Capítulo 1: Te volveré a ver

Ha pasado una semana desde que Haruto y Eba perdieron todo contacto posible. Siempre que la intentaba llamar respondía la operadora, sólo para decirle que Eba lo había bloqueado. Se preguntaba si algo le podría haber pasado.

Hoy, por ser domingo, está descansando en su casa. En este mismo momento está acostado, leyendo todos los mensaje que se escribían antes. Eran las nueve la mañana.

—Te quiero ver, Eba... Quiero abrazarte y besarte. No te soltaría hasta que no me explicases el por qué ya no quieres que me comunique contigo... —decía con tristeza para sí mismo, mientras revisaba uno de los tantos mensajes.

»Eba... ¿qué es lo que hice mal para merecer esto? ¿Tanto te enojó lo de Kanzaki aquel día? Pero aun así, tú me sonreíste, abrazaste y me besaste muchas veces. Nos besamos muchas veces. Si tanto te molestó, debiste habérmelo dicho... Yo... haría lo que sea para que nuestra relación siguiera como siempre. Hablaría muy seriamente con Kanzaki para evitar que algo así volviera a suceder. Por ti... lo dejaría todo e iría contigo en este mismo momento a verte... Aunque sea sólo una vez... Quiero verte.

Se levantó de la cama y se sentó junto a una pequeña mesa en su habitación. Estaba desesperado.

—¡Maldición! —gritó exasperado, golpeando con fuerza la mesa—. Si tan sólo tuviera algo de dinero... Con lo que tengo ahora sería suficiente para ir, pero no para regresar. Y Eba... bueno, ella ni siquiera quiere saber de mí. De ninguna manera podría pedirle algo de dinero...

Mira y está pendiente de su celular todos los días con la esperanza de que ella en cualquier momento lo llamaría.

—Daría lo que fuera por escuchar tu voz...

En ese momento, su celular suena de repente. Él, sin pensarlo y sin ver el numero, respondió con mucha rapidez. Él sólo pensaba en Eba en estos momentos.

—¡Eba, ¿eres tú?!

Desafortunadamente, no era ella, sino su amigo, Takashi.

—Hey, hey, cálmate. Soy yo, Takashi.¿Aún no sabes nada de ella?

—Ah, eras tú... No, aún no me ha desbloqueado...

—Uh... Lo siento por ti. ¿Estás en tu casa? Quisiera hablar de algo contigo, ¿puedo ir ahora? ¡Estoy seguro que con eso te animarás!

—Ah, sí... Claro, ven.

—¡Muy bien! ¡Nos vemos!

Un poco desanimado, cuelga. Él mismo se dice tonto luego de lo ocurrido.

—¡Tonto, tonto! Cómo pude pensar en que ella me llamaría... Bueno, me pregunto qué querrá decirme Takashi, ¿huh? Como sea, me calmaré por el momento.

• • • •

Habiendo pasado alrededor de quince minutos, Takashi llega y toca la puerta. Haruto sale y le dice a su amigo que pase.

—Y bien, ¿de qué querías hablarme? —pregunta él con duda ni bien su amigo había entrado.

—Bueno, lo discutí con nuestros amigos pero se opusieron al principio... —habla calmado Takashi, a la misma vez que jaló una silla y se sentó.

—¿Uh? ¿En serio? —se sorprendió un poco Haruto. Él también jaló una silla y se sentó seguidamente.

—Parece ser que gracias a tus buenas notas podrías intentar pedir un traslado. Te trasladarías a Tokyo, a donde ella vive.

Haruto abrió los ojos como platos al escuchar esa gran posibilidad del traslado, y luego sonrió. Se alegraba de ser tan bueno en los estudios.

—¡Lo haré! ¡Definitivamente lo haré! —exclamó Haruto muy animado.

—Hombre, ¡por fin te animas! Desde hace días que pasabas deprimido siempre viendo tu celular. Todos te hablaban y tú ni siquiera nos volteabas a ver.

