No existe un número suficiente para disculparme con ustedes por dejar pasar mucho tiempo sin actualizar, la escuela me consume en trabajos, estas fechas son menos cargadas de tareas por lo que espero poder actualizar más seguido.

Gracias a todos los que leen la historia y que sea de su gusto. No olviden el review.


Amy se encontraba sumamente concentrada en pasar unos datos a su computadora cuando Hanna entró de muy buen humor.

-Buenos días Hanna, ¿a qué se debe tanta alegría?- preguntaba Amy mientras alzaba una ceja al ver a su asistente.

-Buenos días Doctora, quizá es el clima o la compañía- rendía una soñadora Hanna.

-¿Compañía?- preguntó Amy

-Sí, verá ayer me encontré con un viejo compañero de la preparatoria, fue un buen amigo pero perdimos el contacto hace un par años- recordaba con melancolía la joven chica.

-Con que un viejo amigo ¡eh!- el tono de Amy era burlesco

-Sí un buen amigo y nada más.

-Está bien, no te alteres, era una pequeña tomada de pelo, y aprovechando tu buen humor trabajemos.

-Claro Doctora- después le dedico una sonrisa.

Trabajaron alrededor de dos horas más cuando el teléfono del laboratorio sonó.

-Buenas tardes laboratorio del departamento de neurobiología- atendió Amy

-buenos días con la Doctora Fowler- dijo una voz femenina

-Habla ella

-Buenas tardes Doctora, soy la secretaria del Dr. Siebert me pido le avisara que habrá una junta de urgencia después del almuerzos.

-Claro, gracias por avisar, ¿debo llevar mis avances para presentarlos?

-En absoluto, será una junta meramente informativa pero de gran relevancia por lo que se le pide no falte.

-Ahí estaré, gracias.


Sheldon terminaba de escribir una ecuación en su pizarrón cuando sonó su teléfono de oficina

-Buenos días Dr. Cooper tiene una llamada de la secretaria del Dr. Siebert

-Tome el recado por favor Alex.

-Insistí pero dijo que quiere hablar directamente con usted.

Tras meditar un poco respondió- Esta bien, pásame la llamada

-Claro Doctor

-Buenas tardes Dr. Cooper

-Buenas tardes, ¿qué se le ofrece?

-El Doctor Siebert me pidió citarlo a una importante reunión de emergencia e informativa hoy por la tarde.

-¿Qué es por la tarde para él?- su tono era algo irritado, después de todo odiaba que su horario se viera alterado.

-Después de la hora del almuerzo, Doctor es de vital importancia que asista ya que tiene que ver con su investigación.

-Muy bien ahí estaré.

Comedor de CALTECH

Los cuatro chicos se encontraban comiendo y poniéndose al día.

-¿Alguno trae una propuesta de actividad deportiva?- decía Raj un poco más feliz que de costumbre.

-No, porque no me interesa- hablaba Howard

-No tuve tiempo- se excusó Leonard

-Recibí una llama de Siebert, dice que quiere reunirse para hablar sobre mi investigación- después de la mención Sheldon soltó un suspiro

-¿Eso qué tiene que ver con el equipo deportivo?- preguntó un confuso Raj

-Nada, por eso lo mencione, después de las respuestas de Howard y Leonard creí que quedó claro la poca importancia de esa línea de conversación.

-También yo recibí una llamada similar- expuso Leonard

-¿Será por lo de su experimento?- se agregaba a la conversación Howard

-Tendremos que esperar hasta la junta para saber

-Probablemente sea de ello de lo contrario todos hubiésemos recibido un memorándum de la reunión- decía con tono seguro Howard

-No quiero esperar hasta la junta, debo saber ahora- acto seguido se levantó de su silla Sheldon

-Amigo espera, es después del almuerzo, falta media hora- lo detuvo Leonard

-Está bien pero en media hora nos vamos.

Sala de juntas

La sala estaba casi llena de investigadores de casi todas las carreras de la universidad, era de esas raras veces en que el personal de las ciencias exactas y sociales se juntaban.

