EL TORNEO DE LOS 12 GUERREROS

El ambiente en el planeta del Dai Kaio era inmejorable. El cielo rosa brillaba con más fuerza que nunca y no había espacio para el silencio, pues miles de personas de todos los Universos conocidos estaban reunidas para ver uno de los mejores espectáculos que existían: el torneo de los 12 Guerreros.

Tras analizar la animada escena, caminé junto con mi comitiva en la plaza aledaña al estadio donde se llevarían a cabo los combates. De verdad, era un privilegiado por estar aquí viendo a tantos peleadores talentosos de los rincones más escondidos de los Universos. A final de cuentas, era uno de los guardianes que trabajaban con el Dios Destructor del Universo 3 y no podía perderme el show.

Mientras caminaba con mis asistentes, un enorme bullicio nos hizo voltear enseguida. Un grupo de mujeres y niños entonaban sonoros vítores para uno de los participantes. Todos llevaban camisas rosadas las cuales tenían el rostro de un humano que de rudo no tenía nada, es más, parecía un niño.

— ¡Dénme una C!— gritó una mujer provocando que el resto de los integrantes del grupo repitiera a todo pulmón la letra solicitada.

— ¡Dénme una A! ¡Dénme una B! ¡Dénme otra B! ¡Dénme una E! — gritó la mujer animando a sus compañeros — ¿Cómo dice?

— ¡Cabbe! — contestó el grupo.

— ¡No se escucha!

— ¡Cabbe!

— ¡Más fuerte!

— ¡Cabbe!

— Tres veces

— ¡Cabbe! ¡Cabbe! ¡Cabbe! — concluyeron gritando todos muy fuerte. Vaya que ese "Cabbe" tenia apoyo.

Me acerqué a una de las mujeres de ese grupo y le pregunté quien era ese peleador y de dónde provenía.

— ¡Es Cabbe! El campeón del Universo 6. Es un saiyajin que lucha por la paz y la justicia — contestó la mujer emocionada.

Vaya que ese muchacho era todo un "rockstar". Su popularidad se comparaba con la de Gokú, el famoso peleador del Universo anfitrión, el 7, quien era apoyado por la gran mayoría de los presentes y cuyo rostro no sólo estaba en camisas, también en tazas, banderas, globos y cuánta cosa se le ocurriera a los vendedores.

En medio del ambiente festivo, corrí hacia el estadio porque el sorteo estaba a punto de comenzar. Los 12 guerreros participantes estaban rankeados conforme a sus habilidades y primero se eliminarían del 5 al 12 en cuatro combates para que quedaran cuatro participantes que se medirían con los cuatro primeros del ranking desde la fase de cuartos de final.

El Universo 3 era el favorito, de acuerdo a esta lista. Los primeros cuatro lugares pertenecían a los Universos 3, 10, 5 y 6, y tras el sorteo y los primeros cuatro combates clasificatorios, quedaron con vida los Universos 1, 5, 7 y 12, por lo que de nuevo, habría un sorteo donde se presentaron los participantes.

Ahora, ya no fueron simples organizadores lo que dirigieron la ceremonia, sino el anfitrión, el Gran Kaio Sama del Universo 7. Los peleadores estaban sentados en la primera fila, junto con sus acompañantes que podían ser los Kaio Sama o los Kaio Shin , e iban siendo llamados para tomar una bola y saber su destino en este gran torneo.

El bullicio volvió cuando presentaron a Cabbe, el héroe del Universo 6 quien se enfrentaría a Clove, el misterioso campeón del 12. Sin embargo, este ruido fue poco comprado con el que sonó cuando fue llamado Gokú, el carismático peleador del 7, quien sacó una bola y quedó emparejado en una llave donde aún no tenía rival. Supongo que pocos querían enfrentarse a él en cuartos de final, pues aunque no era parte del top 4 de los más poderosos, había dado una lección de superioridad en su combate clasificatorio ante el 8.

Tras el show de Gokú, el peleador del Universo 10 fue llamado:

— Es turno de "Black" — anunció el Gran Kaio, pero ese Black no apareció, ni con la segunda llamada, ni la tercera.

— Ustedes disculparán a mi peleador, se sintió un poco mal, pero yo tomaré su bola — dijo uno de los Kaio Shin subiendo al escenario para conocer el destino del tal Black.

— De acuerdo, Zamasu — expresó el Gran Kaio. Y el destino del Universo 10 fue enfrentarse con el Universo 7. Todos vimos que una sonrisa, un poco perversa, se dibujó en el rostro del Kaio Shin del 10, a pesar de que Zamasu tenía fama de ser un ser enérgico, pero defensor de la justicia.

Como siempre, los mejores espectáculos los dejan al final, y el combate entre los Universos 7 y 10 fue el último de los cuartos de final. En semifinales ya estaban, por supuesto, Beat, también clasificó Cabbe, y del 10, un sujeto llamado Kabocha, al que pocos conocíamos, pero que había emocionado en su combate debut. Después de todo, era el segundo mejor clasificado de los 12 guerreros, y probablemente, quien se mediría a Beat en la gran final.

