Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto, sin embargo esta historia es de mi total autoría y la escribo sin ánimos de lucro.
Kissing the sun
Han pasado cerca de cinco días desde que todo ha acabado. Naruto se siente un poco aburrido, después de tanto tiempo, aquella motivación que le llevaba a buscar desesperadamente la realización de sus sueños ya no está. Ha desaparecido sutilmente, como desvaneciéndose en el aire ascendiendo hacia la puesta de sol. Se recuesta contra el barandal en la azotea del hospital y suspira con cansancio, no le dejan salir de allí y está comenzando a aburrirse. La ausencia de su brazo es extraña, a veces se despierta pensando que nada ha sucedido y cuando siente el vacío a un costado de su cuerpo, un mareo incómodo se instala en su cabeza. Sin embargo, se vuelve la menor de sus preocupaciones. Su cabello está largo y le molesta el flequillo, se despeina fácilmente con la brisa cálida de una interminable tarde de disfrutar la calma y las metas alcanzadas. Naruto lo ve como algo más allá que simplemente cumplir una promesa, aquello que alberga en su corazón no es simplemente el sabor de la victoria. Es como si brillara, quemando su pecho y asfixiándole de a ratos, es ésa extraña sensación de tener todo lo que necesitas, todo lo que te hace feliz. Y se siente como un niño pequeño, se siente como un ave volando sobre el mar, se siente como flor bañada por lluvia de primavera. Se siente como aquello que debía ser. Que estaba destinado a suceder.
Ahoga una risa que se pierde en los sonidos lejanos de una Konoha que se levanta luego de la guerra.
—Naruto.
La voz no se disipa, no se evapora. Es imposible que lo haga. Cala profundamente en el interior de Naruto y voltea a verle. Incluso si cierra sus ojos, incluso si los separan mil mares, puede seguir escuchándola.
—¿Qué sucede?
—Sakura quiere que bajemos, revisión de media-tarde.
Sasuke voltea dispuesto a volver por donde vino y Naruto se apresura en seguirle el paso, casi con ansiedad, casi odiando la imagen de su espalda alejándose. E intenta imaginar una vida sin él, pero la idea le resulta inadmisible, porque no hay día sin noche y no hay felicidad sin desilusión.
Sucede en su cabeza, no se aleja de ser una idea, un instinto, pero levanta el brazo que le falta para intentar tocarle, en el momento se da cuenta de que no va a suceder y se detiene abruptamente. Sin embargo, para su sorpresa, Sasuke interrumpe su andar justo enfrente de él y se da vuelta a verle, con los ojos oscurísimos reflejando el sol que desciende a descansar.
—¿Qué?
—Nada.
—Acabas de tocarme.
—No, no lo he hecho.
Y Sasuke enarca ambas cejas, pensando que simplemente está tomándole el pelo, como siempre lo ha hecho. Pero Naruto le mira con los ojos abiertos de par en par, entre sorprendido y recorriendo una extraña satisfacción porque, demonios, no hay manera de que haya podido tocarle. Y reanudan la marcha sin decir nada, pero la sonrisa se cruza entre sus labios inevitablemente, y es que es así. Es así como debe ser. Porque puede tocarle sin hacerlo realmente y puede amarle sin decírselo en el oído. Y no hay sol sin luna, y no hay paz sin guerra y no hay Naruto sin Sasuke.
...
Venía con unas ganas grandes de escribir un SasuNaru, so here I am. Espero que les haya gustado y dejen review~
Muchas gracias por leer. ¡Saludos!