Amor Cósmico

(Cosmic Love)

Escrito por: KatrinaGG

Traducción oficial hecha por: Sora147


*No poseo ningún personaje de esta historia*


Bulma y Vegeta se sentaban frente a la mesa mientras ella trabajaba en un nuevo y perfeccionado scouter. En lugar de las voluminosas máquinas a los que estaban acostumbrados, estos eran más como un diente azul que proyectaría un pequeño holograma frente a ellos cuando necesitaran ver estadísticas y leer archivos. Al Rey le encantó la idea, lo que hizo a Bulma muy feliz porque ese era su propio diseño. Así que ella estaba muy contenta de mostrárselo a Vegeta.

Vegeta miró con cuidado su nuevo scouter y luego se lo puso. —Hn. ¿Funciona de la misma manera?

—Sí. Sólo con un poco más de ventajas que tengo que ir añadiendo, pero básicamente funciona igual. Entonces, ¿qué te parece?— Ella preguntó con nerviosismo.

Hace clic en un par de veces, proyectando la imagen del scouter sobre su ojo y estaba un poco sorprendido. —Es decente.

Bulma se sonrojó. Ella sabía que cuando Vegeta decía que su trabajo era decente, en realidad significaba que era increíble. —Gracias.

—Hn— Vegeta se lo quitó de la oreja para que pudiera ver el resto de las características en el scouter. Se preguntó si ese era el obsequio del que Bulma estaba hablando cuando estuvo en el balcón. Había pasado una semana y media desde ese día, lo que significa que también había pasado una semana y media desde que comenzó su Shoku. Él sonrió por eso. Sabía que podía controlarse. Debió haber sabido que él no era como el saiyajin promedio. Era un príncipe, un saiyajin élite. Podía hacer lo que quisiera, incluso controlar sus hormonas.

La única cosa que estaba fuera de lo común era Bulma. No podía mantener a la chica fuera de su cabeza. Eso le molestaba. Se encontraba continuamente buscando excusas para estar cerca de ella. Muchas veces cambiaba su ruta sólo para poder ir alrededor de su vivienda. Sólo tenía que conseguir más de ese olor. Pero aun así, no era algo que no pudiera manejar. Además, probablemente eran solo sus instintos saiyajins que actuaban alertas diciéndole que sea territorial con su propiedad, solo eso.

Bulma dejó de hablar y miró a Vegeta. Lo estaba haciendo de nuevo. Por casi dos semanas él se quedaba perdido en sus pensamientos, mirando el espacio. Y si ella le decía algo al respecto él se pondría a la defensiva. No sabía lo que estaba pasando con él. Su madre le decía que era porque le gustaba y no sabía cómo expresar sus sentimientos, lo que podría ser verdad... así que esperaba que fuera cierto. Había estado viniendo con más frecuencia y eso debería ser prueba suficiente. Ella tenía algo especial para él y confiaba en que esa prueba sería suficiente para conseguir una buena reacción.

Suspiró con nerviosismo y pensó: 'Bueno, si voy a hacerlo, supongo que ahora es el momento.'

Ella sacudió sus nervios a distancia lo mejor que pudo y dijo, —¿Vegeta?

—¿Qué?— Él gruño.

Bulma frunció el ceño. —No tienes que ser insolente conmigo. Yo sólo quiero darte algo. Me tomó un tiempo averiguar cómo hacerlo correctamente porque tenía que saber qué ingredientes eran los más similares a los que necesitaría en la Tierra. Tenía que hacer un montón de pruebas y finalmente encontré, los que creo, son los mejores. Así que voy a traerlo para ti, pero no seas un idiota si no te gusta. Como he dicho, tuve que arreglármelas con lo que tenía aquí.

—¿Quieres dejar de explicar y traer la maldita cosa? Podría haberlo usado ahora si no divagaras tanto— Vegeta dijo con impaciencia. Había sentido curiosidad acerca de esto por casi dos semanas y quería saber lo que era.

Bulma simplemente se levantó y con aire de suficiencia levantó la nariz en el aire. —Con esa actitud me pregunto por qué hago algo para ti.

—Mujer, solo tráeme esa maldita cosa.

—Bien— Bulma se dio la vuelta y se dirigió a la cocina. Vegeta se cruzó de brazos y la observó mientras se precipitó alrededor de la cocina para conseguir una bandeja y llenarla con cosas diferentes de su nevera. Cuando volvió, se sentó y puso la bandeja delante de él.

