LEER POR FAVOR

Okeeey, sé que nadie leerá esto xD, otal vez sí pero no dejarán reviews xDDD. No me importa, hice esto por simple gusto (y porque casi no veía nada en español).

Primero que nada, por ahora hay solo una historia, no sé si subiré más, pero si se me ocurre otra cosa de Tina y Lucas o Bugs y Lola creo que lo pondré aquí mismo... como una colección de escritos de ellos. Ya que solo he encontrado cosas de Bugs emparejado con Lucas, y no es que esté en contra ni nada de eso, solo que no había mucho de mis parejas favoritas, y si lo había... bueno, había mayormente solo de la Lola de Space Jam, y no es que ella no me agrade, me agrada. Pero quisiera ver más cosas con la Lola de El Show de los Looney Tunes que pasaban-o pasan- en Cartoon Network (¿ahí pasaban, no?), me gusta y me hace reír.

¿Algo más?, bueno, no sean malo :V, nunca he escrito nada de ellos así que es mi primera vez "actuando" como ellos (no sé si me entiendan). No sé si puse bien o mal a los personajes, pero ya que. Hice un intento xD. Ojalá les guste, a quien quiera que sea que lea esto...

El título de toda la historia en general es "We Are in Love" (llamado "Esto es Amor" en la versión latina) en honor a la divertida y yandere canción de Lola xD


Pesadillas

— ¿Debería volver a dormir?, sí, quizá sí. Pero, ¿y si tengo otra pesadilla?, ¿y si luego despierto y descubro que esa pesadilla en verdad era una pesadilla dentro de otra pesadilla?, ¿y si esa pesadilla dentro de otra pesadilla se convierte en realidad?

Lola se movía de un lado a otro hablando consigo misma, muy nerviosa. Frotándose la cara o simplemente mordiéndose la uñas por el temor que le invadía en ese momento. No quería volver a dormir, es más, estaba ya planeando no dormir nunca más mientras viva, ¿qué tal si la pesadilla se repetía?, ¿o se hacía verdad?, no quería ni imaginarlo.

Siguió moviéndose por todo el lugar, haciendo rechinar sus pantuflas por cada pisada que daba. Sus manos comenzaron a temblar levemente y a sudar también por flotarlas tanto entre sí. La habitación estaba a oscuras gracias a que ella no se molestó en encender las luces por tremendo susto. Ella tan solo quería olvidarse de lo ocurrido hace instantes atrás, o por lo menos calmarse un poco y pensar con más claridad, pero todo intento era en vano, seguía aterrada.

Seguía hablando incoherencias en voz alta, algo sobre de que estaba considerando dejar de parpadear por un tiempo, hablaba y hablaba y hablaba…

…hasta que alguien se dignó a prender la luz. Clic.

— ¿Lola?

— ¿Bugs?—Soltó un respingo la coneja rubia— ¿Qué haces en mi departamento?

—Eh Lola, esta es mi casa. —Él enarcó una ceja.

Lola observó con más detenimiento a su alrededor. Era verdad, se encontraba en la casa de Bugs. Vaya, ¿tanto habrá sido el susto que vino aquí sin darse cuenta?, o, ¿habrá venido por obra del sonambulismo?, quién sabe. No le dio importancia tampoco.

— De todos modos, ¿qué haces aquí?—Bugs cruzó los brazos.

— ¡Oh Buuuugs!, ¡tuve una pesadilla muy muy muy fea!—Lola corrió a abrazar (asfixiar, mejor dicho) a su novio, el cual no podía hacer nada más que rodear con un brazo la cintura ella y suplicar por algo oxígeno.—Fue espantosa, terrible, monstruosa… —Dramatizó soltándolo y mirando al techo, con una mano en la frente—¡Creo que me dará un ataque al corazón!, no, no, ¡un derrame cerebral!, oh no, no, no, ¡creo que…!

