Voy a escribir un libro leyendo el último héroe del Olimpo, ya que no hay fanfic así.

En el Olimpo era un día normal y corriente, aunque en el fondo los dioses estaban preocupados por lo recientemente sucedido, dos semidioses, un sátiro, un cíclope y una mortal habían entrado al famoso laberinto de Dédalo y había habido una batalla en el interior del Campamente Mestizo, campamento que decían que eran seguro para sus hijos, los dioses se preocupaban todos por sus hijos menos Hera que pasaba olímpicamente de todo y se dedicaba a que la vida de una semidiosa hija de Atenea fuera un poco más miserable por el simple hecho de haberle plantado cara.

Zeus estaba discutiendo con Poseidón, Deméter y Artemisa despotricaban contra los humanos destroza fauna y flora, Apolo y Hermes discutían sobre su siguiente broma, Hera suspirada aburrida en su trono y preguntándose porque su marido no le hacía caso, Dionisio leía una revista de vinos, Hestia cuidaba la mar de contenta el fuego, Afrodita corría de aquí para allá intentando que alguien le prestara atención a su sugerencias de cambiar la decoración mientras Ares la miraba con ojos lujurioso y Hefesto construía algo intentando no prestar atención a Ares, y por último Atenea se deleitaba con un libro que hablaba de la arquitectura en los tiempos de Al-Ándalus.

De repente se oyó un ruido y una nota apareció de la nada, al lado había aparecido también un libro, Hestia se levantó, cogió la nota y la leyó en voz alta.

Queridos Dioses estamos disgustadas con ustedes por el hecho de que un semidiós se verá enredado en otra profecía y acabara mal, por una vez no queremos cortar ese hilo y queremos que leías este libro que se cuenta desde la perspectiva de este mismo semidiós, queremos que sepias como son los hechos desde la perspectiva de vuestros hijos antes de que suceda, también irán apareciendo vuestros hijos a medida que empiece y siga la lectura.

Atentamente las Moiras.

-¿Qué hacemos? Preguntó Hermes al ver que nadie se atrevía a preguntar.

-Lo leeremos, sentenció Zeus.

-Pero… intento decir Apolo.

-Lo han dicho las Moiras lo más sensato sería hacer lo que quieran que hagamos, dijo Atenea.

Ates de empezar llamaron a Hades que se encontraba en el inframundo.

-Entonces yo empiezo a leer, y Hestia cogió el libro.

"Los mestizos han dedicado mucho tiempo a prepararse para la batalla decisiva contra los titanes,"

-¡Bien! Va empezar la acción, dijo Ares emocionado.

El resto estaban asustado por el hecho de que el Olimpo podría caer. "aunque saben que sus posibilidades de obtener la victoria son mínimas."

-Si ya empiezan con esa negatividad…, se auto interrumpió Hestia.

-Va a salir todo bien tranquila, le tranquilizo Apolo.

"El ejército de Cronos es ahora más formidable que nunca y, con cada dios y cada mestizo que logra reclutar, aumentan los poderes del maligno titán."

-Pero yo pensaba que ya no reclutaba a nadie más, dijo Poseidón

-Barba percebe claro que reclutan a más, mientras tengamos enemigos habrá más gente reclutaba, soltó Atenea sonriente, mientras Poseidón se dedicaba a matarla con la mirada

"Tras fracasar en un primer intento de detener en alta mar las arrolladoras fuerzas de Cronos,"

- ¿Quién sería tan tonto para intentarlo? Pregunto Hermes

"Percy Jackson"

-Como no, se rió Apolo.

-Ay mi hijo, ¿Por qué siempre tiene que estar metido en misiones suicidas? Se lamento Poseidón.

-Porque la inteligencia la sacó del padre, comentó Atenea.

Poseidón iba a replicar cuando Hera interrumpió.

-Dejen de pelear, cuando menos tiempo nos lleve esto mejor.

"y los olímpicos"

-Esos somos nosotros, chocaron las manos Apolo y Hermes.

-¿Queréis dejar de interrumpir para que acabe? Pregunto Hestia y todos callaron.

"se esfuerzan por mantener a raya la furia desatada del monstruo Tifón."

-¿Tifón ha despertado? Pregunto temeroso Zeus.

-Es una mala señal, dijo Atenea.

-Muy mala señal, coincidió Artemisa.

"Y cuando Cronos ordena el avance definitivo hacia Nueva York, donde el monte Olimpo, en lo alto del Empire State,"

-¡Este libro está revelando nuestra localización!, bramó Zeus.

-Qué más da, si total no lo leerán los mortales, dijo Poseidón.

"se encuentra prácticamente indefenso, pararle los pies al implacable Señor del Tiempo dependerá exclusivamente de Percy y su pequeño ejército de jóvenes semidioses."

-Es una trampa, Atenea se dio rápidamente cuenta.

-¿Cómo? Preguntaron todos.

-Quiere que nos alejemos del Olimpo para que no podamos defenderlo, explico la diosa de la sabiduría.

Todos los dioses tragaron saliva, si con la sinopsis ya estaban teniendo miedo no querían saber cómo sería el libro.

"La profecía largamente anunciada en torno al decimosexto cumpleaños de Percy se hace por fin realidad."

-¡Por tu culpa! Señalaron Hades y Zeus a Poseidón.

-Yo recuerdo que tú incumpliste el juramento también, señalo Poseidón a Zeus como si no quisiera la cosa.

"Y mientras en las calles de Manhattan se libra una despiadada batalla por la civilización occidental, Percy abriga la terrible sospecha de estar luchando contra su propio destino."

-El resumen acabado, anunció Hestia.

-Sigue leyendo tú, dijo Apolo.

De repente una luz apareció en la sala y aparecieron varios semidioses.

-Preséntense y digan su padre divino, dijo Zeus.

Un chico de pelo negro azabache y ojos como el mar fue el primero.

-Percy Jackson hijo de Poseidón, Poseidón sonrió a su hijo.

-Grover Underwood sátiro, Dionisio levanto la mirada de su revista.

-Annabeth Chase hija de Atenea, Atenea sonrió a su hija.

-Thalía Grace hija de Zeus y lugarteniente de Artemisa, Zeus miró a su hija de refilón mientras Artemisa sonreía.

-Nico Di Ángelo hijo de Hades, Hades intento que no se le notara el interés.

-Travis y…

-Connor Stoll hijos de Hermes, Hermes levanto el pulgar a su hijos.

-Clarisse De La Rue hija de Ares, Ares le lanzó una lanza que ella interceptó.

-Silena Beauregard hija de Afrodita, Afrodita chilló.

-Rachel Elizabeth Dare mortal, todos los dioses se preguntaron que qué hacía una mortal allí.

-Quirón entrenador de héroes, se presento un centauro.

-¿Qué hacemos aquí? Preguntaron todos.

Y los dioses se lo explicaron.

Después cada una se sentó junto a su padre divino menos Thalía que se sentó junto Artemisa ante la ira de Zeus.