Sí, lo sé, ha pasado tiempo, DEMASIADO TIEMPO desde que dejé de actualizar mi cuenta de fanfiction y mis historias. Mi escusa para ello es simple; he descubierto que no tengo talento para desarrollar historias interesantes, y eso es un hecho que podéis comprobar en el penoso transcurso de mis fics en general.

Honestamente, no tengo pensado volver a retomar mis tiempos como escritora, y como habéis comprobado en mi perfil, todos mis fics han sido cancelados. Sin embargo, hace un par de días una lectora me contactó, incluso cuando conocía mi inactividad y las pocas probabilidades de recibir mi respuesta. Gracias a esa lectora y a su comentario, decidí re-leer mis propias historias, en las cuales encontré una barbaridad de errores de redacción, culpa del escaso nivel de escritura que tenía por aquel entonces.

Y os preguntaréis: ¿Qué estás haciendo aquí si no tienes pensado retomar tus historias pendientes? La respuesta es sencilla. Mi intención actual es reescribir apropiadamente una de las historias que más disfruté escribiendo, y aunque no tuvo demasiado recibimiento por contener un emparejamiento Yaoi, simplemente me sentía con ganas de honrar mis viejos tiempos de esta forma. Con todo eso dicho, solo me queda desearos una agradable lectura a todos aquellos que todavía manteníais el seguimiento de mi perfil y os agradó leer Reducido a Cenizas en su día.

NOTA: Cabe mencionar que ésta versión contendrá algunos cambios interesantes en la historia, además de una notable mejora en la redacción. Además, la historia antigua recibió un final forzado, es posible que ésta versión tome un rumbo mucho más adecuado, pero no prometo nada. Como he dicho, mi capacidad para orientar historias es pésima.


Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima


Capítulo 1

Prólogo

—¡Ghaa! Estoy agotado…— Dije, mientras dejaba caer mi cuerpo sobre el borde de la cama.

Me había pasado todo el día organizando mis cosas. Gracias a Mavis que no tenía una gran cantidad de ropa, debido a que no me gustaba usar demasiada.

Aún no me podía creer, que a mí, Gray Fullbuster, me hubiesen admitido en la academia Fairy Tail. De ella salían los estudiantes mejores cualificados de todo el país, ¡Y eso no era todo!... Si destacabas, había una posibilidad de que te concediesen una beca universitaria. En cuanto vi la aprobación de ingreso empecé a organizar mi mudanza a Magnolia rápidamente, no podía perder esta gran oportunidad.

Mañana mismo podría empezar, y aunque por culpa del tiempo perdido en la mudanza llevaré dos semanas de retraso respecto a los demás estudiantes, no creo que tenga problemas para ponerme al día. No es por presumir, pero soy bastante bueno en los estudios.

De pronto bostecé involuntariamente de cansancio, dirigiendo la mirada hacia mi despertador. Eran las diez y media de la noche y llevaba todo el día ocupándome de la mudanza, no era necesario decir que estaba agotado.

Justo cuando estaba a punto de deslizar las sábanas sobre mi cuerpo, me percaté de un pequeño bullicio en la calle, pero decidí dejarlo ir y cerrar los ojos.

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Media hora había pasado desde entonces. Los gritos no habían cesado en absoluto, y lo que es más, quienquiera que estuviese montando tanto alboroto, ahora hablaba todavía más alto. Traté de no irritarme hasta ahora, pero mi paciencia tenía un límite.

—¡¿Quién demonios está montando tanto jaleo a estas horas?!— Me quejé en voz alta, inmediatamente saltando de la cama y dirigiéndome hacia la ventana.

A través del cristal pude distinguir a un grupo de cuatro personas, reunidas al otro lado de la calle mientras fumaban y conversaban con un tono descaradamente alto. Solo podía apreciar sus siluetas debido a la oscuridad del exterior, pero podían ser fácilmente reconocidos como una típica banda callejera. ¿Acaso no se daban cuenta del alboroto que estaban haciendo?

Abrí la ventana —¡Oi!, ¿¡Os queréis callar?!, ¡La gente está intentando dormir, maldita sea!— Les grité desde mi posición.

