Capítulo 1.

-Tócala Cedric -le murmuró Harry mientras estábamos a escasos metros de la copa de los tres magos.

- Después de todo tu nos ayudaste a llegar hasta aquí -murmuré

-No la tocaré si ustedes no lo hacen -dijo mirándonos -Ustedes también me ayudaron, sería injusto.

- ¿Qué tal si la tocamos los tres a la vez? -les dije

-Está bien. A la cuenta de tres -susurro Cedric

-Uno -dije yo

-Dos -dijo Harry

-¡Tres!—gritamos los tres a la vez y nos echamos a correr ya que detrás de nosotros el laberinto empezó a cambiar de lugar de nuevo.

Al llegar a la copa los tres la tomamos y sentimos cómo nos elevamos en el aire cuando de golpe caímos al piso:

- ¿Dónde estamos? -preguntó Harry

Cedric me ayudo a levantarme y murmuró:

-Parece un cementerio -dijo mirando el lugar, volteó a verme y preguntó -¿Estás bien?

-Si no te preocupes -le respondí -Pero creo que la copa fue un engaño sabían que nosotros ganaríamos y la hechizaron para que sea un traslador -les dije

- ¡Muy inteligente Potter! -dijo Voldemort saliendo de entre las sombras seguido por Colagusano.

- ¿Pero a quién tenemos aquí? -Preguntó mirándome fijamente

- ¡Mátala! -le ordenó a Colagusano.

Entonces Cedric se interpuso entre Colagusano y yo.

-¡No! -grité pero ya era tarde un rayo verde había impactado en el pecho de Cedric.

Me levanté de la cama de golpe. Estaba sudada y con la respiración agitada. Desde hacía ya unas semanas tenía siempre la misma pesadilla, aquella en la que Cedric moría por dar su vida por mí. Aun me sentía culpable por aquello y esa era una de las razones por la que Dumbledore me mando a vivir con mi tío Charlie.

Habían pasado ya dos años desde que me tuve que ir de mi hogar, sin poder siquiera despedirme de alguien. Tuve que dejar a mi hermano, a mis amigos y a los que eran mi familia.

Había venido con Charlie quien era hermano de mi madre y aparte de Sirius, mi padrino, era el único familiar que nos quedaba con vida a mi hermano y a mí. Llegue a Forks siendo fría y distante con todo el mundo. Desde la muerte de Cedric era en lo que me había convertido.

Pero le conocí a él y a toda su familia. Al principio fue como ver un reflejo del que había sido el amor de mi vida. Cuando le vi reconocí que era un vampiro. ¿Cómo lo supe? Fácil, lo habíamos estudiado en Hogwarts. Conformé le fui conociendo me enamore de él. Edward fue quien consiguió derribar las barreras que yo misma había puesto para que nadie me hiciese daño.

Aunque mi felicidad no duró mucho ya que Edward se fue y me abandono, provocando nuevamente en mí el dolor que se apagó cuando lo conocí. Mi tío Charlie se preocupó al verme en ese estado, no comía ni hablaba era parecida a una zombi.

Pero entonces Alice se volvió a aparecer en mi vida, me dijo que Edward estaba punto de morir y que yo era la única que podía salvarlo. Así que me dirigí con ella hacia donde estaba el para evitar que se matase.

Justó en ese momento me entere que todo lo que me había dicho era mentira y volvimos a estar juntos.

Después de unos meses, Edward me propuso matrimonio así que habíamos llegado a un acuerdo nos casaríamos después de la graduación para la cual faltaba solo un mes pero tenía un problema con respecto a la boda que Edward no sabía, no nos podíamos casar porque Isabella Swan no existía.

En este momento me encontraba en casa de "René" con Luna. Pero lo que nadie se imaginaba era que René no era mi madre ni Charlie era mi padre. Ella y Charlie estaban casados desde hacía tiempo; al venir yo tuvieron que separarse para que no levantáramos sospechas.

Carlisle y Esme nos habían regalado a Edward y a mí unos billetes para venir a visitar a mi supuesta "madre" pero le había dicho a Edward que necesitaba hacer este viaje yo sola porque quería pasar tiempo a solas con René.

En verdad había venido porque necesitaba saber cómo iban las cosas en Hogwarts, tenía que saber cómo estaban mis amigos y el avance la guerra.

Además no quería que Edward se diera cuenta de las pesadillas, pero sospechaba que Él las había oído pero nunca me había dicho nada.

- Hey Lily -me llamo Luna

- Dime -le dije

- Las cosas ya están en el coche, vamos que tu vuelo sale en una hora -me dijo

- Vamos -le dije y me subí al coche con Luna.

- Lily -me llamo Luna cuando estábamos en el coche.

- Dime -le dije

- ¿Les dijiste ya la verdad a los Cullen? -me pregunto

- Aún no -le dije

- Lily sabes que te quiero como a una hermana -me dijo

- Lo sé -le dije

- Entonces me dejas decirte algo -me dijo

- Dime -le dije

- ¿Cuándo piensas decírselo? ¿Cuando tengas que volver? ¿Cuándo te puedas morir por culpa de él que no debe ser nombrado o cuándo estéis de luna de miel o pero aun durante tus votos? Lily sabes que debes decírselo - me dijo Luna

Yo no lo conteste solo me quede asumida en mis pensamientos hasta que llegamos al aeropuerto entonces antes de tomar el avión le dije:

- Te prometo que cuando esté preparada les diré la verdad, pero aún no lo estoy -le dije entonces me despedí de una de mis mejores amigas y me subí al avión rumbo hacia Forks donde debía volver a fingir ser Bella Swan.

MIENTRAS TANTO EN FORKS

- No me puedo creer que la pelirroja haya vuelto -dijo un preocupado Emmet.

- Lo sé, pero lo vi -le dijo Alice

- Debemos detenerla antes de que llegue a bella -dijo Jasper

- Tenemos que protegerla -dijeron Esme y Carlisle a la vez.

- Otra misión estupenda -dijo una Rosalie no muy contenta.

MIENTRAS EN EL AEROPUERTO

Hogar dulce hogar.

Salí del avión y me dirigía hacia la salida cuando lo vi, estaba igual de guapo que siempre, así que aceleré mi paso y fui hacia donde estaban todos los Cullen. Cuando vi a Edward lo primero que hice fue lanzarme a sus brazos, entonces el me agarró y nos abrazamos.

- Te he echado de menos -le dije en el hueco de su cuello.

- Y yo a ti mi Bella -me dijo

Nos besamos como si la vida nos fuese en ello, hasta que alguien se aclaró la garganta y nos interrumpió.

- Chicos sabemos que os habéis echado de menos, pero Edward si no la sueltas no va a llegar viva a la boda -dijo Emmet

- Muy gracioso -le dijo Edward

- Bueno vamos a casa que tengo que prepararle la cena a Charlie -les dije y nos fuimos hacia mi casa.