Vegeta parpadeó. Sabía que era comida, pero se veía... raro. Había un papel verde envuelto alrededor de un poco de materia blanca que se envuelve alrededor de algún tipo de carne. Luego hubo otras variedades de lo mismo organizado de diferentes maneras. –Mujer, ¿qué es esto?

—Se llama Sushi. Es algo que solía comer en la Tierra. Es muy popular y muy sabroso. Pruébalo— Dijo con una sonrisa forzada. Ella estaba muy nerviosa.

'Por favor, por favor, por favor, que le guste.'

Vegeta estrechó sus ojos en la bandeja. Nunca había visto a Bulma cocinando o incluso oír hablar de su cocina. Sólo de su madre. Inclinó la cabeza hacia abajo y olió la comida un poco más. Olía bien. Además, se dio cuenta de que era comida saiyajin, solo se cortó y cocinó una manera diferente. A continuación, se encogió de hombros y metió uno de los rollos en su boca.

'Esto es delicioso.'

Bulma estaba encantada cuando Vegeta comenzó a devorar toda la bandeja. Había puesto una gran cantidad al saber cómo comen mucho los saiyajin. Él no tuvo que decirle que le gustaba. Después del primer bocado el resto había desaparecido en un instante.

Vegeta se sorprendió de lo bien que estaba y estuvo muy decepcionado cuando no hubo más. –Mujer, ¿no hay más?

—Mi nombre es Bulma y no, no tengo más. Así que ¿te gustó?— Ella dijo con una sonrisa.

—Debes darle al chef esta receta de inmediato— Él afirmó.

Bulma estaba tan feliz que se inclinó y lo abrazó. —Oh, gracias Vegeta. Ese es el mejor cumplido que me has dado.

Vegeta estaba un poco sorprendido cuando ella lo abrazó, pero descubrió que no podía apartarla. Su olor iba directamente a la cabeza. Aspiró a ella y se mareó un poco. Él inconscientemente llevó sus brazos para mantenerla en su lugar, con ganas de inhalar un poco más.

Bulma se sorprendió. Vegeta nunca le había devuelto el abrazo. Cada vez que ella lo abrazaba, él la apartaba. Pero ahora él estaba abrazando su espalda.

Mamá tenía razón de nuevo!'

Vegeta no sabía que pensar, ni que hacer. Solo quería algo. La dejó ir un poco, para que se retire lo suficiente como para estar cara a cara con él.

Bulma tragó un gran bulto que se formó en su garganta. En primer lugar, se sorprendió de que la estuviera abrazando y ahora estaba mirándola. Entonces casi se queda sin aliento cuando vio que sus ojos permanecían en sus labios.

'¿Va a... besarme?'

Vegeta todavía se sentía mareado, pero no en el mal sentido... definitivamente no de mala manera. Estaba mirando sus labios y no pudo dejar de pensar en lo suave que debían ser. Sólo tenía que averiguarlo.

Bulma se puso rígida cuando sintió los labios de Vegeta en los de ella. 'Oh, Dios mío! ¡Mi primer beso! ¡Y es con Vegeta!' Bulma estaba a punto de devolverle el beso cuando él se apartó.

Vegeta sacudió la cabeza y rápidamente se levantó de la mesa. —Tengo que irme— Luego de eso, salió fuera la sala de estar dejando a una Bulma muy aturdida atrás.

Bulma se tocó los labios mientras miraba a la puerta por donde Vegeta acaba de salir. —¿Qué acaba de suceder?

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En el pasillo

—...Y luego, Turles dijo que no tenía el corazón para estar de nuestro lado.

Nappa se rió de la historia que Raditz le estaba contando cuando Vegeta llegó caminando del apartamento de los Brief. Entonces, comenzó a seguirlo.

Una vez que Vegeta comenzara a crecer, no necesitaría estar cerca el 100% del tiempo, solo lo suficiente para ayudar al Príncipe si se metía en problemas. En ese momento, se dio cuenta que el Príncipe estaba un poco nervioso. —¿Está todo bien?

—Por supuesto que sí. ¿Por qué no lo estaría?— Vegeta gruñó.

Nappa solo le restó importancia. 'Debe haber tenido otra discusión con la chica de nuevo.' Lo cual fue algo que sucedía muy a menudo y no era fuera de lo común en lo absoluto.

