Naruto © Kishimoto Masashi.

Bedshape © Keane.


Corazón convaleciente.

Parte III

. . .

Muchas son las veces que contigo bajé corriendo

las carreteras bajo la lluvia de tu antigua ciudad.

Muchas las vidas que viví en cada día

y sepulté completamente...

.

Con un respingo un tanto violento, Naruko despertó y por el movimiento cayó de espaldas al suelo al haber estado en la orilla de su cama.

—¡Itetetete'ttebayo!—chilló, quedándose en el suelo a regularizar la respiración que se le alteró con el azote.

Sin embargo, al recordar aquella voz se levantó de un salto y miró a la ventana, que ni siquiera estaba abierta. Había sido solo un sueño.

No te rías de mí.

No apartes la mirada...

.

Se sentó en la cama suspirando profundamente, con pesar. El haber soñado con el regreso de Uchiha Sasuke no probaba más que el hecho de que el asunto estaba transtornándola demasiado. Pero es que era tan inevitable...

¿Cómo no iba a estar preocupada por él cuando sabía que Sasuke no estaba bien?

.

Sé que piensas que me aferro a ti,

y que me he quedado en el camino,

y que no entiendo las cosas como tú

pero no es así...

.

Él, creyéndola una tonta todavía, pensaba que Naruko no sabía de su sentir. Sasuke seguía pensando que debido a las diferencias de carácter entre ambos ella no podía comprender su sentir, y si él supiera...

Ella sabía que el Uchiha no deseaba estar en Konoha. Le dolía que fuera así, pero también lo comprendía aunque lo condenaba por idiota; Sasuke creía que en Konohagakure no tenía nada, pero estaba equivocado. Ahí estaban Kakashi, Sakura, Iruka-sensei, los chicos de los demás equipos, incluso su equipo, Taka o Hebi. El chico tiburón, la pelirroja que resultó ser una especie de prima lejana y el grandote de cabello zanahoria se habían quedado en la aldea debido a una especie de asilo político que ella les brindó junto a una amnistía, porque algo acerca de ellos le decía que no eran tan peligrosos como los otros líderes creían y Naruko pensaba que no eran merecedores de la prisión.

Y estaba ella.

.

Te seguiré

con el sol en mis ojos

y en ti.

Convaleciente,

y con las piernas de piedra…

.

Ella, quién quería que él se dejase querer al menos un poco. Naruko no pedía que Sasuke la amara porque aunque aún no comprendía las cosas sobre el amor por completo, sabía que ese sentimiento debía nacer naturalmente. Una parte -gran parte- de ella aún esperaba que él la amara. Que dejara de verla como una fastidiosa rival y comenzará a apreciarla con el corazón.

También sabía que quizás eso no era muy probable desde que Sasuke tenía el corazón hecho trizas. Porque contrario a lo que la gente pensaba, él tenía corazón.

Naruko comprendía eso, que su corazón y su alma estaban rotos. Que Sasuke estaba roto por todos esos acontecimientos por los que tuvo que pasar siendo tan pequeño. Ella había perdido a sus padres, pero nunca conoció realmente lo que fue convivir en un hogar rodeado de su amor y Sasuke sí, y eso le fue arrebatado junto a su vida y su cordura. La vida de su hermano fue destruída como si no fuera nada, y la suya fue arrastrada en el proceso.

Ese fue uno de los motivos de peso de Naruko para convertirse en Hokage.

No deseaba que nadie más pasara lo que Sasuke y su hermano. Ella se hizo Hokage para proteger su amada aldea sin tener que condenar y quebrar la vida de alguien en el proceso, porque pensaba que ese era su deber: sacrificarse por su aldea y los que amaba en caso de tener que hacerlo; eso sí, no sin haber luchado antes...

.

Tocaré a tu puerta

e iremos hacia arriba,

hacia la blanca luz.

.

Y en nombre de eso mismo, de luchar por los que ama, decidió que tenía que luchar por Sasuke incluso de una manera más profunda que la primera vez. Ahora no solo tenía que luchar contra él, tenía que reparar lo más que se pudiera su corazón, su alma y su estabilidad estando consciente de que sería algo sumamente difícil y que quizás no podría ser por completo, porque hay heridas que jamás cierran las cicatrices no desaparecen, pero había esperanza.

La esperanza moría al último… pero Naruko no era una persona a la que se pudiera detener de hacer algo con tan poco. Su esperanza no moriría.

. . .

Naruko esperaba poder salir de la aldea sin que nadie la viera o detectara, pero falló miserablemente. Y no porque no tuviera sigilo o cuidado, no. Eso no tenía nada que ver.

Falló porque era predecible, y al parecer eso jamás iba a cambiar en ella.

Trató de parecer seria mientras estaba frente a esa persona, pero la verdad era que no podía ocultar su desesperación y su urgencia por salir corriendo y cumplir con lo que tenía que hacer. Sabía que para esos ojos verde jade era evidente lo que pretendía hacer.

—No voy a detenerte, Naruko— comenzó Sakura, la otra integrante del equipo siete, mientras la veía con solemnidad—. Simplemente quería ver cuando te fueras. Sabía que lo harías.

La rubia Hokage se encogió un poco y se mordió el labio sintiéndose de pronto culpable. Sakura estaba enamorada de Sasuke y eso no era ningún secreto, así como el hecho de que él no la amaba a ella. Sin embargo, le dolía el sentir que estaba quitándole de alguna manera su lugar, que la traicionaba al ir tras él.

