Disclaimer: La mayoría de los personajes mencionados en ésta historia pertenecen a Akira Toriyama, la historia es mía y alguno que otro personaje por ahí también.
TÚ, MI DESTINO
Capítulo 1
**Melancolía**
Aquella mañana fría había llegado, dentro de sus pensamientos ansiaba peligrosamente que nunca llegase y seguir viviendo de la manera en que lo hacía hasta antes de que esos malditos invadieran su planeta, pero su suerte tuvo que cambiar, su vida en la Tierra tuvo que detenerse y atravesar sin su consentimiento la galaxia. No sabía exactamente por qué tuvo que ser escogida de entre tantas mujeres, la verdad era que en el fondo sí sabía la razón; ella y su gran bocota.
Debió de mantenerse callada, ¿Qué le costaba aguantar?, se sentía tonta; ella que se autoproclamaba la mente más brillante de la Tierra. No pudo controlar sus impulsos y salió en defensa de aquellas mujeres que venían siendo maltratadas por esos tipos despreciables.
– ¡Suéltalas! ¡Deja de lastimarlas animal desgraciado! – Salió de su escondite en un impulso, sin darse cuenta y encaró aquel ser repulsivo –¡¿Qué hacen en este lugar, por qué no se largan?!
– Mira nada más lo que tenemos aquí –Escuchó decir a un asqueroso ser rosado, con protuberancias saliendo de su cuerpo, el tipo se miraba horroroso, no pudo evitar la mueca de asco de su rostro– Se cree muy valiente ésta basura, pero dudo mucho que hagas algo por ayudar a éstas inútiles, verdad preciosa –El asqueroso tipo tomó a una de las mujeres del cabello y la levantó hasta la altura de sus ojos, lamió su cuello lascivamente mientras clavaba sus ojos en los orbes azules de la mujer que lo había encarado.
– ¡Déjala, la estás lastimando monstruo! –Sentía la impotencia en su piel, sabía que ese ser era tremendamente peligroso y no podía hacer nada. No quería morir y tampoco que asesinasen a esas mujeres.
– ¡Suéltame, asqueroso, déjame maldito…ayúdenme! –Gritaba desesperada la mujer a la que tenía tomada del cuello. Sus lágrimas caían sin mesura por sus pálidas mejillas. Sentía su rabia y dolor.
– Dodoria –Escuchó la voz de otra persona acercándose– Deja de perder el tiempo con éstas mujeres y llévalas inmediatamente a la nave. Pueden serle de agrado al Lord.
– ¿Tengo que llevar a todas?, algunas de éstas son muy irrespetuosas, en especial esa de allá –Dijo señalándola– No deja de hablar, es un verdadero fastidio. Voy a asesinarla –Sentenció.
– Dije que a todas, es una orden; no comiences a cuestionar las órdenes que se nos dan. Lleva a todas esas terrícolas a la nave, ahora –Lo observó mirarla por el rabillo del ojo antes de marcharse volando, era un hombre de tez verdusca, con una larga trenza de cabellos dorados. Era un ser imponente y ante lo que vio parecía no ser tan maldito como el primero.
– Idiota –Escuchó mascullar al asqueroso tipo rosado– Se cree el jefe ahora por ser el preferido de Lord Freezer, pero me las pagará algún día el muy imbécil –Dirigió su mirada a la mujer de cabello azul.
– ¿Ya escuchaste no? Tuviste mucha suerte, pero no creas que olvidaré tu falta de respeto, maldita terrícola.
– ¿Quién es Freezer? –Tuvo el valor de cuestionar, sabía que no debía pero si iba a morir, quería al menos saber quién ocasionó toda ésta masacre.
– ¡Cállate! –La noqueó al instante y la llevó junto a las otras mujeres para trasladarla al calabozo ubicado dentro de la nave.
Esos seres arruinaron toda su vida, llegaron y destruyeron todo su mundo y ella jamás les perdonaría que hayan asesinado a tanta gente. Cuando vio las lágrimas de aquellas mujeres, se vio reflejada en ellas, vio el rostro de su madre, vio a su hermana. Vio en ellas el total desamparo y fragilidad, tanta fue su frustración que su mente no dudó en protestar ante lo que creía incorrecto y actuó por inercia ante un acto injusto, no se dio cuenta de que en ese momento la descubrirían y toda su vida se volvería un infierno.
