Notas

-La historia se desarrolla en un universo alterno.

-Las edades de los personas son de 17+

-La historia puede contener escenas subidas de tono. (ligero Lime) -Ya sabemos que hay un gato travieso, así que eso no puede faltar *guiño*-

-Puede que algunos aspectos de las personalidades no sigan fielmente las originales, aun debo estudiarlas más para mantener sus esencias en lo más posible, pero tengan en cuenta que la historia es en otro universo, por lo que es aceptable que algunas cosas cambien.

Eso es todo, disfruten.

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Las calles de País estaban siendo iluminadas con las tenues luces de los faroles, dándole vida a la noche fría. La vista desde lo alto de la torre Eiffel era sublime, hermoso y sin comparación. Agradecía con una sonrisa silenciosa la tranquilidad que estaba teniendo desde hace días, así podía simplemente pasear por las calles sin temor alguno, aunque eso no quería decir que mantuviera la guardia baja. Todos sus felinos sentidos estaban alerta por cualquier anomalía que quisiera presentarse y romper la poca paz que había obtenido.

Miro los pendientes en su mano y suspiro, la búsqueda no estaba siendo fácil para él, no estaba dando ningún fruto, ni una pista ni una señal. Nada. Y eso no le gustaba.

Tikki reposaba tranquilamente sobre su cabeza mientras él inspeccionaba a las personas paseando por los alrededores, buscando un indicio que le dijera que estaba cerca de la chica elegida, en vano.

Suspiro con pesadez y se sentó en las vigas rojas meciendo los pies al aire como si de un niño pequeño se tratase.

Debía encontrar a la elegida rápido, o su vida se apagaría.

No es que no tuviera la fuerza suficiente para luchar contra los akuma, era que cada vez que purificaba a uno, era como si absorbiera parte de su vida, dejándolo débil hasta el día siguiente. El único miraculous que podía purificar era el de Ladybug, y aun no la encontraba.

Resopló, una vez más, impaciente.

Era verdad que sentía curiosidad por saber quién era digna de un miraculous tan valioso como ese. Es decir, no cualquiera podía obtener el poder de la buena suerte. Era algo demasiado valioso como para que cayera en manos equivocadas. Pero sea quien sea la chica, no le estaba dejando fácil la búsqueda. Tikki aseguraba que se encontraba en París, lo cual reducía mucho el perímetro, por lo menos no tenía que ir a ningún otro lado, pero llevaba ya un mes entero en su búsqueda, sin resultados satisfactorios.

—Anímate, Chat Noir — Tikki flotó hasta quedar frente a él, mirándolo con una sonrisa tranquilizadora —Cuando sea el momento, ella aparecerá, solo debemos ser pacientes y estar atentos.

—Ya ha pasado un mes, Tikki —Respondió él, cansino. —Debería por lo menos haber algunas señales como las hubo conmigo ¿No?

—Puede ser que estén presentes y no las veamos —Dijo Plagg desde el interior de anillo, entrometiéndose en la conversación —Lo mismo ha pasado con Ladybug anteriores, son escurridizas.

Tikki emitió una risita —Sí, es cierto —Se sentó en el hombro del minino — Pero está vez es porque la bondad e inocencia requerida es difícil de percibir, las jóvenes de hoy en día saben más de lo que se debería saber sobre ciertos temas…

—No tendremos esa conversación ¿Verdad? —Preguntó un divertido Chat Noir.

Tikki se sonrojo un poco y se escuchó la risita de Plagg desde el anillo.

—Como sea —La pobre kwami se aclaró la garganta —Si no ha aparecido, es porque quizá también, aun no es el tiempo.

Chat Noir asintió comprensivo, después de todo la pequeña kwami era la que portaba más ideas –todas acertadas- al equipo. Tenía la ligera sospecha de que la otra portadora de miraculous era igual que la pequeña kwami en varios sentidos. Después de todo, él también se parecía mucho a Plagg en algunos comportamientos. Al parecer los portadores de los Miraculous tenían esencias similares a los de los kwamis.

—Recorramos un poco la ciudad para explorar.

La kwami se aferró a la cabellera de Chat Noir y este empezó a saltar por los tejados mientras miraba con atención a las personas pasar por las calles.

No tenían alguna referencia física sobre la que podría ser su compañera, todas las portadoras anteriores han tenido características distintas, así que podía ser cualquier chica de la ciudad. Ahogó un bufido de impaciencia y siguió con su exploración hasta parar en lo alto de un edificio cerca de la plaza cercana a la escuela que asistía, normalmente a esas horas las calles eran muy transitadas.