Haruto se calmó y pensó las cosas con más serenidad. Le parecía raro que alguien como Takashi lo estuviera ayudando.

—Sí, claro... Pero, uh... ¿Por qué me ayudas, Takashi? —preguntó él algo curioso.

—¡Porque eres mi amigo y no me gusta verte tan decaído sólo por una chica! —respondió Takashi con una gran sonrisa.

Haruto también sonrió. —Gracias... De verdad.

—No hay de qué. Pero Haruto, ¿ya pensaste en cómo harás para vivir allá? Quiero decir, necesitarás un lugar donde quedarte...

—Ah... Eso podrá ser cierto pero... De eso no te preocupes. Mi hermana vive allá y tiene un apartamento. Estoy seguro que si hablo con ella me dejaría quedarme todo lo que quiera... Eso espero.

—¡Eso suena bien! Ah, pero... Aún tienes que hablar con tus padres...

—Uh, sí. Es cierto —murmuró en un tono de voz bajo.

—Bueno, no te molesto más. Nos vemos luego, Haruto —se despide Takashi, cerrando la puerta tras de sí.

Era muy notable que Haruto tenía una una gran sonrisa presente y se notaba más alegre ahora.

—Bueno, supongo que se los diré a mis padres. Sólo espero que no se enojen al respecto... Me pregunto a dónde irían.

• • • •

—Si lo pienso bien, las vacaciones de verano están a sólo una semana. Terminaré este periodo y luego seré transferido...

—Oh, Haruto. ¿Qué haces? —pregunta su mamá al entrar a la casa y ver a su hijo sentado en la mesa.

Haruto miró a su madre con una expresión algo seria. —Hey, mamá, ¿puedo hablar contigo?

—Claro, ¿qué pasa?

—¿Puedo... ir a Tokyo? Planeo transferirme a un instituto de allá.

—Supongo. Por mí está bien. Además, me preocupa cómo le está yendo a tu hermana. Pero aún tienes que consultarlo con tu padre.

—¡Muchas gracias, mamá! —agradeció él con gran entusiasmo—. Y sí, uh... Esperaré a mi padre.

—¡Bien! Bueno, yo haré el almuerzo.

—Claro, ve.

Haruto se alegraba de tener una madre tan comprensiva. Sin embargo, su padre no es el mismo caso. Tendrá que esforzarse bastante si quiere convence a su padre.

Él esperó a su padre pero aún no regresaba. Mientras él lo espera en la sala, su madre llega y le ofrece algo de comer. Y también le hace varias preguntas.

—Haruto, ¿por qué quieres ir a estudiar a Tokyo tan repentinamente? —preguntó su madre mientras le servía un poco de comida.

Haruto se puso a pensar en varias cosas. Pensaba que no podía decirle que la chica que vivió en su casa era su novia y tenían una relación a larga distancia. ¿O tal vez sí? Bueno, era su madre y no le gustaba mentirle, pero... ¿Realmente estará bien? Él sacudió la cabeza en un gesto de negación y miró a su madre.

—Ah, bueno... La verdad es que Yuzuki y yo empezamos a salir antes de que regresara a Tokyo. Me enamoré de ella sin darme cuenta. Ella dijo que sí, y empezamos una relación a larga distancia. Sin embargo, ella me dice que se siente sola y que quisiera estar junto a mi lado. A veces me pongo a pensar que por no verme se consiga otro novio y me deje... Oh, y perdón por no comentarles nada al respecto sobre lo nuestro...

—Eh... Yuzuki-chan, ¿hm? Bueno, ella es una chica muy linda, educada, gentil y amable. Era seguro que en algún momento te enamorarías de ella. Yo no me hubiera opuesto si empezaban a salir. Y también estoy segura que tu padre tampoco se hubiera negado.

—Mamá... «¡De verdad me alegro de tener una madre como ella!».