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Llevaba ya tres semanas cautiva en el calabozo, desde que fue encerrada junto a las otras mujeres no volvió a ver la luz del día, absolutamente todo era oscuridad, se negaba a comer; se negaba a sí misma la oportunidad de sobrevivir y buscar a su hermana Tights. Ella debería de seguir con vida, algo dentro de su ser le decía que así era. Pero, ¿Por qué tuvo que suceder todo esto? Si tan sólo supiera cómo eliminarlos, si tan sólo conociera la forma de escapar de allí.
Todo había ocurrido demasiado rápido aquel día, recordaba estar paseando alegremente con su novio por el nuevo parque temático de la ciudad y de repente, vio una inmensa nave flotando en el cielo, en ese momento un espasmo recorrió su cuerpo, tuvo un muy mal presentimiento y no se equivocó; cientos de sujetos que parecían alienígenas descendieron de la nave y comenzaron a destruir todo a su paso, asesinando hombres, mujeres, ancianos…niños. El alma se le partía en miles de pedazos al oír los gritos de dolor, las piernas le temblaban y su mente se estancó en esos momentos, tenía miedo.
Miedo de enfrentar a la muerte.
Flashback
– ¡Bulma, huyamos rápido! Esto no se ve nada bien –Sintió el agarre de su novio, la jaló fuertemente del brazo y la condujo rápidamente por unas galerías que se encontraban a desnivel, allí podrían esconderse de esos sujetos.
Estaba aterrada, pero sintió el abrazo de su pareja y trató de calmarse.
– Tranquila, sólo debemos esperar a que se vayan –Le decía angustiado, parecía que ni siquiera él mismo creía en sus propias palabras.
– Todo esto es horrible Yamcha, la Tierra…esas personas, tantas muertes…es…es...parece que vinieron a exterminar a todos los humanos –Sus lágrimas no dudaron en caer por sus mejillas, era eso. El fin de su planeta era inminente.
– Deja de decir eso, por favor. Vamos a salvarnos ya lo verás, ¿Aún traes tu teléfono?, quizás los muchachos están cerca o…aún están a salvo –Notó como las manos le temblaban al manipular el objeto– Krilin no me contesta…maldición –Lo vio desesperarse y ahogar un grito de impotencia.
– Intenta llamar a Ten, él estaba entrenando en las montañas, posiblemente aún esté a salvo –Le dijo ella, también necesitaba escuchar que alguien más se haya salvado.
Pero un fuerte ruido cercano los hizo detenerse, alguien se acercaba y aquello sólo significaba que los habían encontrado, maldijo su suerte. Nunca pensó en lo horrible que era saber que tu vida acabaría de esa manera y esa mañana pelear con sus padres, no sabiendo que no volvería a verlos, nuevamente las lágrimas caían sin detenerse por sus mejillas.
– Quédate atrás, yo voy a distraerlo –Pero se dio cuenta de que el peligro era inminente y tomó una firme decisión– Bulma por favor…huye lo más rápido y lejos que puedas, si es un solo individuo puedo derrotarlo, yo te encontraré ¿Si?
– No voy a dejarte aquí Yamcha, no me pidas eso –Le contestó, no quería huir y dejarlo solo, no quería que todo esto suceda.
Él besó su frente cálidamente y le dedicó una sonrisa a la mujer que amaba, era muy probable que no la vuelva a ver, pero si sobrevivía volvería con ella, la encontraría.
– Corre y no mires atrás, ¿Has entendido?... ¡Ahora!
Fin del flashback
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Planeta Vegetasei
Mientras que en el lejano planeta escarlata todo parecía tranquilo y normal, sus habitantes no eran exactamente una clase de criaturas pacíficas, ese día regresaban el Rey junto a sus hijos de aquella importante misión y todos se encontraban a la expectativa de su regreso. Sabían que tanto el Rey como su hijo mayor tenían como objetivo expandir el imperio. Pronto vieron a las tres cápsulas de viaje adentrándose en la atmosfera del planeta y cayeron sin mayor problema en las plataformas de recepción espacial. El pueblo saiyajin se encontraba a la expectativa de las nuevas noticias, estaban orgullosos de sus gobernantes.
