Capítulo 7.

El sonido de las botas pisando fuertemente las baldosas me aterra, no se que pueda pasar, no se que nos harán o si torturarán a Gale.

Siento una máno en mi hombro izquierdo y otra en el derecho, las manos me van arrastrando por la oscuridad, luego me ponen una bolsa de tela en la cabeza e impide totalmente mi visión.

Por fin me detengo, estoy al borde del pánico, no escucho ya más voces, ni la de mi Chico del Pan, ni la de los Capitolinos, ni la de Gale; hay un silencio absoluto, sólo me queda esperar, esperar una posible tortura, pero aún así, en éste momento, la mayor tortura es desconocer lo que nos deparará el futuro.

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No veo algo claro, ni hay una conversación, sólo pasan ante mis ojos miles de imágenes: Peeta, Finnick y Gale corriendo en la arena mientras quince mutos van detrás de ellos y, luego los tres son alcanzados y, simultáneamente, tres cañones suenan..

...Mis estilistas de los primeros juegos están en un jardín del Capitolio y, de repente cinco Agentes de la Paz se acercan, suenan tres pistolas y la sangre de Flavius, Octavia y Venia se derrama por todo el verde pasto...

...Madge, Gale, Sae, Ripper, Prim, mi madre, todos estan secuestrados en la mansión de Snow con las manos sangrando por la presión que ejercen sobre ellas las esposas de frío y duro metal, sus cuerpos estan golpeados y, a algunos los han convertido en Avox...

...Peeta y yo en la gira de la victoria, un anciano levanta los tres dedos centrales hacia nosotros, dos Agentes de la Paz lo arrastran al Edificio de Justicia y lo matan, de los tejados, de los alrededores comienzan a disparar Agentes de la Paz, a todos, sin compasión alguna, Peeta corre a ayudar a unos niños y yo corro tras de él, pero en el intento también morimos...

...Mutos. Homenajes. Amigos. Estilistas. Peeta. Yo. Esta noche en mis sueños todos gritan.

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Haymitch tiene un algodón con algo de olor muy fuerte cerca de mi nariz, Peeta y Effie están a su lado y aún no del todo consciente escucho la voz de Peeta.

—¡Está despertando!— grita tan fuerte que logra despabilarme.

—¿Qué paso?—pregunto por la escena que veo ante mí.

—Después de lo sucedido hace un rato, te desmayaste, Peeta te sostuvo y regresó rápidamente contigo aquí (la habitación del Centro de Entrenamiento), ya estás a salvo.—responde Effie.

—¿Y Gale?—salto — ¿Dónde está?- todos me desvían la mirada y por la expresión en sus rostros se que algo no anda bien, así que volteo a ver a Peeta.

—Peeta, ¿Y Gale?.

—No sabemos, las pantallas se apagaron y la multitud estaba enloquecida, lo último que alcance a ver fue que un Agente de la Paz lo tenía, pero no se que paso después, porque te desmayaste y tuvimos que regresar. Lo más seguro es que Snow lo haya mandado capturar.

Me quedo un minuto analizando lo que dijo Peeta: "Lo más seguro es que Snow lo haya mandado capturar" .

Tal vez Gale y yo ya no seamos amigos, pero eso no quita el hecho de que me importe, fué mi mejor amigo durante años, cuidó de Prim y mi madre cuando no estuve y, pasamos momentos bonitos juntos, entonces me preocupa que le puedan hacer porque él aún sigue siendo mi amigo, no el mejor, pero mi amigo.

Si lo que dijo Peeta es cierto, tendré que buscar alguna forma de ayudarlo, por todo lo que hizo por mi, y si es posible matar a Snow, ya no puedo dejar que mi hermanita u otros niños sigan sufriendo, aguantando las injusticias del Capitolio, Snow debe pagar por lo que ha hecho, y de eso me encargaré yo.

«¿Es posible que Snow capture y torture a Gale, en lugar de mandarlo a los Juegos? » ¡Rayos! Claro que es posible, Snow puede hacer lo que él quiera.

