DISCLAMER: Katekyo hitman Reborn! no me pertenece, es propiedad de Akira Amano-sama. El formato tampoco es mío, derechos correspondientes y reservados a su autor. Lo único mío es el OC protagonista, Alexandra Gonzalez. Historia sin fines de lucro. Bla, bla, bla.


Too Weird to Live, Too Rare to Die!

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[Objetivo 1]

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Entre narcotraficantes y... ¿Mahou shounen?

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By Pc

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—Okeeeyy~ Deja ver si entendí —comencé tranquilamente, tratando de mantener las manos quietas — ¿estás diciendo que fui perseguida, secuestrada, atada y amordazada porque pensaron que era una especie de espía—señale con un movimiento de cabeza a los hombres apaleados a mis pies—, que les intentaba robar... Cajitas de juguete tipo kínder sorpresa?

Él asintió algo dudoso, tal vez confundido por los conceptos que emplee o quizás por la mirada de completo odio que le estaba dedicando.

—Sí, podría decirse que así fue —respondió rascándose la mejilla nerviosamente

—¡Qué no son juguetes! ¡Son cajas armas! —rugió otro de los chicos a su espalda, uno con aparentemente mal humor

¿Pues sabes qué? ¡Me importa un reverendo pepino!

—Púdrete —solté mirándole fijamente. No estaba de humor para seguir con toda esta situación surrealista digna de ser una película de acción de Hollywood (así de dramático y sobre exagerado). Si alguna vez me encuentro con la persona o cosa que maneja el karma cósmico y todas esas weas, tengan por seguro que le golpeare en la cara por todas las que me ah hecho.

—¡Mujer estúpida e ignorante! —gruño enfado.

—¡Gokudera-kun! —le censuró el chico con el que hablaba

Cerré los ojos, respiré hondo e ignoré las voces de los demás chicos, quienes se alborotaron peor que Deya cuando escucha la palabra Yaoi. Mentalmente conté hasta diez y me pellizque, pero cuando abrió los ojos ellos aun estaban ahí y yo seguía atada a la silla.

—Odio mi vida ¡Arrgg! —gruñí sin saber si reír como desquiciada, echarme a llorar o simplemente pedirle a alguno de ellos que me golpeara lo suficientemente fuerte para noquearme.

Bien, la situación era mil veces peor que esa vez en la que no dormí por días, cometí homicidio doloso (lo siento, Bola de nieve), viole el reglamento de tránsito y huí de la policía (lo siento, de nuevo) y practique tráfico de órganos involuntariamente.

Seep, estaba jodida. JODIDA.

Todo comenzó con una maleta. Una común, inocente e inofensiva maleta.

Pero antes de llegar a la serie de eventos desafortunados que me llevaron a estar en esta sucia y oscura bodega, atada a esta silla y charlando quitada de la pena con extraños armados hasta los dientes y vestidos como bodyguards, eh de resumir algunos aspectos que no son de importancia, pero me da la gana recordar. Al menos así confirmo que no estoy desquiciándome más de lo que ya estaba. Porque bueno, tú sabes, siempre es bueno confirmar que sigues cuerdo.

Una de las cosas que siempre eh querido, aun cuando amo México y el Caribe (¡Oh sí! La bitch va a la beach) es salir del país. Ir a turistear, conocer y disfrutar de las maravillas del nuevo mundo. Algo posible, en un futuro muy, muy, pero muy lejano (tener hermanos algunas veces apesta). El caso es que, mientras juntaba mis centavos en una lata de galletas y soñaba con mi Beffa del alma, de esas malditas que te insultan y aun así se siente como la mayor expresión de cariño, acerca de recorrer México e ir a Gringolandia y las Europas; la oportunidad llegó golpeándome en la cara, como casi todas las cosas lo hacen. Una mañana llena de sarcasmo, humor negro, sonidos de cerdo en el matadero y maldad —muy común en la oficina— Gla soltó la bomba: se había abierto nuevamente el concurso de becas para estudiar en el extranjero, ese que su novio había usado el año pasado para estudiar en Barcelona por un año. La convocatoria no tardo en aparecer en el área de anuncios y mis compañeros no tardaron en meter sus papeles. Todos soñaban con ir a Argentina, Barcelona e incluso Gringolandia, ser los futuros Juan Vucetich, Hans Gross, Cesar Lombroso e incluso jugar al CSI en E.U. Yo por mi parte, tenía salud.

