Capitulo 1

Tras cruzar el umbral de la entrada, se encontró con miles de vitrinas que iluminaban las teleseries de moda, su corazón latía a mil, no asistía a ese lugar desde que era una niña, dado que su abuela había sido una de las mejores actrices de su época y la había llevado con ella a verla trabajar. Estaba tan emocionada, recordaba las luces infrarrojas que acentuaban algunas escenas y como los maquillistas se encargaban de caracterizar a su abuela como si se tratara de una mujer cinco años menos, era increíble. Así fue como obra del destino, necesitaban una chica de su edad para que hiciera un comercial de pasta de dientes, por lo que fue contratada para hacerlo. Al mundo le gusto tanta personalidad inocente y carismática que decidieron llamarla para participar en otros comerciales de niños. Desde ese momento, su meta en la vida fue convertirse en actriz. Por lo mismo, entro a una gran Universidad dedicada a la actuación, donde se esforzó en potenciar sus habilidades y la institución le dio todas las herramientas para alcanzar su sueño. Pero no habría podido lograrlo sin el apoyo de su mejor amiga, gracias a ella y su abuela estaba ahí.

Precisamente ese día, la habían llamado del mismo lugar en el que había trabajado cuando era pequeña, si bien tenía otras ofertas en otras localidades de Japón, había aceptado trabajar en ese lugar, ya que tras esas escenas ella se había enamorado de la actuación. Una mujer de cabello ondulado castaño y gafas la recibió en la entrada y la condujo hacia su despacho, su alrededor estaba flanqueado de personas que preparaban la escenografía y todos los implementos necesarios para caracterizar bien la historia.

—Sakuno Ryuzaki ¿Verdad?

—Sí. —Sonrió.

—Mi nombre es Aoi Hanamaru. —Amplio una sonrisa. — ¿Sabe porque papel ha sido llamada verdad?

—Sí, he venido a una entrevista hace unas semanas y he hecho una audición para interpretar a Sakura.

—Así es, he visto su audición y me ha encantado. Usted es lo que hemos estado buscando, una chica inocente y hermosa que se enamora de un chico seductor y engreído. —Lo relato, como si fuera su poema favorito.

—Gracias por la oportunidad que me ha dado, estoy ansiosa por comenzar y conocer a todos.

—Pronto los conocerás. Por cierto, ya tenemos al actor que interpretara a Tetsu, es un chico guapo. —Le cerró un ojo. — También me ha fascinado con sus actuaciones, ha trabajado en películas de acción antes, pero de seguro harán la pareja perfecta.

— ¿Cuándo comenzaremos? —Pregunto nerviosa y ansiosa.

—Mañana lo haremos. Pero primero, te hare un recorrido por las instalaciones y necesito tomar tus medidas para ver que vestuario será más adecuado para ti. —Se levanto para abrir la puerta y dirigirla hacia el pasillo. —Sígueme.

Le enseño las oficinas en las que trabajaban los arquitectos haciendo los planos para armar la cafetería en la que se conocerían Sakura y Tetsu. Otros trabajaban haciendo los paisajes con pinceles especiales y probando la motocicleta que conduciría Tetsu, para hacer que estuviera en movimiento bajo ella había una rampa similar a una trotadora que avanzaba y emitía ruidos de vez en cuando, la cual adicionalmente tenía un ventilador gigante para hacer que el cabello se levantara a la velocidad exacta. Estaba impresionada con todo, era más maravilloso como lo recordaba, había todo tipo de focos iluminando las escenas, en las cuales modelos sonreían llevando un paraguas antiguo con encajes. Los camarógrafos las dirigían sobre que posees debían hacer.

Le presento a los músicos encargados de los soundtrack, los hombres tocaban violín con tanta delicadeza que sentía deseos de dejarse llevar por la hermosa melodía que emitían. Después se dirigieron a la sala de vestuarios, la cual estaba decorada por completo. Los doseles de las cortinas eran de color marfil, pero permanecían cerradas para que las modelos fueran iluminadas con los grandes focos de los pilares. El piso parecía ser de madera, porque sus tacos de todas sonaban bajo sus pies, emitiendo sonidos similares a las manecillas de los relojes cuando avanzaba la hora. La directora le presento a las personas encargadas del vestuario, entre ellas había una chica de melena castaña que la observaba analizando que vestido sería adecuado para ella.

