Nota del Autor: Al final del cap.


EPÍLOGO

La luz del sol brillaba intensamente, aquel chico elevo su mirada al cielo que se encontraba cubierto mayormente por las ramas de los árboles, pero la luz cálida se filtraba entre las hojas. Continuó caminando por el bosque cargando algo que toda su vida lo acompaño, un clarinete que estaba guardado en su estuche. Siguió avanzando sin saber cómo había llegado a ese lugar hasta que llegó a una pequeña escuela que estaba en medio del bosque que le pareció muy familiar y se paró en el umbral de la puerta.

− Jovencito, otra vez ha llegado tarde – exclamó la profesora al ver al joven – Vamos, siéntense para continuar con la clase.

− ¿Jovencito? pero yo soy un profesor de universidad − comentó más para sí mismo.

− Ohh entonces ¿Tú eres el nuevo profesor de música? – preguntó la mujer de cabello castaño.

− ¿Eh? – expresó confundido.

− Vamos niños − dijo a los animales que ocupaban los pupitres y que se encontraban vestidos con ropas humanas – Interrumpiremos la clase por hoy para continuar con la asignatura de música, adelante profesor – e hizo un ademán para que el joven pasara al frente.

El chico vestido con una capa azul y un gorro rojo puntiagudo miró a la maestra unos momentos y finalmente camino hacia el frente, sacó su clarinete dejando el estuche en la mesa de la profesora y comenzó a tocar una melodía mientras que los recuerdos regresaban a su mente, a su alma.

Los años habían pasado ,jamás recuperó la memoria y toda la vida sintió que algo estaba mal con él, sentía dolor al ver s reflejo en el espejo, y la sensación de que alguien lo espera jamás lo dejo, ahora que los recuerdan le llegan todo comienza a tener sentido.

En el bosque una joven alcanzó a escuchar la melodía y comenzó a acercarse al origen de este, haciendo que su corazón latiera cada vez más rápido.

Después de lo ocurrido a aquellos hermanos, Beatrice quiso ayudar a proteger el mundo donde se encontraba su familia, por lo que se encargaba de proteger la lámpara donde se encontraba el alma de Jason Funderberker, ya que él era quien mantiene el equilibrio en el bosque y por supuesto fue quien salvo a Wirt. La joven había seguido esperando… esperando a que Wirt regresara aunque sabría que sería por poco tiempo, porque en el momento que se encontrara con Greg se marcharían otra vez.


Nota del Autor: Gracias por leer esta historia. Vean la parte buena Greg ha estado feliz en el reino de las nubes…