Hola a todos aquí una nueva escritora, amante de la literatura y fanática de niña por este anime y sus famosos personajes. A la vez que esta habiendo el segundo tomo del manga - ósea la continuación pos "final" del manga - me decidí recordar los buenos momentos que nuestra castaña nos vindro en vuestras infancias :3

Para que esto no se haga largo os digo que esta estoria es de universo alternativo, tanto los personajes como la trama - también como la mayoría de mis historias son - son más relacionadas a la vida "real" xS

Los dejo a disfrutar de esta fanfic que creo yo no será tan larga - así espero xD - y que por mucho que ando escribiendo los capítulos, esta historia ya la tenía en mente un buen tiempo que, recién tome el debido valor para subirlo y compartirlo con vosotros. Os dejo con el sumario de la historia:

Sumario: Los cruciales acontecimientos te llevan al lugar o destino incumbido. Él un hombre viudo de gran escala social y poder imperial, enfrentará lo crudo de criar a su hija con la ausencia de su madre, ella una mujer de porte fuerte y batalladora que abarcará las circunstancias de criar sólo a su hijo después de su matrimonio fallido. Ambos en situaciones iguales, pero con vidas diferentes que se llegarán a encontrar y hacer que lo inevitable suceda.


Chapter 1.- El Pasado del Presente

Todo estaría bien si por lo menos uno de ellos hubiera hecho lo que debía ser hecho, ¡pero no! Tal vez por la falta de capacidad o por negligencia que la misma sociedad incumbe en los ciudadanos, reta a las personas a tomar decisiones equivocadas. O quizás por no lo estar preparado.

Eran unas de las pocas cosas que cabía en esa situación.

Vio con detalles aquellos informes presentes en su mesa que se acumulaban a los pocos minutos mientras leía aturdida la carta entre sus manos diciendo que su afortunado ex-marido le pedía su presencia con estimada cortesía en su casa para platicar temas de suma importancia y participar del cumpleaños de su nueva ahora esposa.

Tal como decía el papel su presencia era más que necesaria para tales arreglos.

Suspiro con resignación por la petición y enfadada por tal nombramiento de su hijo para estar presente en ese día. ¡Aparte de dejar como lo decía la ley que su pequeño hijo estuviera los fineses de semanas con él, ahora quería verlo participar en su vida con aquella mujer!

- Eso es el colmó - se levantó brutalmente de su asiento al leer lo último de la odiosa carta - Lo último que me falta es que esa loca me quite a mi hijo. - hablo entre dientes bagunzando sus cabellos cortos hasta el hombro, tirando al piso aquel sobre de invitación indecente para el conmemorativo día de la nueva señora Aizawa.

Que había hecho de malo para merecer tamaña frustración y gozamiento de su ex-marido, aparté de usarla ahora la humillaba delante de su nueva ahora mujer. A caso esto era un juego...

Camino de lado a lado entre la pequeña oficina meditando lo que debía hacer y de parte recordando en pocas partes lo que fue su matrimonio años atrás antes de estar en esta situación.

Y pensar que en aquella época era feliz.

Dos toques en la puerta hicieron que regresará de sus amargos recuerdos.

- Entre! -exclamó sentándose nuevamente en su asiento.

- Permiso señora Kinimoto el señor Tsukishiro lo manda a llamar a su oficina inmediatamente.

- Gracias Mao, dile que enseguida estaré hay - respondió buscando unos informes en el escritorio suponiendo que eran por ellos que la llamaba el jefe de la compañía en su oficina.

- Si señora con su permiso - salió la secretaria dejando a la castaña buscar lo que debía ser los informes del negoció que se planteaban de suma importancia en el edificio.

Salió de su sala así que halló la carpeta yendo enseguida a la oficina de su jefe. Antes de a presentar su presencia afuera de su sala la puerta se abrió inmediata mostrando un hombre de rasgos largos, piel blanca y cabellos sumamente largos de color plateado y ojos del mismo color del pelo. Él, Yue Tsukishiro su amigo desde la época universitaria y, ahora jefe de la compañía corporativa de cadenas de cosméticos alimenticios Azu.