¡Wow! esto es demasiada gente se dijo a sí misma Amy mientras entraba a la sala, miro una vez más a su alrededor buscando un lugar para sentarse pero todo se veía lleno, estaba a punto de recargarse en una pared cuando escucho una voz familiar llamarla por su nombre

-Hola Amy- decía con voz alegre el alto hombre

-Bert, qué gusto, Hola- dijo Amy y le regalo una sonrisa incómoda

-¿Para qué nos abran llamado?- empezó la charla Bert

-No lo sé por eso es que vine

-Claro, pero que descortés, toma mi asiento por favor- rápidamente se levanto de su silla

-Gracias Bert pero estoy bien así

-Insisto, por favor- suplico un poco el geólogo

-Está bien, pero sólo porque insistes, gracias- tras lo cual se sentó

Bert seguía trata el de hacerle platica a Amy pasando por alto la incomodidad de ella, mientras tanto el dúo de físicos buscaban lugar desde la puerta de la sala.

-Te dije que ya estábamos tarde- el mal humor de Sheldon se notaba

-Y yo te dije que te adelantaras- la voz de Leonard era de disgusto

-Lo iba a hacer pero ante la mención de usar el baño creo prudente el usarlo yo también- aclaraba Sheldon

-Entonces no te quejes amigo, ¿qué tal aquella esquina?- Leonard señalaba la esquina.

Sheldon estaba a punto de reclamarle a su amigo cuando por buscar un lugar donde no podría sentarse pero al girar la vista se encontró con la imagen de Amy hablando con otro hombre, en su estómago se formó un nudo, quería ir a decirle que estaba prohibido hacerlo pero inmediatamente la punzada en el corazón le recordó que ya no estaban juntos, al menos no desde hace unos 3 meses, se quedó momentáneamente mudo e ignorando la voz de Leonard.

Amy seguía cortésmente la charla con Bert pero de forma muy incómoda, desde aquella vez que la invito a Santa Bárbara ya no sentía a gusto a su alrededor al menos no sabiendo cuan manipulador podría ser, además de que nunca había rechazado a un hombre antes.

Por su parte Bert estaba maravillo con la nueva oportunidad de charlar con Amy, sabía que con su última invitación sólo la alejo sin embargo era parte de su torpeza, seguía hablando cuando vio a dos personas conocidas viendo hacia ellos, rápidamente los recordó eran Leonard y Sheldon, no quería otro problema con él.

Flashback

Los chicos estaban reunidos en el departamento 2311 de los Robles en otra clásica noche de videojuegos, mientras Sheldon terminaba de instalar la consola junto a Howard, Raj tomaba otra cerveza y Leonard alistaban los bocadillos, la plática giraba en torno a qué jugarían esta noche hasta el pequeño desliz de Raj.

-Ojalá ayudar a Amy hubiera sido tan fácil como controlar al personaje de nuestro videojuegos.

Howard se irguió como suricato en cuanto Raj acabo la frase, por otra parte Sheldon abandono lo que estaba haciendo y con una mirada entre preocupada y sorpresa vio a Raj -¿Ayudar a Amy con qué?

Pero Raj era ajeno a las reacciones de sus amigos debido a las casi 4 cervezas consumidas por lo que siguió – Con Bert, sabes Sheldon realmente te apreciamos de lo contrario no hubiera perdido un fin de semana en ese traumático viaje

-¿"Apreciamos"? –Levanto la ceja- ¿Gramático viaje?, ¿quién es Bert?, ¿eso qué tiene que ver con Amy?, ¿de qué rayos estás hablando Koothrappali?- pregunto con rapidez y elevando la voz un poco más con cada pregunta.

De no haber sido porque lo llamo por su apellido Raj jamás habría reaccionado, pero sin duda escuchar su apellido con un tono más fuerte de la boca del físico teórico daba un poco de miedo, la seria mirada de su amigo lo congelo

-Amm, bueno, pues, mmm- el astrofísico estaba tan nervioso que vio en su mejor amigo una salida fácil – Que mejor te cuente Howard.

