Buenas, la verdad es que llevo desde que terminó Naruto con la idea de hacer este fic pero por algún extraño motivo nunca me animaba a hacerlo del todo. La verdad es que perdí mucho interés en escribir sobre esta serie pero por algún motivo estos días me ha vuelto la inspiración y sentía la necesidad de dejar salir esta historia de mi cabeza.

Antes de empezar informaré que se trata de una historia NaruSaku que empieza un poco después del final del Naruto Gaiden (701-710) que pudimos ver en primavera. Obviamente habrá, de forma inevitable, escenas Anti-NaruHina y Anti-SasuSaku así que si consideras que esto puede afectarte te invito amablemente a no leer esta historia.

Y como ya sabéis, los personajes de Naruto no me pertenecen a mi, si no a Masashi Kishimoto. Saludos y os dejo con el Prólogo.

That's not me

Si ya tengo todo lo que necesito, ¿Por qué sigo perdido?
No soy yo, definitivamente este no soy yo.
Cada vez que pienso en ti mi corazón duele.
Este no soy yo, no soy tan débil.
El amor debería volverme más fuerte.
Pero cuando te fuiste me convertí en alguien que no soy yo.
¿Por qué las lágrimas fluyen sin descanso?
Este no soy yo, definitivamente no soy yo.
Cada vez que pienso en ti me vuelvo loco.
A pesar de que quería cambiar, nada de lo que aprendí fue de ayuda.
Esta persona que no sabe amarse a sí mismo no soy yo.
La persona en la que me he convertido… no soy yo.

Prólogo

Habían pasado doce años desde que terminase la Cuarta Guerra Ninja, la Villa Oculta de la Hoja vivía una larga y prospera época de paz bajo el liderazgo de Naruto Uzumaki como Séptimo Maestro Hokage.

Las relaciones con las demás villas seguían totalmente intactas, la expansión tecnológica y cultural continuaba creciendo y no había ningún peligro a la vista, definitivamente eran buenos momentos para habitar el mundo ninja, algo que sin duda los Shinobi se habían ganado a pulso.

Aquella mañana Naruto estaba en su despacho trabajando junto a amigo Shino en los preparativos para el examen de Genin que se realizaría en breves.

- Pues creo que es buena idea, hacer solo la prueba del Bunshin no Jutsu me parece algo flojo. – Le dijo el Hokage al profesor de la Academia Ninja.
- Teniendo en cuenta que usted suspendió dicho examen pensé que no estaría de acuerdo. – Le dijo Shino haciéndole reír.
- Pero en esa época yo era muy malo, los chicos de esta generación están bastante mejor preparado y estoy seguro de que no habrá problemas. – Naruto se puso algo más serio ahora. – Y por favor no me trates de usted… es violento.
- Pero usted es el Séptimo Hokage. – Respondió Shino como si fuese lo más obvio del mundo.
- Somos amigos desde niños, es absurdo que ahora me hables así. En fin, estoy cansado de discutir esto con todo el mundo. – Al decir aquello frunció el ceño, después de todo tenia aquella misma conversación con todo el mundo.
- Como sea… ¿Cree que es buena idea hacer más difícil el examen? Últimamente Boruto ha estado desatendiendo las clases… sabe que su nivel es superior al de la media y últimamente no se toma en serio las clases… podría suspender.

Naruto suspiró, sabía que últimamente su hijo había estado distraído y ya no se tomaba en serio casi nada. Pero no iba a rebajar el nivel de los exámenes solo por el bien de su propio hijo.

- Hablaré con él… intentaré hacerle entrar en razón. Pero si sigue así el único que saldrá perjudicado es él. – Naruto quería confiar en que su hijo fuese lo suficientemente inteligente como para entender esto.

Shino se levantó del asiento, después de todo ya no había nada más de lo que hablar. Naruto hizo lo mismo para acompañarlo hasta la puerta. No había dejado que convertirse en Hokage lo acomodase en los privilegios de su título, especialmente con sus amigos.

Cuando llegaron a la puerta se dieron la mano en forma de despedida.

- Hablamos otro día. – Se despidió Naruto sonriendo.
- Por supuesto, tenga un buen día Hokage-Sama. – Le dijo Shino antes de abrir la puerta y marcharse.

