¡Hola! Espero les guste esta idea de fic que desde hace tiempo anda rondando en mi cabeza pero hasta ahora pude concretarla.

Advertencia:

Leon x Claire

Chris x Jill

Jake x Sherry

Disclaimer: Los personajes de Resident Evil no me pretenecen, son propiedad de Capcom. Escribo esta historia con el único fin de entretener.


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Capítulo 1: "Feliz Cumpleaños, Chris."

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"Pasajeros con destino a Edimburgo, Escocia, pasar a la plataforma 4."

Se levantó del asiento, acomodándose la pequeña maleta en su hombro derecho, comenzó a arrastrar la otra maleta de ruedas con su mano sobrante.

- ¡Espera, Claire! – pidió la rubia mientras se acomodaba ambas maletas propias.

- Déjame ayudarte…- ofreció su otro acompañante tomando ambas maletas.

Estaba realmente feliz, su hermano parecía motivado a hacer este viaje y esperaba que realmente lo disfrutara, con sólo eso tenía más que suficiente, todo habría sido perfecto. Sólo quería aprovechar ese tiempo lo máximo posible con su única familia, la persona más importante en su vida.

FLASHBACK

Llamó un taxi, el cual no tardó en estacionarse frente a ella. Podía notar cómo el hombre no dejaba de mirarla por el retrovisor del auto.

- A la base de la B.S.A.A., por favor.- pidió con seriedad, a lo que el hombre la miró con asombro e inmediatamente arrancó el auto.

- D-De inmediato.- probablemente toda esperanza que pensaba tener de coquetería se había ido al carajo con sólo escuchar la parada de la hermosa pelirroja tras él.

Aproximadamente una hora y media más tarde por fin se hallaba frente a las instalaciones.

- Muchas gracias.- le dio la paga al taxista. El auto no tardó en arrancar de nuevo.

Era un enorme edificio fuera de la ciudad el cual tenía acceso limitado, uno de los oficiales se acercó a ella. Claire sacó su identificación de Terra Save mostrándosela al oficial.

- Vengo simplemente de visita, quería hablar con uno de los agentes.- sonrió con amabilidad al soldado.

- Un momento.- tomó la radio ordenando que abran los portones, los cuales no tardaron en obedecer.

El oficial la acompañó hasta la entrada del edificio.

- Tenga un buen día, señorita Redfield.- dijo antes de voltearse y volver a su puesto.

- Gracias.- se apresuró a entrar.


Escuchó leves toques en su puerta, suspiró, una pequeña distracción no le vendría mal, definitivamente el papeleo no era lo suyo.

- Adelante.- dijo por fin desviando la mirada de las hojas.

- Chris, ya está hecho.- dijo la rubia una vez estando en la oficina.

- ¿De qué hablas? – preguntó mirándole confundido.

- Claire, tú y yo, por fin de vacaciones.- sonrió con picardía, a lo que Chris simplemente le miraba con la boca entreabierta, definitivamente le había confundido.

- Claire está en otro estado, Jill.- respondió el castaño con cierta desilusión en su rostro.

- ¿Ah sí? – se acercó a él lentamente apoyándose en su escritorio.- Luego me lo agradecerás. – murmuró.

Al agente no le dio siquiera tiempo de responder cuando observaba a la pelirroja junto a una de las secretarias asomarse por la puerta que Jill había dejado abierta.

- Hola.- rápidamente entró a la oficina acercándose a su hermano con rapidez a lo que el contrario optó por ponerse de pie aún confundido, mientras la pelirroja colocaba la caja de regalo que traía sobre el escritorio.- ¡Feliz cumpleaños, Chris! – dijo dándole un abrazo cariñoso.

- Pero… ¿Qué haces aquí? – realmente no veía a su hermana hace un tiempo, mucho menos la esperaba para su cumpleaños.

- Jill me confirmó que estabas en la ciudad, no lo pensé dos veces para venir a verte.- había sido frustrante no poder verse en esos días importantes para ambos, los constantes viajes de Chris les había hecho cada vez más imposibles aquellos encuentros.

El castaño se limitó a observar a la Valentine, la cual le guiñó un ojo sonriente, le devolvió el gesto sonriendo agradecido.

- Esto es para ti.- volvió a hablar la Redfield, extendiéndole la caja regalo.- Espero te sirva de algo. Ábrelo.- pidió una vez su hermano la había tomado entre sus manos.

