En la madriguera se encontraban una castaña llorando con el corazón roto y un rubio con desilusión total por las personas que había confiado.

-¿Por qué Harry, porque me hiciste esto?… si no estabas seguro hubieras hablado conmigo antes, y no dejarme plantada en el ministerio. decía, Hermione sollozando.

-Harry, dile la verdad. Dile que tú nunca la amaste, díselo. decía, Ginny con toda burla, con una sonrisa en su cara por todo lo que estaba pasando con su querido rubio y la insufrible sabelotodo.

-Hermione…. Yo no puedo decir que lo siento, porque la amo y eh…. he estado con ella durante nuestro noviazgo y… -decía, Harry que fue interrumpido por una cachetada de la castaña.

-¡ERES UN MALDITO TRAIDOR!, COMO PUDISTE HACER ESTO... COMO…. Yo te amo de verdad, ¿porque me hiciste esto? ¿Por qué? reclamaba, Hermione derrumbándose poco a poco en sus rodillas.

-¡HERMIONE PARATE! ordeno, Draco con toda autoridad. – ¿Qué quieres?, que se burlen más de ti. Ellos… señalando a todos los Weasley y a Potter. –no valen la pena. Te lo digo yo, que también fui traicionado.

Draco observo todo su alrededor, todo lo que se encontraban ahí y se prometió así mismo que algún día iban a pagar el doble por lo que le han hecho a la castaña y a él. Mirando fijamente a Potter y a Ginny, les dijo:

-¡Valla Potter!, yo pensaba que eras un hombre de verdad. Que no eras de los que clava una daga por la espalda… -bufando. –siempre mostrando que eres un hombre intachable y correcto. JA, son peores que los mortífagos que estuvieron en mi casa. ellos lo fulminaron con la mirada. –Y valla que no me equivocaba con ustedes, de que son unas bolas comadreja que solo se la pasan lamiendo el trasero al que le conviene… -iba a seguir hablando cuando el pelirrojo menor, Ronald lo interrumpió.

-¡Cállate maldito mortífago! aquí el único que ha buscado migajas de amistad eres tú en eso Draco iba a lanzarse a golpear al pelirrojo cuando la castaña lo de tuvo. –Eso, hazle caso a esa sabelotodo que siempre presume que lo sabe todo, cuando en realidad no sabe nada. Es una mojigata que no sabe disfrutar de la gloria. –Señalando a la castaña. –rogabas por nosotros por querer que te pusiéramos más atención. mirándolo con desdén. – Se merecen tal para cual… ¡un mortífago y una sangre sucia!

Draco y Hermione abrieron los ojos como plato por lo último que le dijo ese pelirrojo de pacotilla. Y lo peor que todo los miraban con burla. Eso era los más humillante que habían pasado los dos, sentía que el corazón se lo sacaban se lo retorcían hasta a mas no poder, y cuando sentía que ya no daba más, tan solo se lo metían y nuevamente se lo sacaban. Mientras sus enemigos gozaban de su dolor.

-Se merecen lo que están pasando. aseguraba. –El prepotente sin orgullo, Draco Malfoy. decía, Ginny con una sonrisa burlona. –crees en verdad que me iba a relacionar contigo, a tener familia y todo eso, contigo…Todos se empezaron a reír, menos Harry que tenía la mirada hacia al suelo. –no me hagas reír, querido. Yo por nada en el mundo me relacionaría con un ex-mortífago. Imagínate relacionar mi sangre limpia con una sangre que está más que maldita en este mundo. No, gracias, que sea otra tonta que te quiera, yo no…-puso una cara de asco de tan solo ella pensarlo. Mirando a la castaña. –Tú, Hermione, la insufrible sabelotodo. Yo fui destinada para Harry, no tú. -decía, Ginny con satisfacción. –Y esto también va para a ti, Hermione. Ni se te ocurra tratar de conquistarlo porque ya viste que no pudiste conquistarlo, solo estaba contigo por pura compasión a nuestra amiga muggles y ahora…-pero fue interrumpida por un puñetazo en la nariz, comenzó a sangrar.