Naruto cerró la puerta después de que el ninja del clan Aburame se marchase, nada más hacerlo la sonrisa de su rostro se esfumó y dio un pequeño suspiro. Se dio la vuelta y vio la enorme columna de papeles que había en su mesa, aquel día se le estaba haciendo demasiado largo.

Desde niño había soñado con convertirse en el Maestro Hokage de Konoha, a veces se preguntaba si realmente todo aquello había merecido todo su anhelo. Era cierto que en aquel momento tenía el aprecio de todos, pero también lo tenía desde mucho antes incluso.

Al final no se había convertido en Hokage y todos le habían admirado por ello. Al final se convirtió en Hokage porque todos le admiraban.

De niño solía imaginarse al Maestro Hokage partiendo junto a los mejores ninjas realizando las misiones más peligrosas. Ahora se daba cuenta de que era todo lo contrario, era aquella figura que debía ser una constante en la villa. Aquel que siempre debía estar en ella para poder protegerla.

Podía contar con los dedos de una mano las veces que había salido de Konoha para realizar una misión en los dos últimos años. La última vez fue aquella que fue a buscar a Sasuke Uchiha para tratar el tema de aquel extraño que decía querer revivir Akatsuki y tenía un pequeño ejército de clones con Sharingan.

Y ya hacía seis meses de aquello.

La verdad es que aquella pequeña aventura junto a las dos niñas, Sasuke y Sakura le hizo recordar un poco a su época de Genin. Quizás comenzaba a echar en falta aquella época en la que era un Shinobi normal y corriente.

Trató de no pensar demasiado en aquello y terminar todo el trabajo que había acumulado. Además, durante aquel pesado proceso iba recibiendo las constantes visitas de diferentes shinobis que entregaban los informes de las misiones que habían realizado y se veía obligado a felicitarles por su buen trabajo cuando en realidad por un solo día le gustaría poder cambiarse por ellos.

Entre algunos de ellos se encontraban sus amigos de toda la vida que solían animarle parcialmente aquellas tediosas mañanas.

- Buenos días Hokage-Sama. – Le dijo una voz que conocía totalmente.

Naruto suspiró, aunque esta vez lo hizo junto a una pequeña sonrisa en su rostro.

- ¿Hasta cuándo seguirás llamándome así, Sakura-Chan? – Preguntó Naruto mirando hacia la puerta, donde estaba su excompañera de equipo.
- Hasta que dejes de ser el Hokage. – Bromeó ella sonriendo.

Sakura ya no forma parte de ningún equipo oficial de Shinobis, aunque eventualmente solía realizar misiones con algún equipo que necesitase de un miembro o simplemente como miembro de un equipo formado sobre la marcha. Solía hacer unas tres o cuatro misiones al mes, Naruto se conformaría con mucho menos.

En su lugar, ahora se encargaba de dirigir en su totalidad la unidad de medicina ninja del Hospital Medico de Konoha, del que también formaba parte de la junta de dirección. También se encargaba de impartir clases en Ninjutsu Medico para aquellos aspirantes avanzados que decidiesen llevar su camino en aquella dirección.

- ¿Qué necesitas? – Preguntó Naruto sabiendo que aquella visita no era para que charlasen dos viejos amigos, se trataba de algo relacionado con el trabajo.
- Veras, necesito que apruebes un pequeño aumento del presupuesto para comprar más material para las clases.
- ¿Qué ha pasado con el que compramos a principio de año?
- Nada, solamente hay muchos estudiantes nuevos y no es suficiente con lo que tenemos, las clases se están ralentizando mucho. – Respondió Sakura para después suspirar.
- Vaya, ahora todos van a querer ser Ninja Medico. – Comentó Naruto bromeando.
- Lo dices como si fuese algo malo. – Se quejó Sakura fingiendo molestia.
- Solo lo digo de broma. Dame eso y te lo firmo. – Añadió al final sonriendo y estirando su mano.

En menos de un par de segundos Sakura le entregó la petición y Naruto la firmó.

- Muchas gracias. – Dijo ella recuperando el papel.
- De nada, si es para algo bueno no me importa que haya que reducir de algún otro sitio. – Respondió el rubio con tranquilidad.

Sakura le hizo un pequeño gesto con la mano y se dispuso a marcharse por la misma puerta por la que había llegado. Aunque se detuvo antes de hacerlo.

