Capítulo 2

Mientras esperaba que sus familiares recibieran la custodia, el tiempo pasaba muy lento para Harry. Cada mañana se despertaba víctima de una pesadilla, pasaba el día leyendo sus libros de magia con Will, o pasando el día fuera con su amigo, preguntandose como sería el mundo mágico mientras que Harry pretendía estar igual de curioso. Luego se iría a dormir y el ciclo volvería a comenzar.

El estaba tanto entusiasmado como nervioso sobre conocer a sus abuelos y su padre, las personas con las que debió haber crecido. El sabía que debería comenzar a pensar en ellos como sus tíos y primo, pero era difícil, en especial porque antes esas parabras no significaron algo bueno.

Will estaba tan inquieto como siempre mientras que hablaba constantemente de su padre, haciendo preguntas de las que ninguno tenía respuestas, "me pregunto como sera. Cómo se verá? Cómo actuará? A qué casa fue en Hogwarts? Qué tan viejo será? Le caeré bien?", Harry sabía que esa última era fácilmente el mayor miedo de su amigo. Will se preocupaba constantemente sobre si le caería bien a su padre, aunque Harry trataba de asegurarle que lo haría.

Cuando Will no se estaba preguntando sobre su padre, se preguntaba sobre Hogwarts y a que casa iría.

-Ravenclaw suena genial, pero no creo ser lo suficientemente inteligente para eso. Tampoco creo que quedaré en Slitherin y no se si soy lo suficientemente valiente para Gryffindor, nunca he necesitado serlo. Qué pasaría si no soy lo suficientemente leal para Hufflepuff?-frunció el seño-No soy bueno para ninguna de esas. Qué pasaría si me mandan de vuelta?

Harry trató de asegurarle que sería seleccionado para una casa y que seguirían siendo amigos no importa que, pero sabía que no haría mucho bien mientras recordaba tener los mismos pensamientos el mismo la primera vez.

Había una cosa que comenzó a molestar a Harry desde que habían sido dejados otra vez en el orfanato. El no recordaba haber escuchado el nombre Anderson antes, en el futuro. Era posible que Will se hubiera mantenido fuera de la guerra y nunca haber tenido hijos, que el ubiera dejado el país? Qué pasaría si Will había muerto? Pero no dejaría que eso pasara. Will era su único amigo en esta línea de tiempo, y se rehusaba a dejerlo morir. No podía pasar por eso otra vez.

Mientras el ciclo continuaba, el entusiasmo de Will lo llevó a despertarse antes que Harry más frecuentemente y, tras darse cuenta de que Harry sufría de pesadillas cada noche, Will comenzó a sospechar de Harry y lo enfrentó, para horror del mismo.

-Harry, ¿por qué tienes tantas pesadillas?- preguntó Will mientras se sentaba en el borde de la cama de Harry.

Harry se congeló mientras su cerebro buscaba una respuesta. Había leído todo sobre el orfanato que se quemó, en caso de que, y ahora sabía que era cierto, hubiera sido Voldemort quien lo haya quemado, pero tenía miedo de estar equivocado, sin mencionar el hecho de que se sentía culpable sobre mentirle a su amigo.

-Bueno-comenzó-Antes de venir aquí, estaba en otro orfanato que se quemó. Te acuerdas de eso?-preguntó, recibiendo un asentimiento como respuesta-leí sobre eso en unos libros de magia. No era un fuego común, pero creo que ya lo sabía. Había un monton de luces de distintos colores, hechizos, con el fuego, y mucha gente murió o quedó realmente herida.

Will se le quedó mirando.

-Yo pensé que solo se había quemado-Harry negó con la cabeza.

-No, leí que fue realmente un grupo de magos oscuros que se hacen llamar mortífagos. Aparentemente ellos odian de verdad a los muggles y trataron de matarnos a todos. Eso fue... malo de verdad. Es por eso que tengo pesadillas-terminó, odiando haber mentido, pero satisfecho que Will le creyó.

Will palideció y cambió rápido de tema. Los dos habían hablado hasta la noche, otra vez, sobre como sería Hogwarts, Harry estando seguro de que sus sugerencias no serían verdad.


Cerca de dos semanas más tarde, el día que esperaban llegó y la profesora McGonagall se mostró, esta vez con otras cuatro personas. Michael Anderson era casi una copia de Will con su gran estatura, cabello café oscuro y ojos azules, la cara de Will al verlo fue algo que Harry supo que nunca olvidaría.