Miro con atención a las personas que rondaban por el sitió hasta que cierta chica llamó su atención.

La observó por varios minutos, sintiéndose un poco mal al observar su semblante triste y melancólico, pero no podía hacer nada por ella en esos momentos. Había sido sincero con respecto a sus sentimientos hacía ella, pero aun así no podía evitar sentir ese pequeño pesar en su pecho, una joven tan hermosa como ella merecía más de lo que él podía darle.

Sintió una pequeña punzada incomoda en la boca del estomago cuando ella limpió una lágrima que caía de su ojo derecho. Era la primera vez que la veía llorar.

—Es la chica que rechazaste hoy ¿No? —Preguntó Tikki siguiendo la línea de mirada de Chat Noir —Es muy bonita

—Lo es —Admitió él contemplándola sentada mientras ella miraba algo en una libreta que descansaba en su regazo. Parecía el libro de bocetos que ella cargaba consigo casi todo el tiempo.

—¿Por qué la rechazaste? ¿No te agrada? —Preguntó Tikki inocentemente.

El rubio sonrió —Me agrada Tikki, pero no estoy enamorado de ella. Marinette merece alguien que la ame, no puedo aceptarla solo porque me caiga bien ¿Entiendes? —La kwami asintió analizando sus palabras.

No podía negar que la joven tenía una dulzura en sus ojos que lo cautivaba. Siempre la veía alegre al lado de su amiga Alya y parecía llevarse bien con todos –excluyendo a Chloe-. Pero cada vez que él se acercaba a ella, parecía intimidada, las palabras se enredaban en su lengua y tartamudeaba con frecuencia. Se empezó a preguntar si los nervios que ella presentaba al hablar con él eran justamente porque le gustaba. La verdad es que a él le hubiese agradado conocer a la verdadera Marinette, aunque no podía negar que se veía adorable con las mejillas rosadas y la mirada tímida que le dedicaba.

La chica se levantó de su sitió, guardó la libreta y se encamino fuera de la plaza. Chat no pudo evitar seguirla con la mirada, hasta su caminar parecía decaído ese día.

—Chat Noir, ese hombre de allí… —murmuró Tikki señalando a un hombre que seguía a su compañera de cerca.

Frunció el ceño y agudizo su vista notando que, en efecto, un hombre estaba siguiendo a Marinette. Estaba muy pendiente del movimiento de las caderas de la muchacha, contoneaba muy coquetamente su cuerpo casi de manera natural. Ya lo había notado, la forma elegante de caminar de Mainette. Chat Noir hizo una mueca al darse cuenta que él tampoco había despegado la mirada de las caderas de la chica por varios segundos, reprendiéndose mentalmente por ello.

—Sigámosla, puede que necesite ayuda.

Saltó por los árboles y luego por los tejados sin perderla de vista ni un momento.

—Será tonta —Murmuró al ver que ella entraba por una calle desierta. Era demasiado tarde para andar por ese tipo de veredas.

El hombre pareció notar que era su oportunidad de importunarla y se puso detrás de la joven tapándole la boca. Marinette se revolvió entre su agarre haciendo que este fuera aún más fuerte, dejándola casi sin aire. Trataba de gritar en vano. La arrastró hasta la pared y la acorralo sin dejar de taparle la boca, mirando con lujuria las curvas femeninas cubiertas por un precioso vestido rojo.

—Oye tío —Llamó Chat detrás del hombre apoyado en su bastón — ¿No sabes que es de mala educación importunar a una dama de esa manera?

El hombre se sobresaltó ante la voz y volteo fulminando con la mirada al minino, que solo sonreía divertido.

—Creo que no tienes que meterte en nuestros asuntos —Tomo a Marinette de la cintura y la apego a ella. La chica dio un grito ahogado, presa del pánico cuando sintió la erección del hombre en su vientre —¿Verdad, querida? —Siseo a su oído. Marinette sollozo de pánico.

Chat Noir era consciente del pánico y el miedo del cual era presa la chica y el obvio intento del hombre de hacerle creer que eran pareja.

—Debería soltarla, parece que a "tu novia" —El sarcasmo fue palpante — no le agrada que la aprietes de esa manera.

—Vete, niño, no tienes nada que hacer aquí —Chasqueo la lengua.