- Me alegra haberte visto Naruto. – Le dijo ella llamándole por su nombre, se le había hecho un poco frio que hubiesen tenido aquel trato tan profesional como el que tiene alguien hacia su jefe. Eran amigos desde la infancia después de todo.
- Lo mismo digo, espero que vaya todo bien por casa. – Le dijo después el Hokage sintiendo también que cada vez se alejaba más de sus amigos.
- Igualmente. – Respondió después con una pequeña sonrisa algo forzada. Sakura se marchó prácticamente al instante.

Naruto se quedó unos segundos extrañado mirando hacia aquella puerta cerrada un tanto extrañado por la forma en la que Sakura había terminado despidiéndose.

- Serán imaginaciones mías. – Dijo al cabo de medio minuto para después volver al trabajo.

Las horas fueron pasando y poco a poco el final del día llegó. Cuando salió de la torre Hokage el sol ya hacía varias horas que se había marchado y la luna y las estrellas brillaban intensamente en el firmamento.

Por la calle la gente le saludaba efusivamente, era el Maestro Hokage de Konoha. Aquello le gustaba pero a veces se le hacía algo pesado. Muchas veces no podía limitarse a pasear tranquilamente por la villa.

Por el camino de vuelta a casa se dio cuenta de que tenía bastante hambre, aquel día había salido un poco más tarde. Decidió que haría una pequeña parada en el puesto de ramen, de vez en cuando le gustaba hacerlo ya que era una costumbre que tenía desde niño.

Sabía que a Hinata no le gustaba que hiciese aquello ya que ella prefería que cenasen todos juntos en familia pero como aquel día se había hecho tarde no pasaría nada.

Teuchi y Ayame le recibieron con una sonrisa, después de todo era un cliente de toda la vida por no hablar de que podían decir que el propio Maestro Hokage tenía Ichiraku Ramen como su restaurante favorito.

- Ponme lo de siempre. – Le pidió Naruto sonriendo a Ayame después de saludarles.

Quiso cenar rápido ya que tenía ganas de llegar a casa y dejar que el día terminase. Cuando llegó a su hogar cerca del barrio Hyuga pudo darse cuenta de que no había casi nada de ruido, cosa extraña entre sus hijos.

- Buenas noches cariño. – Le saludó su esposa con una sonrisa al verle llegar.

Hinata se encontraba en el salón arreglando una camiseta de su hija pequeña que se había hecho un pequeño agujero, seguramente jugando en el jardín. Naruto se maldijo por no haber podido estar junto a su hija mientras se divertía.

- Buenas noches. – Le respondió Naruto forzando una sonrisa a pesar del agotamiento mental, después de todo ella no tenía la culpa del enorme sosiego que vivía en su puesto de trabajo.

Se saludaron con un corto beso y después precedió a quitarse su capa de maestro Hokage.

- ¿Y los niños? – Preguntó Naruto mirando a su esposa.
- Están ya durmiendo, hoy has vuelto muy tarde. – Respondió Hinata.
- Lo sé, tenía mucho trabajo acumulado. Me habría gustado verles. – Naruto parecía apenado en aquel momento.
- ¿Quieres que te prepare algo para cenar? – Preguntó la Hyuga dándose cuenta de la hora que era.
- No hace falta, como era tarde no quería molestarte y he cenado en Ichiraku.
- Oh… no habría sido una molestia. – Añadió ella. - ¿Cómo ha ido el día? – Preguntó después.
- La verdad es que al final se me ha hecho largo, ha sido muy pesado. – Era irónico como parecía agotarse más después de estar todo el día sentado a cuando realizaba misiones durante dos o tres días consecutivos. El agotamiento mental solía hacérsele muy pesado.
- Vaya, un día de estos deberías tomarlo libre y pasar el día todos juntos. A Boruto y a Himawari les haría mucha ilusión.
- Pues no suena mal la verdad…

Naruto le dijo a Hinata que se marcharía a dormir ya, después de todo estaba cansado y no había mucho más para hacer antes de que terminase el día.

Se quitó la ropa y se puso su pijama, después se tumbó en la cama de matrimonio de su habitación y se dispondría a dormir. Hinata le dijo que iría cuando terminase lo que tenía entre manos.

Aquel pesado día terminó por fin. Aunque Naruto tampoco se quejó demasiado, después de todo había sido exactamente igual que ayer y seguramente mañana sería lo mismo.

CONTINUARÁ…