Three shot: Cazadores de fantasmas

Sinopsis: Un equipo de cazadores de fantasmas tiene un show televisivo, rodarán un episodio dentro del abandonado hospital psiquiátrico de Forks, en el cual durante años se han informado fenómenos inexplicables. Cualquier cosa en nombre de la televisión vale, así que se encierran durante una noche dentro del lugar. Pero no tardarán en darse cuenta que el edificio está más que maldito, está vivo, y no tiene la menor intención de dejarles salir de allí con vida. Se encuentran sumidos en un laberinto de pasillos interminables y aterrorizados por los fantasmas de antiguos pacientes. No tardarán en cuestionarse su propia cordura, descubriendo la verdad que esconde el oscuro hospital y grabando lo que será su último episodio. Adaptación de la película "Grave Encounters".

Rated M (+16) No recomendado para menores de 16 años. Es un Fiction que contiene lenguaje explícito y escenas fuertes.

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Capítulo 1

Bella POV

-Okey, uno, dos, tres, probando –susurré al micrófono.

-¡Joder! ¡Estas puertas están soldadas! –exclamó Emmett quejándose.

-¡Oye! ¡Ten cuidado! –Ángela lo empujó –Mancharás mi ropa, y tengo que salir en el programa ¿comprendes? –puso sus ojos en blanco.

-Niñita –se burló imitándola.

-¡Basta! –Carlisle terminó la discusión –Tenemos que ingresar rápido –ordenó –Ya casi son las 21 pm.

-¡Por aquí! –se escuchó la voz de Jasper.

-Este lugar me da escalofríos –musité con los cabellos de punta, tomé mi valija con los micrófonos y caminé hacia unos pastizales.

-Genial –susurró Emmett trepándose a una ventana rota –Dame la linterna –le pidió a Ángela su linterna.

-Ni loca –respondió encanutándosela.

-¡Oye! ¡La necesitamos aquí dentro! –se escuchó la voz de Jasper.

Bufó y le entregó la linterna –¿Y cómo se supone que entraremos con todo el equipo de filmación? –preguntó luego, y con toda la razón, no podíamos subir todo por ahí.

-Buscaremos una puerta a la salida y les abriremos, tontita –ironizó ingresando.

-Bien. Por favor no peleen –suplicó Carlisle mirando a Ángela.

-Él es un inmaduro –bufó cruzándose de brazos.

-Saluda a la cámara –Edward me acercó su cámara digital al rostro.

-¡Aléjala de mi rostro! –grité empujándolo.

-Este lugar es espantosamente horrible –filmó los pastizales altos que nos llegaban hasta la cintura –¿Crees que haya serpientes? –preguntó mirando a Ángela.

-¡Ayy! ¡No! ¡No me digas eso! –comenzó a saltar como una tonta.

-No hay serpientes aquí –aclaré tranquilizándola.

-¿Serpientes? ¿Dónde? –gritó Seth subiéndose a la espalda de Carlisle.

Seth era nuevo, hacía dos semanas trabajaba con nosotros, era un aprendiz de Carlisle.

-¡Por favor! ¡Cálmense! –Carlisle se enfureció.

-Idiota –susurró Seth mirando a Edward –No me gustan las serpientes.

-¿Y a quién si? –preguntó Ángela burlona.

-¿Probaron los micrófonos, verdad? –preguntó Carlisle mirándome.

Asentí –Todo funciona correctamente.

-Oh… creo que olvidé mi labial en la camioneta –Ángela comenzó a caminar hacia la van.

-Ni lo piense –Carlisle la tomó del brazo.

-¡Debo tener mi labial! No saldré así en cámara…

-Tenemos que ser cautelosos, no podemos ir a la van y buscar tu estúpido labial, la gente del pueblo podría vernos merodear. Estamos haciendo algo ilegal, Ángela ¿comprendes? –aclaró Edward acomodándose los anteojos.

Edward tenía un toque nerd, sexy, pero intelectual.