Vegeta se dirigió directamente a su habitación dejando a Nappa en el exterior. Tenía que quitarse el olor de Bulma. Lo estaba volviendo loco. Quería destruir algo, en realidad lo que realmente quería hacer, era regresar con Bulma y... y él no lo sabía. Sólo quería estar cerca de ella.

'¡No! ¡Voy a controlarme!' Se quitó la capa y con un gruñido lanzó su armadura contra la pared haciendo un hueco enorme.

—Señor, ¿está todo bien?— Nappa gritó desde detrás de la puerta.

Vegeta miró su puerta. —¡Déjame solo!— Él gritó justo antes de que se metiera al cuarto de baño para iniciar su ducha. —¿Qué acaba de suceder?— Se dijo a sí mismo al recordar el beso. Ese beso que acaba de iniciar. Su primer beso... con Bulma Brief.

A continuación, se miró en el espejo. Él sabía que estaba pasando por su Shoku. Probablemente debería salir del planeta, sino que simplemente no quería. No quería irse. Aún no. No sabía por qué, pero simplemente no podía y eso lo frustraba.

Él se enojó y golpeó su fregadero, dejando otra abolladura. Inhala y luego exhala lentamente. 'Tengo que calmarme. Es sólo una niña estúpida. Ella no significa nada para mí.'

Entonces recordó lo bien que olía. Lo suave y cálida que se sentía. Como se sintieron sus labios apretados contra los suyos...

—¡Aaaarg! ¡Esto tiene que parar! Puedo controlarme a su alrededor y lo haré. Es sólo otro desafío. Un desafío del que voy a salir victorioso.

Después de escuchar otra explosión, Nappa entró en los aposentos del príncipe. Una vez que se dio cuenta que él estaba en el baño, estuvo a punto de salir cuando pudo haber jurado que lo escuchó hablar consigo mismo. Nappa salió rápidamente de nuevo y decidió informarle al Rey sobre el extraño comportamiento de su hijo.

Una vez que Vegeta estaba limpio, se puso su armadura para ir a entrenar. Cuando él salió de su habitación, Nappa le dijo que su padre quería verlo. Vegeta puso los ojos, no deseaba tratar con su padre en ese momento. Quería llegar a su cámara de gravedad y entrenar. Necesitaba dejar salir esa acumulación de frustración que tenía.

Se sorprendió cuando llegó a la sala del trono, había un asiento justo al lado de su padre. Lo miró con curiosidad. Nunca había visto otro asiento situado al lado del de su padre. —¿Querías verme padre?

—Sí. Vegeta, ¿Ya ha comenzado tu Shoku?

—No— Dijo con firmeza.

El rey frunció el ceño. No le creía a su hijo. Pero no podía entender por qué iba a mentirle al respecto. Estaba pensando simplemente en enviarlo fuera del planeta, pero su hijo negaba el haber iniciado, y quería saber por qué. Así que decidió ponerlo en una pequeña prueba para ver si era verdad o no.

—Esto es una vergüenza. Tenía la esperanza de que hubieras comenzado ya por lo que serías capaz de escoger algunas mujeres conmigo. Pero sigues siendo un macho por lo que aún debes ser capaz de hacer el trabajo independientemente. Ven a sentarte.

Vegeta miró con recelo a su padre. Sabía que estaba tramando algo. Dudó un poco, pero luego subió los escalones hacia la plataforma y se sentó en la silla. Su padre dijo: —Tráiganlas— a uno de los guardias y Vegeta vio de lo que hablaba, sabía exactamente lo que estaba pasando.

Había tres mujeres. Todas ellas eran preciosas y tenían diferentes colores. Una de ellas tenía la piel azul y el pelo largo y blanco. Otra tenía la piel de color púrpura y el pelo corto de color verde y la última tenía la piel rosada y el pelo rizado de color rojo. Sus cuerpos eran voluptuosos y construidos a la perfección, lo que era bastante evidente en la ropa escandalosa que llevaban.

Vegeta podría decir que su padre lo miraba con el rabillo del ojo. Sabía que estaba tratando de ver si él tendría una reacción a la prueba para saber si en realidad estaba pasando por su Shoku.

Ha! Vas a tener que hacer algo mejor que eso, Padre. Al menos podrías haber traído a alguien que se parezca a Bulma.'

Vegeta se detuvo después de aquel pensamiento. 'Yo... yo lo estoy haciendo de nuevo. ¿Qué está mal conmigo? ¿Por qué ella?'

