Estoy sentada en la orilla del precipicio, mientras oigo las olas azotar contra las rocas, bañándolas en espuma. La suave brisa marina mueve mi cabello, dejándolo más desordenado de lo que siempre está. El olor a sal y arena llega a mi nariz, invadiendo mis sentidos. Abro los ojos y me encuentro con una vista magnífica, con el mar en todo su esplendor, sus múltiples tonalidades azules y verdes formando una paleta que cualquier pintor daría lo que fuera por poder plasmar; el sol en el horizonte, en el momento más hermoso del día, dándole unos tintes cobrizos y rozados al cielo. Es, simplemente, una obra de arte. Mientras contemplo el paisaje, dejo que mi mente vuele, le doy rienda suelta a mis pensamientos.

¿Por qué estoy aquí?

Fácil, se cansaron de mí.

Obviamente no me dijeron eso explicitamente, sería algo muy grosero y dios nos libre de los malos modales. No, fueron mucho más sutiles. Me dijeron que era lo mejor para mí, que necesitaba un ambiente más relajado donde mi recuperación fuera más óptima, porque en esa casa había mucho ajetreo y eso no me ayudaba, que había demasiadas personas y el ambiente a veces podía llegar a ser sobrecogedor.

Pero yo se que en realidad ya no me querían ahí. Estaban cansados de tratar conmigo, de intentar ayudarme sin lograr avance alguno. Estaban cansados de tratarme como si fuera una muñequita que tenían que cuidar porque en cualquier momento se podría romper. Estaban cansados de mi extraña conducta, tan calmada, tan observadora, tan pasiva, tan misteriosa, tan zen. Decían que era tan poco característica de mi, y que cada vez me parecia más a su vecina, aquella bizarra joven en la que encontré una gran amiga.

Pero sobre todo, estaban cansados de que fuera tan directa y honesta y constantemente les estuviera señalando los defectos que más los avergonzaban, aquellos que nadie acepta y que intentaban ignorar. Los sacaba de quicio, y a todos les había tocado al menos una vez. De hecho, ésto fue el detonante de que me echaran. La última vez que expuse mi "falta de tacto" y dije cosas que incomodaron a otra persona, ésta se enojó tanto que empezó a gritar a todo pulmón, me contó cuán molesta estaba con mis actitudes, cuánto me despreciaba y cómo desearía que jamás me hubiera conocido. Su explosión fue tan apasionada, que me mandó muy lejos y terminó diciéndome hasta de lo que me iba a morir. Y todos escucharon. Al día siguiente, los padres "sugirieron" mandarme a un lugar más cómodo y pacífico, porque ahí parecía estar muy tensa. ¿Tensa, yo? Si, claro. A la hora de darme la "sugerencia", me sentaron en la sala y formaron un círculo como aquellos que se hacen en las intervenciones. Me dijeron que sólo querían lo mejor para mí, y que al final la decisión era mía. Curiosamente, mientras decían ésto, vi como sus hijos ponían unas maletas a lado de la puerta.

Y así es como acabé aquí, viviendo en una pequeña (aunque muy bonita) cabaña frente al mar, con una pareja joven. Él es uno de los hijos de las personas con las que estuve antes -ya saben, los que me corrieron-y ella es su esposa, quien por cierto está embarazada. Esa fue una perfecta excusa para mandarme acá, ya que como está pasando por momentos…complicados, una mano extra en la casa le serviría. Ellos son muy amables conmigo, y muy pacientes, así que en realidad sí resultó mejor venir acá.

Básicamente, lo que hago todos los días es ayudarle en los quehaceres de la casa durante las mañanas, y las tardes las tengo libres. Cuando no tengo nada que hacer, usualmente platico con ella sobre distintas cosas. Ella me cuenta todo sobre su vida, su niñez, sus años de estudio en Francia y todo lo que sucedió después de que se graduara. Por lo que veo, es simplemente brillante, valiente y bonita. Cuando escucho todo lo que ha logrado, no puedo evitar asombrarme. Y tiene tanto potencial… sé que podría lograr cosas muy grandes. Pero esta aquí, como ama de casa todo el día. No digo que esté mal casarse y formar una familia, sin embargo siento que se está desperdiciando. He pensado en decirle esto, aunque por más que lo intento, no puedo. Siento que está mal, que voy a entristecerla y no sé…mi moral no me deja.

