Disclaimer: The lost canvas no me pertenece.


Hace tiempo que dejé de pensar en cómo podría ser mi futuro. Opinaba firmemente que era una pérdida de tiempo completamente innecesaria. Tomar la decisión de convertirse en un caballero de Atenea es, por regla general, aceptar un riesgo. Vestir la armadura de Piscis en concreto equivale a firmar una condena de muerte. De ahí que tuviera la convicción de que mi futuro ya estaba decidido. Lugonis de Piscis morirá durante alguna batalla, en la más absoluta soledad, antes de encontrar algo por lo que merezca la pena vivir.

Aquellas creencias sobre el futuro ya solo son cosa del pasado. Todo ha cambiado desde que llegaste a mí, pequeña flor. Sí, quizás muera durante alguna batalla. Sí, es posible que muera solo, en el sentido estricto de la palabra. Lo que ya nadie podrá decir es que voy a morir sin haber encontrado algo por lo que vivir. Eso, pequeño, es gracias a ti. También es por ti por lo que a veces me sorprendo haciéndome preguntas sobre el futuro. Ya no sobre el futuro del caballero de Piscis, sino sobre nuestro futuro.

¿Cuál será tu primera palabra? ¿Y tu color favorito? ¿Te gustará más el verano, o el invierno? ¿O preferirás el otoño o la primavera? ¿Qué tipo de aficiones tendrás? ¿Serás un niño introvertido y tranquilo o extrovertido y energético? Algo me dice que serás un tipo carismático; que atraerás muchas miradas. Llámalo intuición. Llámalo el deseo de un padre que espera que te conserves impoluto a lo largo de tu infancia, rodeado del veneno de la maldición de los Piscis. Ya lograste sobrevivir en el rosal, sobrevivir a mí, así que sé que hay esperanza para ti, preciosa flor.

Lo único que me preocupa es saber si realmente podré verte crecer. Si tengo el placer de hacerlo, quizás llegue el día en que deba dejar de llamarte mi flor. Quizás sea porque te hagas mayor y te dé vergüenza. Tal vez sea porque las circunstancias me obliguen a ser más formal contigo.

Por eso tu nombre será Albafica.

Así todos siempre sabrán que eres la más preciosa de las flores que crecieron en mi jardín.