—Y ¿entonces que pasará con los juegos—acto seguido, se enciende la pantalla en la pared que tenemos situada frente a nosotros y comienzan las respuestas a mis preguntas.

En la pantalla, aparece un resumen de las entrevistas y, después el presidente Snow, en su mansión, con el ceño severamente fruncido y anuncia que, debido al incidente de hace algunas horas había mandado a capturar a un chico y que, con suerte, su castigo no fué tan duro, por lo que lo ha dejado ir pero aún así el chico entrará a la Arena. «Sé de quién se trata, es Gale.»

—Y esta advertencia es para todos— dice señalando con el dedo indice hacia la cámara—Cualquiera que ignore las advertencias históricas, preparese a pagar el más alto precio— Y sin más se apaga la pantalla.

Nos quedamos mudos, pasan cinco minutos y nadie dice nada, mis dudas se han aclarado y Gale, no se dónde esté.

Y, al cabo de diez minutos se abre la puerta principal, es él; viene cabizbajo, con la elegante camisa que llevaba que ahora está rasgada, sucia y llena de sangre, apenas puede caminar y hay una enorme mancha de sangre en su espalda; es hasta que levanta la cabeza cuando me doy cuenta que en su cara hay miles de raspones y heridas aún abiertas.

Effie al instante suelta un grito ahogado que reprime llevándose ambas palmas de la mano derecha hacia su pintoresca boca. Haymitch, hasta escupe el licor que ha estado bebiendo y suelta la botella, la cuál, en el piso, se convierte en miles de pedacitos de cristal y el líquido se esparce por todo el suelo. Peeta me mira y creo que al parecer tenemos la misma expresión en el rostro y, al mismo tiempo, nos levantamos y corremos a ayudar a Gale, el cuál ahora mismo está tambaleandose, a punto de caer.

—¡Gale!—grito mientras Peeta y yo corremos a ayudarlo.

—Uhh... ¿Katniss?...— no puede ni hablar.

—Camina, Gale, con cuidado.—dice mi Chico del Pan poniendo una mano en la sangrante espalda de Gale.

Entre Peeta y yo llevamos a Gale a su habitación y, en lo que llegan a la habitación Haymitch y Effie, le quitamos la camisa y, cuando vemos las grandes llagas que tiene en espalda y brazos, ponemos una sábana blanca encima de la cama para no manchar la colcha de fina y suave seda.

—Effie—grito alterada— ¡Ven de prisa!—ella llega en un instante y corre con sus enormes tacones hacia nosotros.

—¡Cielos!, ¿Qué le han hecho a éste muchacho? tiene llagas por toda la espalda.—exclama casi sin poder creer lo que ve, enseguida se dirige al botiquín que está en el baño y sin pensarlo saca alcohol,una especie d pomada morada, algodón y agua oxigenada para curar la sangrienta y lastimada espalda de Gale.

Vuelve con nosotros y de inmediato, Peeta le quita el agua oxigenada a Effie, seguido de un algodón y comienza a limpiar la espalda de Gale.

Destapa el alcohol y sin poder controlar la ola de temblor que le recorre las manos deja caer un chorro en la espalda de Gale, acto seguido sus gritos estremecen toda la habitación, le quito el algodón a Peeta y comienzo a dar pequeños toques en la espalda de Gale para remover la sangre, Effie parece estar alterándose cada vez más, de repente, aparece Haymitch en la puerta y toma la mano de Effie.

—¿Nerviosa, cariño?— Effie presiona su nariz con los dedos pulgar e índice, por esta reacción veo que Haymitch de nuevo apesta intolerablemente a licor—¿De qué me perdí?

—¡HAYMITCH!, no es momento para tus estupideces, el muchacho esta severamente herido— grita Effie mientras le suelta una bofetada.

—Sabes Effie, deberías cerrar la boca—dice Haymitch burlon.

—¡NO! cierra tu la boca, siempre tienes que decir algo incohen...-Effie deja la frase sin terminar porque Haymitch la interrumpe con un beso.

Ambos se quedan mirando unos segundos y después, Effie es la que lo besa.

Imito a Peeta que ha empezado a toser a propósito.