Él estaba un poco sorprendido por todo lo que le dijo su madre sobre Eba. Él sonreía mientras escuchaba de todo lo bueno que hablaba su madre acerca de la chica que una vez vivió en su casa. De la chica que se enamoró desde la primera vez que la vio.

Mientras ellos tenían una charla agradable, se abre la puerta, para después revelar a su padre.

—Cariño, ya vine —anunció su padre con algo de cansancio—. Oh, Haruto. Buen provecho —agrega al ver a su hijo en la mesa.

Él se puso un tanto nervioso en el momento que su padre llegó.

—Gracias.

—Muy bien, los dejo a ustedes para que conversen. —Se retira su madre—. Cariño, nuestro hijo quiere hablarte de algo. Escúchalo, ¿sí? Yo iré a la cocina a traerte algo de comer.

—Ah, muy bien. Gracias, querida —agradece el señor Kirishima a su esposa, y toma asiento—. Y, ¿de qué quieres hablarme, Haruto?

Haruto le cuenta la misma historia a su padre, y se pone nervioso cuando éste pone una mirada seria. Él teme que su padre se niegue.

—Y esa es la verdad, papá.

—Hmm... ya veo. Entonces bien. Te dejaré ir. Ten mucho cuidado, hijo.

A Haruto le sorprendió mucho que su padre aceptara con gran facilidad.

«Supongo que Eba se llevaba muy bien con ellos cuando estuvo aquí y es por eso que mis padres aceptaron que yo vaya con ella...».

—¿De verdad? ¡Gracias, papá! —exclamó Haruto muy entusiasmado y alegre.

—No hay problema. Ahora, comamos en silencio, ¿de acuerdo?

—Ah, claro, claro.

«¡Espérame, Eba! ¡Pronto iré a Tokyo y estaré contigo todo el tiempo! ¡Me voy a ganar tu amor y la confianza de tus padres, y te traeré de regreso a esta casa! Entonces podremos estar juntos por siempre y jamás nos separaremos».

• • • •

Ahora Haruto ya sonreía y le prestaba más atención a las personas cuando le hablaban.

Se ha pasado bastante rápido el tiempo y las vacaciones de verano ya habían llegado. Hoy es el último día de Haruto para estar en Hiroshima; posiblemente para la tarde ya estaría en Tokyo.

En la estación, todos sus amigos llegan y lo despiden muy felices.

—Cuídate mucho, Haruto. No te vayas a tardar demasiado en Tokyo, ¿vale? —le dijo Akari con unas cuantas lágrimas.

—Por supuesto, regresaré pronto, chicos. ¡Y traeré a Eba conmigo!

—¡Así se habla, Haruto! Estaremos esperándote a ti y a Yuzuki-chan hasta entonces —comentó Takashi, dándole ánimos a su amigo. Sonreía pero era obvio que en el fondo estaba triste porque su amigo de la infancia se iba. Akari también hacía todo lo posible para contener sus lágrimas.

—Gracias, chicos. De verdad me alegro de tener amigos tan buenos como ustedes —dijo Haruto con una sonrisa—. Los extrañaré.

—Nosotros igual, Haruto —habló Akari ahora un poco más calmada.

El bus pronto llegó, se dieron un afectuoso abrazo y luego Haruto subió al bus. Él observaba desde la ventana cómo sus amigos lo despedían; les dedicó una ligera sonrisa. Y el bus partió al poco tiempo.

Haruto estaba feliz de que todo saliera bien con sus padres y con sus amigos. Ahora ya nada podría impedirle volver a verla.

• • • •

~Ciudad de Tokyo - apartamento de Aoi Kirishima~

Lo primero que hizo al llegar fue ir a instalarse en el apartamento de su hermana. Él deseaba ver a Eba pero sabía muy bien que lo mejor sería ir a conocer el lugar donde viviría de ahora en adelante, principalmente.

Ahora mismo está parado en frente de la casa de su hermana. Ordena sus pensamientos y a continuación toca la puerta.

—¡Hermana, soy yo, Haruto! ¿Estás en casa?

