¿Dormirías conmigo?

Parte II

¿En qué momento creyó que invitar a su alumna a compartir cuarto con él sería buena idea? Ella era totalmente inútil en su estado. A penas sí caminaba, estaba mareada, la lengua se le enredaba al hablar y el olor a alcohol era demasiado fuerte para su gusto. Sí, pensó que la protegería de cualquier baboso que se le acercase, pensó que actuar como padre responsable le aseguraría un lugar en el cielo ¿pero ahora? Se arrepentía totalmente. Kakashi solo quería hacerse responsable de Kakashi.

— Me siento enferma — se quejaba mientras se aferraba al inodoro

— No estás enferma, estás ebria

— ¡Cuál es la diferencia! Esta sensación es horrible

Se encogió de hombros mientras la miraba desde la cama — Nadie te obligó a hacerlo

Sollozaba — No pienso beber otra vez en mi vida

Rodó los ojos — Ya termina allí y ven a dormir, si descansas te sentirás mejor

Se levantó torpemente, a penas sí podía afirmarse, el mundo le daba vueltas, era una sensación desagradable. Se acercó a Kakashi, intentó mirarlo fijo pero no lo lograba.

Suspiró cansado mientras se levantaba — Duerme tú en la cama

— ¿Y usted?

— El suelo se ve bastante cómodo

— ¡¿Está loco?! Es su habitación, durmamos en la misma cama, a mí no me molesta ¿y a usted?

No, no podía ser el alcohol, él solo había tomado unos cuantos sorbos. Era el atrevimiento y el descaro con el que hablaba Sakura. Ok, era su error, él la invitó a dormir con él, pero no literalmente con él, en ningún momento se le pasó por la cabeza compartir la misma cama.

— ¿Te das cuenta lo que estás diciendo?

— ¡Madure! Somos dos adultos responsables…

Kakashi la miró interrogativo

— ¿Responsables?

Rodó los ojos — Ok… somos dos adultos, sabemos separar las cosas ¿no? Además, solo vamos a dormir, no se imagine cosas conmigo

Su estúpido comentario provocó que el rostro de Kakashi se encendiera totalmente, agradecía que Sakura estuviera ebria, así mañana no recordaría ni lo molestaría por eso… Bueno, no sabía que tanto podía agradecer eso, pues cuando se despertase por la mañana y lo viera a su lado… Temía por su vida.

— Estas borracha, no imagines cosas…

— No imagino nada — se encogió de hombros — bueno sí, algunas veces imagino cosas con usted

Sonrió.

— ¿Y lo puedes decir así? ¿Tan natural? Joder… y me decían pervertido a mí…

— ¡Lo pillé! ¡Maldito pervertido yo jamás dije qué cosas imaginaba! — comenzó a reír exageradamente, provocando que el sonrojo de Kakashi fuera creciendo

Suspiró, otra vez…

— Buenas noches… — tomó una de las almohadas y comenzó a acomodarla en el suelo.

— ¡No se enoje! — Reía — era solo una broma, no me haga caso, estoy ebria

— No me gustan ese tipo de bromas, Sakura. Te invité aquí a dormir por cuidarte de que no se aprovechen de ti, pero ya me estoy arrepintiendo, mejor sal y haz lo que se te dé la gana

— No lo dice en serio ¿o sí?

Silencio, ni siquiera la miró, la dureza en sus palabras la convencieron de que sí hablaba en serio.

— Ok, no debió molestarse, buenas noches

A duras penas avanzó hacia la puerta, saliendo de la habitación y dando un fuerte golpe con la puerta.

Gimió molesto refregándose el rostro — ¡Por qué a mí!

Salió rápidamente de la habitación pero ella no se veía cerca. Ok, está bien, entendía que ella se molestase, pero ella comenzó. Por eso a Kakashi le gustaba estar solo, por eso no le gustaba hacerse cargo de otros, no le gustaba herir a los demás.

Llegó hasta la recepción, pero nadie la había visto. Buscó en la habitación de Sakura, pero seguía cerrada. Naruto dormía, Sasuke también. ¿Dónde diablos se había metido?

Llevaba casi media hora buscándola y nada, como si se hubiera desvanecido. Pensó en volver a la habitación, quizás ella había regresado. Antes incluso de abrir la puerta, escuchó un llanto. Ni siquiera lo pensó dos veces cuando ya se encontraba siguiendo su procedencia.

— ¡Suéltala! — su mano se movió por sí sola, propinándole un golpe que tumbó en el suelo al muchacho que tenía acorralada a Sakura, a penas lo vio se dio a la fuga, pero no tenía tiempo para perseguirlo.

La vio, y se quebró completamente. Sí tan solo no fuera tan frío, si tan solo fuera más comprensivo, si tan solo fuera más amable, habría evitado ver esa imagen. Sakura estaba en el suelo, con la espalda apoyada en la pared. Su rostro estaba húmedo de tantas lágrimas, su camiseta rasgada, con sus pechos casi al aire, tenía unos cuantos rasguños en sus brazos, y dos marcas grandes en sus muñecas, como si hubiesen puesto mucha presión para sujetarla. Su falda había sido arrancada casi completamente. Se tardaba un poco más, y no se lo perdonaría.

