Advertencias

1.- Se hará mención de otras parejas, pero no apocarán o se interpondrán de manera negativa entre Naruto y Sakura.

2.- Es clasificación "M" no porque vaya a haber escenas de sexo (por si no lo recuerdan o saben, fanfiction no permite ese tipo de contenido), la razón es porque habrá insinuaciones, pero no se llegará a escribir fragmentos con sexo.

La página indica que la clasificación "M" deben leerlo las personas mayores a 16 años, así que si eres menor no leas esto. ¡Ve a leer cosas bonitas! Pero si crees estar preparado para leer mi fanfic. aunque seas menor de edad, estás advertido.


Capítulo #1: La comunicación es lo más importante

Se encontraban en la sala de un departamento. Estaban recostados en un sofá cómodo y pequeño. Eran las siete de la tarde y el chico se arriesgó a decir algo muy atrevido; un chico que se consideraba un sin vergüenza.

—¿Eh?

—¡Lo que escuchaste! —dijo asustado y cubriéndose la cara, esperaba a que reaccionara de manera agresiva. La chica abrió su boca, pero no sabía que decir. Sabía que algún día se hablaría del tema. Ya eran mayores de edad y estaba segura de que Naruto era maduro y responsable.

—Bueno, nosotros...

Dejó de protegerse. Con pena la miró a los ojos y comenzó a sudar de las manos.

—Ahora que estás tranquila no sé cómo reaccionar, creí que no llegaría lejos —dijo Naruto riéndose de nervios.

—Esto es serio, no es algo tonto —Sonrió Sakura y sacó la lengua siendo burlona.

Él se levantó del sofá, colocó sus manos en la cintura, tomó aire y declaró: —¡Soy el shinobi que salvó al mundo ninja, merezco respeto!

—Claro, señor Uzumaki —Hizo una reverencia—. Pero recuerde que soy su querida novia, Sakura-chan. Tengo el derecho de no tratarlo como el mejor shinobi ya que luché a su lado. ¿Quiere usted, Naruto Uzumaki, salir golpeado?

—Siempre que sangre por tu golpe estaré feliz —dijo Naruto con emoción. Se acercó a su pareja y la abrazó con fuerza.

—¡Golpéame, Sakura-chan! —Le dio un beso en su boca y después ambos comenzaron a reír.

—¿Entonces, qué piensas?

Tomó más confianza una vez que Sakura bromeó. A veces le sorprendía lo seguro que se sentía a su lado, ni siquiera tomaba un minuto para ello. Le encantaba que estuvieran juntos. Hizo una buena decisión en declarar su amor. Tenía que tomar el riesgo a sus 17 años.

—Supongo que está... bien.

—¿Supones? —dijo preocupado—. Si no quieres, dímelo. Está bien, puedo esperar.

Ella sabía que nunca se aprovecharía de los demás, ni por más sencillo que fuera la situación. Naruto era un hombre de principios.

—Es que no se mucho sobre "eso" —Sakura resaltó la última palabra.

—Ni yo —él susurro.

—Piénsalo, nadie nos enseña sobre el sexo —dijo ella alterada—. Sé que sonará tonto, ¿cuál es la forma correcta de tener sexo? ¿Hay alguna forma de no quedar embarazada? ¿Y si supiéramos todas nuestras dudas aún quedara la incógnita de: ¿qué hacer si alguien nos descubre?

—Sakura-chan, es la primera vez que me siento más preparado que tú —Sonrió ampliamente. Se asimilaba a un zorro. Le tocaba burlarse.

—¿Ah, sí? ¿Acaso sabes? Sakura colocó sus manos en la cadera, en señal de "a ver maldito, demuéstralo".

—Jiraya-sensei.

El rostro de Sakura cambió a uno de decepción. Sabía que era verdad que Jiraya le había contado sobre temas de adultos, gracias a que en vida fue un gran pervertido. No era necesario haberlo conocido, porque con tal de saber que era "el mejor escritor de erotismo", según Kakashi, podía deducirse su perversión.

—¿Qué es lo que sabes?

—No creas que leí esos libros —dijo haciendo un gesto de disgusto—. Es que ero-senin me contó sobre ello. Fue traumatizante. No sé ni por qué le pregunté qué hacía en los saunas.

Sakura abrió los ojos más de lo normal y sintió su rostro rojo. Estaba apenada por haber oído eso. Si no fueran pareja, él hubiera sido golpeado. Nadie quería saber lo que hizo el legendario senin en los saunas.