La atención de Harry se cambió a su familia. El podía ver fácilmente el parecido a los Black de su abuela, pero sus ojos eran cariñosos, como los de Sirius cuando lo miraba. Charlus lucía muy parecido a James, pero Harry supuso que era al reves, pero podía ver algunas de las características de su abuela en su padre.

Cuidadosamente ecaminó a James, impresionado de no solo ver a su padre vivo frente a el, pero que no era mucho más viejo de lo que era Harry. Ellos se veían muy similares, aparte de los ojos que siempre ha sabido encontró otras diferencias mirando de cerca, algo en la nariz y quijada, y esperó que significara que tenía más de su madre en su apariencia de lo que había pensado. La mayor diferencia entre Harry y su padre era la estatura, Harry pensó, mientras miraba a James, que si Lily no era pequeña a esta edad, Harry tendría que culpar a los Dursley de su pequeña estatura.

Los Potter también lo miraban, estando en shock por el parecido, hasta que Charlus dijo:

-Bueno, definitivamente tienes el pelo Potter-para luego revolver el pelo de Harry cariñosamente.

James asintió seriamente.

-Tu luces casi como mi gemelo!-dijo felizmente-solo que eres muy bajito. Seguro que tienes diez?-preguntó.

Harry se sonrojó por las preguntas, pero se encontró radiante simplemente porque su familia estaba viva frente a el, y pareciera como si les agradara.

-Casi tengo once-le informó a James, mirando al suelo por un momento.

-Creo que eres uno tímido-dijo Dorea con una cálida sonrisa.

Harry dió un asentimiento sutil y se sonrojó mientras la mujer lo arrastró a un abrazo.

-Bienvenido a la familia, Harry-Dijo, y sintió que las lágrimas corrían de forma rápida a sus ojos.

La señora Taylor, que estaba parada a un lado con una sonrisa en su rostro, entró en la conversación.

-Harry no habla con muchas quente. Es usualmente callado, a no ser de que esté con Wil. Supongo que sus...talentos tienen algo que ver con su amistad-explicó. Ella siempre estaba fascinada con lo que Will podía hacer, y más cuando encontró ocurrencias similares en Harry, pero tenía cuidado de llamarlo magia donde otros niños pudieran escucharla.

Dorea frunció el seño levenemte antes de volver a sonreír, y Harry se preguntó si le habían contado la historia sobre su "primer" orfanato.

-Bueno, parece ser un chico maravilloso-respondió- Tienes tus cosas?-preguntó en una voz cálida.

Le asintió tímidamente, un poco avergonzado por lo que la señora Taylor había dicho.

-James, ayuda a Harry a recoger sus cosas-dijo Dorea en una voz más firme de la que usó con Harry, lo que lo llevó a preguntarse que había hecho su padre.

James asintió y siguió rápido a Harry al cuarto en el que se había estado quedando, frotándose el cuello tímidamente.

-Mamá esta un poco brava conmigo en este momento. Puede que haya puesto crema de dientes en su cabello mientras dormía-dijo con una risa al final-Sirius me retó.

-Quién es Sirius?-preguntó Harry en una voz que esperó que fuera confuza mientras abría la puerta de su cuarto y caminó a su cama mientras que James observaba la habitación.

-Es mi mejor amigo, lo conocerás cuando vayamos a Hogwarts-respondió-Vives aquí?-preguntó, con su voz cambiando a una compasiva por la habitación que compartía con Will y otro chico. La habitación era grande, pero simple y sucia. El otro chico era un haragán y tiraba su ropa por toda la habitación. Las paredes eran blancas, libres de manchas, y el piso era de madera sucia. Cada cama estaba cubierta con una sábana y una almohada, junto con un baúl a los pies de la misma.

Harry asintió.

-Por los últimos tres meses-respondió mientras fue directo al baúl. James lució confundido por eso, pero no dijo nada más antes de agarrar un lado del baúl, mientras Harry agarraba el otro.

-Te gusta volar?-preguntó James en una voz suave para que ninguno de los otros niños lo escuharan mientras cargaban el baúl de vuelta con sus padres.

-Nunca lo he intentado-respondió Harry- pero creo que suena genial.