—Ella es Ann Tachibana, la encargada del vestuario.

—Un gusto conocerte, Sakuno-Chan. —Sonrió Ann. —Creo que se exactamente que vestido se verá bien en ti. —Le enseño un vestido negro sin tiras.

—Es hermoso. —Se admiro la castaña.

—Necesito tus medidas, pero según mis cálculos debería quedarte. —Tomo una guincha de medir de costurera.

—Tachibana-Sempai es la mejor. —Hablo una chica de cabello oscuro liso. —Rara vez se equivoca.

—Ella es Kurumi Ijuuin, mi asistente y peluquera.

—Un gusto conocerla, Sakuno-Sempai.

—El gusto es mío. —Le devolvió la sonrisa.

—Por otro lado, Yukari Shiraishi es la encargada de maquillaje. —Una chica de cabello castaño y dos coletas la saludo con un gesto de mano.

Camino por la pasarela desfilando su nuevo vestido, le quedaba perfecto, algunos hombres le sacaron fotografías deleitándose con su belleza. Se sentía nerviosa, nunca había modelado por una pasarela, incluso le costaba trabajo caminar con los tacos, pero Ann decía que sería cuestión de práctica. Diciéndole que debía adueñarse del escenario, porque todos esos focos brillaban por ella, por ello tenía que sentirse como una estrella que debía dar lo mejor de sí. Después de todo, Sakuno era la protagonista de la historia y merecía robarse las cámaras.

Luego de haberse probado unos cuantos vestidos, volvió a los camarines para quitárselos, no obstante los tacos eran tan altos que sentía que patinaba en el piso flotante. Estaba tan emocionada que los zapatos eran lo que menos importaba. Por fin cumpliría su sueño, haría lo que siempre había deseado hacer.

De súbito su zapato se doblo hacia el lado, separándolo de su pie. Intento aferrarse a algo, pero no había de que sostenerse. Emitió un grito asustado, pero entonces unos fuertes brazos la sostuvieron de los hombros evitando que perdiera el equilibrio. Sus ojos se encontraron con unos hermosos ojos ámbar perteneciente a un chico de cabello negro. Cuando logro establecerse, él se agacho para tomar su zapato y lo coloco en su pie, encajándolo con tan delicadeza, que entendió como se sentía la cenicienta al probarse la zapatilla de cristal.

—G-Gracias…—Se sonrojo.

—No es nada. —Hablo una voz seductora dándole la espalda para seguir su camino por el pasillo. —Ten cuidado con esos zapatos.

Se quedo observándolo en silencio mientras desaparecía a la distancia, su corazón latía a mil y no comprendía el motivo. No sabía si se debía por el miedo que había sentido al perder el equilibrio o era por el chico que la había rescatado de dicha caída. "Aquí estabas, Sakuno. Ve a cambiarte para que vengas a conocer a los demás" Le dijo la mujer de gafas con una sonrisa, sacándola de sus pensamientos. La castaña asintió a sus palabras y entro a su camarín para cambiarse, se preguntaba si volvería a ver a ese chico. Se sonrojo frente al espejo, no podía estar pensando en eso, pero cuando sus miradas se habían encontrado, su corazón había latido con anomalía. Se puso el vestido que le habían dejado colgado y cepillo su cabello para salir, conocería al actor con el que haría la película, el Tetsu que estaba enamorado de Sakura. Se preguntaba cómo era.

Siguiendo las señalizaciones llego al vestíbulo, cerca de cien personas la esperaban. La directora se acerco a ella para presentarla, todos le decían bienvenida y felicidades por el papel. Estaba tan nerviosa que les agradecía tratando de ocultar un sonrojo. Eran tantas personas con las que iba a trabajar que no sabía cómo podría aprenderse tantos nombres, pero sin duda lo lograría. "Ven a conocer a Tetsu" Le grito la directora desde el otro lado del salón. La gente se abrió paso para conocerlo, el chico se encontraba de espaldas en el centro. Cuando volteo su pulso se altero producto de la sorpresa, era el mismo que la había rescatado en el pasillo.

—El es Ryoma Echizen, nuestro Tetsu.

—T-Tu eres…el del pasillo. —Susurro incrédula.

— ¿Se habían visto? —Pregunto curiosa la mujer de gafas.