- Te estaba esperando - se hizo a un lado dejando que ella pasará adentro de su sala para platicar - trajiste los informes - preguntó al sentarse en su poltrona.

- Así como usted me pidió, las plantillas de los bancos y gastos laborales están en esta carpeta - entregó la cuya pasta donde estaban tales informaciones, mostrando con detalles los apuntes al día.

-Perfecto, siempre cumplida Sakura - sonrió de lado al verla un poco tensa - no te preocupes están bien elaborados y entendible - dijo observando la papeleta antes de cerrarla y ponerla encima de su escritorio.

"menos un peso " pensó la castaña relajando sus expresiones.

Si fuera sólo eso que la preocupaba no estaría tensa….

- Pero...- atino a decir -... no es por eso que estas así...Te llegó la carta? - preguntó directamente y al notar como la oji verde hacia una mueca entendió a la perfección lo que sucedida con su amiga.

- Si fuera sólo eso no daría la mínima importancia, pero...

- Él quiere que Caliel esté presente!

-No sé qué estará tramando el crápula imbécil. Si piensa que la pondré fácil se equivoca - dijo entre dientes expresando su mal humor en tan sólo pensar en él, Issei Aizawa el padre de su pequeño hijo de cinco años Caliel y su entrometido ex-esposo.

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No muy lejos de ahí...

Una señora de edad mayor intentaba amenizar las circunstancias que se sobrellevaban en la sala de juntas, donde impetuosos hombres de gran porte social y, economía entraban en acuerdo sobre las labores de los nuevos proyectos en la empresa Li.

Las a cadencias aportadas y el incremento de las acciones ante la temporada de invierno que llegaba era perfecto para los nuevos planes y, cerrar nuevos tratos con otras corporativas tanto nacionales e internacionales.

Por otro lado, esa situación era una completa dolor de cabeza para el dueño he encargado de todos los manejos en la empresa. Otra parte de eso era ver en donde se daría la nueva junta de negocios extra donde por lo contrario el tema de acudir nuevos patrocinadores para el evento que se acercaba.

- Muy bien dejáramos el tema en recesión hasta la próxima semana, por lo tanto, quiero que cada uno esté con una nueva idea y me dé buenos resultados.

- Señor Li sobre quien estará representando las acciones en el comité del evento?

- Eso lo dejaremos para discutir la próxima semana, así que con su permiso me retiró - se levantó de su asiento saliendo de la sala junto a su madre que lo aguardaba ahora para conversar sobre una cosa que los tenían inquietos.

Al salir de la sala de juntas ambos madre e hijo se dirigieron dónde ahora era su escritorio y cuál antes era el que ocupaba su padre cuando trabaja ahí antes de jubilarse.

El castaño suspiro con pesadez dejando salir toda la presión que sentía al entrar en su sala junto a su madre que lo seguía en silencio. Ieran por otro lado observaba a su hijo servirse un vaso de whisky así que entraron.

- Prefiero un vaso de agua -dijo Ieran al notar la mirada de su hijo quien le hacía la pregunta si quería. - Gracias hijo - enfatizó al recibir el vaso antes de sentarse.

Antes de comenzar a conversar Syaoran se sentó en su asiento mientras su madre en el pequeño sofá que había en un costado de la sala. Procuró ser directo sin que se notará su mal humor por los acontecimientos que sucedía en la empresa, pero, a la vez tenía que especificarse ante su madre para que lo ayudará en alguien que se encontraba ahora en la pequeña guardería esperando que la recojan.

Se sintió mal al pensar en su pequeña hija que mal había comenzado a frecuentar este año la guardería y, como todo niño siempre espera que su padre por lo menos los recoja una vez.

No era la primera vez que pasaba, pero también no sería la última ya que esta vez se había propuesto en buscarla y tentar darle toda la atención que merecía, pero como de costumbre, el trabajo lo consumía.

Se odiaba a si mismo por no saber qué hacer en estas situaciones, socorriendo siempre a su madre Ieran y abuela de la pequeña Suishou.

Que diría su fallecida esposa al verlo en tal situación. De seguro lo regañaría.