—¡Ya voy! —responde una mujer desde adentro, que a juzgar por su voz se trata de una mujer adulta—. Oh, así que finalmente viniste. Debes estar cansado, pasa.

—Bueno, no realmente... Pero acepto la invitación.

—Tonto. Este es el único lugar de todo Tokyo donde te puedes quedar, ¿sabes?

—Sí, sí.

Luego de que su hermana le hiciera muchas preguntas, queriendo saber los motivos por el que vino a Tokyo, lo llevó a su cuarto. Al llegar tuvo una gran impresión, y no precisamente una buena. Todo parecía un basurero.

—H-Hermana... ¿qué significa esto? ¡¿Y se supone que aquí viviré?!

—Oh vamos, sólo necesita una pequeña limpieza... Te podría ayudar si quieres, así terminaríamos más rápido.

—Ah, sí, gracias...

Les tomó como media hora para limpiar y ordenar todo, sin embargo. Haruto quedó exhausto a pesar que su hermana le ayudó.

—¿Y bien? —preguntó ella guiñándole un ojo.

—Sí... Quedó muy limpio...

—Perfecto. Entonces, me regreso a lo que estaba haciendo antes. —Se retira—.

Haruto se acostó cansado, y pensó varias cosas en silencio. Lo primero que pasó por su mente fue Eba.

«Quisiera verla... Aunque eso no sucederá en el primer día de haber llegado, supongo. En Hiroshima ya llegaron las vacaciones de verano, pero ese no es el caso en Tokyo. Aquí aún siguen en curso las clases.

Mañana... la podré ver. Me pregunto cómo reaccionará al verme...

Para bien o para mal, al instituto que me transferí es el mismo al que Eba está yendo. De esta forma pasaremos más tiempo juntos, y eso es lo único que importa. ¡Esta vez sí estaremos juntos! ¡La distancia que nos impedía ser felices, ha desaparecido!

Pero... ¿y si le pasó algo? No lo había pensando antes porque estaba demasiado aturdido, pero, puede ser posible... Después de todo, ella terminó todo de un día para otro... ¡Y ella no es esa clase de persona! Tal como lo pensé, ¡no puedo quedarme aquí sin verla! Conozco perfectamente su casa, y sé cómo llegar... Así que...».

—Yo debería ir... ¡No, tengo que hacerlo! ¡Iré a verla ahora mismo! —gritó él muy entusiasmado.

Él estaba dispuesto a ir hasta el fin del mundo si fuera necesario, sólo para verla a ella. No podía esperar hasta mañana, quería verla ahora mismo.

Sin esperar más, salió a toda prisa del lugar.

• • • •

Desde el apartamento de su hermana hasta la casa de Eba había una gran distancia y, por supuesto, lo sabía. Él estaba cansado, pero ni aun en esas circunstancias se detendría. Seguiría adelante sin importar qué.

En el camino, increíblemente, se encuentra con Rin, la hermana de Eba. Ella al principio no lo reconoció a la distancia, pero se fueron acercando más y entonces supo que era él. Él iba distraído, al parecer.

—¡Haruto! —exclamó sorprendida Rin, así llamando la atención del chico.

—¡Rin! —reaccionó él, sorprendido al escuchar la voz de Rin.

—¿Qué haces aquí...?

—Bueno, eso es una larga historia... Pero dejando eso a un lado, ¿Eba se encuentra bien?

—No sé por por qué lo preguntas, pero no, ella definitivamente no está bien —respondió ella con desaliento.

Haruto temió lo peor cuando Rin dijo esas palabras sin mucho ánimo.

—¡¿Qué quieres decir con eso?! ¡¿Le pasó algo malo?! ¡Responde! —exigió él inquietamente.

—¡Ya cálmate! Mi hermana está totalmente bien de salud, por si es eso lo que te preocupa.

—¿Eh? Gracias a dios... —suspiró aliviado. Después vio a Rin un tanto enojado—. ¡Es tu culpa por decirlo con esa expresión sin gracia!

