Hola minna.-san, si se que se preguntarán ¿Kaede Yoshida? ¿En la parte de Gruvia? O.O? Espera ¿Tú no solo haces Nalu?

Bien bien ahí le sva, gracias a que perdí en un juego de poket, cartas, barajá contra Noriko Ishida pues -_-U me toco hacerle un fic Gruvia, solo Gruvia sin Nalu, Gruvia jajaja es por eso que me ven por aquí

Bien pues más que nada espero

1.- No me amenacen de muerte por algo que no le sguste

2.-Esto es un mundo alternativo así que puede variar la actitud de los personajes

3.- Esto será puro suspenso y romance y Drama así que si eres sensible de kokoro no lo leas (ok no xD )

Espero y lo disfruten y púes no les quitó más su tiempo y empecemos...

*Neko-vampiro empieza


Capítulo 1

Realidad...

—Juvia de nuevo estás llegando tarde. —La mujer de cabello azul estaba en la puerta de la casa, la chica torció la boca y la quito del camino— ¿Sabes cuánto tiempo ha estado llorando? ¿Crees que puedes retomar tu misma rutina como alguna vez lo hiciste? Me escuchas niña. —

— ¡Te escuche! —Grito la chica deteniéndose—Lo siento, había gente en el súper además que estaba buscando la leche para Umi. —diciendo esto la chica cerró la puerta de la habitación, suspiro y se dejó caer, alzo la vista y ahí estaba ella dormida, se levantó dejando las cosas en su tocador, se acercó a la cuna donde la pequeña bebé dormía, toco la suave mejilla de su hija, así es esa era su bebé la bebé que ahora le había robado su vida.

—Hola Umi. —Susurro mientras se quitaba la ropa y se ponía su pijama, se lanzó a su cama y cerró los ojos—Otro día de mi miserable vida se acaba. —

Ella había quedado embarazada a los 17 años, por el miedo de no ser una buena madre decidió abortar pero su novio la convenció de que no lo hiciera ya que él se casaría con ella, Juvia decidió seguir con su embarazo pero un mes antes de que Umi naciera su novio cambió de idea y ya no se casaría con ella.

—Naciste en diciembre. —susurro Juvia observando a su pequeña—Donde el invierno cae y no perdona en matar a veces la vida de alguien. —Umi la observo y sonrió, su bebé tenía los ojos azul de ella mientras que el cabello era negro como el de su padre, el desobligado, traidor, maldito, mentiroso padre que no había estado el día que nació, cuando se enfermó, cunando lloraba en la madrugada, simplemente él no estaba ahí la había abandonado.

—Maldición Umi. —Susurro la chica al cargarla— ¿por qué tenías que llegar en este momento? —

—Juvia. —La voz de la chica la hizo voltear— ¿Cómo estás? —La rubia se acercó a ella con una enorme sonrisa—Vaya que hermosa está. —

—Hola Lucy. —Juvia sonrió levemente viendo a su amiga de infancia, la chica rubia la abrazo sin aplastar a la pequeña—Veo que te va bien. —

—Sí, es decir Mateo es un dolor de trasero pero pasaremos su materia, Natsu sigue desatado como siempre pero no me quejo… pero vean a esta princesa ¿Cómo se llama? —la chica apretó levemente la mejilla de la bebé la cual solo sonreía.

—Umi…—

—Umi que linda, ¿Puedo cargarla? —Juvia le entregó a la niña—Hola, pero miren que preciosidad sí que estás creciendo linda y fuere ¿Cuántos meses ya tiene? —

—Ella tiene 8 meses. —

—Ya veo, pero que blanca esta… sí que es preciosa. —Lucy le devolvió a la niña—Me alegró por ti. —

—Supongo. —contesto algo indecisa la chica y puso a la niña en la carriola—No me siento feliz sabes. —

—Juvia. —

—Es que es tan difícil. —La peli azul agacho la cabeza—Es difícil, tengo que comprarle sus cosas…cuidarla, alimentarle… mi vida, es decir todo lo que quería para mí lo he perdido. —

—Oye no digas eso. —

—Es que no pedí ser madre, es decir no la quería… y él me convenció de tenerla ¿Para qué? Para qué en el último momento renunciará, se largará. —

—Espera, no digas eso es tu hija, es tu bebé y te necesita, además ese imbécil es un cobarde y créeme Natsu lo dejo echo una mierda lo que es. —la rubia agarro de los hombros a la chica—Me escuchas. —

—Ese imbécil al menos nos da la manutención. —Susurro Juvia zafándose del agarre de Lucy—Me voy. —

—Juvia. —Lucy la llamo pero esta empezó a caminar, la rubia suspiro—Juvia. —

….

Juvia llegó a su casa, su madre la observo llegar.