De repente se sintió un golpe en la puerta trasera –¿Emmett? –preguntó Carlisle.

-¡Sí! –exclamó del otro lado empujando la puerta con fuerza.

-¡Bien! –festejó Seth cuando lograron abrirla.

-Ahora ingresaremos al hospital psiquiátrico del terror –musitó Edward –Buuuuuu –y luego hizo sonidos algo estúpidos.

-¿Acaso tienes tres años? –le pregunté riéndome.

-Tres años para conquistarte –levantó su ceja izquierda.

Me sonrojé –Sí, c-claro –respondí tartamudeando.

¡Joder! ¡Cómo me gustaba, Edward!

-Este lugar es horrendo, de los más horrendos que hemos visitado –Ángela se quejó.

Tenía razón, era asquerosamente horrible.

-El anterior estaba más limpio –me susurró y asentí.

Las paredes tenían un moho verde, las luces no funcionaban y había camillas hospitalarias por doquier.

-Vamos, encontramos arriba una sala muy buena para comenzar la filmación, está padrísima –comentó Emmett mientras subíamos las escaleras con el equipo de filmación y sonido.

-No veo nada –Ángela tenía razón, no veía ni por donde caminaba.

-¿Tenemos más linternas? –preguntó Carlisle y Seth sacó dos de su mochila.

-¡BUUU! –gritó Jasper haciéndome saltar del susto –Los atrapé, los atrapé –comenzó a reír.

-Maldito –susurré levantando mi bolso que había soltado del susto.

-No te asustes cariño, estoy aquí –Edward aprovechó la oportunidad para volver a coquetear conmigo.

-Oh sí, claro, tú me salvarás de un fantasma ¿verdad?

Asintió riéndose –Claro que sí –me mostró los músculos de sus brazos.

-Okey, pensaba aquí podríamos filmar –señaló Jasper una habitación putrefacta.

-¡Que olor! –se quejó Ángela.

-Se ve bien, me gusta… Bella ponte allí –me señaló una esquina –Y tú Jasper aquí –le indicó donde colocar la cámara principal.

-Edward ayúdame –Jasper le pidió ayuda para colocar una cámara fija –¿Tú seguirás filmando con la cámara de bolsillo?

-Ya sabes, me gusta grabarlo todo –me guiñó un ojo poniéndome nerviosa.

¡Joder! ¡Ya deja de mirarlo, Bella! ¡Deja de mirarlo!

-¿Te parece aquí? –preguntó Seth colocando uno de los focos de luz.

-¿Carlisle?

-Sí, sí, me parece bien. A ver Ángela tú ponte aquí, comenzarás abriendo el show –aclaró.

-¿Otra vez ella? –exclamó Emmett enfurecido.

-Por favor –susurró Carlisle perdiendo la paciencia nuevamente.

-¡Es lo mismo, Emmett! –exclamé poniendo mis ojos en blanco y mordiendo mi labio inferior.

-No es lo mismo… es preferencia –se empacó como un niño.

-Pues que comience él –Ángela se me acercó –Ya no lo soporto, se cree mejor que todos, estúpido –comentó hablando de Emmett.

-Bien, comenzarás tú entonces –Carlisle respiró hondo.

-Señor Cullen –interrumpió Seth de forma muy respetuosa.

-Dime, Seth –lo miró.

-Es que tengo ganas de… ya sabe –señaló su bragueta.

-¿Te mojarás los pantalones? –Emmett se rió.

-Pues haz en cualquier lado, no creo que haya un baño aún disponible en este lugar –aclaró Carlisle riéndose.

-¿Me acompañas? –le preguntó a Jasper –Me da algo de miedo ir solo.

-Tengan cuidado –susurré viéndolos salir por la puerta.

-Mmmm… esa falda te queda pintadita –Edward estaba filmándome.

-Eres un asco –lo repugnó Ángela.

-¡Ya basta, Ed! –comencé a reír.

-¿Quieres que hagamos cosas sucias en las escaleras? –preguntó en voz baja.