—¿Effie?¿Haymitch?¿recuerdan que tenemos que curar a Gale?

El color sube por las mejillas de ambos y cada uno se va por un lado de la habitación, Effie hacia nosotros y, Haymitch hacia el alcohol que dejamos a un lado de la cama de Gale, de reojo, alcanzo a ver que le da un trago e inmediatamente le quito la pequeña botella.

Gale está retorciéndose en la cama, apretando los dientes y los puños, recuerdo que aquí hay unos pequeños frasquitos de una cosa llamada "Morflina", mi madre, en casa, escasamente los tiene, Magde se los lleva de aquí, del Capitolio.

—¡Peeta!, ¡el botiquín, traeme el botiquín!— Peeta inmediatamente corre hacia él y en pocos segundos tengo el botiquín en mis manos y, afortunadamente, ahí está la morflina y a su lado una jeringa para inyectarsela. Saco la morflina y la jeringa, preparo la inyección y estoy a punto de inyectársela pero Peeta me la quita y lo hace él.

—Estabas temblando demasiado.—me dice tomando una de mis manos entre las suyas.

—Estoy nerviosa.

—Lo sé, pero tranquila, tenemos que calmar a Gale.

Cada vez, la intensidad de los gritos de Gale es menor, la morflina ha reducido un poco el dolor pero, obviamente, no del todo, él aún sigue gritando y apretando fuertemente sus puños.

Después de esto, Peeta y yo seguimos limpiando su espalda y lo hacemos juntos ya que, uno solo no limpiaría rápido tantas heridas.

Poco a poco, con cuidado y tranquilamente vamos limpiando su espalda; nuestras manos están cubiertas de sangre pero hemos terminado, Gale sigue recostado en la cama y la sábana que hace apenas algunos minutos era blanca, ahora es color roja.

Me dirijo al baño para lavarme las manos y regresar finalmente a colocarle una capa de pomada en las heridas de toda la espalda de Gale.

Estoy semi inclinada, frotando mis manos una sobre otra, viendo como la cristalina y pura agua se resbala entre mis dedos y la espuma que hace el jabón se desvanece con cada gotita de agua. De repente me seco las manos y, posteriormente volteo y me topo con sus ojos, nada parecidos a los míos.

—Tengo miedo—susurra Peeta mientras baja la mirada.—Tengo miedo de ir a la arena, de no ser el vencedor, de que me alejen de ti.

—No permitas que Snow te aleje de mi— lo tomo entre mis manos y lo beso—no lo permitas, tu puedes ganar, lo sé.

Salimos del baño, tomados de la mano y regresamos con Gale; rápidamente tomo la pomada que Effie sacó del botiquín, la destapo y, al meter los dedos, siento una sensación de frescura y algo que relaja mis dedos, entonces lo recuerdo: «Es la misma pomada que Haymitch me mandó a la arena el año pasado.»

Claro que esto aliviará casi al instante el dolor de Gale, así como el ardor, dolor e inflamación de mi pantorrilla en los Juegos pasados y las rojas y abiertas ampollas de las manos; sinceramente, esta pomada es algún tipo de cosa mágica que te alivia el dolor en un instante; Gale no tiene ampollas en la piel, pero sus llagas son horrorosas, así que, de una vez por todas, saco los dedos que tengo enterrados en la pomada y se la unto por toda la espalda, su espalda se pone menos tensa y él suelta un suspiro de alivio, «Sé lo que de siente morir de dolor y, que de repente, un regalo mágico, descienda hasta ti en un paracaídas plateado, para aliviar tu dolor, una de las mejores cosas.»

Haymitch y Effie salen de la habitación y, con Gale ya más tranquilo, Peeta y yo nos permitimos un tiempo juntos.

Nos sentamos en el sofá que está a pocos metros de la cama de Gale; la espalda de Peeta bien recargada en el sofá y yo a un lado, recargando mi cabeza sobre su regazo, él, con uno de sus brazos, me rodea la espalda hasta llegar a mi hombro y desciende hasta mi cintura y, así los dos nos vamos quedando poco a poco dormidos, con la angustia de que, al amanecer, quizá sea la última vez que hayamos estado juntos.