—Bienvenida, ¿Qué tal el paseo? —

—Aburrido. —respondió la peli azul cargando a la bebé—Me encontré con Lucy. —

—Que bien, hace meses que no se veían. —respondió la pelinegra al sentarse en la silla, Juvia se sentó poniendo a la niña en la mesa. — ¿De qué hablaron? —

—De cosas sin sentido y de Umi. —Juvia respondió meciendo a la pequeña, la niña sonreía, eso a Juvia le molestaba en cierto sentido, ella era feliz, tenía una vida por delante, mientras convertía la de ella en nada, se levantó de la mesa entregándole a Umi a su madre.

—Iré a caminar te la encargó. —diciendo esto la chica tomó de nuevo su mochila.

—Oye, no puedes irte. —Su madre la siguió—Eres madre, debes cuidar las 24 horas del día… ya no eres una chica como todas las demás eres madre. —

— ¡No crees que se eso! —Grito la chica saliendo de casa, corrió lo más que pudo deteniéndose, se recargó en uno de los árboles del parque a tomar aire, apretó los dientes tratando de retener las lágrimas—Quiero que esto termine. —Susurro poniéndose de rodillas—Yo no quería ser madre aun. —Apretó su cabeza con sus manos.

—Es una pesadilla. —cuando Umi nació pensó que todo estaría bien, pero entonces ese infeliz decidió dejarla a su suerte, abandonarla, si eso había hecho las abandono, ahora debía hacerse cargo de una bebé que no había deseado. Se levantó y limpió unas lágrimas que se habían escapado, escucho risas y observo a dos chicos que reían y coqueteaban y se estaban acercando a donde estaba, abrió sus ojos enormemente al ver aquella cabellera negra que estaba acompañado de una chica rubia.

Sin pensarlo camino hacia esos dos y se detuvo enfrente de ellos.

— ¿Por eso me abandonaste? —grito, el chico se detuvo al igual que la chica—Para andar con otras, para olvidarte de mí. —

—Juvia ¿Qué haces…? —

—Merezco salir no crees, soy madre pero también tengo una vida. —la peli azul grito empujando al chico el cual estaba pálido—No vas a decir nada, maldito bastardo. —

—Juvia…—

—Así es estúpida. —Juvia miro a la chica la cual solo retrocedía—Este hijo de perra embaraza a la chicas, les dice que estarán bien y te deja sola con el paquete. —

—Juvia basta. —el pelinegro la alejo de ahí deteniéndose cercas de la entrada del parque—Hablemos aquí. —

—No. —La chica lo empujo alejándolo de ella—No hablaré contigo maldito bastardo. —El chico se quedó callado, Juvia empezó a reír.

—Ahora lárgate. —

—Dime… ¿Cómo está la bebé? —

Juvia empezó a reír más duro—Que hijo de… ahora te importa. —

—Solo preguntaba. —

—Sabes que Gray me voy. —diciendo esto la chica se alejó de él—Espero la paga de la próxima semana. —

— ¡Juvia! —el chico grito pero la peli azul corrió, Gray golpeo uno de los árboles.

—Vaya ahora sí te dieron lo que mereces. —el chico peli rosa se acercó el con semblante serió—Eres una porquería ¿Lo sabías? —

—Cállate la puta boca Natsu. —el pelinegro se alejó del chico—Es mi problema. —diciendo esto salió del parque, Natsu suspiro negando con la cabeza.

—Imbécil. —

…..

—Seguirás con eso. —su madre grito haciendo que la niña empezará a llorar—Solo actúa como debe hacerlo una madre. —

—Trato de hacerlo cremé. —Grito Juvia tomando a Umi tratando de calmarla—Trato cremé. —

—Juvia escúchame… —

—No escúchame a mí estoy harta de los gritos, reclamos, quejas, sermones lo único que quiero es paz. —la chica salió del cuarto de su madre y bajo las escaleras, puso a la niña en la carriola caminando a la salida.

—Solo lo hago por tú bien amor, si no puedes con ella solo… dala en adopción. —Juvia se detuvo al oír a su madre hablar así—Yo no puedo criar a una bebé y tu menos lo harás, por eso… —

—Me voy. —Juvia salió de la casa ignorando a su madre.

La ciudad celebraba los 100 años desde su independencia así que las calles estaban repletas de gente con disfraces, adornos por doquier y personas vendiendo las banderas de su país, Juvia camino entre la gente quienes reían felices, se detuvo en una tienda comprando un Danonino para dárselo a Umi después.

—La fiesta de la ciudad. —susurro siguiendo su camino, se detuvo en el lago que estaba en el centro de parque principal, por suerte casi no había gente ahí lo cual le daba un poco de paz. Saco de su mochila un mantel que puso en el pasto, saco unas cosas para comer poniendo dos almohadas en esta, sacó a Umi de la carriola y la puso entre las almohadas haciendo que la niña no se ladeará—Bien Umi veamos que comeremos. —Susurro sonriendo—Tenemos dos manzanas, una botella de agua y yogurt… más dos mamilas llenas de leche. —diciendo esto puso las cosas en el mantel—Ahora te daré tu danonio. —abrió el Danonino y con una cucharita se lo empezó a dar a la niña, Umi lo comía alegremente.

— ¿Darla en adopción? —Susurro deteniéndose—A Umi. —la niña empezó a llorar, Juvia le dio más danonio pero la bebé hizo que tirará el alimento manchándole el vestido—Umi por dios. —Grito haciendo que la niña llorará más—Vamos. —saco el chupón de la mochila dándosela a la niña la cual dejo de llorar, Juvia se levantó y camino al lago mojando un pañuelo para limpiarse el vestido.

— ¿Juvia? —la voz del chico la hizo voltear—Hola tanto tiempo. —

—Bora. —la chica se puso de pie y abrazo al chico—Mucho tiempo ha pasado. —

—Sí, fui a la preparatoria a buscarte pero no estabas. —El chico de pelo azul se sobó un poco la cabeza—Me dijeron que había tenido un bebé. —

Juvia sonrió levemente—Sí así es. —Susurro apretando sus puños—Tuve una niña, supongo que también escuchaste que el padre de mi bebé decidió no aceptarla. —

—Lo siento por desgracias también me contaron eso. —El chico suspiro poniendo su mano en los hombros de Juvia—Lo siento Juvia. —

—Yo… mi vida. —susurro la chica agachando la cabeza—Es un desastre pero…—

—No estabas preparada para tener una responsabilidad. —el chico sonrió tiernamente y abrazo a la chica—Verdad. —

—Bora…siempre me pregunto ¿Por qué no me fui contigo? En vez de poner los ojos en ese bastardo. —dijo la chica llorando un poco—Ese bastardo…

—Sabes aun no es tarde. —Las palabras del chico la hicieron levantar la cara observando sus ojos color miel—Yo aún te amo. —

—Bora. —

—Yo…tú y yo podemos iniciar nuestras vidas. —

—Claro que no, yo tengo una hija. —respondió Juvia alejándose del chico—Además aunque odie aceptarlo aun amo a Gray. —

Bora alboroto un poco su cabello—Aun sigues aferrada a él. —

—Lo nuestro fue hermoso pero está en el pasado… —

—Dijiste que te hubieras ido conmigo. —el chico suspiro—Solo fue por hablar. —

—Yo… —

—Lo entiendo, pero escucha esto siempre te amaré pase lo que pase, y esperaré a que vuelvas a mí. —

—Bora. —

—Que bonitas palabras. —Los dos voltearon al escuchar una tercera voz—Pero ella no te ama. —

—Gray. —

—Gray por qué…. —

—Así es como cuidas a la niña Juvia. —el chico se acercó a la chica—Así es como la cuidas. —

—Si no sabes he venido con mi hija a pasear, además tú no tienes por qué decirme nada referente a como cuido a mi hija, te recuerdo que no la quisiste. —las palabras de la chica hicieron que el chico hiciera una mueca de dolor y tristeza, Juvia volteó la cabeza—No te hagas la victima Gray. —

—Mi nombre ahora lo dices con odio eh. —

—Odio, no, no es lo que siento por ti, siento más cosas pero no mereces tan siquiera escucharlas, el odio es algo muy pequeño para lo que en verdad siento por ti en estos momentos. —La chica miro a Esteban y sonrió—Me esperas, iré por Umi y si quieres podemos buscar un sitio para comer. —

—Me encantaría. —sonrió el castaño haciendo que Gray enfureciera, la peli azul camino hacia el árbol donde estaba el mantel, Gray se acercó al Bora con mirada sombría.

—Aléjate de Juvia. —susurro Gray, Bora sonrió—Me escuchaste. —

—Te recuerdo que tú la dejaste con una hija, además ella ya no te ama. —dijo las palabras de una manera tan seca llena de desprecio por el pelinegro, la mirada de Gray desprendía odio hacia Bora.

Gray se dio la vuelta caminando a donde había ido la chica y Esteban lo siguió. Juvia llego a donde estaba Umi pero…

—Umi. —se detuvo antes de llegar al mantel—Umi. —la desesperación la domino, corrió a donde estaba la carriola pero la niña no estaba ahí— ¡Umi! —grito corriendo detrás del árbol y de los árboles que estaban a su alrededor— ¡Umi! ¡Umi! —Grito, desesperada y asustada— ¡Umi! —Cayó de rodillas gritando y llorando, el mundo giraba velozmente, el miedo se apoderó de ella al igual que la tristeza— ¡No, Umi! —

Estaba a punto de volverse loca de la gran tristeza que sentía, Gray llego a su lado al oírla gritar de esa manera desgarradora, Juvia lo jaló de la manga con los ojos inundados de lágrimas.

—Gray, Umi no está, ¡mi hija no está Gray! —grito enterrando sus uñas en el pasto y llorando más fuerte— ¡Mí bebé no está! —


Espero que le shaya gustado y pues nos vemos en el siguiente capítulo que será el domingo ^^

Sean felices coman frutas y verduras y espero un review n.n