El mayor obedeció colocándola de nuevo en su escritorio mientras la abría con cuidado. De la caja sacó un cuchillo de combate de aproximadamente unos 30 cm incluyendo su mango. Lo desenvainó, comprobando que estaba listo para la acción, casi podía escuchar un pequeño silvido al cortarse el aire con el filo de su hoja, era perfecto.

- Gracias, Claire, me encanta.- comentó sonriente desviando la vista a su hermana la cual le veía expectante con ambas manos en su pecho.

- Te lo debía. Tu cuchillo de los S.T.A.R.S. me salvó en múltiples ocasiones.

Ahora que lo recordaba, su hermana había estado luchando contra el bioterrorismo tanto tiempo como él; desde el comienzo, sus vidas se habían visto afectadas por la pandemia de todo tipo de virus.

- Eso me recuerda…- miró a la rubia incógnito.- ¿A qué te referías con "vacaciones"? - En cualquier momento podrían recibir una alerta de ataque.

- Debido a tu trabajo en China, el alto mando me ha dado la autorización de pedir unos cuantos días libres… - ella sabía que realmente necesitaba ese tiempo para sí mismo, luego de lo que pasó…

Claire notó inmediatamente el cambio en el rostro de su hermano. Jill le había contado lo que pasó en ese tiempo, en Edonia… en China… eran cosas que habían marcado enormemente a Chris, decidió hablar para intentar reemplazar esa expresión en él.

- Hablé igualmente con mis superiores, me dieron igualmente unos días de receso, siempre y cuando me mantenga en contacto a cualquier emergencia.- le sonrió tomando su brazo.- Podremos ir donde querramos Chris, sin responsabilidades de por medio.

Chris respondió a su sonrisa con el mismo gesto asintiendo además.

FIN FLASHBACK

Miraba la enorme ciudad histórica desde la ventana, las luces que brillaban en medio de la oscuridad eran simplemente hermosas. Apretó sus manos ansiosa simplemente era demasiado tentador salir.

Salió de su habitación, tocando la puerta de la habitación contigua. Esperó unos segundos, nadie contestó. En seguida tocó la siguiente, Jill la abrió con el cepillo de dientes en la boca, la observó de arriba abajo, tenía puesta sus pijamas, unos shorts de color morado y una camisa de tirantes.

- ¿Te vas a la cama? – preguntó aún observando el pequeño osito que había bordado en uno de los bordes de sus shorts.

- Lo siento, el vuelo me dejó exhausta.- apenas podía entenderle con la boca llena de pasta dental. Le hizo un ademán para que pasara mientras ella se metía de nuevo al baño.

- ¿Sabes dónde se metió Chris? - Se apoyó en el marco de la puerta del baño.

- Me parece que mencionó algo del cambio de moneda.- dijo luego de escupir y acercarse el vaso para enjuagarse.

Bajó la cabeza un momento pensativa, si su hermano estaba en el banco cambiando algunos billetes no sabía cuanto tiempo le tomaría. Se mordió el labio impaciente.

- Saldré un momento.- dijo mientras caminaba hacia la puerta de la habitación, tomando por sorpresa a Jill.

- ¡¿Qué?! – terminó de secarse con la toalla rápidamente para intentar alcanzar a la Redfield.- Ya anocheció, Claire. Recuerda que no conocemos la ciudad.

- Prometo no alejarme mucho, regresaré pronto ¿sí? – sonrió mirando a Jill mientras movía su mano en forma de despedida.


Simplemente no podía evitar mantener su sonrisa, estaba acostumbrada a viajar, pero la impresión que causaba cada ciudad que visitaba no disminuía; para su mala suerte la mayoría de las cosas interesantes de cada ciudad o país desaparecía en cuestión de días debido a los ataques bioterroristas. Como sea, esta vez tenía la esperanza de poder verla intacta hasta el día en que regresaran a Estados Unidos.

Frente a ella observó un chico salir de uno de los locales tambaleándose hasta apoyarse en la puerta, parecía realmente enfermo, se mantuvo inmóvil hasta que le vio apoyar una de sus rodillas en el suelo mientras sostenía su cabeza, no podía ser cierto.

Se acercó rápidamente tomándole por los hombros, no sin antes asegurarse de tener su arma escondida en la parte trasera de su pantalón.

- ¿Se encuentra bien? – intentó mirarle la cara, preparándose para cualquier cosa.