El rey miraba a su hijo y no podía creer que estuviera con la mirada perdida. Ni siquiera estaba prestándole atención a las féminas frente a él. El Rey no lo creía. Se volvió hacia las mujeres y dijo: —Bailen.

Las tres chicas se inclinaron y luego comenzaron a hacer movimientos como serpiente, muy escandalosas y sensuales. Se balanceaban y se movían una contra la otra con la música inexistente, pero que aún se podía imaginar con los movimientos que hacían. Cualquier hombre en su sano juicio estaría hipnotizado por su desempeño.

Por suerte para Vegeta, no estaba en su sano juicio. Todo lo que podía pensar era en Bulma y su olor desprendido. Vegeta cerró los ojos recordando la forma en que sintió cuando la sostenía. Su piel era tan suave como su pelo...

—¡Deténganse!

Vegeta salió de su ensoñación sólo para encontrar a su padre mirándolo.

—Pueden retirarse a mi habitación. Parece que su rendimiento no hizo más que poner a mi hijo a dormir— Las mujeres se inclinaron y luego salieron.

Vegeta se cruzó de brazos y miró hacia otro lado. —¿Puedo irme ya?

El Rey entrecerró los ojos. –Sí, puedes. Pero vas a dejar el planeta la próxima semana. A pesar de que no has comenzado tu Shoku, sé que vendrá pronto. Así que puedes empezar tus cosas en un planeta muy cómodo, con una variedad de las mismas mujeres que viste hoy. Será grande para cuando empieces a sentir los efectos de tu Shoku— Vegeta se volvió hacia su padre y frunció el ceño. El Rey ignoró la mirada de su hijo. —No estés disgustado Vegeta, es bueno estar alrededor de más mujeres. No es bueno si solo te impregnas del olor de una.

Vegeta parpadeó ante eso. —¿De qué estás hablando?

El rey levantó una ceja curiosa luego se encogió de hombros. —Si te perfumas a la misma mujer una y otra vez, estarás obsesionado con ella. Es por eso que te estoy enviando lejos de Bulma. Lo último que necesito es que te apegas a ella.

—No tienes nada de qué preocuparte— Vegeta gruñó. El rey estrechó sus ojos y él suavizó su tono. —¿Y si lo hiciera con más de una mujer?

El rey sonrió. Sabía que su hijo iba a empezar a ver las cosas a su manera. —Entonces puedes tener tantas como desees. Cuando tu Shoku haya terminado tus hormonas serán mucho más fáciles de controlar. Pero mientras tanto, creo que es tiempo de salir. Voy a asegurarme que todo esté en orden.

Vegeta de repente tuvo el fuerte impulso de golpear a su padre en la cara. No estaba seguro de por qué, pero no quería ser como él cuando se trataba de mujeres. Le parecía absolutamente repugnante. Además, nunca le había contado todos los detalles del Shoku. Ya que era una cosa privada y no es algo que uno realmente discutiera, pero aún era información importante. Vegeta hizo una reverencia a su padre y salió del lugar.

Entró en el pasillo y vio que Nappa no estaba allí. Estaba a punto de llamarlo para conseguir su cámara de gravedad preparado cuando se dio cuenta que no tenía su nuevo scouter. 'Maldición. Lo dejé con Bulma.' Él tenía que pasar por allí y conseguirlo... aunque no tenía que hacerlo, pero ¿por qué esperar? De repente, comenzó a pensar en lo que su padre había dicho sobre oler a la misma mujer una y otra vez.

'Es por eso que no puedo sacarla de mi cabeza. Tal vez debería irme de inmediato... pero no quiero hacerlo por el momento. Sólo debo asegurarme de que... de que ella se mantendrá a salvo cuando me haya ido.'

No era completamente racional, pero Vegeta no podía evitarlo. Él, sin saberlo, había marcado su territorio y no quería dejarlo.

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Apartamento Brief

Bulma estaba confundida y un poco frustrada por lo que pasó. Finalmente obtuvo su primer beso, lo que la hizo feliz. Pero Vegeta se fue tan rápido y al instante se sintió nerviosa por volver a verlo. Había estado pensando en ello durante toda la mañana. Ahora sólo necesitaba relajarse. Consiguió que Bardock la dejara libre de trabajo en el laboratorio, lo que era bastante fácil porque solo debía hacer un millón de preguntas acerca de Colleen y entonces él estaba dispuesto a dejarla ir. Además, mañana era su día de vacaciones por lo que no tenía que trabajar en absoluto. Así que iba a comenzar sus vacaciones un poco más antes.