Cuando las compuertas se abrieron, se acercaron los guerreros de élite que ungían como los más fieles allegados del Rey y la familia real. Al ver que los hombres en cuestión no salían de sus naves, se acercaron a observar dentro. Lo que encontraron desencajó el rostro de muchos de los presentes ante la sorpresa, el Rey venía casi moribundo y sus dos hijos en condiciones paupérrimas. Rápidamente los llevaron hacia las salas médicas, donde los revisaron cuidadosamente e introdujeron en los tanques de regeneración. Al parecer tardarían varios días en recuperarse, sus cuerpos estaban totalmente colapsados al momento en que llegaron. Esperaban obtener resultados positivos y conocer la verdad, saber quiénes fueron capaces de lastimar de ésta manera a los guerreros más poderosos del imperio. Temían por su planeta, temían por su supervivencia.
En la sala de Consejo del planeta, varios de los guerreros más longevos, los soldados de confianza del Rey y los del rango élite más elevado se encontraban discutiendo y debatiendo sobre el estado de los de la realeza.
– Lo ocurrido hoy es una muestra clara de que allá afuera hay miles de peligros y que no somos ajenos a ellos, no debemos atraerlos hacía Vegetasei, el estado en que regresaron el Rey y el Príncipe Vegeta siendo los más poderosos del imperio, es de temer –Habló uno de los presentes, parecía uno de los más ancianos también, los demás lo miraron sin decir palabra alguna.
– Debemos esperar a que el Rey despierte y nos diga él mismo que fue lo que en verdad pasó, se supone que sólo era un viaje de reconocimiento a un planeta deshabitado, por eso pienso que los emboscaron –Razonó otro de los soldados, era el jefe de los escuadrones de tercera clase, además de ser un amigo cercano y consejero personal del Rey Vegeta. Era cercano al Rey y su familia debido a que salvó a su hijo menor de morir cuando sólo era un niño, en recompensa se le permitió ascender de estatus social y ser jefe de escuadrones, lo demás lo obtuvo por mérito propio debido a su constancia y disciplina.
– Ellos se dirigían al planeta Zarg, yo mismo he monitoreado el estado del viaje, llegaron hace cinco días sin problemas pues no se notificó ningún contratiempo, al parecer algo allí los atacó –Comentó uno de los científicos y encargado de los laboratorios del planeta– Lo más extraño es que hace poco menos de una semana se realizó un sondeo tridimensional y el planeta indicaba estar completamente deshabitado.
– Claramente ha sido una trampa. Seamos pacientes y esperemos al Rey –dijo finalmente– Irsus, ¿Cuál es el estado de los Príncipes?
– El Príncipe Vegeta está estable, parece ser que es el que menos daño ha recibido, asumo que hoy al anochecer ya esté despertando…el caso del Príncipe Tarble, él…ha recibido golpes y cortes demasiado profundos en el brazo izquierdo y aunque reconstruimos parte del hueso y el tejido, quizás tenga dificultades con la movilidad de su extremidad. Lo sentimos, hicimos absolutamente todo por regenerarlo al cien por ciento, pero el daño prácticamente lo había destruido.
– ¡Maldita sea! El Príncipe no puede quedar invalidado como guerrero –Espetó furioso el guerrero de la cicatriz en el rostro.
– Bardock, eso solamente demuestra que no pudo defenderse adecuadamente. Tarble es débil –Contestó otro guerrero de tez más oscura, pero muy parecido al jefe de escuadrones.
– ¿Qué sabes tú de él? ¿Alguna vez has combatido contra él? Es mejor que guardes respeto ante los que te han mantenido con vida, no lo olvides.
– No he dicho nada que no sea cierto, todo el planeta lo sabe. Pero como gustes…hermano, esperaremos a que el Rey despierte.
La reunión se dio por terminada y cada uno regresó a donde tenía previsto ir, Bardock esperaba pacientemente en una de las salas de entrenamiento a que el Rey despertase, tenía mucho de qué hablar con él. Debía de saber qué fue lo que en verdad sucedió y por qué tuvo esa extraña visión. Hace mucho que no le sucedía, miles de ideas revoloteaban en su mente. Pero debía esperar con suma paciencia.
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Sus ojos se abrían muy despacio ante los movimientos débiles que sentía, unas pálidas manos la movían de un lado al otro tratando de despertarla; observó a la mujer que intentaba hacerla reaccionar, era la misma a la que aquel sujeto había tomado del cuello.
– ¡Al fin despiertas! –La miró cálidamente y le mostró una sonrisa, en sus ojos se veía tristeza pero parecía querer hacerla sentir mejor.
