Mini-Fan Fic: Infierno al volante
Outtake
Treinta años después de salvar a Nessie.
Bella POV
Tengo cincuenta y dos años, vivo con Nessie, pero ahora mismo estoy hospitalizada, estoy enferma de cáncer, hace dos años que comenzó esta enfermedad en mi cuerpo y se fue expandiendo.
Voy a morir. Son mis últimas horas de vida, no lo digo yo, lo dice el médico.
-Ve a casa a descansar –dije mirando a Nessie que se quedaba dormida en una silla.
-Estoy bien mamá –susurro ella y se acerco a tomar mi mano –Me quedare contigo, el médico dijo que puede suceder en cualquier instante.
-Ve a casa con tu esposo e hijos –exclame.
-¡Abuela! –exclamo Leah, hija de Nessie, abrazándome.
Era la niña mayor, luego le seguía Seth y por ultimo Edward Junior.
-¿Cómo esta? –pregunto Jake apartando a Nessie.
Jake era su esposo, estaba preocupado, podía verlo en su rostro.
-Mal, el médico dijo que sucederá en cualquier momento –explico ella y deje de oírlos, Seth comenzaba a contarme como le había ido en la escuela.
-¡La abuela está enferma idiota, no le hables de esas estupideces! –grito Leah empujando a Seth.
-Ya, ya… ¡Basta! No peleen –susurre separándolos y sentándome en la cama –Voy a estar cuidándolos desde el cielo ¿saben?
-¿Cómo la abuela Alice? –pregunto Seth.
-Si mi amor –susurre con lagrimas en mis ojos.
-No te vayas –sollozo Leah abrazándome con fuerza.
Leah tiene diez años, ya comprende todo perfectamente. En cambio Seth con seis todavía no comprendía el hecho de que no volvería a verme físicamente a su lado.
-¿Quieres cargarlo? –preguntó Jake dándome a Edward Junior en brazos.
-Si –susurre y lo tome con cuidado, era tan pequeño, tan solo tenía unos meses.
-No deberías haberlo traído, es peligroso para un bebe tan pequeño venir a un hospital –comente mirando a Jake.
-Supuse que querrías despedirte –exclamo Jake sollozando.
-No llores, están los niños, todo estará bien –explique tomándolo de la mano.
Asintió y fue a consolar a Nessie que estaba llorando fuera de la habitación, pude verla cuando Jake entorno la puerta.
-¿Abuela? –pregunto Seth intrigado.
-Si cariño –pregunte mirándolo.
-¿Estarás cuidándome?
-Claro que sí, todo el tiempo –susurre besando su frente.
-Hay que irnos –exclamo Jake mirando a los niños con lastima.
-Adiós cariño, cuídate y se buena niña –dije con un hilo de voz besando a Leah en la mejilla.
-Adiós abuela, te amo –susurro ella y soltó una lagrima.
Los niños me decían abuela porque crie a Nessie, ella les había explicado que no era su verdadera madre, pero que era su madre del corazón.
Conocían perfectamente por fotografías a sus abuelos verdaderos, de sangre, Alice y James, y por supuesto conocían también a Edward, su bisabuelo.
Por mucho tiempo Nessie llamo a Jasper papá, hasta que llego a la adolescencia y comprendió que él no lo era. Tuvimos que explicarle lo que sucedía y le contamos toda la verdad.
Jasper murió una semana antes de que Nessie cumpliera los dieciséis. Ahí fue cuando me hice cargo sola de ella.
A los diecinueve conoció a Jake y rápidamente se enamoraron. Acepte su amor porque supe que era un buen muchacho, y lo fue, fue lo mejor que pudo encontrar. El esposo perfecto que había deseado para ella. Ese que la cuidaría cuando yo ya no estuviera en este mundo.
Y pronto tuvieron a la preciosa Leah, una niña de cabello castaño y ojos almendrados. Al tiempo Nessie comenzó a estudiar la carrera de abogacía y se gano una beca en Harvard.