Aun cuando muriera por competir por la beca no podía hacerlo. Si me marchaba ¿Quién los alimentaria, cuidaría y mantendría vivos? No, no hablo de animales, sino de mi hermano y padre. No me culpéis, son buenos tipos, pero son hombres ¿capisci? No cocinan, limpian, lavan y todas esas cosas que una mujer hace incluso con los ojos cerrados. Y no, no soy feminista o algo por el estilo, solo soy un pésimo ser humano.

En fin, ya estaba resignada a quedarme en el país y pudrirme sola en la oficina mientras mis demás compañeros se iban a tomar el sol y sacarse selfies locas por todo el mundo cuando Gla y Raúl metieron sentido a mi cabeza a punta de golpes y putizas verbales.

—«Eres una tonta, un reverenda tonta, eso es lo que eres»

—«Wey, estas pendeja. Yo me largaría y que se mueran los demás»

¿Cuánto amor, no? Se respira en el aire.

Suspiro.

La verdad perdí la cuenta de cuantas veces fui insultada, tal vez habré roto un record, Well, una charla seria con mi padre y el uso hábil de mi carta de «hija modelo capaz de sobrevivir sola con cincuenta pesos al día» después, me salí con la mía. Seep, tengo armas y se usarlas, eso incluye el jaque mate y la beca en el bolsillo sin ningún problema. No, no soy una nerd ni matadita, solo soy una vaga con suerte, o como los profesores juran: un USB humano, incluso adornado con palabras bonitas suena a lo mismo.

Meeh.

Los odio a todos.

Y así fue como termine en un vuelo con destino a las Europas, eso sí, no olvidemos las amenazas de muerte, lagrimas, abrazos, deseos de que el avión se caiga (casi se me salio el corazón del pecho cuando se elevo en el aire) peticiones de obsequios y otras cosas, entre ellas rocas, mangas, y... ¿Agua? ¿Es en serio Fer? ¿Quién rayos pidió tierra? ¿Una coca cola, acaso no sabe igual en todas partes? ¿Superman o batman, tal vez Spider man? ¿Gryffindor o Slytherin? Espera ¿Quién lo pidió, Lulu o Marci?

Vamos Alex, céntrate.

Bofetada mental.

Como decía, después de bajar del avión con las piernas temblorosas, abrigada hasta las orejas y más perdida que cuando visito Mérida, comencé a buscar mis maletas. Estaba sola y desorientada en España ¡Maravilloso! Dejen a la chica con peor sentido de la orientación sola ¿qué podría pasar?

¡Púdranse todos los que eligieron E.U. y su CSI!

Estaba descargando el mapa de la ciudad y tratando de no entrar en pánico cuando mi segunda maleta apareció. Y aquí es cuando todo se retorció y termine en la dimensión desconocida...

Al principio atribuí mi paranoia a causas simples, por ejemplo: llamar la atención de algunas personas por lucir como una niña perdida en busca de sus padres, lo que no estaba muy lejano a la verdad. Solo que no era una niña, sino una traga años. No buscaba a mis padres, sino la salida; en segundo lugar, mi rostro verde y nauseabundo producto del avión. No los culpaba por alejarse, incluso yo temía devolver mi último alimento; y en tercer lugar, lo exagerado de mi vestimenta de invierno. No me culpéis, vivir en una zona cálida y mudarme a una zona aun más cálida no ayuda mucho a mi resistencia contra el frio. En palabras simples: soy una idiota ~

¿En qué carajo estaba pensando para no darme cuenta de que me estaban siguiendo? ¿Unicornios, Ships, comida, la metafísica? Ya ni me acuerdo.