– Hola…lo siento yo…parece que tuve una pesadilla, no sé qué me pasa –Despertó muy confundida y sentía que la cabeza le daba vueltas, quizás por la incómoda posición en que durmió.
– Pude notarlo anoche, no dejabas de llorar y la verdad es que me sentí muy preocupada por ti, pensé que te pasaba algo, pero las chicas me dijeron que tenías una pesadilla, es bueno que hayas descansado mejor, te desperté porque pronto vendrán a llevarnos –Sus ojos miraban a la nada, al parecer esa mujer también comprendía su mala suerte y sabía que les esperaba lo peor.
– Gracias, perdón por ser tan descortés; todo esto me ha pegado muy duro…por cierto, soy Bulma Brief –La miró a los ojos, era una chica joven de unos veinte años y tal parece que al igual que ella, ahora estaba sola. Supo hace unos días mediante el carcelero que se encargaba de alimentarlas, que todos los seres que aún quedaban con vida en la Tierra fueron asesinados. Ya no quedaba nada por lo que luchar. Su mundo, su vida, su familia, su planeta habían sido reducidos a sólo recuerdos.
– ¿Sabes? Aquel día que te atreviste a encarar al maldito de Dodoria, pude ver en ti un alma pura y un gran corazón. Pienso que debemos mantenernos con vida, debemos estar unidas en esto, somos las únicas humanas que hemos sobrevivido, creo. Las otras cinco jóvenes piensan igual que yo, debemos cuidarnos entre todas mientras podamos. No sé a dónde nos llevan pero he oído cosas horribles de los otros prisioneros. Parece que nos dirigimos al mismo infierno…y yo soy Milk Ox Satán –Dijo finalmente con un severo rastro de tristeza en sus facciones.
– Intentaré buscar un modo de salir de esto, no importa cuánto tiempo me tome, Milk…te prometo que escaparemos de sus manos. Tenemos que ser fuertes y no dejar que nos dominen, no debemos mostrarles miedo –Ella había notado que en algunos guerreros que había podido observar, que ellos adoraban infundir el miedo y hacer temblar a sus víctimas. Abusaban de los más débiles y eso era algo que ella jamás soportó.
Vio a unos hombres acercarse hacía la celda que compartía con las demás humanas, era aquel hombre que vio en la Tierra, desde aquella vez no había vuelto ver su rostro. Aunque ahora no lograba apreciarlo del todo bien debido a la escasez de luz, pero parecía un hombre distinto a los que había visto en las últimas semanas. En ese momento lo vio acercarse a la reja metálica que dividía el espacio de cautiverio y la libertad y empezó a abrirla tecleando un código en un aparatejo colocado hacia un extremo. Gracias a su habilitad pudo memorizar el patrón, todo indicaba que los comandos utilizados en los dispositivos se manejaban en otro idioma muy distinto al suyo. No estaba segura pero era un buen indicio.
– Es hora de partir hacia Zarg, humanas…el Gran Freezer quiere conocer a su nueva distracción –Sonreía casi sínicamente.
– No somos una distracción –Contestó la mujer de ojos azules– ¿Por qué tenemos que ser una maldita distracción después de que han destruido nuestro planeta y han asesinado a nuestras familias? ¿Por qué tengo que hacerlo? –No pudo evitar pensarlo, lo cierto es que quiso gritarlo pero no pudo, no quería ponerlas en peligro arriesgándose de esa manera.
– Muévanse rápido y sigan al hombrecito rojo –Sonrió ladinamente, mientras que el aludido lo miró con desagrado– El viaje es largo, más les vale que no hayan bajas y depende de ustedes y de cómo se comporten en el trayecto –Les informó– No quiero ser descortés con ustedes humanas, pero el tiempo es corto –Se apresuró a liberar a todos los prisioneros y los vio salir uno tras otro hacía el área de trasbordo, allí esperaban las naves que transportarían a todos los prisioneros capturados durante su recorrido por el espacio.
–Capturar a los más exóticos, los más llamativos, los más extraños…eso hice, exactamente como lo pediste…Lord –Decía para sí mismo, detestaba la simple idea de que pasaría mucho tiempo hasta que el incansable emperador se aburra nuevamente de sus nuevas adquisiciones, entonces significaba que él estaría rezagado y odiaba compartir sus atenciones y su tiempo. Detestaba todo a su alrededor pero no podía desobedecer una orden porque sabía bien que al Lord nunca le temblarían las manos para acabar con su existencia. Se reía de sí mismo, ¿En qué momento se convirtió en un ser tan estúpido? Al igual que a muchos, Freezer había destruido su vida y él en cambio lo adoraba ahora, se sentía frustrado.