—Sí, pero no nos habíamos presentado. —Ryoma le estrecho la mano. —Es un gusto conocerte, Ryuzaki.

—El gusto es mío, Ryoma-Kun. —Acepto su mano con timidez.

Si su mirada la había hipnotizado, su sonrisa la había enloquecido. Cuando sus manos se separaron se sintió extraña, quería seguir sintiendo la calidez de sus manos. En honor al elenco, hicieron una celebración de bienvenida para que todos se sintieran como en casa y dieran su mayor esfuerzo por emocionar a los televidentes. El coctel fue preparado en el auditorio subterráneo, Sakuno se sentía extraña rodeada de tanta gente talentosa, se formaban muchos grupos a su alrededor, tanto de los actores como de los encargados de trabajar detrás de las cámaras. Se sentía ansiosa por participar con todos ellos. Observo como a la distancia, apartado de todos, se encontraba el ambarino apoyado en el muro, bebiendo champagne mientras revisaba su móvil. Quizás le costaba trabajo relacionarse con los demás, como era su caso. En un intento por charlar con él, iba a caminar hacia donde se encontraba, no obstante una chica de cabello castaño oscuro apareció de improvisto a su lado sonriéndole. Era una chica guapa, delgada, caminaba con sus tacones como si se trataran de un par de sandalias, porque los dominaba a diferencia de ella.

—Estas mirando a Ryoma Echizen, eh. —Hablo alguien tras ella, provocando que se sonrojara.

—N-No es así, Shiraishi-San…—Susurro avergonzada al recordar su nombre.

—Está bien, todas lo hacen. —Sonrió la maquilladora. —Es guapo ¿Verdad?

—Sí, lo es…

—Ryoma-Sama suele ser popular con las chicas. En especial con ella, Kotoha Kitazono ¿La conoces?

—Ahora que lo mencionas, ese nombre…lo he oído antes.

—Por supuesto que debes conocerla, es una actriz fabulosa. Ha hecho todos los papeles de las telenovelas del canal 23.

— ¿En serio? No suelo ver ese canal.

—Así veo. Entonces imagino que tampoco habías oído hablar de Ryoma-Sama ¿Verdad?

— ¿Por qué? ¿Es famoso también?

—Si, creí que lo sabías. Vas a tener que empezar a enterarte de esas cosas si vas a trabajar aquí, la directora lo menciona siempre. —Sonrió. —Pero bueno, Ryoma-Sama no solamente es actor, también es modelo. Vivió gran parte de su infancia en América, por eso tiene ese bronceado tan matador. —Se burlo. — Y ha regresado a su tierra natal hace unos años por un papel que lo ha llevado a la gloria ¿Conoces la película "El tenista"?

— ¿Eh? Creo que no.

—No me sorprende a estas alturas. —Hablo horrorizada. —En fin, esa película estuvo a punto de llevarse todos los premios, ya que Ryoma para poder entrar al papel, no tuvo que hacer gran esfuerzo, porque se dedicaba al tenis desde antes. Sin embargo, su actuación conmovió a todos. Pero claro que su mejor película es "Samurai Junior" —Sonrió orgullosa de sus conocimientos.

— ¿Samurai Junior?

— Tienes mucho de que informarte al parecer. Busca en internet, ahí sale toda la trayectoria de Ryoma-Sama si estas interesada.

—L-Lo hare. —Susurro pensativa. —Si es tan popular, me pregunto porque esta solo ahora.

—Eso es porque él no habla mucho con las personas. Aunque no lo creas, es una persona fría y sarcástica que no desea la compañía de nadie.

—Pero ¿Y qué hay de ella? ¿O acaso…ellos están saliendo?

—Ella es impetuosa, suele hablarle a todos de sus hazañas y a él en particular, porque le gusta. —Se encogió de hombros. —Pero no están juntos, Ryoma-Sama puede ser guapo, pero no se fija en cualquier persona por muy talentosa que sea.

—Ya veo.