—Lola, Lola, cálmate. —Espetó Bugs exasperado, tomándola de los hombros y guiándola a sentarse en el sofá para que dejara de hacer esos insoportables rechinidos con las pantuflas. — Y bien, ¿qué soñaste?—No es que quisiera estar toda la noche resolviendo los problemas para dormir de la coneja rubia, pero no podía dejarla así, aparte, si ella no dormía, lo tendría toda la noche despierto con sus incesantes balbuceos. Lola no dijo nada. —Lola. —Le insistió él alzando un poco la voz.

— ¡No puedo!

— ¿Por qué?

—Si uno dice su pesadilla a otra persona, esta puede hacerse realidad. —Ella se mordió levemente el labio, casi otra vez sucumbiendo al pánico.

—Eso es una tontería. —Rodó los ojos.

—Es un hecho científico. —Agregó rápidamente.

—Claro. —Le contestó él con sarcasmo.

A continuación, la autoproclamada novia de Bugs Bunny puso sus pies sobre el sofá y enterró la cara entre sus rodillas, haciéndose "bolita" por el temor que aún habitaba en ella. Se mecía de un lado para otro y no paraba. Hasta por sus orejas se notaba que seguía asustada y se escuchaban pequeños sollozos por parte de ella.

Bugs la miró extrañado (algo fastidiado, también). A veces desearía no tener una novia tan dramática como Lola Bunny, era cierto que ella poseía bastante belleza y era divertida, pero, estaba, ¿cómo decirlo sin ser grosero?, chiflada. Sí, eso. Chiflada, y también era exagerada o histérica algunas veces, Lola a veces realmente le daba miedo…

Hasta ahora no sabe cómo es que aceptó ser su novio, o como es que comenzaron una relación, ya que todo empezó por una estúpida noche, en que él por más estúpido se le soltó en el escenario: "Lucas no es tu novio, ¡yo soy tu novio!" y ahí es donde comenzó todo. Aunque pensándolo bien, tarde o temprano terminaría aceptando el amor de Lola (si no era por las buenas, estaba seguro de que Lola lo haría aceptar por las malas), claro que la susodicha aún tenía que arreglar algunas costumbres, como por ejemplo, dejar de acosarlo estaría bien.

El conejo gris suspiró resignado, ya habían pasado quince minutos desde que su novia se había puesto en ese plan. No podía dejar que siguiese así.

—Mira Lola—Empezó, eligiendo sus palabras—Si te hace sentir mejor yo…—No podía creer que diría esto—…puedo quedarme despierto contigo, hasta que duermas.

Y Lola se detuvo.

Volvió a una posición normal, algo asombrada al principio. Obviamente su sonrisa de oreja a oreja no se hizo de esperar.

— ¿De verdad harías eso por mí Bun-Bun?—Bugs tuvo que tragarse sus palabras para no reclamar aquel absurdo apodo que, supuestamente, ella prometió ya no decirle más. Él sólo asintió. Lola estaba radiante. — ¡Oh, gracias amor!, ¡eres tan tierno!—Y lo envolvió en otro asfixiante abrazo de oso en el que él luchaba por respirar.

—Sí, lo sé. —Se lamentó el pobre conejo. —Solo procura no hacer mucho ruido, si Lucas se despierta temprano se pone insoportable. —Y giró los ojos para luego levantarse del lugar e ir a la cocina para tomar un vaso con agua.

— ¡Claro Bun-Bun!—Le respondió ella animadamente— Veamos televisión, ¡dicen que dan buenas películas a esta hora! —Sugirió la chica tomando el control remoto y encendiendo la tele, claro que, cambiaba sin siquiera revisar los canales.

"¿Qué clase de canal pondría sus mejores películas a la 3 a.m.?" pensó Bugs, pero decidió no discutir por eso. De todas maneras a Lola le gustaba cualquier cosa, así que lo que sea que den a esta hora estaba bien para ella.

Ahora estaba cuestionándose a sí mismo si es que fue una buena idea revisar lo que sea que estuviera haciendo ruido en la planta baja, bueno, estaba totalmente convencido de que era un ladrón o algo parecido. Pero al parecer solo era Lola, aunque en su opinión, hubiera sido más fácil lidiar con un ladrón que lo apuntara con una pistola en la cabeza. Hump. Ya no importaba. Tenía que ser buen novio y apoyarla, como cualquier buen novio lo haría, ¿no?

