más.

Bloody hell... No creo de verdad que sea tan fantástico como lo pintas. Hay calor, y moscos y sol... Y no hay NADA más que hacer que eso que dices.

—Se puede nadar, pescar, navegar, pasear, leer, ir de compras, bailar, jugar voley playa con las chicas en top-less…

—Y vivir en un barco. Maldita sea...

—Y hasta hacer hogueras y tocar la guitarra junto al fuego... lo siento, biblioteca. También hay cines y casinos y teatros, discotecas y bares en la playa...

—Y es como estar de bloody vacaciones todo el tiempo. Aún así, pasear en caballo por las praderas, ir a museos, ir a bibliotecas... Lo tuyo está muy bien unos días, quizás, pero... La arena no me convence.

—Bah, que sabrás tú, europeo finolis —insiste. Él la mira de reojo, ya... Había dado suficientes pistas, ¿no? Y ya la había invitado a salir. Quizás...

—Quizás podrías venir tú a mi casa un día... —propone sintiéndose idiota porque seguro va a decir que no. Qué mierda tenía que hacer... ¿Era algo así como un suplicador serial o algo así? Era sólo... Que algo tenía esta chica que quería su estúpida atención —, pero avísame antes para no estar.

Ella levanta una ceja.

—Sí, claro, mira. También puedes venir tú a la mía en esas. Ni siquiera hace falta que me avises, ya tomaré mi barco y me iré a otra isla en cuanto vea al monstruoso niño gamba —pica e Irlanda se ríe un poco con eso.

—Qué maravilla. Así es como puedo conquistar un paradisiaco archipiélago. Eso explica muchas cosas sobre England y sus conquistas.

What?

—Seguro... Salían huyendo de él igual que... —vacila notando que está diciendo bastantes tonterías juntas —. Me refería a la textual conquista de la tierra.

Well, yes. Pero no por el color rojo, por las armas —se ríe.

Se da una buena regañina mental por meter a Inglaterra aquí y quitarle a su "conquista" el carácter "sexual" que pretendía.

—B-Bueno, yo quizás si pueda conquistarte sólo por el color...

Ah, yes? ¿El rojo en la piel te resalta el verde de los ojos?

Y-Yes, y me hace irresistible. Eso y el olor a coco del bloqueador —apunta sonrojándose porque todo este intercambio es fataaaal. Seychelles se ríe más y él la mira de reojo al ver que se ríe de tan buena gana—. Es eso o matarte de risa —sonríe un poco entrando al estacionamiento del hotel a regañadientes por haber llegado.

—Eso sí creo que podría ser un peligro —se sigue riendo aun un poco.

Él sonríe un poco más porque eso nunca es malo y al parecer ha conseguido librar la bala de la extrema torpeza. Y estaciona el coche renuentemente haciendo unos cuantos movimientos en lugar de uno.

—Cielos, es muy muy tarde —comenta mirando la hora en el teléfono—. Shit, en como cuatro horas America va a estar gritando... —aprieta los ojos—. Y encima Canada hoy no está.

El irlandés se frota un poco las piernas porque él lo último que quiere es irla a llevar a su cuarto. No sabe siquiera qué ofrecerle para evitar lo inevitable.

—Creo que voy a echar a Australia y voy a dormir con New Zeland.

—Puedo intentar a ver si tienen un cuarto... —suelta —... aunque no creo.

What?

—Preguntar... En recepción.

—Para... —le mira.

—Ir a dormir —responde notando que en realidad ha sacado del todo la idea de tener sexo con ella hoy de su cabeza, y lo que está imaginando es DORMIR con ella. Levanta las cejas sorprendido.

—Ya te he dicho que en la primera cita no —responde pensando que es un eufemismo... y luego recordando el beso en el karaoke y lo a gusto que estaba, pero no, seguro es un eufemismo. Irlanda parpadea, mirándola aún sorprendido de tener ganas de dormir, sólo dormir, con ella.

—Dijiste sexo no —específica mirándola un poco como si fuera extraterrestre y sin entender desde cuando tenía ganas de dormir con una zorra y no de tirársela.

—Pues... eso —parpadea—. Tampoco por la mañana si es lo que piensas.

—¿No dices que estás con la bloody regla? Regla. No bloody. Es decir... —aprieta los ojos sonrojado —. Shite. Lo que digo es que... Ugh.

—¡Pues por eso!