Ya estoy divagando…suele pasarme mucho, y más en momentos como este. Aquí me siento tan tranquila y relajada, pero al mismo tiempo alejada del mundo, ajena a todo. Creo que lo hicieron a propósito, me mandaron aquí justo para que me sintiera así. Para mantenerme bajo control. Me siento vigilada, cuidada. Es como si no quisieran que me enfrente al mundo, como si no quisieran que sacara todo mi potencial. Siento que podría hacer tantas cosas, cosas grandiosas, pero me tienen atrapada. Ellos son buenos conmigo, y sé que se preocupan por mí y mi bienestar, pero me controlan, me mantienen atada. No sé por qué estoy con ellos, no sé por qué me acogieron. Sé que no son mi familia -es bastante obvio- y aunque se nota que me quieren, también se muestran reacios a mí. Soy como la oveja negra, que todos quieren porque es familia pero en cierta forma rechazan. En definitiva, ellos me conocen muy bien, y son bastante cercanos a mí, pero me siento incómoda alrededor de ellos. Es como si esperaran algo de mí.

Aun así, no son mi familia. Me dijeron que mis padres están muertos, pero no les creo. Sé que están vivos, lo siento dentro de mí, y sin embargo no sé dónde están. Soy joven, así que es lógico que después de lo que me pasó vaya con mis padres, pero en vez de eso fui con ellos. Me pregunto por qué no han venido por mí aún. Tal vez no saben donde estoy y me estén buscando. Eso tendría sentido. La pregunta es, ¿Por qué no saben donde estoy? Sé que si mis padres llegaran, me iría con ellos en un abrir y cerrar de ojos, y dejaría a esta familia disfuncional para siempre, sin duda alguna.

Digo que su familia es disfuncional porque es lo menos ofensivo que se me ocurre. Su hijo menor totalmente quería algo conmigo, lo cual es muy raro, aparte de que este chico me daba una extraña sensación de odio y repulsión. Además, la hija menor era una hipócrita. Me trataba como si fuera su mejor amiga, y detrás de mis espaldas –juro que parecía que tenía muchas espaldas- hablaba mal de mí con su hermano repulsivo, y me criticaban. Y una de las cosas más inusuales era que su novio vivía con ellos. ¿Cómo es que sus padres dejaban que el novio de su hija adolescente viviera bajo el mismo techo que ella? Incluso llegué a pensar algunas veces que su mama propiciaba ésto. Eso me da escalofríos. El chico era bastante amable conmigo, y me agradaba, pero definitivamente tenía un muy mal humor y era depresivo. Además, cuando los veía a los dos juntos, me daba una extraña sensación de vacío en el pecho. Por eso procuraba evitarlos lo más posible. Sinceramente, no me sentía a gusto ahí.

Aún así, no sé que estoy haciendo aquí. Ni siquiera sé bien quién soy. Hay tantas cosas que no recuerdo, y lo más probable es que se queden escondidas en algún rincón obscuro de mi mente. Tampoco es como que esté muy ansiosa por saber, si te soy honesta. Digo, obviamente hay una razón por la que quise olvidarlo todo, y por la que no consigo recordarlo. Pero estoy tan confundida, en serio no tengo idea de que hacer con mi vida. Pero bueno, si supiera sería demasiada belleza como para tener amnesia, ¿no creen?

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:D ok, esta es mi primer historia, así que díganme que opinan (R&R). Voy a publicar tan pronto me vuelva a llegar inspiración (y tenga tiempo), pero unos cuantos comentarios no hacen mal :) y de hecho motivan, acepto de todo, desde críticas positivas y recomendaciones hasta críticas destructivas '-'

P.D. Apoyo totalmente H/Hr, así que ya están advertidos