Le clavé una mirada penetrante –No.

-Ohhh –hizo puchero con sus labios.

-Muy bien, ¿todo preparado? –le preguntó Carlisle a Edward.

Él asintió.

-Aún no creo que ustedes sean hermanos, no lo creo –Ángela miró a Edward con desprecio.

-Pues sí, no somos parecido ¿verdad? –Edward sonrió mirándome.

Negué.

-No se parecen en nada –insistió Ángela.

-Pues no, no somos parecidos. ¿Y sabes que he descubierto? A ti te gusta más el "estilo papi" –encomilló sus dichos –¿Verdad? ¿Verdad? –insistió.

Ángela estaba enamorada de Carlisle, era obvio, más que obvio.

-¡Vete al demonio! –le hizo fuck you con el dedo.

-Ha sido la mejor respuesta –admití.

-Dile a la cámara que ha sido la mejor respuesta –suplicó.

-Ha sido la mejor respuesta –repetí mirando a la cámara.

-¿Comenzamos? –Jasper ingresó y posicionó la cámara.

-Tienes que ver el pasillo de la derecha, es horripilante –me susurró Seth.

-¿Qué has visto?

-Hay sangre en la pared –comentó y sentí un escalofrío.

-¿Sangre?

-Y da un olor tremendo –aclaró luego tocándose la nariz.

-¡Silencio! Comenzamos a grabar –ordenó Carlisle –¿Han estudiado el libreto? –ambos asintieron.

-Sabes que igual se me da la improvisación –Emmett se desubicó con sus comentarios altaneros.

Le coloqué un micrófono a Ángela y otro a Emmett –Ya quédate quieto –exclamé pidiéndole seriedad.

-Bien, comenzamos en tres… dos –indicó Jasper con sus dedos que ya comenzaba a grabar.

-Hola, soy Emmett McCarty, presentando ¡Cazadores de fantasmas! –gritó entusiasmado.

La cámara giró y tomó a Ángela –Soy Ángela Weber y hoy les presentamos el hospital psiquiátrico abandonado en Forks ¿asustados? –preguntó mirando a Emmett.

-Las leyendas son muchas –aclaró Emmett –Durante años se han informado fenómenos inexplicables en este lugar. Los vecinos le temen a este lugar, dicen que está ¡MALDITO!

-Nos adentraremos en lo más profundo del hospital y les mostraremos –siguió Ángela pero de repente la cámara de Jasper dejó de grabar.

-Esperen… algo funciona mal –interrumpió.

-¿Qué sucede? –Carlisle se le acercó.

-No lo sé… la batería, no comprendo. Debería… ¡Joder! –pateó la pared furioso.

-Yo sigo filmando con mi cámara de bolsillo –se burló Edward de la situación.

Seth revisó la batería de la cámara y al parecer debía funcionar, no había nada malo en ella.

-Intenta prenderla de nuevo –pidió Carlisle.

Jasper la encendió nuevamente y volvimos a rodar desde que Ángela comenzaba su dialogo.

-Nos adentraremos en lo más profundo del hospital y les mostraremos los rincones más oscuros y escalofriantes –sonrió dándole paso al texto de Emmett.

-¡Emmett! –susurró Carlisle.

-Olvidé la línea –comentó algo incómodo.

-¿No era que se te daba improvisar?

-¡Pues sí! –exclamó furioso –Pero estoy en blanco, no lo sé… olvidé lo que debía decir y no se me ocurría nada.

De repente escuchamos pasos provenientes de la escalera.

-¡Joder! ¡La policía! –exclamó Seth lanzándose al suelo.

-Shhhhh –indicó Jasper silenciándolo –Iré a investigar, vamos Edward.

Tomó una linterna y caminaron hacia las escaleras.

-¿Y? –pregunté a los pocos minutos asomándome.

-Nada –respondió Edward volviendo hacia mí.

-Pero se escucharon pasos, Edward –insistí nerviosa.

