¿Quién es el gruñón por la mañana?

I

Krilin calienta un poco de agua y pone dos tazas sobre la pequeña mesa, alistando todo para desayunar. Ya ha hecho su entrenamiento matutino, y hoy se siente muy bien. Mientras espera con las manos en la cintura que el agua hierba, se pone a silbar una alegre canción que ha estado rondando en su cabeza por varios días.

Mientras silba, puede escuchar otros sonidos de fondo. Puertas abrirse estrepitosamente, cuerpos estrellándose contra los muros de madera y oh, esa madera romperse.

Para cuando el agua ya ha hervido y el ex monje se dispone a llevar la tetera hacia la mesa para llenar las tazas, ya está una despeinada Dieciocho sentada, con la cara afirmada en una de sus manos y mirando hacia cualquier parte menos a él, mientras le extiende una de las tazas para que le sirva el agua de una vez. Dieciocho está molesta, y por todo el ruido que había escuchado, Krilin tiene muy claro que la culpa la tenía el maestro Roshi.

El maestro siempre haciendo de las suyas.

Siempre.

Krilin llenó su taza con agua, se hizo un té y bebió tranquilamente de este. Se tomó su tiempo, y luego de un suspiro, carraspeó un poco para llamar la atención de la joven rubia.

Había que arreglar el desastre en el segundo piso.

—Hoy podemos ir de compras, si gustas… —ofreció amablemente, sonrisa incluida. Dieciocho apenas si lo miró por el rabillo del ojo para luego gruñir y dar un gran sorbo de té. Krilin interpretó eso como un "Sí. Y lleva tu cartera llena de billetes."

Roshi sabía como irritar a la joven, pero Krilin sabía perfectamente como hacer que volviera a sonreír.

Aunque se le fuera el salario entero en ello.