Era una tarde brillante y soleada, un buen momento para conseguir un poco de sol. Se puso un bikini azul brillante, que era algo que su madre había hecho como costumbre allí en el planeta. Su madre no era brillante cuando se trataba de ciencia y las matemáticas, pero ella era genial en el departamento creativo de los alimentos y la moda. Podía elaborar diseños y luego llevarlos al equivalente en el planeta Vegeta de un diseñador de moda y así obtener toda su ropa de estilo terrícola.

Bulma cogió una toalla y se dirigió hacia el balcón, no sin antes tomar una cápsula que traía una silla de jardín reclinable que llevaba a la playa con ella. Dispuso de la silla de jardín y se sentó. Ella estaba empezando a disfrutar de la calidez de los rayos del sol cuando oyó a Vegeta gritarle.

—¡MUJER, ¿Qué crees que estás haciendo?!— Vegeta no lo podía creer. Ella estaba afuera, ¡prácticamente desnuda!

Bulma se giró a la derecha de un salto. —¿Vegeta? ¿Qué haces aquí?— Dijo mirando hacia el saiyajin levitando.

Vegeta aterrizó justo al lado de ella y la miró. —Cúbrete inmediatamente antes que alguien te vea!— Sólo la idea de ella siendo vista por alguien más... hacía hervir su sangre.

Bulma estaba a punto de gritarle, pero luego entendió que nunca la había visto en un traje de baño antes y probablemente no entendía. –Vegeta, en la Tierra las mujeres se visten así todo el tiempo y se sientan bajo el sol para broncearse y sentir su calor.

Vegeta la miró. —Te ves como una puta. Ahora levántate y vístete— Concluyó agarrándola por el brazo y levantándola.

—¡Hey! ¡Quítame las manos de encima!— Dijo tratando de zafarse lejos de él. Pero todo lo que consiguió fue que la metiera al salón de su apartamento, soltándola un momento para luego tirar una toalla en su rostro. Bulma se la quitó de la cabeza y la tiró al suelo. —¡¿Cuál es tu problema?!

Vegeta la señaló enfadado con el dedo. –¡Tú lo eres! Cualquier saiyajin podría haber pasado volando y verte ahí desnuda.

Bulma se cruzó de brazos. —¡No estoy desnuda! Estás celoso— Ella dijo pensando estaba declarando un hecho.

Vegeta se acercó a ella hasta que estuvo a un pie de distancia. —Piensa lo que quieras. Pero nadie va a verte así.

—¿Nadie?, ¿nadie a excepción de usted?— Preguntó Bulma con actitud burlona. Ella realmente no podía entender a este tipo. En primer lugar hace algo para él, él la besa, luego se escapa, y ahora regresa enfadado con ella porque estaba celoso... sobre absolutamente nada!

Vegeta lo había hecho de nuevo y no supo cómo responder. No le gustaba que nadie la viera de esa manera, pero no la encontró repugnante. Como cuestión de hecho, la encontraba muy agradable. Todo en ella era agradable. Agradable para él y ella debe ser agradable para él y sólo con él.

'Ella... ella me pertenece.'

A continuación, hizo la única cosa que parecía natural. La agarró por los brazos y la besó de nuevo.

Bulma se sorprendió. Ella realmente no lo entendía, pero tal vez ella lo puede averiguar más tarde, porque ella realmente amaba la sensación de tenerlo en sus labios y sólo quería entregarse al momento. Llevando lentamente las manos por su pecho blindado, envolvió sus brazos alrededor de su cuello; como había visto hacer a las chicas en las películas que su madre trajo de la Tierra. No sabía si lo estaba haciendo bien, pero pensó que sí cuando Vegeta colocó sus manos en su cintura.

Vegeta se perdió. Siguió besándola y besándola; cada vez más tiempo que antes. Cada que se separaba seguía demandando otro. Su olor lo estaba poniendo mareado y su piel era muy suave. La acercó más y le encantó la sensación de tenerla apretada contra él. Quería más. Simplemente no podía tener suficiente. La agarró de la cintura con más fuerza; un poco duro, haciendo que Bulma jadeara echándose hacia atrás para que la dejara ir; y él la soltó.

—Hey, soy un ser humano recuerda— Bulma dijo, casi sin aliento.

