Disclaimer: Harry Potter, sus personajes y lugares son marca registrada y no me pertenecen.
Cómo sobrevivir a la Navidad.
Primera entrega: Cómo escoger un pino.
Paso 1: Decidir si será natural o artificial.
-Te digo que no, Harry – exclamó Hermione – por eso hay calentamiento global. No vamos a poner un pino natural.
-Ándale – insistió Harry, subiendo a la camioneta por el lado del conductor – ¡huelen muy bien! Imagina lo bien que olerá la casa. Dicen que los pinos naturales que venden o que puedes cortar están enfermos. Técnicamente les haríamos un favor terminando con su sufrimiento.
La chica rió debido al comentario y maldijo internamente por lo sencillo que era para su novio convencerla de algo.
-Pero ensucian mucho – argumentó, ya no tan segura – cuando era niña teníamos que barrer unas cinco veces al día debajo del pino. ¿Tú piensas barrer cinco veces al día?
-¿Qué no eres una bruja? Podemos poner un hechizo para que no se caigan las hojas del pino.
-No son hojas.
-Cómo se llamen, incluso podemos poner un hechizo para que no se seque y esté fresco hasta año nuevo.
-¡Ni siquiera conoces un hechizo para eso! - exclamó
-Oh pero apuesto que tú sí. Y si no, siempre podemos preguntarle a Neville – Hermione frunció los labios – Anda – insistió Harry – cuando era niño mis tíos solo ponían un pino pequeño, artificial y con pocos adornos. Eso hasta que Dudley creció y decidió que era muy grande para creer en Santa Claus. Después de eso ya no se molestaban en adornar.
Hermione sabía que era la primera oportunidad que Harry tenía de adornar su casa y definitivamente no podía negarse a algo así. Ella tenía muy buenas memorias de las navidades con su familia y quería que su novio también las tuviera.
-Natural, entonces – dijo la chica derrotada – ¡pero tú te vas a encargar de los cuidados que te diga Neville!
-Claro que sí, preciosa – contestó con una sonrisa en el rostro.
Paso 2: Encontrar una tienda para comprar el pino.
-¿Te parece en Tesco – preguntó Harry
-No creo que en Tesco vendan pinos – contestó Hermione
-Están vendiendo pinos en todos lados, amor.
Iban en la camioneta de Harry, Hermione en el asiento del copiloto. A mediados de año la pareja había decidido dar el siguiente paso y mudarse juntos a Grimmauld Place pero, en un momento impulsivo, Harry había comprado una casa grande y bonita en un vecindario muggle lindo y seguro.
-Mejor en Waitrose – sugirió la chica.
-Waitrose será – contestó Harry.
Paso 3: Poner un presupuesto en base a la altura y frondosidad deseada del pino.
-Veamos, ¿pagaremos con dinero muggle verdad? - dijo Harry comprobando su cartera.
-Es eso o violar el estatuto del secreto – contestó Hermione - ¿cuánto traes? Yo traigo unas – revisó también su cartera – 50 libras. Sabes, solía traer conmigo más dinero muggle pero no solemos ocuparlo.
-Lo sé, ni siquiera recuerdo cuántas libras hay en un galeón. Tengo 100 libras, creo que es suficiente.
Bajaron de la camioneta y entraron a la tienda. Los pinos estaban en la entrada, había de distintos tamaños y precios, el más barato en 25 libras y los más caros hasta en 45.
-Oh, creo que no habrá problemas con el dinero – comentó Harry – Caray, huele muy bien.
Así era. El olor a pino fresco inundaba el lugar. Comenzaron a caminar entre los árboles de distintos tamaños sin saber bien qué buscaban hasta que un asistente se les acercó.
-Buenas tardes, ¿puedo ayudarles en algo?
-Sí, por favor – contestó Hermione – queremos un pino.
-Gracias por especificar, amor – bromeó Harry – quizá pensaba que buscábamos un perrito.
-Ja, ja. Queremos uno mediano por favor.
-Como guste – dijo el asistente – síganme por favor.
Les mostraron 3 pinos sólo un poco más altos que ellos, olían muy bien, se veían frescos y frondosos, pero Harry no estaba convencido.