Yo estaba en un lugar privilegiado, había conseguido moverme a las primeras filas, y estaba al lado del túnel por donde salían los peleadores a la plataforma, por lo que seguía todo muy de cerca.

— Es turno del combate entre los Universos 7 y 10 — anunció el conductor del torneo, un sujeto verde con cabeza de hongo.

De inmediato Gokú saltó a la plataforma, haciendo sus característicos movimientos de calentamiento, mientras los vítores resonaban en todo el estadio.

— No veo a mi oponente. ¿Dónde está? ¿Dónde está? — preguntó Gokú al conductor mientras con infantil ansias lo buscaba por todo el lugar.

— Peleador Black, es su turno de luchar — volvió a anunciar el locutor, aunque sin respuesta.

Pocos segundos después, aparecieron en el túnel dos personajes. Eran Zamasu y supongo, que Black, a su lado.

— No es necesario que le des todo en este momento — sugirió el Kaio Shin — la verdadera pelea será después.

No escuché a Black responder y ni siquiera podía verle el rostro. Era un tipo delgado y totalmente oscuro, le hacía honor a su nombre. Finalmente, subió a la plataforma y al levantar la mirada, todos quedamos estupefactos.

¡Era idéntico a Gokú!

Hasta el guerrero del 7 se quedó sin palabras.

— ¡Ahhhhhhhhhh! — gritó Gokú — ¡Eres igualito a mí!

Black no le respondió, sólo lanzó una sonrisa llena de maldad mientras apretaba sus puños ansioso de romperle la cara a quien tenía enfrente.

— ¿Quién eres tú? — preguntó Gokú poniéndose frente a él y mirándolo por todas partes. De verdad que ese sujeto tenía demasiada confianza con todos.

— No. ¿Quién eres tú? — respondió Black en tono amenazante.

— Eh, pues yo… yo soy Gokú — respondió el guerrero sonriendo.

— No. Yo soy Son Gokú — respondió el peleador oscuro.

Al lado mío, en el túnel, Zamasu estaba de pie, con las manos cruzadas por detrás mirando fijamente lo que ocurría en la plataforma. Desde que era Kaio Shin, su actitud era más reservada y pocas personas se atrevían a importunarlo. Se decía que de la mano se le formaba una espada que partía a la mitad lo que se le pusiera enfrente.

De vuelta en la plataforma, Gokú se mostraba contrariado ante Black, quien también aseguraba ser Son Gokú.

— Ya basta de estas charlas idiotas, peleemos — gritó Black lanzándose sobre su rival, a quien de inmediato se le dibujó una sonrisa en el rostro, pues pelear era lo que más amaba hacer.

En unos palcos cercanos vi también al Dios Destructor del Universo 7, Bills, con su asistente Wiss, al igual que el Kaio-Shin del este y Kibito. Todos ellos alentando a Gokú, excepto Bills, que parecía fastidiado por el show.

El combate fue magnífico. Ambos peleadores hacían gala de sus mejores movimientos, y a veces iban tan rápido, que nos costaba seguirlos. Sin embargo, justo cuando la pelea se tornaba más emocionante. Gokú se detuvo.

— Vamos. No estás peleando en serio — añadió sonriendo.

— Tú tampoco — respondió Black devolviéndole la sonrisa — Debes ir con todo, si quieres derrotarme.

— ¡Ja! Eres muy presumido — respondió Gokú.

— No soy presumido. Tú no conoces mi poder — respondió el guerrero oscuro, poniéndose serio.

— Tu tampoco conoces el mío — añadió Gokú desplegando un poder enorme, y de su cuerpo emanó un resplandor azul acompañado de un ki parecido al de los dioses.

Black no pareció sorprenderse, ni siquiera se asustó a pesar de la gran manifestación de poder que tenía en frente.

— Muy bien, Gokú. Excelente transformación — añadió el guerrero del 10 aplaudiendo de forma cínica. Como si él tuviera aún más.

— Esto se llama Súper Saiyayin Blue. Es tu turno, ven con todo lo que tengas — incitó Gokú.

Una sonrisa de Black hizo que todo el estadio quedara callado. El peleador comenzó a acumular poder y un resplandor morado adornaba su bien formado cuerpo.

— Yo también tengo una transformación, saiyajin. Pon atención a esto — indicó Black antes de gritar y hacer que el cielo retumbara.

Mi primera reacción fue voltear a ver a Zamasu, quien continuaba serio y sin mover sus manos que seguían cruzadas en su espalda. Luego, se dio la vuelta y salió del lugar.

En medio de la plataforma había dos sujetos con poderes impresionantes. Gokú de azul y Black, de rosa.

— Usando los nombres que ustedes le dan a sus transformaciones, llamaré a esto Súper Saiyajin Rose. ¿Te gusta?

— ¡Me gusta! — dijo Gokú emocionado — No perdamos más tiempo, vamos a pelear.


¡Gracias por leer! Bueno, este one shot lo escribí alentada por el reto del fanart de la página de Facebook "Por los que leemos fanfics de Dragon Ball", en el que aparecían Black y Gokú con ropa casual y sus cabelleras de colores. Espero que les haya gustado! Saludos!