Se preguntaba qué tipo de chicas le gustaban al ambarino, todas las cosas que le había mencionado Yukari le generaron curiosidad sobre algunos aspectos de su vida. Por lo mismo, apenas llego al departamento que compartía con su mejor amiga, se dedico a navegar por internet. Además no podía creer que tanto él como Kotoha eran tan populares. Si bien era distraída, había visto muchas películas de actores maravillosos ¿Cómo nunca había oído hablar de Ryoma? Cuando sus dedos teclearon su nombre completo, quedo pasmada ante todos los resultados que aparecieron en la pantalla, ya que efectivamente había trabajado en muchas películas a lo largo de su vida y también era modelo. Abrió una serie de páginas para ver los premios que había ganado, era tan exitoso que se sentía realmente ignorante por no haber leído sobre él. De seguro Yukari ahora se estaba riendo de ella por su escaso conocimiento siendo una actriz. Leyó más de diez artículos sobre él, encontrando incluso información valiosa sobre su familia, comenzando por su madre Rinko Takeuchi, una mujer de mediana edad que había comenzado su trayectoria siendo modelo de pasarelas y posteriormente se había convertido en diseñadora de modas. Mientras por otro lado, su padre Nanjiro Echizen había trabajado en grandes películas tanto japonesas como americanas, principalmente en film bélicos. Su hermano mayor llamado Ryoga en cambio, hacia comerciales de deportistas y era tenista profesional. Todo tenía sentido ahora, fruto del amor de una modelo y un actor había salido dos brillantes estrellas.

Escucho a lo lejos la voz de Tomoka anunciando su llegada, seguida de pasos apresurados al baño y comentarios de quejas por el tráfico. Agotada de tanto leer, dejo a un lado el notebook y camino al salón para leer los papeles que le habían entregado ese día con la copia del contrato. Si Ryoma era tan frio como lo describían incluso en internet, se preguntaba como seria su relación de colega. El contrato estaba absuelto a cambios, por supuesto. Pero había escenas de besos apasionados, donde entendería lo que era besar una piedra, considerando su rostro de pocos amigos.

No esperaba que cuando hablara con su mejor amiga sobre su día, ella le diría que conocía a Ryoma Echizen y que incluso tenía muchas cosas de él entre sus cosas. Osakada parecía más emocionada que ella por su trabajo, diciéndole que era suertuda por poder trabajar con el chico más guapo del mundo, era una exageración claro, pero a ella le encantaba. Por lo mismo, le menciono que si debía ver películas de él e informarse, ella podría ayudarla, porque tenía todas sus películas.

A la mañana siguiente, grabaron unas cuentas escenas, las cuales aun no implicaban relacionarse tanto, por lo que se sentía aliviada. No obstante, cada vez que se encontraban ya fuese en el pasillo o en los camarines, Ryoma ponía una cara de pocos amigos o la ignoraba. Salvo cuando se encontraran frente a la directora, solo en esos momentos la saludaba y fingía que le importaba su presencia.

Los días siguientes fueron iguales o peor, aunque lo saludara todas las mañanas al igual como lo hacía con los demás, el ambarino simplemente la ignoraba. Tomoka la había animado a ver "El Tenista" con ella para que tuvieran un tema del que hablar.

—R-Ryoma-Kun, vi tu película de "El Tenista". —Se atrevió a decir una tarde después de los ensayos.

— ¿Y qué? ¿Quieres una medalla por verla? —Se encogió de hombros.

—N-No estoy diciendo eso. —Susurro cabizbaja. —Solo quería decirte que me encanto, ya entiendo porque dicen que te destacaste tanto por esa película. Es increíble.

—Si quieres ser parte de mis admiradoras, adelante. Pero no porque la hayas visto, significa que tendremos un tema de conversación ahora.

Esas palabras la habían hecho dudar de seguir intentándolo y se sentía tonta por haber creído que su relación cambiaria con él. Pero los días más incómodos no eran esos, más bien eran aquellos en los que Hanamaru-Sama les pedía que ensayaran a solas. Recordaba un día en particular en que estaban ensayando en el camarín sobre la escena de su primer encuentro y cometía muchos errores que le recalcaba.

—Olvidaste de nuevo las líneas. Aun te falta mucho, Ryuzaki.

—Lo siento… intentémoslo de nuevo.

—No tengo todo el día, ya es la tercera vez que lo hacemos. Seguir aquí es una pérdida de tiempo. Deberías repasar más tus líneas antes de ensayar. —Dejo libre un suspiro. —Honestamente no se qué te enseñaron en esa Universidad de la que tanto alardeas ¿no eras la mejor de la clase?