—¡Pues, bloody hell, no te estoy diciendo nada sobre sexo! —se cruza de brazos—. ¿Quién demonios entiende a las mujeres idiotas?

Seychelles parpadea, parpadea.

—¡Has dicho de pedir un cuarto!

Bloody hell! ¡Porque no vas a querer dormir conmigo en un cuarto donde está el monstruo de my mother! Y tampoco vas a dejarme dormir contigo en el cuarto con tu hermano de mierda y yo es... Yo... Tú... Eres idiota. Forget it —saca la llave de la ignición y abre la puerta.

—Pero... —se baja también. El británico murmura algo incomprensible por lo bajo mientras cierra el coche—. Es que los chicos nunca queréis decir dormir al decir dormir —protesta.

—Pero tú tienes la estúpida regla.

—¡Pues no es mi culpa!

—¿Pero no piensas entonces que existe la mínima posibilidad de que yo esté proponiendo DORMIR? What? Call me a loser si quieres, but yes, quería DORMIR contigo. Y ni yo mismo sé por qué —suelta humo por la cabeza, caminando al hotel.

—No es como que eso tenga mucho sentido, ¿sabes? —protesta yendo tras él.

Why not? —murmura guardándose las manos en los bolsillos.

—¡Pues no es muy normal! Es como de... psycho. ¿O es que acaso eres gay? —le mira un tanto dafaq y el chico aprieta los ojos y se detiene.

—Ok... Déjame entender esto. Si soy un maldito cerdo que sólo piensa en sexo, está mal... Y si una puta vez pienso en la absoluta imbecilidad y mariconada de dormir abrazado a una chica... ¿Soy gay? Joder, eso me pasa por... Imbécil. Todas las chicas son IGUALES.

—¡Pues es que es muy raro, la que tiene la regla soy yo, no tú!

El irlandés la mira con el ceño fruncido completamente confundido... Él consigo mismo, no nos vayamos más lejos.

—Nada más hemos salido un par de veces, ni siquiera es como que seamos novios o algo. No me voy a meter a tu cama con la excusa de que en realidad nada más quieres dormir para que cuando me duerma empieces a machacártela conmigo en la cama o alguna otra cosa pervertida.

La mira y abre un poquito los labios pensando que habían llegado hasta este punto después de toda la noche... Y él estaba pensando de verdad en dormir con la chica como su novia o algo así y la única imagen que había sido capaz de proyectar era la de loco pervertido. Quizás lo era, un loco pervertido que pensaba en dormir abrazado a una chica que apenas conocía.

—Y no me digas que no eres de esos, TODOS sois de esos. Tarde o temprano. Y si realmente no lo eras es que no se te había ocurrido, así que... —sigue, porque el problema no es la imagen que has dado, es la que tiene después de tooooodos los chicos con los que ha estado ella.

—Eres… Eres exactamente igual que todas las otras zorras —murmura mirándola fijamente.

What? —entrecierra los ojos frunciendo el ceño.

—No importa lo que diga o lo que haga... Sólo importa la imagen que te has hecho en tu cabeza de mí, de que soy un bloody psycho pervertido... como TODAS. Al menos pensaba que después de hablar conmigo y de besarme y... —aprieta los ojos frustrado.

—¿Pues qué acaso tú has dejado de llamarme "zorra"? ¡Ni te creas que eres tan especial!

Irlanda traga saliva y vacila.

—¿Quieres ser mi novia?

What? —Parpadea completamente tomada por sorpresa. El pelirrojo cambia el peso de pie y la mira a los ojos.

—Sólo piensa antes de decir que no...

But... what? —es que aun está flipando.

—Nunca he sido el novio de alguien, así que seguramente... Bueno...

You're an idiot —aprieta los ojos. Irlanda cambia el peso de pie. Pero hay que decir que en realidad no está enfadada, nada más está MUY confundida. Hemos de decir que él no tiene NI IDEA de lo que está haciendo —. Anda... vete a dormir y ya hablamos mañana.

Parpadea ahora él y se sonroja un poquito. Seychelles se pasa una mano por el pelo y se acerca a los ascensores.

Irlanda se humedece los labios, guardándose las manos en los bolsillos y suspirando, sin tener idea de en qué han terminado. Y ese es justo el asunto, NO te ha rechazado.