Sonrió tristemente al recordar de ella, la madre de su hija que, ahora qué lo pensaba se parecían mucho físicamente claro que con algunos rasgos suyos. Piel clara como la nieve y un leve rojizo en las mejillas dando un aspecto y realce a su belleza con los cabellos castaño-canela largos hasta la cintura con leves repico en la cabellera y unos bellos ojos ambarinos como los suyos.

Como le hubiera gustado que su hija hubiese heredado los ojos verdosos de su fallecida esposa….

- Hoy día iré a la casa de Liang por unos documentos...por lo que él está encargado junto a Eriol en encerrar el contrato en Francia - decidió ser directo y concretó para arreglar el pequeño tema que lo dejaba angustiado y preocupado, sobre los acuerdos en la ciudad francesa; por lo que sería de suma importancia que estén listos antes del evento que se acercaba. Además de la empresa su familia era también importante.

-Tu primo y el joven Hiragizawa? - respondió sería con la vista directa, viéndolo a los ojos a su hijo - Esos aportes de seguro tu padre se los encargó...- recalcó -...Entonces...Esta vez no irás también a recogerla - atinó a decir mientras que bebía un tragó de agua ante el silencio que se hizo en la enorme sala.

Noto el semblante de su hijo que se tensaba al tan sólo escuchar sobre su promesa a su hija, de seguro se encontraba mal y desconcertado por des cumplir la promesa a su pequeña, suspiro ante la cara de preocupación y como era de costumbre nuevamente dijo lo que era:

- No te preocupes hijo iré a buscarla, pero... - justificó - necesitas sacarte unas vacaciones para compensar el tiempo ausente a Suishou.

- Lo sé, y realmente pienso hacerlo después de acertar los proyectos de la temporada y sobre todo aquel evento - suspiro revolviendo su cabellera por la frustración en su asiento - Así que no te preocupes madre y antes de nada puedes irte con Wei...

- Por acaso no pensarás ir de nuevo usando las locomotoras públicas para llegar hasta ese lugar o si Syaoran.

- Quiero un tiempo y a la vez estar sólo, necesito pensar además me preocupan que ustedes vayan de taxi. Preferible que Wei los lleve así estaré más tranquilo a que les pasé algo - esbozó una sonrisa al pronunciar las últimas palabras. Pues si algo les pasará a ambas no se lo perdonaría nunca.

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Algunas horas después...

La noche había caído en la ciudad y como debido las personas volvían a sus hogares después de un día agotador y trabajoso como este. En medio de la multitud una castaña caminaba pensativa sobre lo ocurrido en la mañana y, sobretodo, por algunos documentos importantes que llevaba en manos para trabajarlos esta noche en casa para estar listo en la mañana antes de la reunión que tenían con el señor Tsukishiro y algunos negociantes.

Antes de haber salido del trabajo llamó a unas de sus amigas más cercana a que le hiciese un gran favor que la dejaría aliviada de la preocupación. Recoger al pequeño Caliel de la guardería ya que la misma no tendría tiempo para buscarlo porque ese día saldría más tarde de la hora. Por suerte ella no se opuso y asintió con gusto al tratarse del hijo de su mejor amiga.

Miro hacia el cielo viendo las luces encendidas que iluminaba las calles de la ciudad. Ya era tarde y las calles todavía se encontraban con el numeral de personas caminando de un lado a otro, unas subiendo en buses otras yendo a la estación de tren, así como ella que vivía al otro extremo de la ciudad.

-Como es cansativo subir al último tren dos días seguidos - bufo entre un bostezo que daba mostrando lo cansada que estaba.

Subió al tren que se acercaba a la plataforma y espero a que este se abrieran las puertas para ingresar e ir directo al lugar donde vivía. A una pequeña casa entré un barrio residencial.

Se preguntó a si misma el porqué de haber pasado por todo lo que paso en aquella época cuando apenas el pequeño no más tenía dos años y su matrimonio ir para los cinco años. Y pensar que no podría salir del país e ir donde su padre, o si quiera volver a su tierra natal gracias al crápula de su ex-esposo que quería su presencia al educar al niño hasta que completará los quince años para que este le pudiera otorga lo que sería su futuro por haber nacido parte de esa familia.

