Mucho tiempo que no estoy por aquí, pero tenía esta historia en mi cabeza desde hace tiempo, así que la empezaré a subir. Espero les guste

Todos los personajes son propiedad de JK. Rowling


Hermione estaba en las oficinas del Profeta esperando a que Millicent Bulstrode le atendiera. Iba a ayudarla con un reportaje que en realidad estaba haciendo con Harry, pero él había tenido que ir a América un par de semanas y no podía asistir, por ese motivo pidió como un favor a su mejor amiga apoyar a Milicent.

Estaba en el recibidor de las enormes oficinas, había mucha gente que entraba y salía a toda prisa sin detenerse ni un segundo. Hermione seguía sin apreciar los lugares poblados con mucha gente, notificó a la recepcionista y se fue a una pequeña sala vieja y de cuero negro donde se sentó a leer el libro de bolsillo que traía.

Del otro lado de la sala, Hermione visualizo a Malfoy, iba entrando con Pansy Parkinson de un lado y Blaise Zabini del otro. Algo había en la presencia de esos tres que todo el mundo se detuvo a apreciarlos por un segundo, cuando los observaron lo suficiente, todos volvieron a su andar loco. Hermione, cerró el libro y los miró con atención. Tenía más de cinco años que no los veía, desde que termino la guerra. Ellos no habían cambiado mucho, seguían con sus aires de superioridad, su belleza encantadora y los cuerpos más atléticos que Hermione había visto en su vida. Siguió observándolos hasta que Pansy se dio cuenta de que alguien los veía, rápidamente Hermione quitó la vista de ellos y disimulo.

-¿Esa es Granger?- Preguntó Pansy señalando con discreción

-vaya, había oído que se veía mejor desde que termino la guerra- dijo Blaise- pero no me la imaginaba así de bonita

-¿Dónde oíste eso?- preguntó Pansy molesta- Rita Skeeter público en un artículo que estaba deprimida y que su pelo se había esponjado más que nunca porque cancelo su compromiso con la comadreja.

-Su pelo luce normal, hasta un poco más controlado- Dijo Draco mirando con curiosidad

-Pues no lo sé, también dijo que Potter se había vuelto tan loco después de la guerra que rara la vez sale de su casa…

-Eso no es verdad, hace poco me dijo mi padre que Potter lo visitó en Azkaban antes de salir. – Dijo Draco- ¿qué hará aquí?

-Milli, dijo que estaba haciendo un reportaje con Potter, tal vez esté aquí por eso…- dijo Zabini aburrido

-¡Draco! ¿Por qué dejas que haga reportajes antes de consultarte? Es tu periódico ahora…- chilló Pansy jalando del brazo de Draco

-Cállate- ordenó rápidamente- no quiero que estés gritando que es mi periódico ¿te quedo claro?- alejó su brazo de ella

Pansy se quedo en silencio y los tres observaron como Millicent se acercaba a Hermione y la invitaba a ingresar al elevador. Cuando estuvieron en el elevador Hermione quedo justo frente a ellos, Pansy despegó los ojos rápidamente de ella e hizo que Blaise hiciera lo mismo al golpearlo por detrás, mientras que Hermione nerviosa, regresó una sonrisa al rubio que no dejaba de verla.

En cuanto el elevador se alejo, Draco se despidió de sus amigos, acordaron verse en el departamento de Pansy para llegar juntos a la fiesta de cumpleaños de Cho Chang. Había sido tanto el remordimiento del trió que aún intentaban remediar los errores que habían hecho con Cho, Pansy y ella se había vuelto buenas amigas desde que Pansy se disculpó.

Draco llegó a su oficina, sin que le importara la presencia de su secretaria, se adentró en su oficina y cerró la puerta de un portazo. La pobre secretaria sabía que su jefe no quería ser molestado. Pero de todos modos se levantó y sacó un vaso para servir un poco de licor para su jefe.

-Quiero todos los artículos que Rita Skeeter ha publicado de Hermione Granger en mi oficina- dijo Draco, la joven no se percató de la presencia de él, y cuando lo escucho hablar casi tira el vaso

-Sí, señor Malfoy- entregó el vaso ya lleno- ¿se le ofrece algo más?

-Es todo. - Se adentró en su oficina y no salió hasta la hora de la comida, tenía mucho por leer.

Cuando Hermione salió del Profeta, se dirigió a la pequeña tienda que tenía Luna de artefactos extraños en el callejón Diagon. Al entrar, cambió el letrero de cerrado a abierto y buscó a Luna en la parte de atrás. La encontró usando una armadura vieja y oxidada que le impedía caminar. Hermione la ayudó a deshacerse de la armadura y se sentó mientras Luna, ahora libre, servía té.

-¿Cómo te fue?- preguntó Luna al entregar la taza

-Bien, tengo que escribir a Harry e informarle el avance del reportaje- Bebió su té- Harry tenía razón, Millicent Bulstrode ha cambiado demasiado…

-¿en serio? Creí que ese tipo de personas nunca cambiaba

-Fue bastante amable, nunca me llamó sangre sucia y hasta perdón por los viejos tiempos me pidió. También vi a Malfoy

-¿Y él? Recuerdo que Harry visitó a su padre, pero no nos dijo nada de él. ¿Cómo está?

-No me acerque a él, venía con Parkinson y Zabini. Pero Malfoy se veía bastante atractivo debo de decir, el muy desgraciado se ve más guapo que nunca

-Seguro es más idiota que nunca, ahora que su papá está libre y han recuperado su dinero – Hermione se quedo en silencio y Luna vio oportuno cambiar el tema- ¿Si iremos a la fiesta de Cho verdad? Me he comprado un collar que irá perfecto con mi vestido.

-Sí.- contestó sin ganas- ¿Has hablado con Ginny?

-Al parecer Ron y Lavander siguen en Argentina, pero no pienses en eso. Ginny llega hoy e irá con nosotros a la fiesta. Ahora hay que buscar algo que te puedas llevar a la fiesta, tienes que verte hermosa.

-¿Qué tal la armadura que traías hace rato?


Gracias por leer.

Espero sus reviews.