Disclaimer: Naruto no me pertenece, es creación de Masashi Kishimoto.


"Siempre Equipo Siete"


Nota: Fic SasuSakuNaru, Post-Manga, Lemmon.


Capítulo 1.


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Desde que asumió el cargo como líder de Konoha, nunca dejó de agradecer el día en que aprendió a usar el Jutsu Multiclones de Sombra.

Realmente aquella técnica lo sacaba de apuros, en este momento, el Séptimo se encontraba realizando cinco tareas distintas. El verdadero Naruto se encontraba en su oficina, distribuyendo las misiones por clases; un clon estaba haciendo una visita por las aulas de la Academia de Ninjas; otro se encontraba en una reunión junto a Shikamaru; dos clones cargaban y subían por la Torre del Hokage pergaminos encriptados; y el último clon caminaba en dirección al Hospital Central de Konoha.

Este último clon tenía el deber de recoger el informe presupuestal del Hospital, informe hecho por su mejor amiga y compañera de equipo, Sakura Uchiha. 'Uchiha', sonrió nostálgicamente, recordando la época en que una Sakura Haruno con ojos brillosos y larga cabellera rosa moría por llamar la atención del Gennin Sasuke Uchiha. Ahora estaban casados, con una hija que lo admiraba, que lo veía como un ejemplo a seguir, pensó modestamente. ¿Pero qué había de él? Él también estaba feliz; casado, con dos hijos, uno más complicado que el otro pero los amaba a ambos por igual. Y no solo eso, ahora se dedicaba a lo que tanto había soñado desde pequeño, protegía y lideraba la aldea que tanto quería, a pesar que el trabajo no era lo que esperaba ya que lo mantenía ocupado las 24 horas del día, ocasionándole problemas familiares ya superados, dígase Boruto.

Llegó al Hospital y se dirigió hacia la joven quien se encontraba detrás del mostrador que portaba un cartel con la palabra "Consultas", ordenando algunos papeles; Naruto recordó los que aún faltaba revisar en su oficina y soltó un bufido de resignación.

— ¿Dónde puedo encontrar a Sakura-chan?

La joven al escuchar su voz casi suelta los papeles que tenía en sus manos.

— ¡Lord Hokage!— exclamó sorprendida, un leve sonrojo empezó a aparecer en sus mejillas— Uchiha-sama se encuentra en el quinto y último piso, en la oficina de Dirección. Le anunciaré su llegada en seguida.

La joven tomó el comunicador del mostrador, pero Naruto se lo impidió, tomando el auricular y volviéndolo a colocar en su lugar. El sonrojo de la joven se acentuó.

— Quiero que sea una sorpresa, tiempo que no la veo— le comentó alegremente.

— Es mi obligación anunciarle las visitas, Lord Hokage, además ella…

— Nada. Es una orden del Hokage— fingió seriedad, pero al segundo le regaló una sonrisa cómplice, le gustaba jugar con el poder que había obtenido.

La joven asintió apenada y lo vio encaminarse hacia las escaleras. Naruto había decidido subir a pie a pesar que podía optar por el ascensor, quiso conocer el lugar donde su amiga laboraba ahora que Sarada era Chunnin y solía estar fuera de casa para realizar misiones más complicadas.

Supuso que en su casa se sentiría sola, su esposo e hija fuera… Rayos, hubiera deseado algo mejor para Sakura, aunque ella decía ser feliz. Y lo veía en sus ojos, ella era feliz, comprendía el camino ninja que había elegido Sasuke, el proteger la aldea desde las sombras; y también entendía que los niños crecen y que más pronto que tarde ellos dejaban de ser dependientes y partían. Pero él sabía que Sakura podía ser más feliz, porque los días en que regresaba Sasuke y se quedaba en la aldea, las personas que la veían comentaban que tenía un brillo diferente en sus ojos y hacían más comentarios con doble sentido, como si fueran testigos de su vida sexual.

Al fin y al cabo, siempre que ella mantenga esa amplia sonrisa en su rostro, entonces él estaría bien.

