FullMetal Achemchyst x Kishin Douji Zenki
1.
Su éxodo personal hacia al siguiente poblado conocido como Shikigami- Cho, había comenzado tan pronto como se confirmó los rumores de lucha armada entre los señores feudales de la región. El joven de ojos y el pelo dorado no volvería a involucrase con los militares de nuevo y antes de que empezara el reclutamiento forzado de civiles, cogió unos cambios de ropa limpia y abandono la vieja choza que había sido su residencia durante cuatro meses.
Después de todo tenía cosas más importantes en que pensar y su prioridad número uno buscar una manera plausible de regresar a su mundo, su verdadero hogar. Aun se preguntaba así mismo que demonios planeaba la Verdad cuando lo mando a este universo desconocido.
"Al menos Alphonse podrá tener una vida normal por fin" - pensó, recordando el arreglo que había hecho con la Verdad a cambio del bienestar de su hermano menor.
Una vez arrojado a estas tierras extrañas y lo suficientemente cerca de un poblado, Edward había tenido que apañárselas por su cuenta, con un brazo atrofiado y sus lesiones había decido que lo mejor era ponerse en forma y recuperarse antes de hacerle frente su nueva realidad y a los problemas que podría tener ser un forastero. Un mes y medio después sintió el choque cultural.
Era como estar en una versión alternativa del país de Xing que había escuchado y estudiado; la ropa, el idioma, la escritura local y la gente, hacía que las similitudes con su país vecino crecieran cada vez más, pero las diferencias tampoco se hicieron esperar. Las personas con las que intento interactuar, huían despavoridas llamando "Oni" y otros adjetivos extraños. Aun cuando había conseguido cubrir su automail con prendas típicas seguía ganándose miradas llenas desconfianza e incomodidad a cada poblado que fuera y tal parece que su fisionomía no ayudaba mucho, por lo que tenía que utilizar un sombrero de paja pasar más desapercibido. Curiosamente el dialecto nativo le era comprensible hasta cierto punto, se preguntaba si esto era un efecto secundario por pasar atravesar la puerta de este mundo.
Había intentado aprender de algunos pobladores que toleraban su presencia pero estos apenas sabían leer y tenían conocimientos muy obsoletos o casi nulos sobre la ciencia, además de ser muy supersticiosos con algunas cosas que le eran muy irritantes en ocasiones, incluso tuvo que aceptar un sobrenombre extra porque su propio nombre era demasiado raro y complicado de pronunciar para los nativos. Lo único que había llegado a comprender durante su estadía de cuatro meses en el poblado, era como regía el sistema feudal (que en opinión de Ed era una completa porquería), los conocimientos geográficos e información sobre otros pueblos contiguos, la alquimia era un tema dolorosamente inexistente y las religiones extrañas a las cuales no prefería no involucrarse.
Pero el mayor problema que tenía desde que llegó a este mundo caótico, era su alquimia no estaba respondiendo adecuadamente en su nuevo entorno, era como si algunos círculos transmutación que mentalizaba estuvieran errados o era otra causa que ignoraba, dando resultados poco satisfactorios y algún que otro rebote alquímico, por lo que solo se había limitado a usarla en casos de urgencia. "Mundo diferente, leyes diferentes… ¿en serio?" Realmente la Verdad le gusta fastidiarle la existencia.
-Maldito hijo de puta - refunfuño irritado.
Edward Elric se sentía perdido y frustrado sobre qué hacer con exactitud en ese mundo, aparte de seguir respirando y caminando para encontrar una solución factible a su problema de uso de la alquimia.
Al llegar cerca de un área con grandes formaciones rocosas, sintió que le erizaban los pelos de la nuca. Era una sensación familiar para él. Una que no hubiera querido volver a tener que sentir.
Con rápido movimiento esquivo lo parecía ser un látigo carnoso de gran tamaño, al alzar la mirada vio aquella monstruosidad que lo dejo perplejo. Tenía el tamaño de un tanque con enorme ojo enrojecido en el centro de cuello, parecía una mala transmutación de una iguana con un perro y lucia muy hambriento. Ahora entendía porque los locales no se atrevían a salir solos de sus comunidades sin importar los problemas.
"Eso explica porque soy el único que escogió largarse de un enfrentamiento armado" – pensó el muchacho ofuscado, rápidamente transmuto una lanza y se preparó para hacerle frente a la bestia que se le acercaba a una velocidad impresionante.
Con habilidad lograba esquivar los ataques viciosos del "animal" al cual solo había podido hacerle algunos cortes profundos y superficiales ocasionando que el monstruo lo atacara con más saña haciendo aún más difícil esquivar sus arremetidas y el viscoso látigo que en realidad era la lengua del animalejo. La iluminación de la tarde comenzaba a descender rápidamente para dar paso a la noche. Una desventaja inoportuna para su actual problema de supervivencia. Sabiendo que seguir la lucha a oscuras y con el cansancio sobre él era una muy mala opción, saco entre sus ropas un mechero improvisado, con el círculo de trasmutación de las llamas grabado en el objeto.