Nos mudamos todos con ella a una casa cerca de la universidad y apoyamos su sueño. En cuanto se recibió volvió a quedar embarazada, esta vez de Seth, un muchachito tímido de cabello cobrizo y ojos marrón.
Los crie con amor y viví con ellos todo este tiempo, nunca me dejaron sola, nunca.
Hace dos años atrás me enferme de cáncer y luego me cure, pero hace un par de meses volvió. Y esta vez fue letal.
Uno meses más tarde de que me enterara que el cáncer había vuelto Nessie dio a luz al hermoso Edward Junior, era igual a Edward, parecía su reencarnación, lo juro, era idéntico, cuando lo vi por primera vez me impresione con el parecido. Esa fue mi alegría, ver a Nessie formando una familia preciosa, iba a morir, pero la dejaba en manos de una familia que la amaba más que nada.
Seth me despidió con un gran abrazo y le pedí que fuera un buen niño y que le hiciera caso a su madre.
-Lo hare abuela –susurro él y tomo de la mano a Leah para irse.
-Cuídate y cuídalos –dije dándole el bebe a Jake.
-Lo hare, lo hare –respondió él y me dio un beso en la frente.
Seth movió su mano despidiéndose y note como Leah retenía las lágrimas.
-Adiós mis niños –susurre y los observe irse.
-¿Estás bien? –pregunto Nessie acercándose.
-Si cariño –respondí sollozando.
-Te amo mamá –expreso ella y me abrazo con fuerza.
-Todo estará bien, te cuidare siempre, siempre –exclame y bese su mano.
Al rato me quede dormida.
Podía sentir las voces a mí alrededor.
-¿Isabella? ¿Isabella? Creo que ha muerto –susurro una voz.
Comencé a sentir que flotaba, no estaba en mi cuerpo, era como si mi alma se hubiera desplazado fuera.
Vi mi cuerpo y a Nessie a su lado llorando desconsoladamente.
-Ha muerto –dijo el médico palmeando su espalda.
-Oh dios mío –susurre y me di cuenta, había muerto.
Una luz me encandilo.
-¿Qué? –pregunte mirando hacia la luz que me atraía.
-Bella –dijo una voz en forma de susurro dentro de la luz.
Camine hacia ella y me enceguecí, la luz era demasiado fuerte.
-¿Hola? –pregunte algo asustada, no sabía lo que me esperaba del otro lado.
Mi alma transparente se hizo cuerpo nuevamente.
Note como mi piel se rejuvenecía, mis manos volvían a tener un color normal, ya nada dolía, mi cuerpo estaba perfecto, mi cabello comenzó a crecer y se volvió sedoso.
-¡Oh! –exclame observando mis manos.
Parecía una joven de veinte años.
-Isabella –susurró una voz masculina, podía reconocerla, era Edward.
-¿Edward!? –exclame mirando hacia los lados.
-Aquí, tranquila –tranquilizo su voz.
Seguí caminando y vi una sombra a lo lejos.
-Aquí estoy –susurro Edward y vi su cuerpo.
-¿Estoy en el infierno? –pregunte caminando hacia él.
-No cariño, es el cielo, fui perdonado –exclamo y camino hacia mí.
-¡Edward! –grite y lo abrace frenéticamente.
-Estoy aquí cariño, estoy contigo –exclamo besando mis labios.
Comencé a llorar, estaba ahí esperándome, esperando por mí en el cielo.
Nuevas sombras se acercaban a mí, pude distinguir a Jasper que se acercaba con una gran sonrisa.
-Jasper –susurre mirándolo.
-Ella es Alice –comento Edward señalándome a la madre de Nessie.
Me acerque a ella y la tome de las manos.
-Has convertido a mi hija en una gran mujer –exclamo y me abrazo.
-Estoy orgulloso de ti –dijo Edward tomándome de la mano luego.
-Te he extrañado tanto –susurre mirándolo.
-Y yo a ti cariño, ha sido una eternidad –suspiro acariciando mi mejilla.
-Te amo Edward, te amo tanto…
-Te amo Isabella, este será nuestro para siempre, aquí, juntos –susurro y concluyo la frase con un beso.
Fin