—Ah, eso fue... Mi hermana últimamente ya no habla conmigo y la veo muy triste... Se encierra en su habitación al nomás de llegar de la escuela, y no sale a menos que sea para comer.

—¿Qué...? ¿Acaso le sucedió algo? —preguntó él muy preocupado, se notaba en su rostro.

—No. Ya te dije que ella no quiere hablar con nadie últimamente. Además, ¿no se supone que tú eres su novio? ¿A ti tampoco te ha dicho nada?

—No... Ella me bloqueó desde hace dos semanas, y desde entonces no me he podido comunicar con ella. Es por eso que vine a Tokyo a ver qué sucedía.

—¿Mi hermana te hizo eso? ¿Tuvieron alguna pelea?

—¡Claro que no! Vine a Tokyo gracias a un viaje escolar hace días... ¡Nos encontramos y nos besamos muchas veces esa vez! En ningún momento peleamos... —dijo él con mucha seriedad. Luego, agachó la cabeza y agregó—: Pero... en la noche quise llamarla y me dijeron que no tenía autorización para comunicarme con ese número.

—Ya... Ya veo. Así que viniste a ver a mi hermana al no poder hablar con ella, ¿no es así?

—No... ¡Vine a quedarme con ella! Me transferí al mismo instituto donde va ella para estar a su lado más tiempo.

—¡¿En serio?! ¿Eso significa ahora estás viviendo aquí? —dijo Rin muy sorprendida.

—Así es —respondió él sin ninguna emoción.

—Por cierto, Haruto, ¿a dónde vas? ¿Vas a la casa a ver a mi hermana? Será mejor que no vallas. Nuestros padres no te dejarán verla.

—¿Eh? P-Pero... —comenzó diciendo él con dificultad. Se le había hecho un nada en la garganta al escuchar que no podrá verla hoy—. Vine hasta aquí para nada...

—No te desanimes. Le diré que te vi y viniste a vivir aquí para estar con ella más tiempo. Se lo diré quiera o no quiera escuchar. Lo que te hizo es muy terrible.

—¿De verdad? Te lo agradecería mucho —dijo él con una sonrisa.

—No... No es nada... ¡Bueno, te veo luego!

Rin se retiró y Haruto quedó con muchas dudas. Descubrió que Eba se encontraba bien pero también se enteró que últimamente ha estado muy triste...

—Me pregunto... qué es lo que le pasó para que esté tan triste... Y además de eso... ¿Huh? Un momento... —Haruto pareció recordar algo y se corrigió él mismo—. Si Rin dijo que ella no quería hablar con nadie... puede ser que ese sea el motivo por el que no quería que la llamara. Entonces fue por eso...

Haruto, debido a que Rin le dijo que sus padres no le permitirían verla, regresó. En su trayecto estuvo muy pensativo y casi no le prestó atención a su alrededor. Pero gracias a eso, no sintió el camino y llegó muy rápido al apartamento donde vive. Él se tiró a la cama totalmente exhausto apenas llegó. Y sin darse cuenta, se quedó dormido.

Continuará...


En el siguiente capítulo, la historia se centrará en Eba. También, Haruto se enterará que ella ahora tiene novio. ¿Cómo lo tomará él? ¿Se quedará sin hacer nada?

Notas del autor: comencé a escribir esta historia con la idea de "¿qué pasaría si Haruto llegara y evitara que Eba se hiciera novia de Kazama?"... Lamentablemente, la historia al parecer se extenderá un poco más y ponerlo en un capítulo no me convencía.

¡Pero que no cunda el pánico! Amo a la pareja Haruto x Eba, así que no dejaré que la misma historia se vuelva a repetir otra vez. De hecho, Kazama no tendrá tanta participación en el siguiente capítulo, muajajaja (risa malévola). En vez de eso, Haruto y Eba se encontrarán en el instituto y hablarán de muchas cosas...

Ya que lo he aclarado todo, me despido por el momento. ¡Nos leemos luego!