-No sé – dijo, dirigéndose a Hermione – pensaba más en uno muy alto. Como los que Hagrid ponía en el Gran Comedor.
-Harry, el Gran Comedor mide como 20 metros de altura.
-¡La casa tiene techos altos! Disculpe joven – habló al asistente – ¿puede mostrarnos pinos un poco más altos?
El asistente los llevó un poco más atrás donde había pinos mucho más altos que ellos, aunque ninguno como lo quería Harry.
-Sabes, podríamos ir a uno de esos bosques que son específicamente para escoger y talar tu pino...
-No
-Ninguno es lo suficientemente alto, Herms
-¡Pero están bien para la casa! Me parece que al menos la mitad de estos quedarían rozando el techo.
-Podemos ponerlo afuera – sugirió Harry.
-Me prometiste olor a pino en la casa y eso me vas a dar
-Puedo comprar un aromatizante...
-Potter – dijo Hermione con una mirada de advertencia, por lo que el chico entendió que no estaba a discusión.
-Bien, bien, busquemos alguno.
Siguieron viendo los pinos sin encontrar alguno que les gustara a ambos. Tardaron tanto que el asistente les dijo que lo buscaran una vez que se hubieran decidido y fue a atender a otras personas. Hermione se fijaba en el olor y color mientras Harry se guiaba por la altura y frondosidad.
-Este – dijo al fin Harry, señalando uno que sobresalía de los demás. Era alto, muy verde, frondoso y despedía un fuerte aroma.
-Es lindo – concordó Hermione – pero creo que es un poco más alto que el techo.
-Estás loca, ¡es perfecto! - exclamó Harry – voy a buscar al asistente para que nos lo cobre y lo lleve a la camioneta. Tú quédate aquí a cuidar el árbol.
-¿Cuidarlo de qué? - preguntó confundida Hermione.
-¡De que alguien se lo lleve! Amor, es perfecto, si alguien lo ve va a quererlo, quédate aquí, ¿sí? Si ves que alguien le echa el ojo les dices que está apartado.
Hermione se rió. Por razones como ésa se había enamorado.
-De verdad cielo, no creo que sea necesario – dijo con risas.
-¡No tardo! - gritó mientras se alejaba corriendo a buscar al encargado.
Nota: Si no tiene buen sentido del espacio y la rama más alta del pino supera su techo, siempre puede cortarle un pedazo.
-Te dije que no iba a entrar – recordó Hermione ufana.
-Te fascina decir 'te lo dije', ¿no? - dijo Harry, haciendo malabares con el pino para ponerlo en el suelo.
Metieron el pino a la casa de manera horizontal sin problema, pero cuando trataron de pararlo se dieron cuenta que le sobraban unos buenos cinco centímetros de la rama de arriba. Decidieron que lo más sencillo sería cortar el exceso.
-Así es – contestó Hermione – a ver, te ayudo. Tú sostén el árbol y yo lo corto. - Sacó su varita del pantalón y se acercó a la punta – Diffindo.
Cayó el pedazo de rama al suelo y Harry puso el pino de pie.
-Bien, ¿dónde lo ponemos? ¿En el centro de la sala?
-No nos veremos las cara cuando nos sentemos, ¿porqué no movemos éste sofá – dijo tocando el mueble - y lo ponemos aquí junto a la chimenea?
-Buena idea. - Harry sacó su varita y con unos cuantos movimientos el árbol estuvo en su sitio. - Preciosa – dijo, pasando su brazo sobre los hombros de Hermione – faltan algunos días para el 25, pero podemos decir que oficialmente inicia nuestra primera navidad juntos.
-¿La primera de muchas? - preguntó Hermione, mirándolo con una sonrisa.
-La primera de muchas – confirmó, tomando la cara de su novia entre sus manos para darle un beso lento en los labios.
Próxima entrega: Cómo escoger las decoraciones.
¡Hola a todos! ¿Qué puedo decir? Mi espíritu navideño está al 100 y ando cursi, porfa dejen un review si les gustó, si no les gustó, si quieren consejos, sugerencias… Lo que sea, me gustan los review :) ¡saludos a todos desde México!