El ingeniero sintió su sangre helar un poco cuando vio a Sheldon girar su cuerpo hacia él, sin duda alguna mataría a Rajesh, no sabía cómo abordar el tema por lo que decidió hacer un cambio de juego

-¿Howard?- pregunto Sheldon

-Verás, nada de esto habría pasado si cuidaras mejor de tu novia- listo, ya estaba dicho

-Amy no es una niña, sabe cuidarme perfectamente sola

Leonard miraba desde la barra de la cocina la escena pero en cuanto escucho la declaración de Howard entendió el significado, eso no era bueno, Sheldon era como un niño pequeño y malcriado, no le gustaba prestar lo suyo y menos aún que se acercaran si quiera a algo que fuera de él o especial sin duda sería un gran golpe para él escuchar que su novia tenía más de un pretendiente.

-Amigo, lo que Howard trata de decir es que debes procurar más a Amy- decía con solemne voz Leonars

-No entiendo a qué viene todo esto, ¿le paso algo?- en cuanto acabo de pronunciar la pregunta sintió un nudo en el estomago.

-No Sheldon, lo que quiero decir-Howard fue interrumpido por un ya poco tomado Raj

-Lo que tratamos de decirte es que es trabajo del novio defenderla, no nuestro, sabes si sigues así quizá algún día te roben a Amy- a estas alturas Raj hablaba sin pensar

-¿¡Robarme a Amy!, ¿¡acaso están diciendo que hay un hombre pretendiendo a Amy y jamás se me aviso sobre ello!?- les dirigió una mirada de acero mostrándose fuerte pero por dentro se moría de miedo, no era tonto él siempre supo que Amy merecía algo más que él, en el fondo Sheldon sabía que no le demostraba todo su amor precisamente porque el día en que ella encontrará a alguien mejor lo destrozaría, por eso se refugiaba en esa máscara de indiferencia pero la rompía cada vez que un hombre la miraba, o cuando ella mencionaba algún nombre masculino, todos esos sentimientos se sumaron al coraje que se expandía por todo su cuerpo e inmediatamente juro venganza.

-Sí, bueno no exactamente así- lo miro con un nerviosismo Howard- en realidad Amy nos pidió que no te comentáramos pues no quería que te enojaras.

-Eso es verdad Raj- sí, por ello tomamos el lugar de Amy en el viaje a Santa Bárbara con Bert- sin duda alguna la boca de Raj estaba llena de imprudencia esa noche

Sheldon no dijo más, tomo el control de su Xbox 360 y se puso a jugar, sus amigos se quedaron consternados por saber lo que pasaba por su mente justamente en ese momentos vieron que Sheldon había logrado conseguir en tiempo record las cinco estrellas en Grand Theft Auto, eso fue sólo el anuncio de que algo malo pasaba por la mente de su amigo pues Sheldon siempre se negó a quebrar la ley, incluso en un video juego, decidieron despejar la situación sentándose a jugar, al parecer al menos por ese tiempo que duro la fiesta Sheldon dejo de lado sus pensamientos,

Sin duda alguna la noticia había afectado a Sheldon y esas cinco estrellas en el videojuego lo representaban, Leonard temeroso por su amigo pregunto -Sheldon, ¿estás bien?- lo miraba fijamente.

-Claro por qué no estarlo- sus amigos iban a responder pero él no los dejo ni pronunciar vocal- el hecho de que supiera que a mi novia le coquetean descaradamente otros hombres no me afecta en nada- mientras hablaba en el juego se dedicaba a disparar con una bazuca a una serie de patrullas, por su parte sus amigos tragaban saliva ante la mecánica voz de su amigo.

Raj un poco menos ebrio hablo -¿seguro amigo?, no era mi intención molestarte.

-Estoy bien, gracias por informarme sobre ese incidente, mañana hablaré con Amy- mientras hablaba jamás dejó de jugar.

-Si tú lo dices- dijo con una pizca de miedo Howard.

