Notas: Seamos honestos, lo más seguro que puedo hacer es dejar este capítulo publicado y esconderme rápidamente después de esta ausencia d años, y de cierta manera me gustaría seguir manteniendo el misterio, además ya ni sé porque estoy escribiendo esto si las posibilidades de que las personas que seguían esta historia en el 2015-2016 probablemente ya no están interesados en una continuación de algo de bastante tiempo atrás, pero en caso de que alguien de esas personas haya encontrado este capítulo, gracias por la paciencia y espero que lo disfruten. Como siempre Digimon no me pertenece, y la canción que aparece en el capítulo es "If I Killed Someone For You" de Alec Benjamin.
I'm sorry that I did this
The blood is on my hands
I stare at my reflection
I don't know who I am
Practice my confession
In case I take the stand
I'll say I learned my lesson
I'll be a better man
Durante toda la noche no pudo despegar sus ojos de su figura. El vestido se veía obscenamente hermoso, sobre su cuerpo, la tela tan delgada que era una especie de segunda piel. Yamato no pudo evitar preguntarse: "¿si la seda del vestido podría ser más suave que la cremosa piel de la chica?"
"Sabes, podrías ir a hablar con ella." Yamato removió la mirada del vestido de Mimi y enfocó sus sentidos en la persona que tenía en frente. Sora traía dos copas con vino en sus manos, le tendió una al rubio. Aceptó el alcohol sin palabra alguna. "Ha madurado un montón." Masculló la pelirroja mientras tomaba asiento en el sitio al lado de Matt.
La pelirroja posó su mirada en la chica que animadamente bailaba con Taichi en la sala. Chica, no, Tachikawa era una mujer ahora. Ni la propia Sora creía cuando la peli rosa pidió hablar en privado unos minutos con ella. No después de cómo habían terminado las cosas la última vez que la chica había estado en el país.
La pelirroja recordó como ambas se habían retirado a uno de los pasillos de la casa, jugó con el doblez de su blusa con nerviosismo, no creía poder soportar ver a Mimi llorar y gritar una vez más en su contra. Ni siquiera se atrevía a devolverle la mirada a Tachikawa, sin importar cuanto tiempo pasara, la culpa todavía pesaba en el corazón de Takenouchi. Sin embargo, casi no pudo ocultar su sorpresa, cuando Mimi envolvió sus brazos alrededor y la estrechó contra su pecho. Tanto las palabras como las lágrimas de Sora se quedaron atrapadas en su garganta.
"Por favor, Sora" susurró la hija única de los Tachikawa. "Cuida del corazón de Taichi."
"… Mi-Mi… Mimi… lo, lo siento tan-tanto" De pronto sintió las manos de Mimi en su rostro, quitando las lágrimas que se habían escapado de sus ojos.
"Oh vamos, no llores. Miyako me matará si sabe que hice que arruines tu maquillaje. Tienes que verte bella, Taichi te está esperando." Y en ese momento Mimi Tachikawa, soltó una pequeña y contagiosa risa, guiñó un ojo a la pelirroja y desapareció entre el resto de los invitados.
"No es como sí se me pudiera presentar la oportunidad, Miyako parece su propio guardaespaldas." El rubio murmuró mientras terminaba su copa de vino. Sora bajó su mirada a su propia copa que todavía se encontraba llena a rebosar. Nerviosamente, llevó uno de sus mechones a detrás de su oreja, mientras observaba de reojo la escena que se desarrollaba en la sala principal, Mimi y Taichi ya habían dejado de bailar, probablemente después de que los demás levantaran quejas de como el mayor de los Yagami, no los estaba dejando interactuar con su amiga de la infancia que no veían desde hace varios años. Esos mismos años no parecían que fueran de importancia en este preciso momento cuando Tachikawa brillaba alrededor de sus amistades contando que había sido de su vida desde que su familia se había vuelto a mudar a E.E.U.U.
-X-
Sus manos estaban sudando en nerviosismo, su respiración se entrecortaba poco a poco, deseaba desgarrar las miradas que se posaban en su persona, deseaba ser capaz de comprender el entusiasmo que los demás sentían al verla nuevamente, no había sido tanto tiempo, unos seis o siete años, si recordaba correctamente. No lograba conjuntar sus últimos recuerdos cuando abandonó el país al sentimiento de hogar que sentía en ese preciso momento, rodeada de sus amigos.
Sus manos estaban sudando en nerviosismo, su respiración se entrecortaba poco a poco, al verla tan cerca y a la vez tan distante, intencionalmente evadiendo su mirada, deseaba no haber sido un necio durante la mayoría de su vida, siempre supuso, que debía ser fuerte, tanto por su padre y por su hermano menor, sin embargo, al ser simplemente un niño, no supo diferenciar entre la fortaleza y la simple indiferencia. Indiferencia que en este momento lo tenía fingiendo una vulnerable fuerza que simplemente podía ser considerada cinismo, pues era por lo que lo conocían mejor.
Sus manos estaban sudando en nerviosismo, su respiración se entrecortaba poco a poco, deseaba que Taichi dejara de bromar, y anunciara su compromiso rápido, no es que temiera a que alguno de sus amigos fuera a rechazar la idea de su matrimonio, varios ya bromeaban que se habían casado desde el momento que habían decidido concebir a Suzuë. Muchos al igual discutían que tener un hijo era mayor responsabilidad que mantener un matrimonio estable, y si bien, Sora no había logrado realizar las cosas en el orden en el cual su madre lo hubiera querido, nunca era tarde para poder darle a Suzuë la boda que siempre había soñado que sus padres tuvieran.
De un momento a otro podía escuchar las felicitaciones de sus amigos, y el choque de copas del brindis del anunciamiento. Sacudió su cabeza y enfocó su vista en Taichi, el cual simplemente la estaba esperando con su palma extendida y lista para agarrar su mano. Sonrió alegremente mientras el moreno le daba un leve apretón a su mano, haciendo conocer que él igualmente se encontraba emocionado.
"¡Siempre lo supe!" exclamó Mikayo. "¡Siempre supe que las primeras personas en casarse de todo nuestro grupo serían Sora y Taichi!" Mientras celebraba abrazando a su novio de años Ken, él cual pasaba su mano suavemente por los mechones de la chica.
Antes de llevar un sorbo de vino a sus labios, Mimi no pudo evitar sonreír agriamente.
You have to understand that
The one I killed is me
Changing what I was
For what you wanted me to be
I followed your direction
Did everything you asked
I hope it makes you happy
Cause there's just no turning back