Genos la niñera

Capítulo 17

Al fin la semana había pasado, en las ciudades aun se apreciaban los daños causados por los disturbios de Burgar y su ejército de Kaijins.

En la entrada del aeropuerto Saitama y Tatsumaki apreciaban el estado en que se encontraba la ciudad a su regreso. Muchos de los edificios tenían agujeros, algunos otros simplemente les faltaba una parte, habían grandes cantidades de escombros a lo largo de la ciudad siendo recogidos por hombres de construcción y maquinaria, algunas edificaciones ya estaban en proceso de reconstrucción.

-Oh ¿Qué habrá pasado aquí? –se pregunta el calvo.

Tatsumaki cierra sus puños, gruñe y despega volando a toda velocidad del lugar como si de un cohete se tratase dejando a Saitama solo en la entrada del aeropuerto.

-¿Tats? Ahora por qué se fue tan de repente… -Tras unos breves segundos de profundo análisis mental Saitama llega a una conclusión.

-¡LOS NIÑOS! -El calvo toma las maletas y sale despedido corriendo frenéticamente dejando una estela de polvo a su paso.


Unos trabajadores, intentaban cuidadosamente de retirar una pila de escombros que se extendía justo en medio de la calle impidiendo el paso de vehículos, como si fuera una broma la pila de escombros fue dispersada por una especie de sujeto calvo que corría a toda velocidad.

Los obreros quedaron estupefactos ante tal extraño y conveniente suceso.

El jefe de la obra se termino por encoger de brazos. –Umm menos trabajo para nosotros. –susurra.

-¡Dejen de mirar y terminemos de limpiar el camino! –grita el hombre a sus obreros, los cuales reanudaron el trabajo tras un leve espanto.


En pocos más de un minuto Tatsumaki había casi arribado a su hogar observándolo cada vez más cerca, ante su poca paciencia para hacer algo tan tedioso como subir las escaleras y utilizar la puerta sin pensarlo dos veces usa sus poderes para crear un agujero por una de las paredes del edificio y entrar hirviendo en desesperación. Después de todo no había tiempo para tocar la puerta o algo así, ella tenía que ver a sus bebés ¡Ahora!

De inmediato al ver lo que estaba ocurriendo en su casa la expresión enfurecida y desesperada en la peliverde cambio a otra de extrañeza.

-¿Que… Que se supone que están haciendo ustedes? –pregunta la esper.

-Jugando a Twister con el señor Genos Mamá. –responde Tranquilamente Nadare mientras Saigetsu tenía en sus manos la ruleta del twister.

En ese momento Saitama arriba a su hogar, entrando de un salto en el agujero que había creado Tatsumaki unos segundos antes.

-¿Tats están bien los niños? -pregunta con inocencia el calvo mirando hacia su esposa.

-Míralo por ti mismo. –bufa la esper.

-Oh, Genos… ¿Por qué estás estirado como si fueras un pretzel?

-Sen-sei, sus hijos me retaron a este exigente juego, me sorprende como ha llevado a la flexibilidad de mis extremidades al límite.

-¿Nunca habías jugado twister antes? –pregunta el calvo.

-No, me resulta enigmático como una actividad tan extrema puede ser considerada un juego. ¿Por cierto como estuvo su viaje?

-Pues estuvo genial, hubo incluso un huracán y todo eso. –responde sonriente el calvo mientras recuerda con una sonrisa lo vivido en sus vacaciones.

Mientras esto sucedía Tatsumaki inspeccionaba la casa minuciosamente en busca de una mínima irregularidad, cuando es interrumpida por una pequeña mano que toca la suya.

-Mamá…

-¿Pasa algo Saigetsu? –pregunta la esper con tranquilidad. (Cosa que solo se le podía ver en su faceta de madre)

-Te extrañé… -dice el pelinegro mientras se abraza a su madre.

Una cálida sonrisa se dibujó en el rostro de la esper, definitivamente la maternidad había cambiado cosas en la gruñona Tatsumaki…

-También te Extrañé. –Dice en voz baja una sonriente Tatsumaki -Por cierto ¿Qué tal estuvieron en mi ausencia? ¿Les sucedió algo? ¿No corrieron ningún peligro? ¿Esa chatarra los cuidó bien? –pregunta la esper con cierto frenetismo.

-Yo estoy bien. –dice el pelinegro dibujando una sonrisa en su rostro. -Oye mamá

-¿Si?

¿No le hagas nada malo al señor Genos si? Él es muy divertido.