El sentido arácnido que todos llevamos dentro no miente cuando comienza a vibrar como loco, especialmente si llevas viendo a los mismos tipos a donde quiera que vayas. No todos podían vestir con traje todo el maldito tiempo, a menos que hubiera una convención de empresarios en la ciudad, wait, me estoy saliendo del tema; para cuando fui consciente de que me seguían descaradamente hice lo que toda Mexicana haría, y no, no llame a la policía (no creo que el 066 sirva en España para empezar), arme la mejor estrategia con lo que tenía a mano de «golpea en donde más le duela y huye por tu vida» que se me hubiera ocurrido (mucho mejor que esa vez en la que intentaron robarme o violarme, ni yo sabía que rayos quería); de algo servirían esas cintas amarillo Kagamine que me habían obligado a pagar. ¿Lo bueno? Le rompí la nariz a uno de ellos y apalee a algunos ¿lo malo? Esta es la vida real y no hay peleas justas. ¿Dónde hay un palo de escoba cuando lo necesitas? Personalmente prefiero los sais (esos que parecen tenedores gigantes), pero si los traía conmigo iba a terminar en los separos del aeropuerto con la etiqueta de terrorista en mi expediente criminal. Ni hablar de los chacos, soy re-pendeja para manejarlos.

Cinco minutos después de una escena al más puro estilo de Karate kid, termine en una camioneta rodeada de hombres rudos que revisaban mis cosas frenéticamente ¿fetichistas, donde?; levantada al más puro estilo del norte de México, solo que en lugar de AK47 era amenazada con anillos mágicos...

¿Really?

Maldita suerte. Toda una vida viviendo en Latinoamérica y llegar a Europa para terminar así. Fuck logic.

No sabía si estaba alucinando o no cuando uno de ellos me amenazo con un anillo llameante (realmente no quería averiguarlo) y soltó una larga verborrea en ¿italiano?

¡Espera!

¡Se supone que esto es España!

Estúpidos secuestradores internacionales, estúpida barrera ligústica.

Le mire con la mejor cara de poker que pude mantener (no es fácil eso de ser secuestrada y no tener ni puta idea de lo que está sucediendo) mientras él seguía inmerso en esa diatriba, en la cual estaba segura de que me estaba mentando la madre. Sabe usted, hay un lenguaje universal implícito cuando de groserías y majaderías se trata, ya sea en chino o coreano, uno sabe cuando se meten con su madre, y no habló exactamente de la mujer que te incumbo como vil parásito por nueve meses.

—I don't speak spanish. I like tacos —solté apenas tuve oportunidad.

Sí, no soy muy inteligente. I know.

But, eso de hacerse la tonta se me da bien. ¡Y qué mejor que un turista para eso! No iba a ser tan idiota para decir: «Verá señor secuestrador internacional, no soy nadie importante e influyente y mucho menos tengo contactos y palancas poderosas; así que, aunque pida dinero por un rescate (que ambos sabemos terminara conmigo en una bolsa negra en un lote baldío) no le darán ni un centavo. Sí, eso de nacer en una familia pobre y numerosa es una pena» luego nos abrazaríamos y lloraríamos juntos, si como no. Me gusta vivir, gracias.

Ya veía venir el tortazo más doloroso de mi vida cuando el que parecía el jefe comenzó a reír como Angelina Jolie en el papel de Maléfica al sacar triunfante lo que buscaba en la maleta. Mi cara fue todo un poema mientras ellos vitoreaban como si hubieran encontrado la copa Mortal, las reliquias de la muerte, la inocencia y una reliquia sagrada bendita, todo junto.

—¡¿Qué demonios...?! —murmuré al ver la cajita de juguete y la centena más que la acompañaba

¡Había perdido la maleta! ¡Maldita sea!

Ya, definitivamente no regresaría a España. Esta más jodida que México.

Ya comenzaba a sopesar la idea de que el avión si se había caído (mi primera vez viajando en avión y el cacharro se cae al fondo del océano, mala suerte ¿dónde?) y que todo esto no era más que una última y bizarra alucinación cuando el manda más metió su anillo mágico en la caja de Rubrick y ¡Bum! Una maldita Hoz apareció cortando el techo del auto. Flipe todo lo que no lo hice cuando respiraba marihuana en el laboratorio, y eso es decir mucho, porque respire esa wea por casi un año.

«Estoy muerta» pensé antes de sentir que el mundo giraba violentamente y la taquicardia me reventaba el pecho.

—o—

Para sorpresa y desagracia mía, no estaba muerta.

