Disclaimer: Los personajes son de la increíble S. Meyer. Ojalá fueran mios pero no una mente maestra los creo, solo los tomo prestado para diversión de ustedes.
Gracias por sus comentarios: Jade HSos, Guest, Adriu, carol, Annie, bbluelilas, danielaMc1, Yoliki, Nelita Halle Cullen, natalie. , glow0718 en verdad son muy buenos y ayudan a que escriba más de esta loca historia. Besos.
Música:
Adele - Someone Like You
CAP. 23 ME IMPORTA POCO.
Frente a ella estaba un muy enfurecido Emmett. Talvez encabronado fueras la palabra correcta. Si el mundo no la dejaba tener un momento de lloriqueo tranquilo.
No pudo pensar más porque ahí frente a ella se estaba dando una pelea monumental que ella realmente no quería presenciar y menos frente a sus hijas. Tomo el porta bebes y empezó a caminar, ella no era una persona para dar espectáculo.
Emmett y Nahuel se dieron cuenta de ese hecho justo cuando ella ya estaba algunos metros más allá, él se puso de pie rápidamente olvidando lo que pasaba con el moreno.
-¡Bella espera! – ella lo mirto sin sentimientos más que el de la vergüenza, el cual fue mal interpretado por el pelinegro - ¿así es como pagas? ¿Es la forma que Edward se merece? Vamos pensé mejor de ti, veo que me equivoque contigo – ella no entendía.
-Vete a la mierda Emmett, solo te digo que él no está en condiciones de decirme nada, así que vete y déjame seguir con mi vida.
-Veo que solo era una imagen lo que dabas, bien, olvídate de nosotros, y ten por seguro que Rose y yo te haremos una visita con nuestro abogado por las niñas – sentía que el color desaparecía de su cara y también que él lo había notado, así que a la mierda todo.
-Bueno porque mejor no se ocupan de tener sus propios hijos y me dejan en paz con los míos – ella sabía que Rosalie no podía tener hijos, el que las niñas estuvieran era una bendición para ellos, y sabía que era un golpe bajo al ver su rostro, pero eran sus hijas y nadie se las quitaría, Nahuel camino hacia ella y le ayudo a salir de ahí para irse.
.-.-.-.-.
Una vez instalada en la habitación del hotel pudo darse cuenta de lo que pasaba, si intentaban quitarle a sus pequeñas sería algo doloroso, no ella no se dejaría tan fácil.
-Bella por favor… - negó, no quería hablar con él ahora, necesitaba tiempo y no se lo estaban dando – por favor dame tiempo de entender Bella, yo no he tenido nada que ver en esto, nací en un mundo sin saber que pasaba, había ignorancia, dejadez, crecí entre médicos y enfermeras que a cada momento tenían que hacer dormir a mi madre, no fue hasta que crecí que pude entender que pasaba, pero Charlie nunca dejaría que mi madre estuviera conmigo, ella era su boleto a la libertad y lo ha sido desde siempre, por favor te he encontrado y no quiero perderte por malos entendido, te ayudare con respecto a lo que Emmett dijo sobre las niñas y con Edward también pero no me quites el disfrutar de conocerte y estar contigo… - sabía que él tenía razón, su vida y la de ella misma estaban infestadas de acontecimientos que nada tenían que ver con ellos, suspiro viendo el amor, la sinceridad y sobre todo el calor familiar en sus ojos, sentía sus mismos llenos de lágrimas no derramadas. Abrió sus brazos para acuñar a su hermano pequeño por primera vez, era tan fácil hacerlo.
-Shh, ya tranquilo, por favor Nahuel - ella consoló a su hermano por un rato hasta que las lágrimas de este pararon mas no los híspidos, que de alguna manera eran graciosos - deja de llorar, estoy aquí para ti y nada más, veremos qué hacer con Charlie y con los Cullen.
-Yo... Yo te ayudare con los Cullen, eso que dijo Emmett que no te preocupe. Hablare con...
-No quiero a personas malas involucradas - él río.
-No haría tal cosa, Bella yo tengo una compañía de seguridad, y un bufete de abogados - me quede viéndole sorprendida.
-Vaya es tan increíble.