Aunque al mismo tiempo, dudaba que ella fuera capaz de ayudar a Sasuke. Tal vez ese pensamiento era egoísta, pero lo creía firmemente porque el amor de Sakura por el Uchiha no comenzó por su corazón, si no por sus ojos. Ella no lo amó por lo que era, sino por cómo se veía y por su reputación. Y si, ese enamoramiento evolucionó hasta que su corazón estuvo involucrado pero no creía que fuera suficiente porque la pelirrosa no comprendía a Sasuke en lo más mínimo. Sakura lo creía un mártir y era más que eso.

—No podrías detenerme y lo sabes— Naruko susurró aquello y llevó la mirada al suelo, para alzarla unos segundos después y hablar con voz firme esta vez—. Necesito ir. Tengo que ir, Sakura-chan, aunque me duela el corazón por ti y probablemente esté traicionándote de alguna manera.

Sakura le sonrió al escucharla y negó levemente.

—No estás traicionándome, cabeza de chorlito. No hay nada y nadie a quién traicionar porque todos sabemos que si Sasuke-kun ama a alguien, esa no soy yo—declaró, sorprendiendo a la rubia por completo.

—Sa-sakura-chan…

—Nada, Naruko.— La pelirrosa se acercó y la tomó por los hombros, extrañando a la Hokage—. Solo te pediré algo, ¿vale?

—C-claro— balbuceó, sin salir de su confusión— ¿Qué es?

La Haruno tomó una gran bocanada de aire, y luego le regaló una sonrisa que llegó hasta sus ojos.

—Salva a Sasuke-kun, Naruko. Sálvalo, y sé feliz junto a él. Tu eres la única que podría hacerlo feliz y sé perfectamente que tu felicidad es él… No habrá nada que me haga más feliz que ver a mis mejores amigos juntos y felices.

Decir que Naruko estaba sorprendida era casi injusto. La sorpresa era tanta que se convirtió en ternura, felicidad y unas ganas de llorar tremendas. Por eso, se abrazó a Sakura y soltó unas cuantas lágrimas mientras ella le devolvía el abrazo. Luego se separó de ella y le sonrió tan deslumbrantemente como solo ella sabía hacer.

—Gracias, Sakura-chan. Te juro que lo salvaré… ya lo demás vendrá después.

. . .

A la mañana siguiente, Kakashi entró a la oficina de su rubia y desastrosa alumna para tratar algunos asuntos con ella, dándose cuenta de que no estaba.

Frunciendo el ceño, se acercó al escritorio, donde encontró un papel doblado con su nombre en una de sus caras.

"Kakashi-sensei,

Ya no pude soportarlo más, y es por eso que voy en búsqueda del teme por mi misma. Si no lo hago, sabemos que ese cabezota idiota de Sasuke jamás tomará la iniciativa por sí mismo, y yo nunca he sido ni resignada ni paciente. Por eso es que no puedo soportar ni un segundo más y me voy.

Lamento las molestias causadas que esto pueda conllevar porque sé perfectamente que siendo Hokage no debería hacer esto, pero… sé también que tu entenderás y me ayudarás a cubrirme, ¿verdad, Kakashi-sensei? Shikamaru sabe todo lo que se tiene que hacer… a veces más que yo, la verdad, así que él podría ayudarte aunque probablemente no lo necesites.

¡Te lo agradeceré toda la vida 'ttebayo!

Naruko."

—Yare, yare— suspiró Kakashi una vez que terminó de leer la carta de su hiperactiva alumna.

Él sabía que eso pasaría, y por eso había estado listo para reemplazarla en cualquier momento. Y el momento había llegado.

Tocaron a la puerta y permitió la entrada a un Shikamaru que frunció el ceño en cuanto lo vio ahí solo, para un instante después alzar ambas cejas en comprensión.

—Se ha ido, ¿no es cierto?

—Se ha ido.


Author's note: ¡Por fin continuo esto!

Sé que debí haberlo hecho hace bastante, pero ustedes saben, la inspiración muere. Sin embargo, me he dado cuenta que si leo lo que ya tenía escrito y escucho una canción acuerdo a lo que tenía pensado, la inspiración viene porque viene :D.

Y, por supuesto, ¡gracias a sus reviews! Me encanta que esto les agrade tanto como a mi, y tengo respuesta para aquellos que no tienen cuentas, los demás responderé en MP 3.

Me: Adoré tu opinión: concisa y sin rodeos [?]. A mi me encanta que te encante, muchas gracias por hacermelo saber 3.

J: ¡Muchas gracias! Me alegra mucho que así sea, porque sabemos que representar a Sasuke no es nada fácil, pero eso es lo que siempre he pensado acerca de él. Mientras muchos lo juzgan y dicen que es un idiota, yo entiendo por qué actuó como actuó, y aunque no lo justifico del todo, él tenía razón. y mucha. Muchas gracias por tu review, y aunque tardé, aquí está por fin la continuación 3

Como dije, los demás serán por MP, así que nos leemos por allá, ¡mil gracias!

Helenna 'Uchiha.

PD. La letra de la hermosa canción Bedshape de Keane está ligeramente modificada, todo con el fin de que encajara en la historia.