El resto de la noche siguió sin ningún otro percance pero el aire era algo denso.

Al día siguiente en CALTECH Sheldon caminaba de un lado a otro en su oficina, escuchar que su Amy era pretendida prendió las alarmas de inseguridad y miedo en él, también estaba algo dolido por saber la noticia por boca de sus indiscretos amigos y no por Amy, para ser francos tantas preguntas en torno a sus emociones le causaban estragos en la lógica y por más que quisiera no debía dejar las cosas así, salió rápidamente de su oficina y a paso veloz se acercaba a la de Amy, tenía que ponerle un alto, gran parte de lo que pasó fue su culpa, sí ella era la culpable por ser tan inteligente, aguda al pensar y hablar, por tener unos ojos verdes que hipnotizan a cualquier hombre mortal, culpa de sus labios carnosos y besables, de sus curvas femeninas que al ser cubiertas por tantas capas de ropa invitaban a despojarla de ellas, culpa de su sensualidad y atractivo, ¡oh esa Vixen!, sin duda era culpable de ser perfecta, por algo los hombres le revoleteaban a su alrededor como abejas al panal, así como Bert, ¡arrgh!, Bert, su lista de enemigos mortales tenía un nuevo integrante ese simio de las rocas, su razón, coquetear con mueres ajenas, en ese momento su razonamiento tuvo un lapsus de funcionamiento y supo que el problema no era de su Vixen sino de ese hombre de las piedras, justo en ese momento pasaba frente al departamento de geología y supo inmediatamente lo que debía hacer.

Alrededor de las 9:30 Hrs Bert entraba a su oficina, cerró la puerta y quedo pasmado ante el hombre sentado en su escritorio con algo en la mano.

-¿Buenos días?- preguntaba desconcertado Bert

-Sin duda alguna no lo son, ¿sabe qué llega tarde?- la voz era tan lineal que daba escalofríos

-Es mi hora normal de llegada- se justificaba el geólogo

-Encima de todo descarado

El tono de voz no le gustaba a Bert, tampoco el hecho de que irrumpiera en su oficina -No sé de lo que habla y francamente no me interesa, lo único que deseo es que se retire- observó como la mano del hombre apretaba más su agarre en el objeto que tenía en la mano.

-No se preocupe, mi visita es corta, quiero que responda algo, ¿reconoce este objeto?- mostró un mineral verde en su mano.

Bert observó brevemente el mineral e inmediatamente lo reconoció, era la turmalina verde que hace un mes le regaló a Amy, pero ¿cómo llegó a manos de este hombre?- sí, es una turmalina que obsequie a una chica linda del departamento de neurología- hablo firmemente

-Como soy un caballero te daré un consejo, deja de dar regalos a las mujeres con novio- Bert lo miró con cara de no entender, Sheldon captó la mirada, se irguió de la silla y mientras hablaba se acercaba a Bert- Amy, la chica a la que regalaste esta turmalina es mi novia y como buen texano no dudaré en defenderla, supe de tu osadía en invitarla a salir así como de tus constantes manipulaciones para que fuera contigo a Santa Bárbara, de no haber sido por mis amigos te habrías salido con la tuya, pero te lo digo una vez más ¡Amy no es para ti!- grito Sheldon mientras golpeaba el mineral contra el escritorio.

Bert se asustó ante la reacción del físico por lo que retrocedió hasta chocar con la puerta y preguntar con un hilo de voz -¿qué quieres que haga?

Sheldon se acercó hasta estar frente a él y decir con la voz más fría que tenía –aléjate de ella, si vuelvo a saber que la sigues pretendiendo o que la vez a solas conocerás mi ira- tras decir eso se marchó.

Después de recordar lo sucedido Bert no quiso desafiar su suerte y llamo a Leonard y Sheldon sin saber que presenciaría uno de los momentos más incómodos del trió de amigos.


Una semana para que acabe el hiatus y se vengan los dos capítulos cargados del Shamy. Estoy tan ansiosa de ver esos besos.