-Esto es para que te calles, arribista. afirmo, Hermione. –quédate con Harry, a mí ya no me importa. Porque gracias a ti, sabré que no me casare y uniré mi vida a un imbécil e idiota que se deja manipular porque solo tú le has abierto la pierna como una perra que eres.aseguro, Hermione con todo rencor.

-Hermione ni se te ocurra decir algo en contra de Ginny porque se me olvidara que tú eres mi ex prometida…-pero nuevamente fue interrumpido por unas carcajadas.

Si, eran dos personas que se estaba "riendo", nada menos que Draco y Hermione, que fingían sonreír.

-Escuchaste, Granger lo que dijo, Potter. dijo, Draco. Ella asintió con una sonrisa en el rostro. -Tu sí que eres un idiota mirando directamente a Potter- creo Granger que te salvas de no casarte con él. Mira que casarte con Potter, hubiera sido lo peor que te fuera pasado. Imagínate como hubiera quedado el título en el profeta como… -decía, burlonamente. –El idiota y la sabelotodo, te sentirías mal Granger.

Hermione solo asintió, porque estaba tratando de no derrumbarse nuevamente para no darle gusta a la familia de la mini-comadreja y de su ex.

-Tienes razón, Malfoy. Creo que el título del profeta quedaría mejor así: El idiota y la arrastrada, ese queda mejor, ¿Qué opinas? Draco asintió con una sonrisa de lado- y bueno como sé que mi presencia le satisface, mejor me voy -caminando hacia la entrada de la casa, con las manos en puños cerrados. –Ah se me olvidaba… -hablando de espalda, se quitó el anillo de compromiso que le había dado. –Ten, Potter para que se lo des a tu lame trasero.tirando el anillo sin importar a donde caería.

-Hey Granger, espérame, no me quiero quedar en este lugar. –haciendo una mueca de asco. no quiero que se me peguen las estupideces de ellos. Rrrrr, me da escalofrió de tan solo pensar que estuve aquí mucho tiempo, pero bueno, con una buena ducha se me quita las mugre de todo. decía el rubio yendo hacia donde ella. Hermione solo miro hacia atrás para decirle un ¡Adiós! A la madriguera.

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Al salir de la entrada, Draco le tomo la mano de Hermione y desaparecieron ante la vista de unos cuanto pelirrojos burlones y un azabache triste. Ellos aparecieron en un apartamento, que la castaña ni conocía; por lo que pregunto inmediatamente.

-Malfoy, ¿a dónde me trajiste?

-Granger no te preocupes, estas en mi apartamento. respondió, Draco. –nada te va a pasar, ya todo paso ¿no crees? contesto desde el refrigerador que tenía, al acercarse le ofreció un vaso con Whisky de fuego. -ten, te ayudara a darte un poco de valor para digerir todo lo que paso en la madriguera. -Hermione solo asintió y se lo bebió todo. Draco le sirvió 2 veces más.

Viviéndose un silencio en el departamento, cada uno estaba en su pensamiento. Hermione le empezó a salir lágrimas traicioneras que fue cubriendo su rostro. Draco se percató de ello y se acercó, abrazándola para darle confort de todo lo que paso.

-Hermione, llora todo lo que quieras hoy. Saca todo tu dolor, pero mañana ya no llores por esos idiotas. ¿Me oíste?, no más por ello, no se lo merecen, no lo merecen…-aseguro, Draco con sus ojos grisáceo entristecido por la decepción que se llevó con la persona con quien soñaba tener una familia, hijos rubios y pelirrojo.

"malditos me la van a pagar por mi honor y el de la sabelotodo" Pensó.

Draco la levanto como si fuera una niña, ella solo se acomodó más en los fuertes brazos y él se la llevo a la habitación de invitados. La arropo y se fue a su habitación. Al día siguiente, Hermione empezó abrir sus ojos, rápidamente se percató que ese no era su habitación. Recordando todo lo acontecido del día anterior, comenzó a aguarse los ojos.

-Te dije ayer que podías llorar esos idiotas, pero que de hoy en adelante no ibas a llorar por ninguno de ellos, no lo valen. dijo, Draco con tono autoritario y calmado.