—Oye Bugsy-bun-bun—Genial, otro apodo para agregar a la lista— ¿Qué tal si me traes un vaso de leche para poder dormir? ¡No, no!, mejor no, creo que soy intolerante a la lactosa. Mejor tráeme un té, ugh, pero no me gusta el té. Mejor tráeme la leche, sí, mejor tráeme la leche. ¡Pero no puede tener tanta azúcar!, solo dos cucharadas y medio más cuatro granitos más, y no puede estar en una taza tan grande, tiene que ser pequeña pero no tanto. ¡Jajaja!, a menos que sea Speedy, y sabes qué, también podrías…

Bugs Bunny suspiró, esta sería una laaaaaarga noche.


Ya no sabía qué hora era, el reloj se encontraba descompuesto y no tenía ganas de ir a ver por la ventana (las cortinas cerraban la vista). Aparte, rogaba que Lucas no los escuchara, bueno, no quería soportarlo tan ¿temprano?, ¿tarde?, qué más da, solo no quería lidiar con él ahora, no cuando ya tenía a alguien con quién lidiar. Bugs y Lola se hallaban acostados en el sofá con las luces apagadas, Lola usaba el pecho de su chico como almohada. Los dos veían una película de suspenso con algo de melancolía, claro que, como Lola no muchas veces entendía el guión y el propósito de la película, se había reído en la mayoría de partes. Bugs no le dijo ya nada, estaba acostumbrado.

Después de que la película acabase, lo único que quedaba para ver ahora en todos los canales eran los programas de compras y un sinfín de comerciales estúpidos. Prefirieron dejarlo en los programas de compras, en fin, no había otra cosa que hacer…

Bugs miró a Lola algo confundido, ella no había hablado durante todos los veinte minutos en que se promocionaba el "Nuevo Súper Ultra Tractor 3000 en forma de vaca" y esto le parecía extraño. Que él supiera, Lola era una máquina de palabras, jamás paraba de hablar hasta tal punto de ser irritante, pero ahora… estaba totalmente muda.

— ¿Te pasa algo?—Preguntó él algo seco, tratando de disimular su preocupación.

—Oh nada. Absolutamente nada. Estoy bien, estoy perfecta, nunca he estado mejor en mi vida. Estoy simplemente fantástica y… perfecta. —Contestó la coneja rubia con una pequeña risa, aunque se notaba que era fingida. Él arqueó una ceja sospechoso.

—Lola.

—En serio, estoy fantástica. ¡Ah!, ¿viste ese tractor?, yo lo hubiera preferido en forma de gatito, me encantan los gatitos, ¿a ti te gustan los gatitos?, ¡yo adoro a los gatitos!, ¡aww, deberíamos tener uno!...

—Lola. —Siguió este, luchando por mantener su tranquilidad.

Lola suspiró vencida.

—Es que digamos que ya me está dando un poquitiiito de sueño. —Dijo ella jugando con sus dedos.

—Gracias al cielo. —Expresó este.

—Pero no quiero volver a tener esa horrible pesadilla. ¡En serio que no!—Se tapó la cara, angustiada.

—Vamos Lola, lo que sea que hayas soñado no puede ser tan malo. —Espetó él tranquilamente.

—Es que yo soñé…—Estaba dudosa en si decirle o no...

— ¿Sí…?—La animó a seguir, quitándole sus manos de la cara para poder verla.

—Quenomequeríasmás. —Y volvió a taparse el rostro.

Bugs Bunny parpadeó desconcertado. Y no es que lo anterior dicho por Lola esté mal escrito, no, verdaderamente así es como Lola pronunció de rápido sus palabras, pues, a la velocidad de un rayo…

Al captar por fin lo que ella le trató de decir a su tan exagerada y rápida manera de hacerlo (claro, después de cinco intentos), no sabía cómo reaccionar. O sea, ella, Lola, la—tal vez única—chica que es capaz de superar al conejo que va tres pasos más delante que todo el mundo, tenía ¿miedo?, sí. Miedo de perderlo. Espera, ¿miedo de perderlo?, ¿por qué?, si Lola era bonita, joven, inteligente también si le quitas lo distraída, talentosa, divertida, etc. Aparte, él era muchas veces algo impaciente y sarcástico con ella (o quizás muy honesto…), ¿por qué rayos tenía miedo de perderlo?, no tenía sentido.