Vegeta se limitó a asentir con la cabeza. —Esto... yo... De hecho, vine a buscar mi scouter— Soltó sin saber que más decir acerca de lo que acababa de ocurrir.

Bulma no pudo evitar el rubor ni la sonrisa que fue plasmada en su rostro. —Ah, claro. Está sobre la mesa.

Vegeta se giró acercándose a la mesa y se lo puso.

Bulma se mordió el labio, sabía que Vegeta no diría nada por eso tenía que decirle algo antes que se fuera a toda prisa. —Por lo tanto… ¿qué está pasando entre nosotros?

Vegeta no quería hablar de ello. Estaba luchando contra cada impulso en su cuerpo que le decía, tómala nuevamente, sujétala contra la pared y... y él no lo sabía. Pero sus instintos estaban muriendo por tener el control y realmente no sabía cuánto tiempo más podría resistir.

Bulma se aclaró la garganta. —Vegeta, no quiero estar con otro saiyajin... me gustas... mucho— Ella dijo nerviosa.

Vegeta la miró por encima del hombro. Sus grandes ojos inocentes, su pelo suave, su piel cremosa...

'Ella es tan hermosa'

Sabía que debía dejar el planeta. Estaba perdiendo el control, pero no podía soportar la idea de ella siendo afectada por otro en su ausencia. ¿Qué pasa si otro saiyajin, uno completamente inferior a él, comenzaba su Shoku y ponía sus ojos en Bulma? ¿Qué pasa si Raditz no estaba en su puesto? ¿Y si la dañaban? ¿Si tocaban lo que era suyo? No. Él no podía salir. Aún no.

Después de tomar algunas respiraciones calmantes, caminó de regreso hacia ella. —Bulma, te veré mañana— Y no siendo capaz de resistir, con una mano la agarró por la parte baja de la espalda y la atrajo hacia él para un último beso.

Bulma se sintió tan mareada con ese beso y quería que durara más tiempo, pero Vegeta se apartó y salió por la puerta sin mirar. Bulma no pudo evitar soltar un chillido de alegría y saltar en el aire un poco. '¡Tengo un novio y es el que yo quería!'

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Fuera de la vivienda

Raditz estaba caminando con Bunny de regreso al apartamento ya que Bok fue con el doctor a alguna parte. Se sorprendió de ver el Príncipe salir de la puerta. —Su Majestad. Yo no sabía que estaba de paso— Dijo inclinándose.

Bunny se limitó a sonreír a Vegeta. —Es muy agradable que usted venga de visita y sorprender a Bulma. Tan dulce de su parte.

Vegeta tuvo un ligero rubor en su rostro y miró hacia otro lado. —Salí sin mi scouter y vine para recuperarlo— Él dijo justo antes de irse.

Raditz lo miró muy sospechosamente. Él sabía lo que Bulma iba a estar haciendo. Ella le había dicho que no esperaba ninguna visita y que iba a broncearse un poco en su balcón; una actividad que aprendió mientras acompañaba a los Brief a un par de "salidas a la playa". Así que él sabía de su escasa vestimenta. No debería importarle, pero la forma en que el príncipe estaba mientras salía de la vivienda fue extraño; además el Rey le había dicho específicamente que mantenga un ojo en el Príncipe porque tenía sospechas de que estaba entrando en su Shoku. Raditz no pensaba que era algo que debía informar todavía, después de todo, si acusaba al Príncipe de algo que él no estaba haciendo, sabía que él probablemente lo arruinaría por ello. De todas formas mantendría una estrecha vigilancia sobre Bulma y una aún más estrecha en Vegeta.

Bunny entró en el apartamento y estaba feliz de ver a su hija riendo para sí misma en el sofá. —¿Has tenido un buen día querida?

Bulma se animó y sonrió a su madre. —Oh mamá, fue el mejor. ¡El mejor!

—Oh, qué tal si me lo cuentas.

Bulma se levantó del sofá y se dio la vuelta una vez antes de pasar a su madre. –Mamá, ¡tengo un novio! Por fin, tengo un novio.

—Bueno, ¿y quién es querida? ¿Es Vegeta o el agradable Bok, tal vez Raditz? ¿Vas para un hombre mayor?

—No mamá, es Vegeta.

—Estoy muy feliz por ti querida— Bunny dijo con una sonrisa en su rostro.

—Mamá, él es tan agradable y tan lindo. Y... él me dio un beso— Ella terminó con una cara soñadora.