Al llegar al quinto piso notó que este se encontraba desolado; hasta llegó a pensar que se había equivocado, pero notó que ya no había más escaleras por donde subir y que por lo tanto, estaba pisando el último piso, es decir, el quinto.

Caminó a lo largo del pasillo y se pudo percatar que en las habitaciones de aquel piso se hallaban materiales propios del local: muletas, sillas de rueda, carpetas.

Tal como dijo la joven del primer piso, al final del pasadizo vio inscrito en la puerta la palabra "Dirección".

— Al fin te encuentro— susurró para sí mismo.

Caminó hacia la habitación dispuesto a tocar, pero su aún existente alma de niño lo detuvo, sonrió recordando cómo le encantaba molestarla y tomó el pomo de la puerta dispuesto a entrar sin aviso y gritando su nombre, pero un ruido dentro de su habitación detuvo su acción. Al no tener la pequeña rendija que tenían los demás cuartos, pegó su oreja a la puerta y escuchó uno que otro sonido constante, como un golpeteo de puerta.

Su mente no tradujo el sonido que había escuchado.

Se separó de la puerta y no escuchó nada, tomó la manija de la entrada y la abrió sigilosamente; sin dar un paso hacia adelante, inclinó la cabeza hacia un lado para lograr ver una escena por demás… incómoda.

Ni siquiera tenía idea de que Sasuke Uchiha había regresado a la aldea.

Sobre el escritorio, su amiga; no, su mejor amiga, con el vestido arrugado y subido hasta la cintura, era penetrada por detrás por su amigo; no, mejor amigo, Sasuke.

Cierra la puerta, retirémonos, nada pasó. Rápido, ¿qué esperas?

Sus pies quedaron pegados al piso. No lo entendía, lo que estaba viendo era incómodo, bochornoso, asqueroso.

Excitante.

Estaban prácticamente copulando con ropa, Sakura conservaba su vestido rojo y Sasuke permanecía con casi todas sus prendas, a excepción de su capa la cual descansaba en uno de los asientos; solo los primeros botones de su camisa negra estaban desabrochados, su chaleco blanco y la cremallera de su pantalón estaban abiertos. Naruto dedujo que estaban teniendo sexo rápido, y no los culpaba; Sarada podía estar en casa en ese momento —no lo sabía realmente— y el tiempo que permanecían separados debía de alborotar sus hormonas como las de un adolescente, provocando que cojieran necesitados y desesperados en cualquier lugar, aun si este era la oficina de un Hospital.

El cuerpo de Sakura iba hacia adelante y hacia atrás, ocasionando los golpeteos del escritorio contra la pared. Naruto podía observar su trasero y la extensión de sus piernas. Recordó que de adolescente —y hasta de niño— había deseado ver desnuda a la pelirosa, hasta había formulado planes en su enferma y caliente cabeza juvenil para lograr su cometido. Pero ahora era muy diferente, él estaba casado y era feliz, era Hokage y la gente lo… ¿Entonces por qué no dejas de mirar?

Intentó culpar su excitación a lo morbosa de la situación, vamos, ¿qué persona no se excita al ver gente teniendo sexo? Lo mismo hubiera pasado con cualquier otra pareja, intentó imaginar a su asesor Shikamaru con su esposa y no, él hubiera salido despavorido ante la escena.

Al parecer esa atracción juvenil por su amiga pelirosa no había desaparecido.

Aclarada su mente y pidiendo al cielo que lo perdonen, decidió quedarse a ver un poco más, dejando salir su lado voyeurista a flote.

El rostro de Sakura estaba oculto, lastimosamente, pero Naruto aun así empezó a imaginarla: su rostro sonrojado, sus labios apretados intentando no hacer más ruido, sus ojos nublados de lujuria y su hermosa y amplia frente —que tanto adoraba—perlada de sudor. Se puso más duro. Casi podía sentirla jadear en su oído.

— Sasuke…— la oyó gemir bajito.

Ese llamado a su esposo debió bajarle la calentura; pero sucedió todo lo contrario, lo encendió más. Grabó la voz excitada de su amiga, ya luego transformaría la palabra hasta volverla su nombre.