Esta vez, para su sorpresa, no tenía ningún ingenioso comentario a la mano como siempre acostumbraba, solo estaba ahí, estático, observando como aquella rubia conejita parecía apagarse poco a poco cuanto más silencio había entre los dos. Qué raro, ahora mismo prefería a la Lola habladora de antes, quizás esa hablaba hasta por los codos, pero por lo menos así le hacía saber que estaba bien. En cambio, ahora tenía a una Lola muy, muy callada. Demasiado para su gusto. Para colmo, a él también le había comido la lengua el gato.

—Tú me habías dicho que no me querías volver a ver jamás. —Comentó Lola para su sorpresa. Parecía que ella estaba nerviosa—Y… y… bueno, parecía que lo decías demasiado en serio. Y… pues… sé que en verdad no eras el tú-tú real, sino el tú de mis sueños que en realidad era una pesadilla. Y el tú, o sea tú de mis sueños fue tan duro y cruel conmigo que por un momento pensé que eras el tú pero real cuando en verdad era el tú de mis sueños… y… entonces… decías que me odiabas y… y… el tú de tú, o tú… ehm...—A este punto la joven ya comenzaba a tartamudear y a confundir sus propias palabras, como si su cerebro aún no hubiese asimilado esa información. Él sintió que se le estaba haciendo muy duro a ella hablar sobre esto.

—Lola, en primer lugar…—Empezó con el tono más calmado posible—No te odio.

Lola paró de balbucear, prestándole toda la atención a su novio quién parecía tratar de escoger las palabras correctas para darle una explicación.

—Segundo, sólo fue una pesadilla. No se hará realidad solo por contármelo. —Señaló, intentando de que entendiera.

— ¿Estás seguro?

—Seguro.

— ¿Totalmente?

—Totalmente.

— ¿De verdad?

—De verdad.

— ¿En serio, en serio, en serio, en serio?

—Sí Lola, en serio, en serio, en serio, en serio. —Contestó lentamente, algo exasperado, resoplando por la inútil exageración de palabras que su novia lo hacía decir.

— ¿Y tercero?—Se le adelantó.

—Tercero. —Hizo una leve pausa, pensando en lo que iba a decir. Dio una mirada rápida al reloj descompuesto. —Ve a dormir, creo que ya son la 6:30 a. m. y no hemos dormido nada.

— ¿Me prometes que ya no habrá más pesadillas?

Bugs arqueó una ceja, pero no pudo evitar dejar escapar una sonrisa algo burlona. La voz en que Lola se lo preguntaba era tan tierna, como una el de una niña haciendo prometer a sus padres que la protegerían del Coco. Realmente, se oía adorable.

—Te prometo que ya no habrá más pesadillas.

Lola sonrió. Sintiendo un peso menos en el alma.

Él la abrazó suavemente rodeando su cintura y ella se acomodó más a gusto en el pecho de su novio-almohada, cerrando cada vez más los ojos por el sueño que a esta hora consumía ambos gracias a tremenda desvelada. Usaron una manta que se encontraba encima del respaldar del mueble para taparse, y Lola suspiró feliz. Tal vez si dormía igual soñaría con ese Bugs que decía que la odiaba y tanta cosa, pero ya no le creería ni tendría miedo, ya que su real y legal novio estaba aquí para decir la verdad. Y la verdad, por más que él lo admitiese a las quinientas cada año, era que la quería. Sí, la quería, y la quería mucho. Puede que ella sea algo acosadora, hiperactiva y loca… sí, estaba loca, muy loca, pero era su novia. Y él lo prefería así más que nada en el mundo.

Y no de otro modo.

—Tal vez podríamos buscar una película más y...

—No Lola, duérmete.