Solo había terminando envuelta con narcotraficantes o algo por el estilo, casual. ¿Lo malo? Estaba atada a una silla y siendo interrogada (o al menos lo intentaban) en una sucia y oscura bodega ¿lo bueno? Pues, aun tenía mis dedos y lengua.

Una larga, tediosa y unilateral charla después, por fin captaron la diferencia de idiomas (muy listos, eh!) y se les hizo fácil amordazarme mientras discutían acerca de muerte, droga y dineros; ya saben, de lo que los narcotraficantes hablan. Y yo pues hacía lo de siempre, curiosear todo lo que me rodeaba mientras trataba de deshacer el amarre. Había visto demasiadas películas para saber que terminaría durmiendo con los peces o con una bala en mi entrecejo. Y la verdad no quería esperar a descubrir que pasaría primero.

¡Moriría peleando!

Ya, en serio, si iba a morir me llevaría a unos cuantos conmigo. No es como si manejar un arma fuera difícil, de algo debía servir la práctica de arme y desarme, y pues aguantar las palizas dos veces al mes de las cintas negras tenían un lado bueno. Y si eso no funcionaba, siempre podía usar la bufanda para estrangular gente. Meeh.

Estaba armando, nuevamente, una estrategia para escapar cuando las personas dentro de la bodega comenzaron a moverse hacia el exterior, desde donde se escuchaban gritos, disparos y ¿explosiones?

¿En serio no estoy muerta o alucinando?

En fin, gracias al alboroto fui ignorada mientras los secuestradores encendían sus anillos mágicos y abrían sus cubos rubrick sacando cosa y media (Ya, creo que si tengo esquizofrenia, eso de ver un cocodrilo salir de ahí enserio ya es grave). En pocas palabras, no pude liberarme de mis ataduras (epic fail), pero después de varios Bum, Bum, Crash, Crash, Fiuush, Fiuush y Bang, Bang, todo se calmo. Y yo termine con el impulso de comerme las uñas por el repentino y tranquilo silencio. Eso no significaba nada bueno. Según mis conocimientos de películas y series de televisión este era el momento en el que:

a) La policía entraba a rescatarme diciendo que estaría a salvo y que todo estaba bien (demasiado bueno para ser verdad)

b) La maldita bodega explotaba (No por favor)

c) Llegaba algún héroe urbano y me rescataba (nuevamente imposible)

d) Entraban zombies por la puerta a comer mis sesos (podría pasar)

e) Otro cartel de narcotraficantes los había asesinado a todos y yo sería la siguiente (muy probable...)

f) Era abducida por ovnis (¿Meeh?)

¿Lo irónico?

Todo lo anteriormente sugerido sucedió, a excepción de los zombies. No fui abducida por Ovnis, pero si por un grupo peculiar de chicos que resultaron ser parte de una mafia italiana (¿Acaso nadie respeta a España?) que me salvaron deshaciéndose del los narcotraficantes, que no eran narcotraficantes sino parte del mercado negro que traficaban cajitas rubrick versión kínder sorpresa (¿Logic?) e hicieron arder la bodega con montones de cajitas rubrick sorpresa con sus anillos mágicos (Piro maníacos, ¿dónde?).

—¿Así que, qué harás ahora? —inquirió el chico de la espada con una sonrisa

Me encogí de hombros y ajuste mi larga bufanda. Era lo único que me quedaba de todo lo que traía conmigo.

—Supongo que dormiré en la banca de un parque y entrenaré palomas para ganar algo de dinero —dije restándole importancia.

Sola, sin dinero y sin pertenecías en España ¿maravilloso no es así?

—Jajajaja, eso suena divertido

El que respondía a Onii-san (¿No se supone que eran italianos?) soltó un asentimiento EXTREMO, Gokudera (el gruñon) se dio una palm face y Tsunayoshi le miro al igual que yo, como si le hubiera brotado una segunda cabeza.

—¿No tienes como comunicarte con tu familia? —Sacudí la cabeza en negativa —, ¿dinero? —nop — ¿familiares? — ¡menos!