Se agachó frente a ella, no sabía cómo reaccionar. La miraba, solo la miraba. Ella ya no estaba ebria, estaba asustada, lo notaba. Se veía tan frágil. Sentía como su boca se movía, pero no salían palabras. Lo siguiente que sintió fue la mejilla ferviente, y la mano de Sakura marcada en ella.

— Saku…

— ¡No me hables! ¡Esto es tú culpa! — decía llorando

— ¿Mi culpa?

— ¡Sí! — Su voz sonaba ahogada, ya no sabía si era por el dolor o la borrachera

Él no era afectuoso, no le gustaba el contacto físico con la gente, pero verla tan vulnerable, hizo que su cuerpo se moviera hacia ella, cobijándola y resguardándola entre sus brazos. A pesar de que ella intentaba salir de allí, terminó resignándose a él. Se aferró a su chaleco y lloraba, y gemía, y se apegaba más a él.

— Perdóname — dijo él, en un hilo de voz

— No me sueltes, por favor, Kakashi no me sueltes — decía contra su pecho

Acariciaba su cabello. Estaba fría, ella, la noche, sus lágrimas. Se apoyó en la pared donde se encontraba Sakura y la tomó entre sus brazos, sentándola en su regazo, mientras seguía acariciándola, como si fuera una niña.

— Perdóname — repetía otra vez

— No es su culpa, no debí ser tan infantil, yo me lo busqué

— No, estás ebria, debí preocuparme más por ti…

— No lo estoy pero… — levantó su rostro y se limpió las lágrimas — no busquemos culpables…

Suspiró — ¿Te hizo algo?

— No… no alcanzó

Apretó los puños — ¿Por qué no te defendiste?

— Estaba asustada

— Volvamos a la habitación…

Se levantó con ella aún entre sus brazos, y la cargó hasta la habitación.

Sakura se sentó en la cama y comenzó a derramar más y más lágrimas.

— Me siento sucia

La miraba… solo la miraba

— Él me… tocó…

Se acercó a ella y se sentó a su lado.

— Quiero quitarme esta sensación del cuerpo

— ¿Quieres tomar un baño?

— No…

Se levantó frente a Kakashi. Él la seguía mirando. Se limpió las lágrimas. Se quitó la camiseta. Se bajó la falda y se mostró ante él solo en ropa interior.

— Tócame… Kakashi, déjame sentir tus manos, hazme olvidar el mal momento, limpia mi cuerpo por favor

— Sakura…

Lo miró llena de lágrimas, no era algo sexual. Ella no quería coger por coger. Ella quería que alguien le borrara el mal sabor, que le hiciera olvidar las manos sucias de un desconocido, que la trataran con delicadeza, con cariño, que la tocaran de la forma en que ella se lo merecía.
Suspiró, lo pensó un momento. No estaría abusando de ella, no… quizás incluso mañana no lo recordaría, hasta esperaba que fuera solo eso, sentir el contacto de sus manos con su piel y no terminara en otra cosa…

La miró a los ojos, la tomó de la cintura, abrió un poco sus piernas y la acercó a él. Besó su abdomen mientras acariciaba su espalda. Pasaba solo la yema de sus dedos, haciéndola estremecer. Sakura cerró sus ojos ante el dulce contacto. Se levantó para quedar frente a ella. Besó su cuello, la abrazó, posó sus labios sobre su frente, susurró en su oído lo hermosa que era. La tomó de la cintura y la alzó, provocando que ella enredara sus piernas en la cintura de Kakashi. Con sus manos acarició sus muslos, tocó sus piernas, beso dulcemente sus labios. Se dio la vuelta para recostar a Sakura sobre la cama, y aprisionarla entre el colchón y su cuerpo. Dejó un camino de besos desde su cuello hasta su ombligo. Volvió a subir para mirarla a los ojos.

— Solo fue un mal momento — beso su frente — no permitiré que nadie más te lastime

— Kakashi — dijo ya más tranquila — por favor… hazme el amor

La miró sorprendido

— No creo que sea correcto

— ¿Y cuando algo es o no correcto?

— Soy tu profesor

— Son excusas

— Acabas de pasar un episodio horrible

— Me has hecho olvidar cada mal momento que pasé

— Te hice enojar

— Me hiciste vibrar

— No se tratar bien a la gente

— Me haces sentir en las nubes

Suspiró — Estás ebria

— Hace un buen rato que ya no lo estoy, desde que… bueno… estuve muy asustada y tuve que reaccionar

— No quiero lastimarte… — esquivó su mirada de ella

Sakura levantó una de sus manos y acarició el rostro de Kakashi — ¿Lastimarme? Me has hecho sentir más segura que en cualquier momento de mi vida, me has hecho olvidar todo con solo ponerme un dedo encima, me has hecho sonreír cuando estaba frágil y devastada, me has contenido Kakashi, siempre lo has hecho

— Sakura…

— No busques más excusas, sé que quieres hacerlo tanto como yo

— ¿Y por la mañana qué?

— ¿Por la mañana? — Sonrió — por la mañana vas a volver a hacerme el amor, y el día que sigue, y el siguiente también

— Tonta

— Bésame

Y lo hizo, y la besó, y dejó que sus sentimientos fluyeran ante el tibio contacto de sus labios.