Siento una gota de algo caer sobre mi cabeza...«otra, y otra», no subo la mirada, hasta oír que mi Peeta está, al parecer, llorando.

—Peeta— susurro.

—¿Katniss, por qué sigues despierta?

—Tus lágrimas goteaban en mi cabeza.

—Lo siento, no puedo evitar pensar que tal vez, éstas sea las últimas horas que pase contigo.

«Las últimas horas, los últimos abrazos, nuestra última noche juntos.»—Tranquilo, tu ganarás, estoy segura.

—No funcionó lo del bebé — derrama una lágrima más. — todos hicimos lo que pudimos para detener los Juegos, la gente enloqueció con la noticia, pero aún así, ese momento, fué el mejor de mi vida.

Y, justo en este momento, no me contengo más y me suelto a llorar.

—¡Prometeme que siempre estaremos juntos!, ¡promételo!.

—Te lo prometo.

—Katniss, tienes que aceptar que probablemente, ésta vez no sobreviva— aprieta fuertemente mi mano.

Siento algo extraño que me alborota el estómago y provoca un nudo en mi garganta.

— Tienes que saber que siempre te amé, incondicionalmente. Desde el primer momento que te vi, con tus dos trenzas perfectamente acomodadas, no sólo una, también recuerdo, cuando estábamos en la clase de música, todo estaba normal y de repente el maestro dijo:

«— ¿Quién sabe la Canción del Valle?» y tú alzaste la mano, recuerdo tu voz, era tan perfecta, el salón entero se detuvo a escucharte, todos estábamos atentos, incluso, recuerdo que una compañera, Delly, me dijo:

«— Su voz es hermosa, ¿no?», y yo le respondí

: «—Ella es hermosa»

Después de eso, ella sólo agregó:

«Cuando canta, hasta los Sinsajos se detienen a escuchar» y estaba en lo cierto. Desde ese día cada día te veía ir a tu casa, ¡Cada día!.

Me quedo callada al escuchar todo lo que dijo Peeta.

—Sólo, quería que lo supieras, siempre te amé, ahora te amo y te amaré por siempre.

No se qué decirle, no se qué hacer, asi que sólo me acerco, seco sus lágrimas.

—Eres lo mejor que me ha pasado y, te amo como nunca he amado jamás.

Me suelto a llorar cómo loca y a pensar en miles de cosas horribles que podrían pasar por la mañana, seguido de ésto, se revuelve mi estómago y corro hacia el baño a vomitar y, por supuesto, no es nada agradable.

Ahora me siento enojada por algo, no se ni siquiera por qué.

—Katniss, ¿Estás bien?

—No lo sé ¡Déjame!— el se da la vuelta y está a punto de salir.— ¿Porqué me dejas sola, Peeta?, ¡Ven conmigo!

—Me dijiste que te dejara sola, ¿Quién te entiende?

—¡No me grites!— y me suelto a llorar «¿Qué está pasándome?, hace tres minutos estaba normal»

¿Porque tengo cambios de humor tan repentinos?¿Por qué sigo vomitando?

—Tranquila, mi Princesa, todo estará bien— me dice Peeta y me pasa una mano por el cabello y luego me da un beso en la mejilla y eso hace que regrese un poco mi estado normal.

Me levanto, me lavo la boca, la cara y los dientes y regreso a la normalidad.

—¡Vaya! ¿Qué fué lo que te pasó?

—Ni siquiera yo lo sé, pero tranquilo, ya estoy bien— le doy un beso en la boca y regresamos al sofá.

Analizo un poco lo que pasó ahí dentro, el vómito y los cambios de humor, «¡el vómito y los cambios de humor!»

¡Oh por dios! mi madre me había hablado de ésto, el vómito, los cambios de humor, yo casi no se nada pero, ¿es posible?.

¿Cuándo fué mi último periodo?«Haz memoria, Katniss, haz memoria». No puede ser, van diez días de retraso.