—¡Oh, mi bebé tuvo su primer beso! ¡Y con un príncipe!— Bunny dijo mientras abrazaba a su hija.

—¡Lo sé! Pero mamá, favor no le digas a papá— Bulma dijo mientras se alejaba para mirarla.

—Oh, bueno, ¿por qué no?

—Porque, en realidad no le ha gustado Vegeta desde el accidente que tuve y yo no quiero que lo mantenga fuera. Así que, tal vez, ¿puedes mantener esto entre nosotras?

—Bueno, yo no veo por qué no, al menos por ahora.

—Gracias mamá, eres es la mejor— Dijo Bulma mientras la abrazaba.

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Laboratorio

El Dr. Brief estaba trabajando con Bardock en un robot de entrenamiento especial que podría reflejar la energía de regreso a un saiyajin mientras entrenaban en la cámara de gravedad. El Dr. Brief estaba trabajando específicamente en algunos cables cuando decidió que necesitaba un descanso.

Bardock frunció el ceño cuando lo vio detenerse. —Debes tratar de conseguir esto hecho ya que no vas a estar aquí mañana.

El Dr. Brief no respondió. Estaba acostumbrado a los comentarios de Bardock. Al principio le molestaba, pero no había sentido en discutir. No era saiyajin y él nunca iba a ser saiyajin. Lo cual era evidente, por lo que no se sentía con ganas de recordárselo a Bardock.

Bardock seguía haciendo su trabajo. —No debería haber dejado ir a Bulma.

El Dr. Brief sonrió ante eso. —Bueno, siempre puedes saciar su curiosidad y decirle acerca de tu esposa.

—Compañera— Bardock corrigió —Bulma aprenderá a estar pendiente de sus propios asuntos, más le vale aprender pronto ya que ella estará por aquí más a menudo.

El Dr. Brief parpadeó hacia Bardock. —¿Qué quieres decir?

Sin ni siquiera mirarlo, Bardock continuó. —A partir de la próxima semana ya no le enseñará nada al príncipe, al menos por un tiempo.

—¿Por qué?

Bardock suspiró. '¿Por qué estos humanos no pueden terminar de hacer su trabajo sin ningún tipo de distracciones?'

—Debido a que el príncipe saldrá del planeta a causa de su Shoku. No sería bueno que él este alrededor de tu hija durante ese tiempo. El Rey ya lo ha ordenado.

El Dr. Brief recordó algunos de los detalles sobre el Shoku cuando por primera vez le enseñaban sobre la cultura saiyajin. Eso era algo que no le dijo a Bulma porque ella tenía sólo 6 en el momento y no se necesita saber sobre la pubertad. Pero si no recordaba mal, podría ser muy peligroso si no se maneja adecuadamente.

—Bardock, ¿un saiyajin nunca se resiste a su Shoku?

Bardock dejó el equipo con el que estaba trabajando, claramente el doctor no empezaría a trabajar otra vez hasta que hubiese conseguido algunas respuestas. —Eso nunca sucede. Además, si alguien lo hiciera, se podría ver claramente los signos y serían enviados fuera del planeta inmediatamente. Ahora, tenemos mucho trabajo por hacer.

El Dr. Brief asintió. Él sabía que eso era todo lo que iba a obtener de él y que era probablemente más de lo que le diría cualquier saiyajin; en especial sobre un asunto tan privado; y más aún porque el asunto privado involucraba al Príncipe. Él estaba seguro de que si Vegeta estaba actuando fuera de lo normal con su esposa e hija le dirían, pero tenía la sensación de que tal vez debería tomar algunas precauciones por si acaso. Después de todo, el Príncipe había lastimado a su niña antes, y no iba a dejar que eso pase de nuevo.

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N/A:

Vaya, pobre Bulma. Ella es delirante. Ok, así que puse a Bulma hacer sushi para Vegeta porque en él aniversario especial Vegeta me gustó mucho, así que por eso lo elegí.Siguiente capítulo;picos locos de Vegeta. Así que por favor reviews... XOXO Chica chismosa... en realidad no.

N/T:

Ya estoy de regreso, disculpen la demora… había planeado actualizar mi otra historia pero esta ya la tenía avanzada así que decidí terminarla, me pondré al día con las demás actualizaciones ;)

Gracias por leer, hasta el siguiente capítulo. No olvides dejar tu huella n.n

Nos leemos c: