Disclaimer: Victorious no me pertenece, tampoco sus personajes, son de Dan Schneider. Y no me hago ni un centavo más rica por esto.

POV Tori

Me encontraba manejando camino al hospital donde trabajo, pero al llegar a un semáforo en rojo recordé el extraño sueño que tuve por la noche. Más que un sueño era un recuerdo, un recuerdo de como en mi último año en Hollywood Arts tuve algo que ver con Jade. En mi sueño vi claramente él día que empezó todo.

-Flashback-

Estaba en mi casillero cuando escuche a Jade gritarle a alguien que la dejará en paz, seguro Sinjin, pobre chico.

-Vega, hay que hablar.- Dijo tomando mi brazo y arrastrándome hasta el armario del conserje.

-¿Qué necesitas Jade?- Le dije cuando cerró la puerta tras nosotras.

-¿Por qué supones que necesito algo?- Dijo ella con molestia.

-Porque siempre que me traes aquí termino haciendo algo por ti, lo cual no me molesta ni sorprende.

-Bien, pero lo que te diré hoy será bueno para ambas.- Después de eso solo se quedo en silencio viendo a mis brazos, me puse incomoda y hable para evitar ese silencio que me mataba.

-Jade, tengo que ir a clases, solo dime que necesitas.- Dije nerviosa y ella al notarlo se empezó a reír.

-Veras Vega, últimamente he visto y escuchado cosas muy extrañas, escuche que te gustaban las chicas, y también hay rumores de que yo te gusto. Y sé que uno es real porque el otro día iba pasando por tu casa y tú estabas besando a una chica en un auto.

-Jade, eso fue hace un mes.- Dije defendiéndome.

-No te pregunte, también me enteré por ahí que tus padres no saben que te gustan las chicas porque no te aceptarían.

-Mira Jade, no sé de dónde sacaste tu información, pero si lo que quieres es chantajearme ve directo a lo que quieres.- Dije ya sabiendo que querría algo para no decirles a mis padres.

-Hagamos un trato.

-¿Qué clase de trato?- Dije un poco a la defensiva.

-Tranquila Vega, no te alteres, solo quiero que esto sea bueno para ambas.

-No entiendo.- Dije un poco confundida, es obvio que si es chantaje saldré afectada de alguna u otra manera.

-Tú nunca, pero te explicaré. A ti te gustan las chicas, a mi no, pero quisiera experimentar un poco.

-Jade...Así que quieres que finja que...- Dije con precaución al ver por dónde iba la conversación y deje la frase en el aire para que ella la completara.

-No, fingir no, seamos amigas con derecho, pero sin la parte de amigas, nos trataremos como siempre, solo que cuando yo tenga ganas de algo lo podré hacer, pero tranquila, no lo haré en público.

-Ya entiendo lo que quieres, pero aún no sé porque lo quieres.

-Ya te dije, es algo nuevo para mí y eso siempre atrae, además hay beneficios de por medio, lo pasaríamos bien y yo aprendería cosas, además de que tu familia no se enteraría de nada.

-No lo sé, tengo que pensarlo, es mucho para mí.

-Tienes tres días, el viernes quiero mi respuesta.

-Fin FlashBack-

Quien iba a decir que la decisión que tome en ese momento fue un gran factor para estudiar medicina en lugar de música.

-¿Y ahora tú que tienes?- Dijo mi amigo entrando a mi consultorio.

-¿De qué hablas Mike?

-Llegaste directo hasta aquí sin saludar a nadie. Eso no es normal.

-Nada, solo tengo muchas cosas en la cabeza, y sabes que esta profesión no es nada fácil, y aun me estoy acostumbrando a vivir en Los Ángeles de nuevo.

-Bueno, sabes que cualquier cosa me puedes decir, estaré en mi consultorio.

-Gracias Mike, ahora ve o nos regañaran por no estar trabajando.

-¿Quién lo haría? Este lugar es prácticamente nuestro, nuestros abuelos nos lo dejaron a ti y a mí.

-Sí, pero si decidimos que trabajaríamos en lugar de solo recibir el dinero hay que hacerlo.

-Está bien, yo solo quería ser buena persona contigo, pero aquí nadie me valora, nadie me quiere.- Dijo exagerando.

-Bobo. Fuera de aquí Ford, tengo cosas que hacer y tú también.

-¿Y qué tienes que hacer señorita ocupada?

-Tengo cuatro consultas lo cual me tomará como tres horas, luego mi hora de almuerzo, una consultas más y tengo que quedarme hasta que mi horario termine atendiendo emergencias. Después iré a comprar todo lo necesario para la comida de todo el mes y al final iré a mi casa a morir de aburrimiento, para así mañana repetir la misma rutina.

-Tori, llego tu paciente de la primera cita, Mike a tu consultorio que tu paciente tampoco tarda mucho en llegar.

-Hasta Martha me corre, nadie me quiere aquí, ya me voy pero luego no se quejen de que extrañan mi hermoso rostro.

Mi amigo siempre ha sido así de extraño, cuando lo conoces jamás te imaginarias que el chico tiene especialidad en oncología pediátrica y menos te imaginarias que haya terminado su especialidad tan rápido, apenas tiene 28 años y ya es un gran médico. Es dos años mayor que yo, pero fue mi apoyo en momentos en los que yo más lo necesité.

Nuestro destino siempre fue conocernos; nuestros bisabuelos fundaron este hospital como socios, luego paso a manos de nuestros abuelos, luego al padre de Mike y a mi tío pues a mi madre jamás le intereso tener el hospital y ella se alejo de la familia porque no aceptaba a mi tío pues a él le gustaban los chicos y mi padre le metió ideas en la cabeza sobre lo malo que era eso.

Yo de alguna manera conocí a Mike porque me había escapado de la clase de ballet y llegue a donde él practicaba futbol, le avente un balón a la cabeza porque él estaba molestando a una niña, pero después de esa "pelea" nos hicimos los mejores amigos. Creo que las mejores amistades siempre inician con ambos peleando o cayéndose mal mutuamente. Un día que fui a su casa, ahí estaban mi abuelo y mi tío, yo reconocí a mi abuelo por las fotos que mi madre nos enseñaba a Trina y a mí, y aunque sabíamos que no era necesario hicimos una prueba de ADN que salió positiva, con el tiempo fui teniendo un gran acercamiento con ellos, y mi tío siempre me trato como la hija que nunca pudo tener y su pareja también me trataba igual de bien.

Ahora el hospital prácticamente es de Mike y mío, mi tío y el papá de Mike aun lo manejan, pero está a nuestro nombre, dividido equitativamente.

Cuando termine mi turno había sido agotador, a emergencias llegó un chico con una alergia muy grave, también una chica con apendicitis, y después de eso al fin podía irme a casa, pero antes de salir escuche algo muy interesante.

-Lo lamento, si no tiene para pagar el hospital no se le puede atender.- Dijo la nueva recepcionista.

-Por favor, es solo un niño y es el hospital más cercano.- Dijo una señora desesperada con un pequeño de aproximadamente cuatro años en brazos con el brazo inmovilizado por unas tablillas que seguramente puso quien atiende a los niños en su escuela.

-No señora, además usted dice que no es la madre del niño y ni usted ni la madre de él tienen con qué pagar. Este es un excelente hospital, por lo tanto es muy caro, vayan a uno más barato.

-Sabes bien que el más barato está muy lejos, y no eres nadie para decidir quien pasa o quién no.- Dije un poco enojada.

-Señorita Vega… yo.

-¿Qué fue lo que pasó señora?- Dije ignorando a la recepcionista.

-El niño estaba jugando y se tropezó, pero al caer lo hizo sobre su brazo y la enfermera de la escuela dijo que había que traerlo para ver si no era una fractura.

-Bien, venga conmigo. Y tú si es una emergencia se pasa al paciente y ya, sin preguntarle si tiene o no dinero. ¿Entendido?

-Pero…

-¿ENTENDIDO?

-Si doctora.- Dijo bajando la cabeza.

-Acompáñeme señora, yo misma atenderé su emergencia. Y tú Sarah, haces eso de negar una emergencia y te vas de aquí sin importar de quien seas hija ni como hayas llegado aquí.- Le dije seriamente.

Al llegar a mi consultorio el niño seguía en brazos de la mujer y estaba llorando.

-Hola campeón, necesito que me digas que sientes.- Le dije con una voz dulce.

-Me duele mi brazo.- Dijo entre sollozos, y cuando volteo a verme sus ojos me recordaron a los de Jade.

-¿Te duele? Ven aquí, necesito verlo.- Dije tomándolo en brazos y llevándolo a la camilla.

Comencé a pasar mi mano por la parte donde él dijo que dolía y al hacerlo descarte la posibilidad de un esguince.

-Señora, al parecer es fractura, necesito hacerle una prueba de rayos X, pero para eso necesito autorización de algún familiar del niño, o si usted puede dármela.

-Sí, haga lo necesario.

-Gracias, si gusta puede venir con nosotros.

-No, yo esperaré a su madre, ya venía en camino y necesito explicarle lo que pasó.

-Bien, en recepción le darán una hoja que tendrá que contestar solo para abrir el expediente del pequeño aquí.

-Si gracias señorita, ahorita mismo la contesto.

-¿Cómo te llamas peque?- Dije tomándolo en brazos y poniéndolo en la silla de ruedas para evitar que el cargarlo moviera su brazo más de lo necesario.

-Alex.

- Yo soy Tori, ¿Quieres ser mi amigo Alex?

-Sí, tu nombre es raro.- Dijo riéndose un poco.

Me lleve al pequeño y él constantemente volteaba a verme muy como si algo raro hubiera en mí.

-¿Tengo algo en la cara pequeño? A veces mi amigo aprovecha que descanso un poco y me dibuja cosas.- Le dije con una sonrisa.

-No.- Dijo el volviendo a ver al frente. Al llegar al salón donde se hacen los rayos X se los hicieron rápido y luego lo regresé al consultorio y la mujer entró tras nosotros.

-Al parecer había un poco de tráfico, pero su madre ya está por llegar y ya llené las hojas que me dijo.

-Bien, cuando llegue que pase aquí con ustedes inmediatamente, solo que diga que viene con usted y la dejaran pasar.- Vi como al terminar de decirlo la señora mando un mensaje seguramente avisándole a la mamá del pequeño que la dejarían pasar.

Salí de mi consultorio para recoger los resultados de Alex y al regresar estaba todavía solo con la mujer que lo trajo.

-Bien pequeño amigo, creo que tendrás que llevar un yeso por tres semanas.

-¿Un yeso? Pero no podré escribir.

-¿Escribes con esa mano?- Le dije al ver que era el brazo izquierdo el que tenía lastimado.

-No.- Dijo con una sonrisa traviesa.

-Jajaja, bien, entonces no habrá problemas y vamos a ponerlo rápido para que puedas llevarte un premio.

Martha entró a mi consultorio como siempre lo hace, es mayor que yo por diez años, pero es la enfermera que comúnmente me ayuda en todo.

-Tori, ¿Por qué no te has ido? Tu turno ya terminó. ¿Has comido algo? Tampoco almorzaste muy bien.

-No, no lo hice, y que bueno que llegas, necesito ayuda para colocarle el yeso a mi amigo Alex.

-Yo te ayudo, pero niña, después de terminar te vas directo a comer algo.- A veces me trata como una niña pequeña, pero no me molesta.

Lo pusimos lo más rápido que eso se puede hacer y en algún momento la acompañante del pequeño salió del consultorio. Al terminar le di a Alex una estampa de Spiderman que él puso en su camiseta. Martha salió en busca de la mujer para decirle que Alex ya estaba con el yeso bien y en cuanto le dieran el alta en recepción se lo podrían llevar y yo me quede con el pequeño. Después de unos minutos llegó la mujer de nuevo.

-Al parecer hay un problema en recepción señorita, la señorita que me recibió no le quiere dar el alta a la madre de Alex.

-¿Qué? Vengan conmigo.- Dije mientras me quitaba la bata y la dejaba colgada, Alex bajó de la camilla y caminó junto a mí, cerré con llave pues después de arreglar lo de Alex me iría a mi casa.

Al llegar a la recepción vi pelear a Sarah con una mujer que solo vi de espaldas e intuí que era la madre de Alex.

-¿Qué es lo que pasa?- Dije llegando hasta ellas y cuando la mamá de Alex se volteó vi que era Jade West. Ahora tenía el cabello completamente castaño, como cuando la conocí, pero al verla a los ojos por unos instantes todo el tiempo que compartí con ella vino a mi mente, cada beso y caricia, pero tenía que ser profesional, así que tuve que fingir que no pasaba nada, tuve que reprimir a la chica enamoradiza que aun está dentro de mí.

-La señorita dice que no tiene forma de pagar.

-Pero ya te dije que no tengo todo ese dinero, solo déjenme pagarles a plazos, incluso lo haré con intereses si quieren.-Dijo Jade desesperada.

-Mira Sarah, no hay problema, solo ten, cobra lo normal y dales una cita para dentro de una semana, para vigilar que todo siga en su lugar.- Le dije dándole mi tarjeta de débito. Debo ser profesional, pero tampoco puedo dejarla a su suerte cuando yo puedo ayudarla.

-Si señorita Vega.- Ella lo hizo y en cuanto registro el pago le dio el alta de Alex a Jade.

-Gracias Vega.- Dijo ella abrazándome, y aunque moría por devolverle el abrazo, simplemente no podía olvidar lo que pasó cuando tuve que dejar Hollywood Arts.

-¡Eres tú! ¡Eres tú!- Dijo Alex emocionado y yo lo voltee a ver.

-¿Quién?- Le dije confundida.

-Tú estás en una foto con mami y sus amigos.

-Ah, sí, fui con tu mami a la escuela.

-Ven Alex, creo que ellas tienen que hablar.- Dijo la mujer que trajo a Alex.

-Gracias Vega, yo te lo pagaré de alguna manera.

-No lo hice por ti, lo hice por Alex, yo ni siquiera sabía que es tu hijo.- Le dije fríamente.

-Vega, necesitamos hablar sobre lo que pasó, yo no tuve nada que ver en eso…

-No trato asuntos personales en el trabajo.

-¿Qué? ¿Trabajas aquí?

-Sí, ahora, te diré los cuidados que hay que tener con el yeso.

-Bien entiendo jamás me vas a perdonar.- Dijo muy bajo, si yo no le hubiera estado poniendo tanta atención ni si quiera lo habría escuchado, pero fingí que no lo hice. Aunque sé que no fue ella quien le dijo a mi familia sobre mi preferencia sexual, fue ella quien se lo dijo a la persona que lo hizo.

Después de explicarle lo que había pasado y los cuidados que tenía que tomar ella fue con su hijo y lo tomó en brazos.

-Señora West, yo tengo que regresar a la escuela porque solo tenía permiso para traerlo al hospital, y tengo que avisarle a la directora que todo salió bien.- Dijo quien acompaño a Alex todo el tiempo.

-Sí, gracias por traerlo profesora.- Mientras ellas hablaban yo fui con Sarah a preguntar por Mike, yo quería hablar con él sobre las extrañas cosas que me pasaron hoy, pero estaba en una cirugía y probablemente tardaría. Así que volví a Jade y su hijo.

-Adiós Alex, tengo que irme.- Le dije chocando su puño no lastimado.

-Adiós Tori. No le dijiste adiós a mi mami.- Me tomo del brazo cuando vio que me iba.

-Nos vemos otro día señorita West.- Le dije con educación simplemente para complacer al pequeño.

-Hasta luego Vega.

Después de eso solo subí a mi auto y conduje hasta la casa de mi tío, pues realmente necesitaba hablar con alguien sobre todo.

Hola personitas que leen esto. En mi otra historia dije que dejaría Fanfiction por un tiempo, y eso era porque (además de que me fui de vacaciones por unos días) esta historia originalmente era CAMREN y la iba a subir en Wattpad, pero en el tercer capítulo que escribí decidí transformarla a JORI.

Espero que les guste esta nueva idea, y voy a intentar actualizar cada tres días, y si no puedo por lo menos cada sábado/domingo tendrán un nuevo capítulo. Espero sus reviews con sus opiniones o sugerencias.