-Mira Bella, hace unos años yo estaba en la universidad y era tarde, me mataba estudiando para poder ser y tener algo para buscarte y tener a mamá. Ese día salía cuando encontré a esta persona que me cambio la vida, estaban por asaltarlo y lo ayude, era una persona reconocida y de mundo, durante algunos años después él me enseño todo lo que se y me dejo la academia, el bufet lo cree con el dinero que me dejo. Durante el tiempo que estuve con él fue como si estuviera con un padre, por eso me dedico a ayudar a las personas, pero tú eres mi familia Bella y ellas son mis sobrinas, si te hacen llegar algún papel o aviso dime, estaremos preparados de todas formas.
-Gracias Nahuel - nos dimos un abrazo pero nos separamos por unos pequeños balbuceos - me llaman.
-Sí, iré a pedir comida y todo lo necesario para nosotros - lo mire sin entender.
-¿Qué quieres decir? Nos quedaremos aquí.
-Sí, mira no puedo regresar a casa, Charles está ahí ya, estaremos más seguros aquí y yo tengo esta habitación preparada desde hace un tiempo - lo mire preguntándole silenciosamente por ella - está bien, la enfermera que la cuida me avisara si pasa algo, ella está capacitada para ello - un gorgoreo volvió a interrumpirlos - voy, tranquila.
Me quede sola con mis niñas y las entretuve mientras venía el agua para preparar las mamilas, y eso me quitaba el pensar en él.
Necesitaba sacarlo de mis pensamientos.
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Habían pasado varios días en los que esa habitación de hotel se había convertido en su refugio. No había conseguido por suerte ningún papel de Emmett, eso al menos la mantenía más tranquila, pero los problemas que sabía sobre Charlie Swan eran ya suficiente para su día a día. Unos toques en la puerta le alertaron de la llegada de Nahuelt, pero en su lugar estaba Esme Cullen, quiso cerrar la puerta pero su rostro triste se lo impidió.
-Bella.
-Esme - que su hijo fuera un idiota no le quitaba ser amable con ella, suspiro dejándola entrar - pasa por favor - vio como pasaba su morada por la habitación, las niñas estaban dormidas - ¿que se te ofrece?
-Yo... se del encuentro que tuviste con Emmett y...
-Le he explicado que son mis hijas y él no tiene por qué entrometerse, no cuando Edward hace lo que gusta también.
-Lo sé y no quiero entrometerme en tu vida, si as dejado a Edward o engañado yo no…
-¡Esme no me vengas con idioteces, si aquí alguien ha engañado a alguien esos han sido ustedes! ¿Creyeron que sería tan estúpida que no me daría cuenta?
-No sé de qué hablas hija.
-No me llames así, no te lo permito, te refrescare la memoria si eso es lo que quieres. Sé que Tanya visitaba constantemente a Bells, sé que ella y Edward siguieron una relación, por favor fui unas intrusa en su relación y casi matrimonio, sé que desaparecí y no pretendo que él me haya esperado pero dejarme en las sombras es cruel, los vi en el hotel besándose y riendo despreocupadamente, al contrario de lo que Emmett dijo, yo no estaba en un solitario lugar besuqueándome con alguien, estaba en un parque con personas y siendo consolada por mi hermano.
-¿Qué? ¿Qué hermano? ¿René? – Asentí – esto es increíble, pero Bella Edward no estaba engañándote con ella, es más sus relaciones son escasamente al trabajo, si no me crees la prueba está en que él ha estado internado por envenenamiento – me puse de pie tan rápido que un mareo acudió a mí, y solté un jadeo por la sorpresa – él es alérgico a ciertos medicamentos, más bien sus componentes, lo que esa zorra uso traía varios de ellos, por lo cual afecto su corazón, fue un milagro encontrarlo con vida, me he atrevido a venir y buscarte porque él ha escuchado a Emmett sobre la custodia de las niñas, ha pensado que te habías ido abandonándolo, se ha puesto tan mal que Carlisle lo ha sedado de nuevo, por fortuna está en casa ya, ayer ha pasado esto pero yo no sabía muy bien dónde estabas – si ella me encontró tan fácilmente, era peor parta mí.
-¿Cómo me has encontrado?