Gokudera gruño frustrado y extendió un teléfono hacía a mi

—Llama a alguien y regresa a tú país

—No me sé de memoria el número de mi tutor —le sonreí cínica y él se enojo aun más

—Serás... —gruño, pero se corto al ver la mirada de Tsunayoshi.

—Entonces quédate con nosotros —soltó el alegre y despreocupado Yamamoto (¿no que italianos, hn?)

La cara de todos fue un poema.

—¡Ni hablar! —rugió Gokudera

—¡Kyoko se pondrá feliz al extremo! —celebró onii-san elevando los puños

—Eso no pasara —respondí mirándoles con cara de poker face.

Salir de las manos de narcotraficantes, que no eran narcotraficantes sino traficantes de cajitas rubrick sorpresa, y terminar en la casa de Mahou shounens que son parte de la mafia italiana, no gracias.

—Yamamoto tiene razón —dijo Tsunayoshi después de meditarlo un poco

—¡¿Qué?!

—Alexandra-san ahora es blanco de los traficantes de cajas armas porque piensan que es una espía que intenta robar y vender información. No pasara mucho tiempo para que vengan por ti —continuo frunciendo levemente el ceño. El ambiente alrededor de ellos cambio y yo supe que no mentía. Y lo odie por eso

—¿Estás diciendo que tengo que ir con ustedes para protegerme de otros mafiosos?

Él asintió apenado.

¿Vivir con mafiosos o morir a manos de mafiosos? ¿Unirme a la Famiglia y sobrevivir o ser una civil y morir?

Difícil decisión.

Naah, me gusta respirar, gracias.

—Bien, me uniré a ustedes. Cartel, yakuza, mafia o lo que sea —solté resignándome al hecho. Sí ya había caído al fondo no importaba que me hundiera un poco más.

Todas esas cartas cadenas que nunca reenvié, cruzar bajo escaleras, toparme con gatos negros y romper espejos me estaban pasando la factura.

Si de algo estaba segura en ese momento era que el karma es una perra. Una maldita y bastarda perra.


Felicidades por haber terminado de leer. Ahora, te reto.

Te reto a escribir algo similar. Pero antes déjame explicarte algunas cosas.

Esta curiosa actividad la encontré en el fandom de Percy Jackson y me pareció original y divertido. Consiste en crear un OC que se parezca a ti en la mayoría de los aspectos (físico, emocional, conductual, etc); y como este llega a relacionarse con los personajes en X situación. En este caso, su ingreso o afiliación a la Famiglia.

Sí bien, esto comenzó como una actividad de un foro (en el fandom original), donde se que hay actividades con tematicas distintas (ya que generalmente son drabbles y one-shots) dejaré abierta la historia por si se me ocurre algo random acerca de vida diaria con la Famiglia Vongola, y la verdad es que ya tengo una que otra idea.

En fin.

Si te agrada la idea únete, y sino pues no xD

Con respecto a la historia, ¿pues que puedo decir?

Hay verdades, mentiras, medias verdades y medias mentiras xD Ya cada quien sospeche lo que quiera de ello. Mi OC se llama Alexandra Gonzalez y es Mexicana, su edad es un secreto, pero va en la universidad y es una traga años. (Aparenta 18 años), si deducen su carrera, pues sabrán que ella y la mafia no se llevan para nada xD

su personalidad: Es introvertida, algo sarcástica y tiene mala suerte. La mayoría de las cosas las deja en su fuero interno en lugar de expresarlas. No es grosera, pero mentalmente maldice a todo y a todos. Aunque aparente saber ingles, es un asco en ello xD Suele poner apodos a todos. Es fácil de tratar, pero no es de las personas que se acercan a otras por propia elección. Es una chica anormal, así de simple.

Su apariencia: Tiene piel tigreña e incluso un poco más oscura. Cabello negro y fome, no tiene una forma definida (es una mezcla entre lo lacio y ondas). Ojos de color café oscuro y rasgados, 50% occidentales 50% orientales. Baja de estatura y complexión delgada. Es femenina inconscientemente, aunque prefiere ser practica en sus elecciones, hablando generalmente. Usa gafas.

¡Gracias por leer gente hermosa!

Pc fuera

PAz :v

¿Un review?

Bitch-chan tiene hambre. Ñam, ñam, ñam