Suspira pensando que al menos le ha dicho que se verían mañana, apretando los ojos. No debía haberle dicho de ser novios... ¿Qué se creía, Gales? Se maldice a sí mismo yendo a las escaleras.

Le mira de reojo al ver que se va hacia otro lado y parpadea pensando que es de verdad el tío más raro con el que ha salido.

Seguro eso le había costado el beso de buenas noches... Pero en realidad es que ¿quién coño entendía a las mujeres? Eran todas rarísimas e inexplicables. Ya, claro, tú tan normal.

Ella se mete al ascensor aun pensando en ello. Lo había pasado bien, pero es que... ¿a qué venían esas cosas? Pedirle que nada más durmieran o que fueran novios como si tuvieran quince años, era casi siniestro, a saber qué intenciones escondía con eso... pero por otro lado parecía tan dulce.

Él sube por las escaleras con un revoltijo en la cabeza... No sabía ni por qué le había pedido que fuera su NOVIA, era imbécil. Y lo que había hecho ella... Que era nada al respecto más que quedársele mirando como pez. Y al final seguía pensando que era un psycho... Como todas. Quizás entonces la mejor cita de la historia se quedaría como eso... Como una buena cita y ya. Tararea YMCA, para colmo.

Seychelles piensa además en el beso de nuevo y como había conseguido besarla de esa forma, llevándose la mano a los labios cuando se abren las puertas del ascensor.

Y claro, cuando va a la mitad del pasillo se abre la puerta que da a las escaleras de donde sale el tarareante Irlanda, que el muy idiota ha pensado "vale, yo por las escaleras, tú el ascensor" olvidando por completo el asunto de ser vecinos. Ella se gira a mirarle en cuanto le oye.

Wy, em, ce, a... —susurra cerrando la puerta tras el aún sin notarla... No tarda mucho en levantar la vista hacia el pasillo y notarla —. Oh...

Carraspea sin saber qué hacer y vuelve la vista al frente rápidamente, quizás un poco tarde. Irlanda carraspea también sonrojándose, notando que le ha visto y se ha hecho la que no.

Se acerca a la puerta, la abre con la tarjeta y vacila un instante antes de entrar mirando hacia él de reojo. Camina hacia ella... En realidad hacia su propia puerta, para ser sinceros. La chica contiene un poco el aliento al ver que se acerca, esperando a ver qué hace.

Tenía dos opciones, decirle buenas noches, o seguirla cagando eternamente. Quizás debía controlar sus impulsos por una vez y pensar un poquito antes de hacer.

Wait... —en lo único que podía pensar era en un beso de buenas noches. Inmerecido quizás. Niega con la cabeza para sí.

What? —vuelve a cerrar la puerta como si acaso acabara de abrirla y no le hubiera estado esperando.

—Te dije que era un desastre, pero todo lo demás fue más o menos bien y quizás sólo... Bueno, si olvidamos lo que dije del cuarto y dormir —y lo de ser novios, ejem—, sea menos psycho... Y... Sólo pueda darte un beso de buenas noches como un chico más normal... —parlotea... Sí. Parlotea. Seychelles le mira sin soltar el pomo de la puerta, escuchándole. Él da un pasito hacia ella y luego vacila.

—Has subido por las escaleras y haces cosas muy raras. De chico normal no tienes NADA.

—Pensé que querrías espacio...

—Aun así... —le mira. Él suspira y da otro pasito hacia ella, sonrojándose un poco.

—Dijiste que querías que siguiera tras de ti aún sin sexo. Y luego me llamas psycho por hacerte caso.

—Pero ir tras de mí no como un psycho.

—Pues no sé... No sé cómo hacer eso, y ya... Y me da igual—así acababa siempre, con el último impulso a algo imbécil, y luego con unas putas echándole del cuarto de hotel. Se acerca un poco más y presiona sus labios contra los de ella.

Levanta las cejas y su primer impulso es hacerle la cobra porque es que... no se esperaba un beso ahora, no viene a cuento de nada. El pelirrojo aprieta los ojos quedándose inmóvil un segundo, y otro más. Da un paso atrás y mira al suelo. Seychelles parpadea un poco y aprieta los ojos al notar lo que ha hecho.

G-Good night —susurra dándose la vuelta hacia su puerta pero la morena estira la mano y le toma de la camiseta—. What the hell... —murmura girándose a mirarla un poco suplicante. "Déjame ir a hacerme bolita en paz, niña idiota".

—Eres... eres muy torpe.