Eso da al casarse con un hombre egocéntrico de escala sumamente importante en la sociedad y todavía a tener un heredero.

Pero ni pensar que se la pondría fácil, no señor, ella aria hasta lo imposible para que no le laven el cerebro a su pequeño.

Entre pensamientos no supo en que momento cayó dormida inconsciente, apoyando su cabeza en el hombro de la persona al lado mientras el tren hacia su trayectoria de regreso.

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- Tía a qué hora llega mi mami - preguntó un pequeño niño sentado en una de las sillas de la mesa que observaba su plato de comida sin tocarla.

- Muy pronto pequeño Caliel - sonrió la amatista al ver cómo el niño de apenas cinco años visualizaba con desdén lo que comía. Miro al reloj de la pared mostrando que ya serían las nueve horas y que su amiga castaña todavía no llegaba en casa. - Por qué no te apresuras a comer Caliel, claro no olvidando de comer todos los vegetales y luego te vas a bañar. Ya es hora que los niños bueno se vayan a dormir.

- Pero no tengo sueño - hizo un puchero con los labios mostrando un leve rojizo en sus mejillas - además quiero estar despierto cuando mami llegué - enfatizó recostando su cabeza en la mesa.

Tomoyo suspiró dando una sonrisa al ver cómo su estimado sobrino amaba demasiado a su amiga y madre del mismo. Antes de nada, ella entendía lo que pasaba con Sakura y su situación. Si bien su caso era diferente, pero de igual manera sabía que era involucrarse con un hombre de ese rango y sobretodo casado.

Las consecuencias de lo vivido y la idea de ser madre en pocos meses la dejaba en flor de piel y, pensar que tan sólo llevarlo dentro de sí desprendía un cariño extremo y protector al ser que llegaría a nacer.

Al final recién iba por su cuarto mes de gestación y ya amaba incondicionalmente al pequeño feto.

- Bueno pero bañadito si - guiño un ojo al pequeño que sonrió al instante al oír tal confirmación de su tía y amiga de su madre.

- Si - respondió feliz comenzando a comer todo lo que se encontraba en su plato para luego bañarse y quedar limpiecito e perfumado ante la llegada de su madre.

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...Si nada pudiera empeorar...

- Ei! Voy a bajar en la próxima estación...

- Ahhh! L.…lo siento mucho...-pegó un grito del susto al oír tal voz entre sueño mientras se acomodaba por la vergüenza y lo torpe que fue ante su chillido de susto...

Suerte que eran apenas cinco personas dentro de ese vagón...

-Eh...cinco personas…- dijo entre murmullos.

Próxima estación Mong Kok...después estación final Hung Hom...

- Espera un momento…dijo... "Mong Kok...-esta vez no pudo dejar de hacer más que un escándalo y eso porque...-"Ahhh me pasé de estación"- pensó sorpresa al oír la voz de la operadora del tren- "y este era el último tren" - se levantó bruscamente donde estaba sentada hasta que noto al ser que se encontraba sentado al lado de ella quien la miraba con la ceja arqueada. De seguramente debe pensar que es una loca por pararse en medio movimiento del tren que casi hizo que cayera de cara al piso.

Y si eso no fuera lo único el mismo hombre que la miraba consiguió sostenerla antes de caer y lastimarse de semejante caída que tendría.

Lo peor pasó….

- Lo siento mucho yo no...

- No hay problema...

- Pero manche sin querer su saco con maquillaje, hasta quedó una mancha…Ahhh no quiere salir...lo siento mucho

- Ya dije que no es nada - respondió al ver cómo aquella mujer, no si era atolondrada o porque se había despertado de susto, o por la casi caída que se encontraba eufórica.

- No.…un momento yo pago el precio de la lavandería - si fuese eso el único problema no estaría así, pero, como siempre algo tiene que salir más mal de lo que era.

No más se dio la vuelta para agarrar su cartera y sacar el dinero para pagar al señor, noto que su bolsa no estaba con ella.

-"y ahora que" - quedó estática al perceber el sumiso de su cartera con sus perteneces personales - "me robaron" - se lamentó mentalmente por tal acto, aparte de quedarse dormida, pasarse de la estación y casi romperse la nariz, ahora le robaban sus cosas. Sólo podía ser karma.