-Los teléfonos tienen un rastreador que funciona incluso apagado, así encontramos a Edward, Bella él acaba de recuperar a su hija, y Bellita, ella ha estado todo el tiempo con nosotros, no quiero meterme entre ustedes, esa no es mi intención pero las niñas le darían ánimos en estos momentos – sin pensarlo corrí a la habitación y puse a las niñas en los porta bebes, me calce mis tenis y me hice una coleta floja en el pelo, me cruce la pañalera y salí con ellas de nuevo hacia Esme, ella estaba quieta donde la deje y asentí para irnos, caminamos hasta la salida donde su coche ya nos esperaba, era raro verla conducir y que decir de la velocidad con que la hacía, ella solo sonreía y miraba hasta la parte trasera donde las pequeñas dormían – Alice seguramente dará un grito al verlas con la misma ropa – me encogí de hombros, no había sacado realmente mucha ropa de ellas.
-Se me hace muy desgastador un cambio diario diferente, es dinero perdido.
-Tranquila, cada mes ella dona toda la ropa a una beneficencia.
-Bonita forma de pagar sus culpas.
-Tranquila, esa es su forma – justamente en esos momentos atravesamos la verjas de hierro y entramos a la casa Cullen, estaba muy ansiosa, y preocupada, me importaba poco lo que dijeran, solo Edward. Al salir todos estaban en la puerta hasta Victoria, tome a las niñas en brazos para evitar un confronta miento como el anterior, esperaba que verme con sus sobrinas le diera una justificación para no taclearme.
-¿Qué has hecho mamá? – Emmett al parecer me odiaba mal por él.
-Nada, vamos Bella – el camino hasta la habitación de Edward se me hacía interminable, hasta que me encontré frente a su puerta. – adelante hija. – entre sin ver realmente hasta tomarme con un Edward dormido o más bien sedado, deje a mis pequeñas junto a él con almohadas alrededor, y me recosté junto a él acariciando su cabello, se veía ojeroso y su piel estaba del color de la ceniza. Maldita zorra, ya me encargaría de ella.
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Me desperté desorientada, ¿Dónde estaba? Sentía un calor en mi cintura y entonces me di cuenta que era la mano de él. Me voltee lentamente encontrando a dos pequeñas intrusas entre nosotros. Sonreí era como un paso nuevo pero a la vez extraño y amargo. Alguien se cernía sobre nosotros.
-Hola – me tense un poco ante su voz adormilada – lo siento – dijo quitando su mano, enseguida extrañe el tacto.
-No, no lo hagas, supongo que tenemos que hablar pero no ahora.
-Lo sé pero han sido unos días de mierda, no quiero volver a perderte, no por algo de lo que ni siquiera soy capaz de saber – reí un poco.
-Me alegra que lo tengas en cuenta, así a lo mejor me digas lo que pasa y me ocultas.
-No oculto nada.
-¿No? Sabias muy bien sobre la existencia de mi madre, sabia de Charlie, sabia de Nahuelt, todo lo relacionado a ellos – él se puso sobre su codo mirándome sin entender.
-No sé de ellos, solo de tú padres. Pero recuerdo que tu no querías saber de ellos, se de tu hermano pero los informes no dicen más que murió cuando tu desapareciste – soltó un suspiro – toda esta mierda que nos rodea, realmente tiene que ver solo con tu padre y las deudas que ha ido teniendo con Volturi, nada más, de ahí en fuera nada – eso era en parte cierto, Nahuelt me había contado de su mentor y como este había adoptado a él, al grado de cambiarse el apellido, Nahuelt era alguien nuevo, diferente a esta vida y a la vez conocido, él había recomendado cambiar mis apellidos, a pesar de ser una niña perdida, mi apellido siempre había sido Swan, pero el orfanato era tan pobre que los recursos para buscar eran tan limitados que nunca se hizo, de igual forma a diario dejaban a bebes o niños ahí abandonados, algunos tenían apellidos y nombre, así que no iban a gastar el poco dinero que mantenía el lugar.
-Lo sé, Nahuel me ha contado ciertas cosas que tienen que ver con todo esto, de verdad solo quisiera desaparecer de todo esto, dejar de ser Swan pero es imposible.
-Claro que no nena, hay una forma muy fácil de dejar el apellido Swan atrás – me le quede mirando para que me dijera como – cásate conmigo, se una Cullen, se mía mi amor.
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Como siempre pasa, Edward es un romántico de primera. Veremos que dice Bella.
No actualizo seguido pero como ven estoy escribiendo y poniéndome al corriente con todas mis historias, por favor no desesperan, que acabare todas y seguire, hasta que no tenga imaginación.
Locura ralizada…
Cambio y fuera…
JaneAC