Pero ante todo quería vivir y algún día ver la caída de todo aquel siniestro mundo.
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El saiyajin de la cicatriz en el rostro se notaba sumamente preocupado, eran cerca de la medianoche y ninguno de los tres heridos despertaba, la impaciencia lo carcomía y quiso salir a apreciar el oscuro cielo y la hermosa luna rojiza que amenazaba con mostrarse pronto.
– Bardock, el Príncipe Vegeta ha despertado – Escuchó la voz de Irsus, el encargado de los laboratorios.
– Vamos inmediatamente –Le respondió mientras se dirigían hacia la sala médica número dos, al ingresar lo encontró de pie frente al gran ventanal, ya se había colocado su traje y armadura. Pudo notar que su semblante era sombrío aunque le daba la espalda, conocía bien a ese joven saiyajin, lo había visto crecer desde que era sólo un mocoso impulsivo. Sabía que en el fondo ésta derrota fue una humillación para su ego de guerrero, sabía que traería consecuencias para todos los de ese planeta.
– Príncipe Vegeta –Atinó a decirle, el aludido no respondió nada pues parecía ignorarlo, seguía observando hacia el exterior.
– Freezer –Lo escuchó decir. ¿De qué se trataba todo esto?
– ¿Freezer?
– Freezer nos ha engañado a todos, ese estúpido acuerdo que firmó con el Rey no fue más que una estupidez.
– Príncipe, ¿Está seguro de que fue Freezer? –Dudó por un momento en preguntar, pero debía de estar seguro de sus palabras, había escuchado rumores de que Freezer ahora mismo estaba saqueando planetas en el cuadrante veintisiete, lo escuchó a unos comerciantes que apenas llegaban de otros planetas.
– No vuelvas a cuestionar algo que afirmo Bardock, prepara a tus hombres y dile a Nappa que venga inmediatamente, posiblemente partiremos en dos días hacía Zarg, allí tienen una base camuflada entre las montañas. Voy a aniquilar a cada uno de esos miserables –Podía discernir el odio en su mirada.
– Príncipe, debemos esperar a que el Rey se recupere, él necesita dar la or… –Fue bruscamente interrumpido.
– ¡Yo estoy dando la orden!, ¿No lo entiendes? Debemos atacar ahora que sólo quedan pocos hombres, los demás fueron a buscarle prostitutas por toda la galaxia a Freezer, allí están los idiotas de Ginyu, debemos ser cautelosos. Así que haz inmediatamente lo que te digo y no te atrevas a cuestionar nuevamente mis decisiones. Y cuando tu Rey despierte dile que me encargaré de hacer lo que él no pudo en muchos años, ahora lárgate y dile al inútil de Nappa que venga ya –Regresó la vista hacia el ventanal y dio por terminada la "conversación".
Bardock salió de la sala médica y se dirigió por los pasillos del enorme castillo, habló rápidamente por el rastreador.
– Nappa, el Príncipe Vegeta ha despertado y quiere verte inmediatamente, está en la sala médica número dos. Y ya te imaginarás como está, no le hagas perder la paciencia –Le advirtió.
– Nada nuevo Bardock, me dirijo hacía allá –Cortó comunicación.
Se sentía abrumado, si atacaban el planeta Zarg, llevarían a los escuadrones élite consigo en primera instancia, no debería de estar preocupado…pero lo estaba. Su hijo mayor fue ascendido a rango élite con los años y su hijo menor apenas a los doce años demostró ser un guerrero élite innato. Ya no eran unos mocosos, tenían veinticinco y veinte años respectivamente. Eran guerreros legítimos y buenos en lo que hacían, pero esas visiones torturaban su tranquilidad. Debía de advertir a sus soldados y a sus hijos de lo ocurrido.
Tendría que ir a sacar a Raditz de la cama de alguna mujer probablemente…
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N/A: Hola a todos, como verán este es un capítulo introductorio para ésta nueva aventura. Es un universo alterno donde el planeta Vegetasei aún existe, espero sus opiniones y sugerencias, les envío un abrazo enorme y nos leemos muy pronto! Au Revoir.