"Es todo o nada" – pensó presionando el mechero. Una increíble bola de fuego rodeo a la bestia que soltaba alaridos de dolor agónico por el potente ataque, mientras Ed intentaba sofocar las llamas que se aferran a la manga que cubre su brazo derecho, producto de un pequeño reboto alquímico.
Esa distracción fue suficiente para el animal lo azotara con su cola y lo mandara a volar contra la rocas, rompiendo en tres pedazos la única arma que tenía. La bestia seguía ardiendo en algunas partes de su cuerpo y sus ojos desprendían furia absoluta contra el joven alquimista, que intentaba reponerse para esquivar a el monstruo se dirigía directamente a embestirle con todo el peso de su cuerpo.
Pero el impacto no llego. Una luz desde el cielo cayó directamente sobre la bestia, haciéndola desaparecer en un instante.
Adolorido el alquimista se puso de pie sin creer aun lo que había visto, acercándose con cautela al lugar donde había estado tal adefesio encontró solamente una pequeña estela de humo que salía de una semilla y antes que pudiera tocarla, un hombre de avanzada edad con un bastón robusto y ropajes blancos de gran altura pero con aspecto noble, apareció frente a él y tomo la susodicha cosa del suelo envolviéndola en un papel para luego ocultarla entre sus prendas.
Ambos se miraron de forma penetrante el uno al otro y mientras esperaba a ver quién de los dos rompería el silencio, el alquimista puedo notar a las dos siluetas observando en lo alto de las rocas y los miro con sospecha recalcitrante.
-¿Estas bien niño?- pregunto repentinamente el anciano de ropas blanca.
Edward se mordió la lengua para no despotricar contra el hombre que involuntariamente había insultado su altura, además el extraño lo había salvo de ser asesinado. Por lo que le debía algo cortesía a final y al cabo.
– No soy un niño y sí, estoy bien – espeto molesto – A todo esto ¿Quién eres tú? Y ¿Qué fue lo que acaba de pasar?
-Enno Ozunu es mi nombre y un poco de modales no te vendrían mal chico – respondió el hombre con tono grave, el joven que se limitó a mirarle de forma agria. el hombre mayor se percató de algunas lesiones menores por la lucha que había estado observando antes de intervenir, el chico frente a él, aunque de actitud cuestionable no desprendía ninguna esencia maligna, aun cuando su aura parecía inquieta y extrañamente dispersa, era como si estuviera fuera de proporción.
Todo eso despertó las sospechas del anciano Bodhisattva.
– No es bueno quedarse aquí a hablar. Pareces un forastero, ven conmigo iremos a un lugar más seguro, allí podrás pasar la noche.- finalizo dándose la espalda para dirigirse hacia donde estaban las dos siluetas sobre las rocas que no se habían movido en lo absoluto.
Edward dudo en seguir al extraño hombre, pero estar en un lugar seguro sonaba razonable después de lo que había pasado, además aun quería saber que era exactamente lo que había hecho el hombre mayor al monstruo que lo había atacado y quizás tal vez…
"¿…podría ser una oportunidad…?"
Entonces el extraño hombre delante de él, hizo un gesto con la mano hacia las dos silueta y estas desaparecieron en un abrir y cerrar de ojo como si nunca hubieran estado ahí.
-¡¿Qué?! ¡¿Que fue eso?! - exclamó Edward sorprendido poniéndose en alerta a pesar de la protesta de sus músculos aun adoloridos.
Ozunu escucho el sobresalto del chico, volteo a verlo con una ceja levantada para después soltar una ligera sonrisa como dándose cuenta del porqué de su reacción.
- No tienes por qué preocuparte, he ordenado a mis guardianes retirarse; ahora vámonos de aquí antes de que estemos completamente a oscuras– dijo con calma el anciano como si fuera un hecho mundano mientras esperaba pacientemente a que el joven se pusiera al día con él.
- ¿Sus…Guardianes? – cuestionó Edward con desconfianza creciente; entonces recordó Lang Fan y Fu, los dos guardaespaldas sigilosos y escurridizos de Ling Yao, el príncipe idiota de Xing, quien termino convirtiéndose en un buen amigo a pesar de que su primer encuentro fue muy problemático.
"No hay garantía de que podría tratarse de la misma situación con Ling… tendrá que ser una apuesta"
- Bien, te sigo anciano – dijo el alquimista en contra de su mejor juicio, poniéndose en marcha para alcanzar al hombre mayor quien tomaba una ruta alterna a la que estaba recorriendo.
La mente de Edward aún tenía dudas y desconfianza sobre el extraño anciano al que seguía pero era un riesgo que estaba dispuesto a tomar. Después de cuatro meses completamente a la deriva, esta era la única pista prometedora que podía seguir.
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Banzai
A/N: Capitulo Editado.
Para quienes no conocen mucho del universo FMA LanFan, Fu y Ling Yao son personajes muy importantes y parecen en la manga y la versión Brotherhood del 2007.
Para los que desconoces KDZ o Kishin Doujin Zenki es un anime algo viejito que se emitió en los noventa y cuyos capítulos pueden encontrar en Youtube
Agradecimiento a AzureKnight2008 por la información de KDZ.