Ellos parecieron oírme, ya que sus conversaciones cesaron y se volvieron hacia mí. Uno de ellos exhaló una calada de humo, arrojando su cigarrillo al suelo y pisándolo. Posteriormente se giró hacia los otros tres hombres, y poco después, se alejaron de una vez por todas.

Yo suspiré de alivio, ya era hora de que se fueran, ¿A caso yo era el único que estaba dispuesto a decirles algo? ¿Nadie en este barrio mantenía a estas personas a raya? No me extrañaba que hiciesen lo que les daba la gana.

Decidí no pensar más sobre el tema y volví a la cama, ahora rodeado de silencio. En el momento que mis párpados se cerraron, el sueño no tardó demasiado en llegar.


El despertador sonó tres veces antes de apagarlo con el dorso de la mano. Hoy era el día en el que empezaría a estudiar en Fairy Tail, y no podría estar más entusiasmado. Además, la institución quedaba muy cerca de mi nuevo apartamento, todo me había salido a pedir de boca.

Me vestí con una camisa blanca sencilla y unos pantalones vaqueros, acompañado de mis deportivas blancas. Fairy Tail no tenía normas de vestimenta concretas ni uniforme obligatorio, lo cual me supuso un gran alivio, porque detestaba utilizar ropa formal como en mi anterior academia.

Fui hasta la cocina para hacerme mi desayuno de costumbre; Un vaso de leche con galletas, sencillo pero saludable. Después de comerlo sin ninguna prisa, me aseguré de tener todo lo importante por segunda vez, antes de finalmente poner rumbo a la academia.


En tan solo diez minutos había llegado, era fantástico vivir tan cerca.

Con una amplia sonrisa en mi rostro, me adentré en el edificio. Todavía faltaba un tiempo para que comenzasen las clases, de modo que los demás estudiantes se encontraban charlando despreocupadamente en los jardines exteriores, pero yo tenía que recoger mi horario y ser asignado a una clase, así que me dirigí hasta el mostrador de recepción.

—¡Buenos días!, soy Gray Fullbuster, me admitieron recientemente, pero debido al tiempo que ocupó mi traslado no pude presentarme antes.—

La recepcionista me dedicó una dulce sonrisa. Tenía el pelo largo, con el flequillo recogido por encima de su cabeza con un sutil lazo negro. Sus ojos eran de un azul profundo, y en general, parecía tratarse de una persona agradable.

—Oh, no hay problema. Mi nombre es Mirajane Strauss, revisaré tu ficha e imprimiré tu horario, dame un segundo.— Unos momentos después, retiró una hoja de papel con mis horarios de su fotocopiadora. —Aquí tienes, has sido asignado a la clase 1-D. Han pasado dos semanas, de modo que haz tu mejor esfuerzo, ¿Bien?— Dijo, manteniendo su dulce tono de voz.

—¡Claro!, Muchas gracias señorita Strauss.—

Ella rió brevemente —Oh, por favor, llámame Mira. No pertenezco al cuerpo docente y no me gustan las formalidades.—

Mentiría si dijese que no me sorprendió su comentario. En mi anterior academia eran todo normas y formalidades —Bien, entonces muchas gracias, Mira.— Devolví la sonrisa a la mujer, encaminándome luego hacia los pasillos.

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Puse toda mi atención en los letreros de las aulas conforme caminaba, hasta que finalmente encontré la 1-D. Como no quedaba mucho para que empezasen las clases, decidí entrar directamente y empezar a preparar mis cosas.

Tal y como había supuesto, estaba solo en el aula, así que me dirigí a una mesa aleatoria para organizar mi material escolar y revisar mi horario. Al parecer me habían asignado a Macao Conbolt como tutor, solo esperaba que no fuese un viejo estirado como mis tutores previos, sería realmente un asco.

Cuando el timbre sonó dando inicio a las clases, ya tenía todo preparado. Los estudiantes empezaban a entrar en el aula, dándome una mirada curiosa mientras se dirigían a sus asientos. Llevé la mirada al frente cuando sentí una mano en mi hombro, encontrándome con un chico de peinado alborotado —Disculpa, pero éste es mi asiento.— Dijo, dedicándome una sonrisa divertida.