—No puedo creer que le haya funcionado —Continuó hablando Naruto—. ¿Cómo es que algunas mujeres lo dejaban? Que pervertido era.

Sonrió. La nostalgia le ganaba cuando hablaba de su difunto maestro, pero ya no lloraba porque estaba seguro de que, si existía el otro mundo, su maestro estaría rodeado de mujeres bonitas. Pensándolo mejor, estaría pensando en la mujer de su vida, Tsunade.

—Entonces, ¿segura de que quieres intentarlo? —dijo Naruto alzando las cejas—. Me enseñó el hombre más pervertido de todos.

—No sé si sentirme segura o insegura ante eso —Rio un poco—. Podemos intentarlo.

—En serio, 'ttebayo?

Tuvo que pellizcarse de la emoción. Sintió cosquillas en el estómago y un escalofrío cubrió su cuerpo. Sus sueños pervertidos podrían salir. Sus manos recorrerían su cuerpo. Podrían ellos ser uno. Podría lograr lo que siempre quiso... ¡Lo haría!

—¿Cuándo? ¿O cómo? —dijo ansioso.

—Todo llegará a su tiempo —Sacó la lengua.

—Gracias, ¡Sakura-chan! —Se abalanzó hacia ella y, quería abrazarla, pero solo logró aplastarla.

Sakura quería preguntarle por qué agradecía. Porque sintió que esa palabra no quedaba para el momento. Además notaba que trataba de reprimir su ansiedad y entusiasmo. Así que decidió llegar al fondo del asunto siendo directa.

—¿Desde cuándo has esperado esto?

—¡Desde que fuimos novios! —dijo el muchacho. Ignoró los sueños eróticos que lo atormentaron desde antes de ser una pareja.

—Entonces, ¿dónde será? —Se acomodó en el sofá para dejar respirar a Sakura. De todas formas a ella no le interesaba que hubiera seguido así, porque era su peso favorito a la hora de los abrazos.

—En tu departamento, aquí —Indicó Sakura—. Nunca sería en mi casa. Apenas mis padres te conocen mejor y no querrás que se arruine tu imagen de chico bueno.

—¡Pero no es malo hacer cosas en privado! —exclamó Naruto con indignación y se cruzó de brazos.

—Lo sé, pero es mi casa —dijo ella incómoda—. ¿Qué tal si se escucha algo? ¿Y si alguien entrara a mi habitación?

—Bien, aquí será —dijo el chico sin vergüenza.

Sakura asintió para que supiera que estaba de acuerdo. Volteó al reloj colgado y supo que había pasado una hora más de la que tenía planeada. Debía ir a su casa para cenar lo que preparó su madre. La mujer esperaba no decepcionarla o que le gritara porque había llegado tarde.

De nuevo tendría que poner la excusa del entrenamiento porque si la señora sabía que estaba con Naruto... El problema recaería más en el ninja y creería que él trataba de "quitarle" a su pequeña y única hija.

—Naruto, me iré o llegaré tarde para cenar —Se levantó del asiento apurada mientras avanzaba hacia la puerta y se colocaba sus sandalias.

—Come bien, Sakura-chan —Le dio un beso en la boca—. Recuerda que podemos intentar lo que tú quieras, solo pídelo. No te apresuraré.

—Lo mismo para ti, Naruto.

—Créeme, siempre estaré dispuesto —Guiñó el ojo.

Naruto abrió la puerta a su novia.

—¿Quieres que te acompañe a tu casa?

—No, porque es urgente que me vaya. Ni siquiera habrá tiempo de hablar en el camino.

—Está bien, buenas noches —Le dio un último beso en la frente.

Ella estaba a punto de cerrar la puerta, hasta que se volteó y dijo: —Estará esperándote mi pequeña flor.

—¿Qué? —Naruto abrió los ojos de más y se puso muy rojo de a cara.

La chica comenzó a reírse y cerró la puerta al salir. Sabía que esto era un gran paso para su relación, donde no solo habría diversión, sino que habría vergüenzas e incomodidades a un nivel nunca antes vistas.


Hasta aquí termina el primer capítulo. ¿Qué les pareció? Por favor, escriban un review para saber lo que me falta o que estoy haciendo bien.

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Muchas gracias por leer, ¡que tengan un lindo día, tarde, noche o lo que sea!