Chat negó con el dedo —Respuesta incorrecta.

Sus ágiles movimientos se hicieron presentes cuando en unos segundos, apartó al hombre del cuerpo temblante de la muchacha de un golpe en el rostro. El hombre se iba a abalanzar sobre él hasta que notó bajo la luz de la farola quien era su contrincante. Sonrió cuando vio el miedo en los ojos del tipo y el pánico que se había apoderado de su rostro. El hombre sabía muy bien quien era él.

—Cobarde — Escupió cuando lo vio correr lejos de ellos.

Un gemido de angustia se escuchó detrás de él. Se agacho frente a su compañera que temblaba mientras se abrazaba a si misma. Él acarició su cabeza con suavidad, tratando de calmarla.

—Cálmate, ya pasó —Susurró con voz dulce, logrando el efecto deseado.

Marinette alzó los ojos y sus orbes azules chocaron con los verdosos del minino. Chat nunca se había dado cuenta lo hermosos que eran de cerca, nunca había puesto especial atención a la chica, pero ahora mismo no podía negar que era toda una belleza. Sus ojos brillaban con las lágrimas acumuladas y, aunque su piel estuviese pálida a causa del susto recién recibido, se veía muy linda a sus ojos.

—Gracias—Dijo ella en un hilo de voz sin despegar los ojos de su salvador.

Chat sonrió —No tiene que agradecerme, princesa —Tomó su mano y la llevó a sus labios. Secretamente disfruto del contacto con su piel cremosa y suave, hasta estuvo tentado a pasar su lengua para comprobar si sabía tan bien como olía. Era un agradable aroma a chocolate y vainilla, casi como un postre recién hecho. —Su servidor está aquí para proteger a damiselas en apuros como usted —Le guiñó el ojo coqueto.

Ah, allí estaba su lado travieso y coqueto ¿Como podía estar coqueteando con la chica que había rechazado en la tarde? Menos mal que ella no sabía quien era él.

Ella más calmada, emitió una risita fresca, una que solo había visto en pocas ocasiones y de lejos.

—Los rumores son cierto, eres todo un coqueto, Chat Noir —Le dijo con una sonrisa sincera.

—Oh pero solo con las damas hermosas —Volvió a guiñarle el ojo. Marinette se sonrojo un poco pero mantenía esa sonrisa cálida y sincera.

Si, era mejor cuando una sonrisa adornaba el bello rostro de esa chica.

La ayudó a ponerse de pie y la acompañó hasta fuera del callejón.

—Gracias nuevamente —Suspiró aliviada al salir de la oscuridad —No sé en qué estaba pensando cuando entre allí.

—Me preguntó lo mismo —Rió él —Aquí nos despedimos, princesa. —Tomó nuevamente su mano y la beso, dejando sus labios más tiempo de lo usual en ellos, sin dejar de mirarla. Disfrutó secretamente el ver las mejillas de la joven tiñéndose de rojo por su causa y el ligero temblor que percibió en su mano a través del guante negro.

Ella deslizo su mano con suavidad de entre las de él y dio un paso atrás, teniendo una repentina timidez y necesidad de poner distancia.

—N-nos vemos —Tartamudeo ella, pero le dio una sonrisa sincera. Lo observo unos segundos y amplió su sonrisa.—Adiós, gatito. — Le guiñó el ojo y sonrió divertida el asombro del minino.

Corrió bajo la atenta mirada del rubio hasta la entrada de la panadería, se giró cuando abrió la puerta y lo saludo con la mano, sonriente.

Chat Noir suspiro sin darse cuenta y corrió de regreso a su hogar. Su compañera de clases tenía una vena divertida de la cual no sabía y tuvo deseos de conocer las otras facetas ocultas bajo ese manto de timidez que siempre la cubría.

Quizá, tan solo quizá, podría tratar de conocer un poco más sobre ella.

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Tikki sonrió mientras negaba con la cabeza, pero no hizo ningún comentario.

Dejar las cosas seguir su curso.

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Bueeeeeeeeeeeeeno... ¿Que puedo poner aquí?

Está pequeña historia sera sumamente corta, es un semi AU donde no está -aun- Ladybug, por lo que será mayormente MariChat.

Espero lo disfruten, actualizo lentamente, pero ando con una pequeña obsesión con la parejita - Son sencillamente adorables - así que hay posibilidad de que actualice semanalmente.

Calculo que tendrá por lo menos 12 capitulos, pero veremos.