Gracias a las que dejaron sus reviews. Sí, esté ya es el último capítulo. La realidad iba a ser un One-Shot pero al final quise dividirlo en varias partes y me alegró porque tenía muchos errores, Robyn pues ayer ya hicimos los comentarios sobre la historia xD Recuerda que en el Capitolio te casan desde los diez años si eso quieren xD Muy bien, pues eso ha sido todo... Aquí doy las gracias por los favoritos y los follows.

¡Y aquí está! El último capítulo de esta historia. Sin más a leer...


Seguimos siendo muy jóvenes cuando nos unimos en matrimonio, en una gran boda en el Capitolio.

El modo en que han sucedido las cosas son completamente diferentes a como pensaba, ahora no sé como podré ayudar a Katniss a poder verse con su familia de nuevo.

¿Por qué?

Los Meerer tenían una carta bajo la manga y convencieron a Snow para que aceptará mi traslado de venir a vivirme al Capitolio, sin importar nada de nada. Él los complació, una vez más, accedió y como regalo nos otorgo una casa en una residencial en donde sólo residimos Katniss y yo junto con algunos Avoxs.

Todas las noches la escucho gritar, grita el nombre de su hermana, no me permite acercarme a ella y siempre pone seguro a la puerta. Sé que ella escucha mis gritos por las pesadillas, no me pregunta, nunca hablamos de nada. Sé que me odia por no llevarla de vuelta al distrito doce.

Fuimos ingenuos. Pensábamos que si nos casábamos podríamos irnos al distrito, ahí ella se reuniría con su familia, contribuiría en el distrito y después regresaría a casa conmigo.

Por supuesto no llegamos a pensar que nos iban a cambiar los planes.

Soy un estúpido por no haber previsto que si regresábamos al distrito doce, la gente se daría cuenta de lo que habían hecho con Katniss. Si eso hubiese pasado estaríamos en medio de una rebelión, así que Snow en vez de arriesgarse me mando a vivir al Capitolio. Y me lo dejó muy en claro.

Brooke Meerer Mellark tiene prohibido visitar el distrito doce.


—¿Cuándo piensas hablarme? —tomo yo el primer paso tras tres semanas de puro silencio. Comienzo a sentirme estresado dado que la siguiente semana debo viajar al distrito doce para conocer a los tributos y tener que batallar con Katniss no me ayudará en nada. Además de que estoy muy cansado por las pocas horas de sueño.

—Lo sabías —no es una pregunta, simplemente lo afirma.

—No Katniss, no lo sabía. De haberlo hecho no habría accedido a casarme contigo. Debemos dejar ya en claro todo. En unas semanas todos en el doce se enteraran que tengo una esposa, tal vez te reconozcan, quizás no pero debemos mostrarnos felices —digo.

¿La reconocerán con el cabello rubio? Otra pregunta invade mi mente. ¿Al menos me dejarán posar en público con ella?

Siempre me declare enamorado de ella, sin embargo cuando la vi, no pude reconocerla. Muchos dicen que sienten una sensación cuando el amor de su vida está cerca… y yo no sentí eso. ¿Por qué? ¿Mi amor por ella no era lo suficientemente grande como siempre lo declaré?

—Me secuestraron en el bosque —dice— me sujetaron algunos agentes de la paz, yo luche contra ellos pero eran más. Me durmieron, desperté ya con mi cabello teñido, no tenía idea del lugar donde me encontraba, quisieron operarme la nariz pero los médicos dijeron que sería muy arriesgado y que podría salir con una deformación. Me llevaron con Snow, platico conmigo. Dijo que no era la primera vez que se raptaban a niños y adolescentes a los que les hacían modificaciones y entregarlos a una nueva familia.

—Los vendían —digo.

—Sí —contesta— por mucho dinero. Exagerado. A mí ya me tenían a la vista porque me encontraron un parecido con Brooke vi fotos de esa niña y no me encontré ningún parecido pero ellos sí, ya que tengo parecido con la madre de la señora Liana. Así que cuando decían que no me parecía a ellos, sacaban esa excusa. Snow no me vendió a mí, me regalo —sollozo.

—Katniss yo…

—Fueron amables —continúo— pero no lo soportaba. Quería a mi familia, todas las noches gritaba, me portaba mal. El señor Meerer me decía cosas, me tranquilizaba pero no era la vida que yo quería. Siempre que me escondía Liana se ponía histérica. Gritaba como esa noche la escuchamos. Su hija murió en un campamento por un descuido de ella. Su esposo por eso buscó la ayuda de Snow y él se la dio sin pensarlo dos veces.

—¿Nunca te dañaron? —pregunto, ahora la tengo abrazada, ella tiene su cabeza en mi pecho.

—No —contesta y se abraza más a mí—. Peeta, ¿crees que vuelva a ver a mi madre y a Prim?

—Hace dos meses te hice una promesa. Y no la cumplí, no lo sé Katniss. Pero no hay que perder la esperanza.

—Gracias Peeta.

—¿Por qué?

—Por todo lo que has hecho por mí. Me salvaste cuando estuve a punto de morir de hambre a los once años, nunca te lo agradecí —lo hizo, pienso—, me diste esperanza con solo mirarme, encontré un diente de león gracias a ti y supe cómo iba a sobrevivir. Fuiste tú quien me encontró y me has ayudado mucho más de lo que nadie hubiese hecho.

Se acerca a mí y me besa. Desde la boda no la he besado y volver a probar sus labios es el paraíso, coloco mis manos sobre sus mejillas y profundizamos el beso, uniéndonos más.

No sé qué es lo que va a pasar más adelante.

No puedo prometerle que la llevaré con su verdadera familia.

No quiero arriesgar tampoco a las Everdeen, conque se emocionen y se lo digan a las personas menos indicadas.

No quiero que Gale se enteré, odia al Capitolio y no puedo permitir que arme una revuelta en el distrito.

¿Sólo por eso?

No quiero dañarla.

No quiero perderla una vez más.

Quiero estar con ella. Y si tenemos que quedarnos en el Capitolio lo haremos.

Soy un egoísta.

Soy un egoísta por amarla y quererla solo para mí.

El beso termina y la abrazo. Nos quedamos abrazados en el sofá de la casa. Cierra los ojos, beso su frente, la escucho suspirar y se acomoda más a mí.

—De ahora en adelante quiero que durmamos juntos, Peeta. Me siento tan bien en tus brazos y no soportaría pasar otra noche sin estar en tus brazos.

—De acuerdo. Haré todo lo posible para poder llevarte al distrito.

—No quiero arriesgarte Peeta. Ya has hecho mucho por mí. Si nuestra vida tendrá que ser está tendré que aceptarlo. Te quiero.

Lo que tenga que pasar mañana, pasará.

Hoy solo disfrutaré tenerla en mis brazos.

FIN