— Peeta, mi madre me habló una vez sobre los embarazos, me dijo: "El día que tengas relaciones, Katniss, días después, probablemente, se presenten algunos síntomas que te comprobaran si quedaste embarazada o no, los principales son: Vómito, mareos y cambios constantes de humor" y...

Él esboza una sonrisa que nunca antes había visto, una sonrisa mucho más hermosa que las demás.

—Y... entonces...

—Creo que si.— y ambos sonreímos.

Ya me imagino a mi bebé, los tres jugando en la pradera, cantando canciones de cuna, de amor, dándole toda la protección que una madre y un padre puedan brindarle a su hija, con sus pequeños rizos dorados como los de su padre, con sus pequeñas manitas llenas de harina por ayudarle a su padre a hornear pasteles, nos imagino como una familia feliz, iluminándo cada día su rostro con una sonrisa.

—Peeta, ¡Seremos padres!.

Dejo que Peeta se acerque a mi vientre, ponga una mano encima haga círculos mientras dice...

—Hola bebito, somos tus papás ¿Estás bien en el vientre de mami?— oírlo hablar así hace que me desborde de felicidad y, mientras comienzo a llorar, suelto una risita de alegría.

Protegeremos a este bebé con nuestra vida y por nada del mundo dejaremos que nos lo arrebaten. El rostro de mi Chico del Pan se ilumina y sus ojos azules se cristalizan.

—Seas niña o seas niño, te amaremos más que a nada, seras libre y feliz, en las noches, cuando tengas miedo, mami y yo estaremos ahí para cuidar tus sueños y ahi, en ese momento Peeta comienza a dedicarle unas hermosas palabras al bebé.

"Jamás fuí tan feliz, contigo ahora a mi lado,

Imagino el color de tu mirada y el timbre de tu voz sonando,

todo lo tendrás, con nosotros ahora como papás.

Mami y yo esperamos tu llegada,

para poder ver tus ojos hermosos y,

al hacerlo, yo te prometo,

que serás nuestra niña adorada.

Mi princesa, mi niña, tu vocecita resonara en el prado,

y ahí la imitará un Sinsajo,

jugarás en las flores,

como de niña tu mami con Primrose lo hacía,

serás feliz con nosotros cada día."

Tu mami y yo te amaremos siempre y,

ella y yo también nos amaremos siempre.

Terminando las hermosas palabras de mi Chico del Pan, se levanta, me abraza y me besa.

—¡Serás una gran madre, Katniss!

Y... ¡Estoy de vuelta!, ¿Me extrañaron? (Yo se que no) :'( pero yo si los extrañé ¡MUUUUUCHO! :c

Pero aquí está el capítulo, ya se, ya se, me tardé demasiado, pero les voy a contar por que, ¡Es justo después de haberlos hecho esperar tanto tiempo.!

¿Recuerdan el fic que les dije? (real o no real) ese ya casi acabo de escribirlo y pronto subiré el primer capítulo.

"Entré a la escuela... mucha, pero mucha tarea, proyectos, exposiciones y ya saben que más.

Estuve escribiendo y borrando éste capítulo varias veces porque no quedaba (Nunca me había pasado eso) *Writers block*

Escribí una primera versión: Prueba de embarazo de Katniss, esa era la razón de tanto alboroto.

Segunda versión: Peeta no entraba a los Juegos por órdenes de Snow, igualmente, debido al embarazo de Katniss.

Y justo llevaba la mitad y pensaba "No, esto no me gusta" y simplemente lo borraba y empezaba con la hoja en blanco.

De repente tomaba espacios para escribir saliendo de la escuela o en algún tiempo libre, pero HOY decidí terminarlo,(amo desvelarme escribiendo, creo que tengo más ideas a éstas horas.)

Sé que me pidieron que no torturara a Gale, pero chicos, perdón, no llegaron a mi deficiente imaginación más ideas, simple y sencillamente intentar la prueba de embarazo de Katniss, la visita al doctor o la orden de Snow como un sólo capítulo cada uno, no me quedo, así que decidí hacerlo así y de verdad, gracias por la espera, gracias por Leer.

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¡Espero sus Reviews!

Los amo.

-KatnissMellarkHawthorne.❤