—Sí, lo siento, había entrado antes de tiempo y no sabía en qué asiento estaba asignado— Dije, correspondiendo la sonrisa mientras me levantaba y recogía mis cosas.

—Por cierto, mi nombre es Loke, ¿Eres nuevo?—

Asentí —Soy Gray, estaba inscrito desde el principio del curso, pero tardé dos semanas en hacer mi mudanza a Magnolia.—

Él murmuró en entendimiento —Bien, bien. Espero que Fairy Tail sea de tu agrado, Gray— Habló mientras se sentaba en su sitio, preparando su material para las clases.

Antes de poder continuar la conversación, el profesor entró en el aula. Era un hombre de unos cuarenta años, con pelo corto violáceo y un cómico bigote. El hombre dirigió su atención hacia mí directamente —Ah, tú debes de ser el nuevo estudiante, ven y preséntate ante la clase, por favor— Pidió con una leve sonrisa.

Yo asentí, dirigiéndome hacia la pizarra dispuesto a presentarme. Honestamente, estaba nervioso —Hola a todos, mi nombre es Gray Fullbuster. Me mudé a Magnolia prácticamente ayer, por eso no he podido asistir antes. Espero llevarme bien con todos vosotros.— Terminé mi poco original discurso con una amplia sonrisa nerviosa, mientras paseaba la mirada por el salón de clases. Unos me miraban con interés, otros parecían tener una curiosidad moderada, y los demás simplemente parecían tener cosas mejores que hacer. Sin embargo, pronto empecé a oír algún que otro murmullo.

Oye, es muy guapo.

¿Tú crees que tiene novia?

¿Cómo dijo que se llamaba, Gray?—

¡Que bombón!

No pude evitar ruborizarme por esos comentarios, aunque en mi opinión, eran un poco exagerados. ¿O quizás no?...

Macao asintió —Bien, Gray, es un placer tenerte entre nosotros. Puedes tomar asiento— Hizo una pausa, comprobando de forma superficial los asientos disponibles —Parece que ya no quedan asientos individuales, ¿Te sentirías cómodo compartiendo uno con otro compañero? Puedo hacer un cambio, si lo deseas— Expuso, esperando mi respuesta.

Sonreí ante su consideración —Agradezco la oferta, pero estoy bien con la primera opción.—

Él emitió una breve carcajada —¡Muy bien!, en ese caso puedes sentarte en la última fila, junto con Natsu, el chico de pelo rosa.— Explicó, señalando el lugar.

Tan pronto como había mencionado ese nombre, todos los demás estudiantes palidecieron y me dedicaron miradas de lástima. Me preguntaba si me había perdido algo, pero no le di importancia por el momento y simplemente me dirigí hacia el sitio que me había asignado Macao, pudiendo ver de cerca a mi nuevo compañero.

Pelo rosa, ¿Eh? Y parece natural, eso no es muy común.

Finalmente me senté a su lado, teniendo una mejor visión de él. Llevaba una camisa de camuflaje verde, unos pantalones vaqueros oscuros y unas deportivas negras, además de una cadena de plata alrededor de su cuello. Sus brazos eran anchos y musculosos como el resto de su cuerpo, además, parecía medir cerca del metro noventa. El chico estaba absorto con su celular, recostado en el asiento de mala manera. Dudaba que se hubiese dado cuenta de mi presencia para empezar, ya que tenía puestos unos auriculares con la música a todo volumen. A juzgar por su aspecto, podría deducir que mi compañero de pupitre es el "tipo duro" o "matón" de la academia, pero no me podía importar menos, ese tipo de gente no me interesaba.

Apartando mis pensamientos, preparé mi material escolar y me dispuse a recuperar dos semanas perdidas.


Este capítulo no tenía demasiado que pulir, y aún así, si lo comparáis con el Prólogo de la historia antigua podéis comprobar el gran cambio que ha dado mi nivel de redacción. ¡La cosa continúa! Y puesto que lo único que tengo que hacer es retocar texto ya escrito, no creo que tarde demasiado en actualizar ~

Si te has sentido nostálgico/a al revivir esta historia, no dudes en dejar un comentario, y si acabas de llegar y te interesa el argumento... ¡Tampoco lo dudes! ~