Una melodía sonaba desde los pantalones del chico, lo cual ambos decidieron ignorar. Por fin levantó su rostro, tenía una cicatriz atravesando su mejilla izquierda, tenía el cabello bastante corto pero podía notar el color rojizo de éste. Le miraba con fastidio.

- ¿Quién demonios eres? – preguntó antes taparse la boca con rapidez, evitando vomitar.

Se alivió, estaba tan acostumbrada a ayudar heridos, ver a los infectados antes de convertirse comportarse de manera similar; que ahora confundía a un simple borracho con cualquiera de ellos. Sí, era paranoia.

Sin evitarlo más soltó el vómito en el suelo a lo que la pelirroja inmediatamente se puso de pie. Esto definitivamente no era de su incumbencia. Se volteó a lo que el chico tomó su mano rápidamente.

- Espera… Necesito un favor…- dijo sin levantar el rostro.- ¿Podrías ayudarme? Necesito llegar a la posada.

Claire le miró un momento con recelo, la mirada de ese chico le gritaba que no era de fiar.

- Lo siento, no conozco muy bien la ciudad.- respondió con sequedad.

- Mi problema es de equilibrio, no de orientación.- dijo arrogante.

¿Así estaba pidiendo ayuda? Pensaba salir corriendo dejándole a su suerte ¿porqué sus piernas no se movían? Su naturaleza no le dejaba ser así de insensible. Le ofreció su otra mano para ayudarle a ponerse de pie, a lo que el contrario aceptó sin más.

Al tenerlo frente a frente podía notar que realmente se balanceaba mientras su cuello parecía tener problemas para mantener su cabeza en su lugar; el olor a alcohol además era notable; realmente estaba en problemas.

- La posada queda sólo a un par de cuadras.- comentó una vez la pelirroja pasó su brazo por su espalda, dejando que se apoyara en ella.


El teléfono celular no había dejado de sonar todo el rato que había estado con el chico, el cual no parecía tener intensiones de contestar en todo el recorrido.

- H-Habitación 7.- dijo con dificultad a lo que Claire lo miró con sorpresa.

¿Tenía que dejarle frente a su habitación? ¿Por qué comenzaba a hablar raro? Parecía que el alcohol comenzaba a hacer su labor, cada vez sentía como el chico se hacía más y más pesado, hasta que cayó como peso muerto. ¿Por qué ahora? Faltaban sólo dos puertas para llegar, miró hacia los alrededores, el pasillo estaba vacío. Lo tomó del tronco arrastrándolo con mucha dificultad, sí que era pesado.

Le dejó recostado en la pared mientras buscaba las llaves en sus bolsillos cuidadosamente. Abrió la puerta y de nuevo lo llevo arrastrado hasta llegar a la alfombra, dejándole ahí tirado. El móvil volvió a sonar, ahora que lo pensaba, con tanta insistencia esa persona debía estar muy preocupada por este chico. La luz brillaba a través de la bolsa contraria a la que había encontrado las llaves.

*Llamando… Superchica*

Contestó esperando no arrepentirse, esperando la voz al otro lado de la línea.

- ¿Jake? – Esa voz le sonaba de algún lado, decidió simplemente ignorarlo.- Por favor, dime dónde estás ¿Te encuentras bien?

- Hola. Creo que tu amigo ahora está bien.

- ¿Quién habla? – preguntó con un tono de voz igualmente preocupada.

- Me encontré con…- intentó recordar el nombre mencionado anteriormente.- … Jake hace un momento, estaba ebrio así que le ayudé a llegar a su habitación de la posada.

- ¿Ebrio? – pareció sorprenderle.- Como sea, gracias por ayudarle. ¿Cuál es el nombre de la posada?

- Creo que era "Moon Night" o algo así.- se rascó la cabeza, la llamada comenzaba a extenderse más de lo necesario.- Bueno, espero puedas venir a auxiliarlo, por ahora se encuentra bien. Adiós.

- Ah… Muchas gracias.- sin más colgó la llamada.

Dio un largo bostezo, la energía inagotable que aparentaba tener comenzaba a acabarse, incluso la energía de reserva al haberla usado en cargar al enorme chico por dos cuadras.

Caminó hasta la puerta con desgano, sólo quería echarse sobre su cama sin importarle nada más…

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Continuará...

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Bueno, espero les haya gustado.

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Gracias por su tiempo. Sin más me despido...

Bye!