Seguramente en su vida pasada hizo atrocidades para que le pasara todo lo que ocurría...

...

Salió de las catracas y fue al informante para avisarle sobre el sumiso de sus cosas, pero antes de nada ahora como podría volver a casa si no tenía prácticamente nada excepto los documentos de la empresa.

Sin duda su día iba de mal en peor.

Al salir de la estación se encontró nuevamente con el mismo hombre que sin reproches dejó que durmiera entre su hombro al estar cansada del día estresante que tubo y, todavía ayudarla en su casi caída dentro del tren.

De seguro el estaría esperando un taxi.

- Verdad el dinero para la lavandería - pensó en voz alta haciendo con que el hombre de cabellos castaños y ojos ambarinos voltease a verla.

Por primera vez después de lo ocurrido dentro del tren se fijó detalladamente al imponente hombre frente a ella, sus rasgos mostraban a alguien de gran porte y ejecutivo, de edad entre los veinte nueve o treinta años y, por si no quisiera reconocer era un tipo sumamente guapo.

Salió de su trance al oírlo claramente hablar.

- En vez de la lavandería tienes dinero para el taxi.

- Eh! - exclamó recordando que no tenía ni un sólo centavo para darle o peor volver a casa. - pues….

- Toma - le extendió un billete de 100 yuan frente a ella.

- Eh! No puedo aceptar eso es mucho...

- No Seas mal agradecida y tómalo, además quien dice que te lo estoy dando - arqueo una ceja - no tienes para volver a casa o me equivoco. - bingo, algo más y su día se llamaría de perros.

- Bueno si, pero...- entre cortada nuevamente el hombre no dejó que terminará de completar su frase diciendo:

-Tú empresa queda cerca del mío, así que cuando te estabilices me lo devuelves - asintió él antes de subir al taxi que lo aguardaba.

- Espera...-miro al billete que él mismo depósito en sus manos - ¡Como sabes que queda acerca de la tuya! y ¿porque la ayuda, no entiendo? - completó desconcertada.

- Es que te vi sujetando firme los documentos de la empresa - dijo dentro del taxi con la ventana abierta mientras que le extendía su cartón donde estaba el susodicho lugar a la castaña - Por lo tanto, dejaste que te robaran tu cartera - sonrió maliciosamente - Hasta que me gustan las personas un poco atolondradas como tú - lo último lo dijo entre una risa en cuanto acenaba a la mujer con la mano he indicaba al motorista la dirección de su destino.

Un frío viento hizo que su corta cabellera danzara ante el silencio de la noche iluminada en la estación.

¡Al final que era lo que acaba de ocurrir!

Sin más ni menos vio el billete entre sus manos junto al cartón que el mismo le entregó antes de irse.

- Ah, acabé de quedarme con el dinero -suspiro cansadamente antes de leer el cartón - ¿Él es una buena persona...? - se preguntó a si misma con desdén - O será que sólo le gusta mostrarse. "si bien el me ayudó…y aquella sonrisa atrevida" - lo último lo pensó haciendo una mueca ante el cartón dado por él.

EMPRESA DE INCORPORACIONES LI

Su boca formó un "o" ante el reconocimiento de aquella empresa privilegiada y más importante de toda costa asiática.

- ¿Él trabaja ahí...? Explicado de porqué él fue así conmigo...- frunció el ceño -...Pero, por casi media hora...él me prestó su hombro para que pudiera dormir además que me ayudó no sólo en esto - se reprendió en pensar que tan sólo por ser un ser que trabajaba en susodicha empresa sería un egocéntrico mandón que sólo se mostraba.

Pero como si no fuera empeorar o pasar alguna cosa más recordó la última frase dicha por aquel que ni sabía su nombre...Oh bueno si lo sabía o no ya era otra cosa que con certeza estaba escrito en el pequeño cartón...Se sonrojo un poco al pensar en esas cortas palabras.

- Debe estar acostumbrado a ser halagos a cualquier mujer…- murmuró entre pensamientos -…Fue sólo un poco...mas - reafirmó mientras guarda la tarjeta en su bolso de su saco - ..."sentí como si él me estuviera elogiando por estos últimos tres años...y quede feliz con eso. " - agregó antes de estornudar por la brisa del lugar.