Tatsumaki se sorprende ante lo dicho por su retoño mirando al pequeño con curiosidad.-Está bien, no le hare nada a ese pedazo de hojalata… -susurra la esper mientras acaricia el rebelde cabello de su hijo y se encoje de hombros.

-Por cierto… -Tras decir esto casi susurrando Tatsumaki se dirige levitando hacia donde estaban Genos, Saitama y Nadare. -¿Qué ha pasado en la ciudad? Todo está hecho añicos. –Pregunta la peliverde en tono desafiante observando fijamente al Cyborg.

Tras escuchar la última pregunta Genos cae Instantáneamente al suelo, perdiendo el juego de Twister en el acto. El Androide se queda sorprendido por la pregunta de Tatsumaki.

-Tornado, lo que sucedió fue… -Antes de terminar lo que decía, Genos pudo observar a espaldas de Tatsumaki como el pequeño Saigetsu negaba fuertemente con la cabeza teniendo un gesto de pánico en su rostro.

-Es obvio que algún tipo de monstruo atacó, ya sabes, estas cosas pasan todo el tiempo. –interrumpe Saitama.

-Pero…

-Los niños están bien, supongo que no hay mucho que preguntar ¿no es así Genos?

-¿Ehh? – ¡Sí, Sensei! –Responde Genos.

Tatsumaki se cruza de brazos. –jumm, -por cierto Cariño, llama a alguien para que repare la pared, Pueden entrar insectos y eso no es saludable para los niños.

-Pero no fui yo quien hiso ese agujero, no es justo. –responde un confundido Saitama.

-¡No me importa! ¡Arréglalo ahora! -Por cierto, niños ¿por qué no ayudan a su madre a desempacar? -Tras decir esto las maletas que estaban cerca de Saitama comienzan a levitar hacia Tatsumaki colocándose finalmente sobre la peliverde.

-¿Nos trajiste regalos? –pregunta una emocionada Nadare.

-¿Por qué no lo averiguamos? –dice la esper mayor con una sonrisa de orgullo

Ambos gemelos se miran entre sí, asienten y siguen a su madre hasta la habitación, dejando solos a Saitama y su discípulo "numero 1"

-Genos. –dice Saitama con Seriedad.

-¿Qué sucede Sensei?

-Nunca te cases, es una trampa.

-¿Una trampa?

-Y si te casas, tampoco te enamores. –El calvo dice esto último con un gesto sombrío y tenebroso.

-En… Entiendo. –responde un asustado Genos.

Saitama suspira impotente ante los hechos… -Ah, ahora se supone que soy responsable de cerrar este agujero.

-Descuide Saitama-Sensei tengo habilidades de albañilería y carpintería.

-¿Oh, enserio? Debo admitir que siempre tienes un as bajo la manga Genos.

-Sensei…

-¿Ehh sucede algo?

-Gracias por encomendarme esta tarea de cuidar a sus hijos, fue una misión que exigió un 100% de mi capacidad, de alguna manera siento que después de esta semana soy mucho más fuerte. –dice con seriedad el Héroe clase S cerrando y abriendo su puño.

-Oh, no hay de que jejeje… -Fuiste el único que aceptó- agrega en voz baja el calvo.

-Um? –responde Genos.

-Por cierto…

El Cyborg nota como su maestro se pone serio y cambia el tono de voz indicando iba a decir algo de suma importancia.

-Genos… existe otro encargo más que te pedí… ¿Lo recuerdas? –dice en voz baja el calvo dibujando un gesto sombrío en su rostro.

-Si… -responde a secas el Héroe Clase S… Día sábado, tiempo de duración 1 hora, descuento de un 30% en verduras y frutas, un 25% en cortes de carnes selectos, Oferta especial de dos litros de leche por el precio de uno y por cada 2000 yenes consumidos el supermercado otorgaría al cliente una Gaseosa de Limón totalmente gratis. Compre todo según sus instrucciones, no hay que temer, la comida está a salvo en su despensa y refrigerador respectivamente.

Saitama sonríe. –Debo admitir que tienes buena memoria.

-Discos duros, Sensei.

-Ummm como sea, ahora que ya estoy más tranquilo puedo pensar que haremos con esta pared. –dice el calvo rascándose la cabeza.

-No se preocupe Sensei, déjelo en mis manos. Si me disculpa un momento, necesito ir a la ferretería por materiales. –tras decir esto Genos saca unos propulsores de la espalda y sale volando del lugar.