Y Sasuke… Dios, cuánto se había burlado de él acerca de su sexualidad; él, frío y distante, ahora movía su cadera contra las nalgas de su fantasía juvenil, cada vez más rápido, provocando sonidos sexuales que le hacían querer tocarse; de vez en cuando el Uchiha se subía la camisa negra por comodidad, supuso, o tal vez para ver como su miembro embestía la entrada de Sakura, al menos eso es lo que él haría para disfrutar más el momento. Por un minuto deseó ser él, ser él quien cumplía su fantasía de años con aquella mujer de cabellos rosas.

— ¡A-ah!— soltó un gemido más alto.

Naruto dudó de su cordura, lo máximo que podía hacer era ver, sabía que estaba prohibido el tocar, y eso lo frustraba más.

Concentró su mirada en aquella parte del cuerpo de Sakura que tanto había anhelado tocar. Amaba el color rosado de sus nalgas, se preguntó si serían tan suaves como en sus sueños húmedos lo eran.

Hubiera seguido observando pero algo lo alarmó, aquellos ojos fríos y negros lo observaban sin dejar de moverse.

Se miraron por unos segundos, hasta que la razón se apoderó del cuerpo excitado de Naruto y lo hizo retroceder. Dio unos pasos atrás y deshizo el clon de sombra.

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Sasuke lo había estado observando por segundos. Al parecer Naruto estaba tan absorto en el trasero de su mujer que no se había percatado de su mirada. Pero él, como buen Uchiha, se había percatado de su presencia desde antes; pero decidió seguir esperando que Naruto por propia vergüenza se retire, porque por él ni muerto iba a parar, admitía dolorosamente que estaba necesitado; en la espera de que eso sucediera, se dio cuenta lo mucho que lo excitaba que lo vieran teniendo sexo con su esposa.

Y a Sasuke Uchiha no le excitaba cualquier cosa.

— ¿Sasuke-kun?— la oyó susurrar, al disminuir las estocadas por sus pensamientos.

Por ejemplo ello, amaba que su esposa lo llamara así en la intimidad.

Aumentó el ritmo, sintiendo cómo Sakura empezaba a apretarlo más. Sí, Sakura era una de las metas que Naruto jamás alcanzaría… aunque siempre era divertido jugar con él. Naruto, su mejor amigo, siempre iluso y buena persona; aún recordaba cómo se burlaba internamente cada vez que Sakura lo rechazaba en sus épocas de Genin, cuando recién nacía el Equipo Siete.

Amaba que lo rechazara.

Sentía un placer oculto y culposo cada vez que ella hacía eso.

Una idea algo enferma empezó a apoderarse en su mente, haciéndose cada vez más y más fuerte.

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Naruto dejó de escribir en el papel que reposaba en su escritorio. La experiencia que había obtenido su clon empezaba a llegar a la mente del Naruto original.

Se sonrojó a rabiar y no solo eso, empezó a sentir que su pantalón se hacía cada vez más estrecho.

Debía encontrar rápidamente una solución para su repentina erección.

Se había olvidado del efecto secundario del Jutsu Multiclones de Sombra.

Demonios.

:_:

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N/A: Hola! Con respecto a este fic seré sincera, quería escribir algo como esto hace tiempo; mi amor por el Team 7 es tan grande que escribo lemmon entre los tres :v

Haré algunas pequeñas aclaraciones antes de que decidan continuar con el fic si es que gustan:

1. Este fic durará poco, máximo 5 capítulos, tal vez 3.

2. Es un fic SasuSakuNaru, sí, tres o sea trío; al principio será más SasuSaku porque pues están casados xd, pero no ahondaré tanto (como en este capítulo) porque quiero centrarme en el trío, repito, lemmon entre los tres no por separado. No, no hay yaoi, no pude :'v

Sin más que decir, espero les interese el proyecto, se me vino a la mente cuando vi la foto que está de imagen de perfil en el fic.

¡Que tengan buen día!

:B