—Sí, me enseñaron muchas técnicas, pero

—Pero no las suficientes o no sabes emplearlas bien.

—No es eso.

—Si quieres ser aclamada por ser una buena actriz, deberías poner más de tu parte. Porque si sigues así, no llegaras muy lejos.

—Lo sé.

—No basta con que lo sepas, Ryuzaki. Tienes que interiorizarlo y hacer algo al respecto. —Se levanto para caminar a la puerta. —Le diré a la directora que hemos terminado, tú sigue practicando.

Al principio creía que esas palabras eran consejos, pero en verdad no las decía de buena forma, la trataba como si fuera estúpida. Y quizás Kotoha opinaba lo mismo de ella, teniendo un papel tan importante, no sabía hacer nada bien. A veces ese tipo de comentarios hirientes le bajaban la autoestima y sentía deseos de llorar, pero ahora había conseguido una nueva aliada en el trabajo con la que hablaba siempre. Nadie menos que Ann Tachibana, la encargada de diseñar el vestuario. Ella le decía que no permitiera que Ryoma Echizen la humillara de ese modo, ni mucho menos se sintiera intimidada por su presencia, porque tenía que demostrarle que no importaban los comentarios que le hiciera, ella no iba a abandonar lo que amaba.

Tomoka por otro lado, intentaba animarla por las noches, pero a veces habían días que ni ella tenía deseos de volver al trabajo si tenía que volver a verlo. De seguro, cuando la había rescatado, también había sido parte de su actuación. No creía que era tan frio como lo describían, pero tenían toda la razón. No había forma de hacerlo cambiar de opinión.

Pero no iba a darle en el gusto, si bien su opinión sobre ella no iba a cambiar, Sakuno no se iba a rendir tan fácilmente, no había estudiado cinco años en la Universidad para tirar todo por la borda por un chico. Por lo mismo, se dedico a memorizar sus líneas todas las noches y practicar frente al espejo, ducharse recordando las palabras, incluso las leía de camino al trabajo en el bus, de modo que al momento de grabar las escenas, estuviera preparada para hacerlas correctamente. Y lo había conseguido, llevándose incluso aplausos de la directora. Hasta Kotoha se sorprendió por su gran avance, en cambio Yukari sonreía de oreja a oreja. Estaba mostrando de lo que era capaz. Y Ryoma en lugar de sentirse cómodo por sus logros, actuaba extraño. Sin embargo, la tensión que había entre ellos tan notoria para los demás, porque en lugar de actuar como dos enamorados, parecían competir entre sí todo el tiempo.

Debido a esto, Aoi decidió reunir a ambos en su oficina tras el último ensayo para comentarles que estaban haciendo un buen trabajo en paralelo, pero no trabajaban el equipo como debían hacerlo en una película, teniendo en cuenta que eran los protagonistas y debía haber un calibre emocional entre ellos para poder dominar las escenas posteriores.

—Por lo mismo, les quiero pedir que compartan más entre ustedes por el bien de la película. —Al ver sus rostros de sorpresa continúo. —No me refiero solo en el ámbito laboral, también deben hacerlo en el exterior. Quiero que interioricen bien sus papeles, como si corriera por sus venas la sangre de Tetsu y Sakura.

—Básicamente ¿Es solo pasar más tiempo juntos?

—Ambos leyeron sus contratos ¿Verdad? —Al verlos asentir, se acomodo los lentes. —Por ello, deben estar al tanto de que esta película tiene escenas eróticas ¿no?

— ¿¡Qué!? —Exclamo Sakuno nerviosa.

—Veo que no leíste todo el contrato. —Susurro Ryoma.

— ¿Realmente es así? ¿Quiere que nosotros nos…? —No podía pronunciar esa palabra, su rostro ardía, no tenía experiencia con eso.

—No es del modo en que lo imaginas, más bien ustedes tienen que dar a entender que sucede el acto.

—Eso… ¿Qué implica? —Se sonrojo.

—Unos pequeños desnudos de la vestimenta superior. —Nadie leía las letras pequeñas al parecer. —En fin, por ese motivo quiero que ustedes se lleven mejor para que esa escena sea creíble, son actores ¿no? —Suspiro. —Si es necesario, quiero que vivan juntos.