-Oh si-murmuró James-Lo siento, lo olvidé. Sabes en que casa quedarás?-trató de nuevo, cambiando de tema.

-No lo sé, pero Gryffindor suena genialpor lo que he leído-dijo Harry, pensando en los años que había pasado en esa casa antes.

James le sonrió a Harry.

-Eso es! Yo estoy en Griffyndor, entrando a segundo año. Es la mejor casa, seguida de Ravenclaw, Hufflepuff, y al final, y definitivamente peor, Slytherin.

Harry frunció el seño.

-Por qué es tan mala?-preguntó, pensando en que una de las cosas que le gustaría cambiar de su padre era el prejuicio hacia Slytherin.

-Ellos son malvados. Bueno, a excepción de mi prima Andie y mamá. Son las únicas excepciones-respondió James.

Harry volvió a fruncir el seño, pero decidió dejarlo así. No quería que su "primo" estuviera molesto con el tan rápido. Llegaron rápidamente donde Dorea y Charlus, quienes los recibieron con una sonrisa mientras Charlus agitaba la mano de la señora Taylor y le decía a Harry que se despidiera. Harry abrazó a Will, prometiendo escribirle, para luego salir con su familia.

-Entonces, asumo que no te has aparecido antes-preguntó Charlus al pequeño, recibiendo una negativa.

-No, señor. Al menos no creo haberlo hecho-mintió.

-Puedes llamarme Tío Charlus, o solo Charlus por ahora-dijo Charlus-Ahora, agárrate de mi brazo. La aparición es una forma en la que viajamos y nos llevará a nuestra casa. Se sentirá como pasar por un tubo, pero no me sueltes. puede que te sientas un poco mareado después, pero es normal. Entre más lo hagas, más fácil será.

Harry asintió y agarró el brazo de su abuelo mientras que James agarraba el de su madre. El sentimiento familiar estuvo presente mientras forzaba el cierre de sus ojos. Se sintió diferente con el cuerpo pequeño, y no tuvo que pretender estar mareado después, pero el vistazo a la casa de su abuelo por primera vez lo valió.


Unas horas más tarde, Harry estaba sentado en la mesa cenando con su padre y abuelos, tratando de recordarse que tenía que pensar en ellos como sus tíos y primo.

James estaba casi saltando sobre su silla mientras hablaba de todo lo que se le ocurría.

-Y luego Evans nos persiguió por el pasillo, gritando hechizos y gritándonos palabras que nunca le había escuchado decir antes.

Harry se estaba riendo entre dientes para el final de la historia. James había decidido contarle a Harry sobre sus bromas y las personas en las que fueron hechas. Lily y Snape hacían frecuentes apariciones, así como muchos otros cuyos nombres no reconoció. Estaba contento de que ninguna de las bromas que su padre había mencionado no había sido cruel realmente.

-Papá! Podemos ir a volar después de comer?-preguntó James en una voz de súplica, que fue seguida de una risa de Charlus.

-Si Harry quiere también, pero tendrás que enseñarle, no ha volado antes-dijo el hombre.

A James pareció gustarle esa idea y inmediatamente empezó a explicarle todo sobre Quidditch, mientras que terminaron de comer rápido antes de dirijirse afuera.

James le enseñó las bases de volar antes de que se elevaran en el aire. Antes de que lo supieran, estaban compitiendo alrededor del campo, del cual Harry estaba sorprendido que estuviera en la propiedad.

-Wow, eres natural-respiró James con los ojos abiertos-no pude hacer eso cuando volé una escoba la primera vez.

Harry se sonrojó y se sintió culpable porque no era su primera vez en una escoba.

-Eres un gran maestro- dijo, esperando que su padre no estuviera molesto. James le sonrió.

-Voy a tratar de entrar al equipo de Quidditch este año, quiero ser cazador!-dijo, de manera orgullosa.

-Genial-respondió Harry con una sonrisa-apuesto a que lo consigues-añadió, recordando que su padre había jugado en esa posición en algún momento.

Esa noche, Harry se fue a su cama sin ninguna pesadilla, por primera vez en meses.

Holaa,

Como ya dije en mi otro fic, lamento la demora en actualizar y que estén molestos conmigo. Pido discuplas con las molestias y prometo actualizar lo más pronto posible.

Me despido,

arepa 28-2

PD: estén seguros que no abandonaré esta historia.