Y así las horas pasaron hasta el atardecer, naturalmente la pared había quedado como nueva. Tatsumaki levitaba frente a esta, daba pequeños golpes para inspecciona su solidez. –Nada mal, Nada mal. –Susurraba la esper mientras observaba minuciosamente la calidad de la reparación.

-¿Ella siempre es así Sensei?

-Sí. –Saitama se acerca al Cyborg disimuladamente. –No te imaginas lo mandona y perfeccionista que es. –dice en voz baja el calvo mientras oculta su boca con su mano en señal de secreteo.

-¿Oigan ustedes que están murmurando? –Pregunta la peliverde en tono amenazante.

-Nada cariño, nada, solo le comentaba a Genos lo hermosa que te veías inspeccionando la pared. –responde el calvo con una gota de sudor.

Tras escuchar esto Tatsumaki se sonroja, gruñe y se retira rápidamente del lugar.

-Eso fue extraño, nunca he podido la comprender la actitud femenina Sensei.

-Yo tampoco, por eso no pienso en esas cosas. –En ese momento Nadare llega levitando a toda velocidad y se sienta en los hombros de Saitama la pequeña había recuperado sus poderes al día siguiente del incidente con Burgar, rápidamente sujeta sus pequeñas manos de la calva de su padre sacando la lengua a su hermano quien venía persiguiéndola.

-Papá, por qué ella tiene poderes y yo no.

-Ya hemos tenido esta conversación Saigetsu, es que tu hermana se parece a tu madre, y por eso tiene esos poderes.

-¿Y yo a quien me parezco?

-Pues te pareces a mí. –responde el calvo con una sonrisa.

-No te creo, tú eres calvo y yo no. –responde el pelinegro con incredulidad.

Saitama se quedó estupefacto ante la respuesta de su hijo, corriéndole una enorme gota de sudor en la frente. Por su parte Nadare empezó a reír ante lo que ocurría.

-También un señor ninja me dijo que eras muy fuerte, y yo tampoco soy fuerte.

Saitama recupera la compostura y mira directamente a su pequeño retoño.

-¿Qué ninja? Ummm bueno no importa eso de ser fuerte no es muy divertido que digamos, además Cuando yo tenía tu edad si tenía cabello, Era negro así como el tuyo y el de tu hermana. –dice con orgullo y melancolía el Héroe.

-¿Entonces cuando sea mayor también voy a quedarme calvo?

-Ehh…..

-¡Sí! Te quedarás pelón como Papá –interrumpe Nadare.

-¡No es cierto! –responde el pelinegro a punto de caer en llanto.

-Si lo es… ya verás.

-Entonces tú también te quedaras pelona eres mi hermana gemela.

-¡No! Yo no me quedare calva soy muy hermosa.

-¡Nadie se va a quedar calvo aquí ¿Ok?! Vengan a la mesa La cena está servida ¡AHORA!

-Oh, ya era hora. -dice Saitama mientras se pone en marcha hacia la mesa seguido de sus hijos los cuales extrañamente pararon la discusión y se fueron en silencio.

Genos Permanece observando la escena con interés cuando es interrumpido por la voz chillona de la esper mayor.

-! Qué esperas pedazo de hierro oxidado, No te quedes ahí parado como una chatarra inerte y ven a la mesa!

-Genos, es mejor que le hagas caso anda y siéntate. –sugiere Saitama a lo lejos.

-¡Hai!

Pocos segundos después todos ya estaban sentados a la mesa, Genos estaba intrigado internamente en como Tatsumaki mantenía el orden en el hogar y a simple vista tenía bajo control al hombre más fuerte del universo ¿Qué clase de poder era este? ¿Qué secretos se ocultaban detrás de todo esto?

¡Gracias por la Comida! –exclaman todos al unísono sacando al cyborg de sus cálculos mentales.

Saitama comía con alegría, su gruñona esposa le había hecho Udon para cenar y al parecer estaba delicioso.

-Desconocía de tus dotes culinarios Tornado. –afirma Genos con cortesía.

-Pues vete enterando, soy buena en todo lo que hago y la cocina no es la excepción. –responde con orgullo la esper.

-Yo le enseñe todo lo que sabe, la hubieras visto al principio no podía siquiera hacer sopa instantánea.

-¡Cállate tarado! No me avergüences… Mmmm, si me enseñaste un par de cosas, pero ahora te he superado. –responde la peliverde cruzada de brazos.

-Era inevitable, sabes con tus poderes es un poco injusto haces parecer como si la cocina tuviera vida propia, todo moviéndose al mismo tiempo es algo escalofriante.