—Eso no estaba dentro del contrato. —Hablo Ryoma enfadado.

—Si lo estaba, todo por el papel. Deberías saberlo, Echizen-Kun. —Se encogió de hombros.

—Aun así, estas medidas son algo extremas.

—Lo sé, pero no les estoy pidiendo que se enamoren. —Se burlo, emitiendo una sonrisa. —Si eso sucede, no será por el papel.

—Eso no sucederá. —Dijeron los dos al mismo tiempo.

—Oh miren, al fin están de acuerdo en algo. —Soltó una risita, viendo sus rostros sonrojados. —En fin, si necesitan un nuevo apartamento, podemos dárselo. De este modo podrán hacer un mejor trabajo.

— ¿Y qué hay de los gastos? —Enarco una ceja Ryoma. — ¿También lo pagaran?

—Todo incluido, ustedes no se preocupen por eso. —Sonrió. —Deben focalizarse en su papel, lo demás no importa.

— ¿Cuándo debemos hacerlo? —Pregunto Sakuno nerviosa.

—Este fin de semana.

— ¿Por cuánto tiempo? —Hablo Ryoma tratando de controlar sus deseos por renunciar a ese papel.

—Lo que dure el proyecto, después podrán volver a sus respectivas casas. O si veo que se comienzan a llevar mejor antes, puede ser por un periodo corto plazo.

—Está bien.

— ¿Alguna pregunta? —Al verlos negar los acompaño a la puerta. —Bien, pueden marcharse.

Cuando ambos salieran de la oficina guardaron silencio, no sabían que decir al respecto ¿realmente debía hacer ese tipo de cosas por un papel? Si era cierto que los personajes de la película vivían juntos un tiempo, no creían que fuera necesario que lo hicieran. Acostumbrada a ser ignorada en su presencia, camino a zancadas hacia el ascensor, sabiendo que no necesitaba despedirse de él. Su corazón latía a mil, ahora que estaba logrando triunfar en su carrera profesional y podía tolerar tenerlo a su lado sin que la hiciera llorar, el tenía que estar con ella las 24 hrs del día.

El ascensor se detuvo frente a ella y apresuro a tomarlo, pero entonces, antes que las puertas se cerraran la figura del ambarino evito que se marchara. Entro sigilosamente y se situó a un lado de ella, no sabía que decir en esos momentos.

—Esto será temporal, Ryuzaki. —Se atrevió a decir Ryoma. —Así que, no te atrevas a divulgarlo con la prensa.

—No lo hare. —Gruño, como si estuviera feliz de vivir bajo el mismo techo que el.

—Ni mucho menos esperes que me enamore de ti, porque no lo hare.

—No espero que suceda eso, no estoy interesada en ti. —Se cruzo de brazos. —Y tampoco me agrada la idea de vivir bajo el mismo techo.

—Entonces ¿Por qué no renunciaste? —Se burlo.

— ¿Eh? Porque un trabajo es un trabajo y somos actores. —Bufo. — ¿Y tu porque no lo hiciste, si te molestaba tanto?

—Porque me pagaran mucho con este papel.

—Debí imaginar que era por eso.

— ¿Por qué otra cosa seria? No estoy interesado en ti, Ryuzaki.

—Lo sé, no he insinuado eso.

—Bien, me alegro que tengas todo claro. —Susurro antes de que las puertas se abrieran.

Lo miro partir, presionando su puño, no lo toleraba, no sabía cómo podría hacerlo por dos meses. Se abrocho mas su abrigo y se dispuso a caminar de regreso a su apartamento, sabía que no debía decirle a nadie lo que sucedía, pero Tomoka necesitaba una explicación sobre porque se ausentaría algunos meses. Además dentro de cinco días, se iría a mudar con él.

Continuara…

Hola! ¿Cómo están? Espero que bien, la historia está inspirada en la semana de Smut de Ponta Pair. Si bien planeaba escribir un one shot, me di cuenta que para desarrollar la idea bien era necesario hacer un mini fanfic de 4 capítulos aproximadamente, dado que si escribía todo esto en un solo capitulo iban a suceder los acontecimientos con demasiado prisa. Así que por ahora les dejo el primer capítulo, el segundo lo subo estos días.

Mi pagina de facebook es Hinata-Sakuno fanfiction

Espero que les guste y comenten! Saludos :)