Well... Thank you —protesta.

—¡No puedes gritarme enfadado y luego intentar darme un beso, no tiene sentido!

—Lo tiene si lo único que quiero es darte un beso y tú eres una tonta.

—¡No, si estamos discutiendo no espero que vayas a besarme!

—Pues... Sólo... Es que nunca voy a conseguir besarte si no. Pero... Es que no entiendo nada —confiesa.

—¿Por qué no ibas a lograrlo?

—Porque estamos discutiendo todo el tiempo... —se agobia. Seychelles pone los ojos en blanco y él la mira de verdad sin saber qué hacer —. Pensé que era una situación desesperada. De esas en las que hay que hacer algo mientras se puede... —se encoge de hombros.

—Sois todos siempre tan dramáticos —protesta y el chico parpadea.

—¿Alguna vez algo te parece bien? —pregunta sinceramente.

—¡Me parecen bien montones de cosas!

—Es bueno saberlo... —inclina la cabeza, un poco sarcástico. Seychelles le mira fijamente a los ojos—. Ya sé que soy una calamidad y que no tienes por qué aguantarme…

—¡Y aun así, me gustas, idiot, no puedo creer que no lo hayas notado!

Irlanda parpadea, levanta las cejas y sonríe un poquito sin poder evitarlo.

—¿Y por qué te quitas, me llamas psycho, haces como que no y me confundes?

—¡Porque tú vienes en mitad de una discusión y haces cosas raras y me confundes a mí!

—Pues discutimos porque tú haces cosas extrañas y confusas y yo quiero volverlas a llevar por buen camino... Por el de la cita buena.

—¡Yo también! ¡Nada más intento entenderte!

—¡Pero si más transparente y claro no puedo ser, lo que quiero es exactamente lo que te he dicho que quiero!

—¡Bueno, pues no es tan fácil! Me alegra que tú seas tan seguro de ti mismo para poder hablar claramente —se cruza de brazos e Irlanda parpadea.

—No es de ser seguro es... Ser torpe. Mira a donde nos lleva el que te diga exactamente que quiero que seas mi novia, es imbécil —se pasa una mano por el pelo. La chica aprieta los ojos —. Lo siento, SÉ que lo hago MUY mal.

—OK... vamos a calmarnos —respira profundamente.

—Lo pasé bien hoy. Mucho. Querría volver a salir contigo... Si no quieres mañana, otro día —establece lo más racional que puede, sonrojándose un poco.

La africana sonríe un poquito y le pone una mano en la mejilla. Asiente y le acaricia un poquito con el pulgar. Irlanda suelta el aire, aliviado. Sonríe un poquito con el corazón acelerado, aún.

Great.

Y ahí se acerca ella suavemente para darle un beso. Todo fuera tan simple, cierra los ojos y la deja hacer. Pues no ha sido tan difícil, se separa con suavidad al cabo de un poco.

(Suiza dice que difícil ellos dos, que no chillen)

Irlanda sonríe todavía.

Good night —le guiña un ojo y ahora sí que se da la vuelta a su puerta.

—...Night —se despide sin dejar de sonreír, sonrojándose un poco más. No se mueve hasta que ella cierra la puerta.

Ella se mete al cuarto y se apoya contra la puerta por el lado de dentro sonriendo un poco más. Y quizás lo oye dar un par de saltos de festejo al otro lado de la puerta, aunque son en silencio.

Finalmente saca la llave de su cuarto, se pelea un poco con la puerta y consigue entrar, sonriendo, buscando sus audífonos en la oscuridad. Así como está, consigue ponérselos y acostarse en la cama arriba de todo y meterse un susto con su madre (y otro susto a ella) que se ha acostado a dormir en su cama.


Y hasta aquí, esperamos que te haya gustado y que vuelvas a acompañarnos en nuestras próximas historias. ¡No olvides agradecer a Josita su edición!

Como no dedicar un long trae mala suerte, en especial para las chicas que decian que preferían el Gales Seychelles y han cambiado de idea... y para las que no... bueno, nuestras disculpas.

Mencion especial a 123706, Amy, Camelia Rouge, Holly, isabellaRed, Josita, Karla Moka, Rea, Sajit, Sakeru-chan, Tainita y Vicky Lau por sus reviews, muchas gracias, esperemos que lo hayais disfrutado.

y por supuesto a ti, que lo has leído, muchas gracias ^^