-Punto para mí, mis habilidades son mucho más útiles que derrotar bichos raros de un puñetazo.

-Eso fue un golpe bajo.-dice con seriedad el calvo mientras aspira sus fideos mirando con rencor a la esper.

Genos por su parte comía en silencio observando atentamente todo lo que ocurría.

Tic Toc…

-Oh es el timbre yo voy -sin perder el tiempo Nadare salió levitando abrir la puerta. -¡Mamá, Papá es la tía Fubuki!

-Hola a todos, lamento interrumpir la Cena.

-No hay problema, anda siéntate hay espacio para uno más. –dice Saitama con una sonrisa. –La pelinegra asiente y procede a sentarse junto con los demás.

-¿Que te trae por aquí hermana?

-Vine a ver a mis sobrinos. –contesta sonriendo la esper pelinegra mientras frota el cabello de Saigetsu que estaba a su lado. –Y también vine a conversar con Genos.

-¿Conmigo, Blizzard? –responde un sorprendido Genos.

-¿Qué quieres conversar con ese pedazo de metal?

-Algunos Asuntos.

-Ya veo… -Responde la peliverde con una expresión de sospecha.

Un silencio incomodo reinó entre ambas hermanas durante unos segundos mientras se miraban fijamente.

-Oh, Hola King. –Interrumpe Saitama contestando su teléfono. –Sí, ya estoy de vuelta. – ¿Enserio? ¿A qué hora? – ¡Que! –Saitama se pone de pie y en un destello se colocó en frente del televisor encendiéndolo en el acto.

-¡Que se supone que estás haciendo! –grita Tatsumaki a su Marido.

-Tats recuerdas esa película que queríamos ver en el cine sobre aquel cementerio maldito, adivina que, la están pasando por TV.

-¿uhhh Enserio? –responde la esper con un rostro inocente levitando hacia donde estaba el calvo mirando la televisión con asombro.

-¡Ves te dije que no teníamos que comprar el Blue Ray!

-Cállate que ya empieza.

-Ohh. –rápidamente Saitama se sienta frente al televisor seguido de la peliverde quien se sentó sobre las piernas de este.

-Que parejita ¿no crees?…. –ironiza Fubuki mientras deja escapar una sonrisa.

-Son… Extraños.

-jijiji Sí que lo son. –a veces pienso que mi hermana mayor no pudo encontrar mejor hombre, míralos son tal para cual, además creo que Saitama es el único hombre que no correría peligro de muerte estando junto a ella.

-Naturalmente Blizzard, El Sensei es un excelente partido, cualquier mujer caería rendida ante sus atributos superiores, Los biólogos lo llaman Selección Natural.

-Ok, eso último lo puedo dejar en duda. –responde la pelinegra casi estallando de la risa.

-¿A qué se refiere señor Genos? –pregunta un confundido Saigetsu.

-La selección Natural es la acción dentro de las especies donde una hembra se siente sexualmente atraída hacia el macho más grande y fuerte siendo así este último quien porta los mejores genes para que la especie sea perpetuada.

-¿Que es sexualmente? –pregunta Nadare.

-Bueno, sexualmente hace alusión a…. –Rápidamente Fubuki tapa la boca del cyborg. –Nada nada niños, terminen su cena, o su madre se va a molestar.

-Pero ella tampoco terminó de cenar. –contesta el pelinegro.

-Papá si terminó su tazón. –Señala Nadare

-¿Cuándo lo hiso? –pregunta Fubuki. –Mientras ambos Niños niegan con la cabeza.

-Supongo que el Sensei nunca desperdiciaría un Buen Udon.


Luego de media Hora, Genos se encontraba lavando los plantos en compañía de Fubuki quien se había ofrecido a ayudarlo amablemente.

-Blizzard, me resulta sorprendente que alguien como tú me ayudara a lavar los platos.

-Digamos que estoy en deuda contigo.

-¿En deuda? , bueno no he olvidado a que viniste, viniste a hablar conmigo no?

-Así es… de hecho quería agradecerte por haberme salvado el otro día, creo que un simple gracias no basta, cuenta conmigo para lo que necesites, si hay un favor que quieras pedirme no dudes en decirme, haré lo que esté a mi alcance.

-Muchas gracias Blizzard, estoy seguro que tú también me hubieras salvado somos héroes después de todo.

-¿Entonces no hay nada que quieras?

-De hecho sí.

-Entonces cuéntame