-yo…yo lo siento. No quiero incomodarte más… Eh, mejor me arreglo y me voydijo, Hermione incomoda tratando de salir de la habitación.

-calma, Granger. No he dicho que me molestes, solo que no quiero que llores más. Como te lo dije, no lo valen, ¿me oíste?ella solo asintió –bueno… ven vamos a desayunar y después te podrás ir, ¿Qué te parece?

Cuando Draco estaba a punto de salir de la habitación, Hermione le pregunto:

-¿Por qué haces esto por mí? ¿Acuérdate que a ti no te agrado?

-¡oh!, Granger. Siempre tienes que preguntar ella asintió y Draco rodo los ojos. – simple, porque no me iba arriesgar a perder mi favorita sabelotodo. No iba a permitir que cometieras algunas estupideces por un grupo de idiotas que no vale la pena ni de pensar.

-¡hey!, yo no iba cometer ninguna estupideces. Solo que estaba en shock por todo lo que paso en 4 horas, ¿puedes ponerte en mi zapato?

-no creo poder ponerme en tu zapatos, tu pies es más chico que el mío. Además es de mujer respondió, Draco con seriedad. Hermione rodo los ojos, él sonrió.

-lo dije metafóricamente, no de verdad. -aseguraba, Hermione seria. –A lo que quiero llegar es que primero estaba esperando al hombre de mi vida, para que el ministro empezara la ceremonia, pero sucede que el novio nunca llega. Segundo, el hogar donde siempre considere como mi hogar, era solo una ilusión. Y tercero, darme cuenta que propios mis mejores amigos me han clavan una daga en todo el corazón sin que me hubiera dado cuenta. –Hermione observo a Draco, al ver su sobrio semblante. -sé que te dolió por lo que te dijo ella pero no te preocupes. Veras que conocerás la persona que te valorara por quien eres tú, Malfoy.

Draco la observo a sus ojos, en ellos veía bondad, ternura, sinceridad, decepción. Él respiro profundo y le dijo:

-Por ahora no me preocupo en ello, soy joven… -afirmaba, Draco con una sonrisa. –además ya sé quién será mi pareja. La que me destino merlín, gracias a él no cometí semejante locura de casarme con una arribista, pero después te lo digoviendo la intensión de Hermione para preguntarle. –ahora si vamos a desayunar. Y-ella lo miro con atención. gracias por tu palabra, sé que fue sincera.

-No hay de que, tú también me apoyaste sin esperar nada a cambio. Me diste la fuerza necesaria para dejar de llorar, gracias le brindo una sonrisa al rubio.

Al terminar de desayunar, Hermione estaba recogiendo sus cosas para desaparecer, pero antes de irse:

-Draco, gracias nuevamente por todo lo que has hecho

-Hermione vamos hacer un trato dijo, Draco mirándola, serio. Ella lo miro con confusión, así que prosiguió- que en dos meses, nos podríamos encontrar en un restaurante… en Beard to Tail a las 7. Claro que yo pagare y haré las reservaciones. Eso sí, siempre y cuando tu llegues feliz y no muriéndote por idiotas ¿Qué te parece?pregunto, quedando expectante lo que ella le respondería.

-Sabes Draco, ya no me sorprende tu manera de "pedir la cosa", o como hablas tan directo…-decía, Hermione con una sonrisa. –así que acepto tu invitación. aseguro. Él ladeo una pequeña sonrisa. –Si llegas triste, entonces yo te llevare a donde yo quiera. Pero igual tú pagas, así que, ¿Qué opinas aceptas ese reto o te corre Serpiente? propuso, Hermione sonriendo.

-Oh, pero muy graciosa, Leona. Claro que acepto, fui yo el que lo propuso… -decía, Draco con petulancia. –Tu solo lo mejoraste, pero mira que si llego reluciente y hermoso como siempre. Entonces, tú pagaras todo ese día. el rubio sonreía con superioridad.

-bueno entonces, hasta ese día y portante bien no hagas locura, Malfoy. –aconsejo.

-Si mamá, lo hare y tu cuídate le contesto con sarcasmo. Hermione asintió con una sonrisa y se desapareció.