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Cuando finalmente llegó a casa noto la mirada de su amiga quien estaba junto a Caliel durmiendo en el sofá de la sala. Sonrió al ver a su pequeño recostado en el regazo de la azabache que le acariciaba sus cabellos castaño claro como los de ella.

De seguro su hijo quedó esperando a que regresará y como lo tarde que era acabó dormido entre brazos.

- Lo siento mucho Tomoyo no pensé que tardaría mucho para volver - captó la atención de la azabache que sólo al verla sonrió amablemente como siempre mientras que agazapada a su sobrino quien dormía tranquilo y susurraba a su madre entre sueño - …de verdad no sé qué decir.

-Descuida Sakurita no hay problema - esbozó con sinceridad la mujer de trazos cálidos y pelo azabaches- Tú sabes que para mí es un gusto cuidar del pequeño Caliel - agregó mientras se levantaba con mayor cuidado para que el niño no despertará.

Ante eso Sakura dejó los papeles encima de la pequeña mesa ubicada en el centro de la sala y se acercó con cuidado al sofá para tomar a su hijo entre brazos y llevarlo a su dormitorio para que durmiera cómodamente.

Pasado algunos minutos la oji verde le contó lo que ocurrió a su amiga el porqué de su tardanza al llegar en casa, empezando con lo sucedido en la mañana con la jodida carta hasta la parte de lo que le pasó en el tren. Por un momento la azabache se rio por el comentario de su casi caída u sobre quien fue que la ayudó a resolver ese cuyo problema.

No había de que sorprenderse…por lo inusual la castaña le ocurrían cada tipo de cosas por distraída...

- No es tu culpa que algo como ello te pasará para que tardaras tanto Sakura - esas palabras hizo con que la oji verde la mirará con reproche - Además no veo problema que él padre de tu hijo quiera verlo o hacerlo participar en su vida con o sin aquella mujer - Guau las palabras le salieron como dos pares de flechas que atravesaron su más monótono ser.

De eso tenía cierta certeza que Tomoyo le diría, pero, la idea de saber que aquel engreído le haga o le siga a su hijo ya era otra historia…Sabía que él no le haría daño por lo que siempre se ha mostrado un padre pendiente por el pequeño...

La cosa era su nueva mujer...Temía que aquella se ganará he convirtiera a su niño, o de lo contrario se ganará el cariño del mismo.

¿Cómo podría ser tan egoísta? ¡Oh quizás era instinto protector que la hacía pensar sobre ello!

- No te preocupes todo estará bien…- agarró sus manos para mirarla a los ojos diciendo en que tuviera más confianza ante lo que haga -…Esa son tus palabras Sakura, no te olvides y pase lo que pase yo como amiga te estaré apoyando - sin más nada la castaña asintió recordando en tiempo escolar en como usaba mucho esa frase.

¡Al final era su mantra de ella!

- Gracias Tomoyo, realmente tu siempre me sacas de dudas

- No hay de que Sakura

- Ah por cierto ya es tarde para que te fueras

- No te preocupes por ello pedí un taxi antes de que llegarás…bueno para ser más exacta Mei me lo mandó por lo que aún no había llegado al departamento.

- Veo que lo de ustedes está yendo bien Tomoyo, estoy feliz por ti aunque lo que paso meses atrás siguen juntas - esbozó una sonrisa al verla sonrojarse.

- Fue un desliz que no volverá a pasar - lo último lo dijo con desdén pues recordarlo hacia que repudiara todo lo vivido en ese día.

No tardó en que llegue el taxi que se estacionado justamente en la puerta de la pequeña casa de la oji verde.

Ambas se despidieron y con eso Sakura ingreso adentro para comenzar de una buena vez los papeleos para la reunión que tendrían mañana en la mañana en la empresa...

Oh si, está sería una larga noche.


N / A Gracias por leer el primer capitulo y antes de nada os digo que esta historia será actualizada mensualmente - por el tiempo que llevo ocupada en demas cosas - usualmente ya estoy elaborando la segunda x3 asi que

Hasta la próxima ...