Realmente odiaba este trabajo, este tipo de cosas me daban miedo, pero hacer esto me proporcionaría una beca en la universidad de periodismo.

-Es un hospital embrujado, es obvio que escucharás pasos –ironizó Emmett.

-Ya b-basta –interrumpió Seth –Pre-prefiero pensar que es s-solo leyenda urbana –tartamudeó.

-¿Podemos seguir? –Ángela nos apresuró.

-Quizás es un gato –me dije a mi misma.

-¿Un gato? –Seth me miró confundido.

-No lo sé, solo intento calmarme a mí misma.

-Comprendo –asintió varias veces seguidas.

Se oyó un crujido en la pared –¡Maldición! –gritó Seth colgándose de mí.

-Calma… calma –Carlisle se acercó a la pared y la golpeó.

-Ahhhhh –gritó Ángela cuando un gran ratón salió de la rejilla de ventilación.

-¡Mierda! –exclamé subiéndome a una silla algo oxidada.

-¿Pueden calmarse? ¡Es solo un ratón! –gritó Emmett ahuyentándolo.

-Te tengo grabada, Isabella Swan –exclamó Edward enfocándome con la cámara.

-¡Tonto! –respondí bajándome con la ayuda de Seth.

-Bien, Emmett, repasa el libreto, debemos seguir con las grabaciones –aclaró Carlisle ansioso.

A los tres o cuatro minutos proseguimos con las grabaciones.

-Hay una teoría según los habitantes actuales de Forks, los pacientes eran utilizados para experimentos científicos del doctor Vulturi –explicó Ángela –¿Escalofriante, verdad?

-Daremos un paseo por los pasillos del hospital ¿preparados? –indicó Emmett saliendo por la puerta.

-¡Corten! –exclamó Carlisle –Ahora grabaremos a través del pasillo –aclaró.

Movimos el equipo al pasillo y seguimos las grabaciones, así durante una hora, ingresando y saliendo de las habitaciones.

-Hagamos un receso –Emmett cortó la grabación.

-¿Qué te sucede? –Edward se le acercó.

-No lo sé, me duele el estómago.

-Puede ser por el olor –interrumpí –A mí también están dándome retorcijones.

-Bien, descansemos –respondió Carlisle sentándose en el suelo.

Mi reloj marcaba las 22:45 pm. –¿Hasta qué hora grabaremos? –le pregunté a Carlisle, era quién mandaba en el equipo.

-Pues hasta que terminemos de grabar, pero calculo que para las 2 am. estaremos hechos con el material.

-Hasta ahora vamos muy bien –confesó Jasper –Las imágenes son buenas.

-¿Te duele el estómago? –preguntó Edward acercándose.

-Solo un poco –respondí sonriéndole.

-¿Quieres? –me ofreció un caramelo de miel luego de apagar su cámara.

-Gracias –acepté su ofrenda –Me gusta tu camisa –comenté luego entablando una conversación.

-La compré hace unas semanas –aclaró sonrojado –¿Querrías… pues… algún, a-algún día salir… ya-ya, ya sabes, a t-tomar algo? –preguntó algo nervioso.

-Claro –mordí mi labio inferior.

-¡Genial! –exclamó y llamó la atención de todos –Lo siento, solo… ¡Ups!

-¿Seth? –se escuchó la voz de Jasper –Se ha dormido –comentó acercándosele.

-Por dios, es un niño asustadizo –Emmett se quejó –No sé para que lo has traído, Carlisle, la semana pasado hizo lo mismo en las cuevas, se asustaba por todo.

-Bella también se asusta por todo –interrumpió Jasper.

-¡Oye! –grité furiosa.

-Y ni hablar de ti, Ángela –Emmett se burló de ella.

-Yo no soy asustadiza –infirió de mala gana.

Me apoyé sobre el hombro de Edward, me sentía cansada –Tengo sueño –susurré cerrando mis ojos.

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-¿Bells? –me despertó violentamente.

-¿Qué sucede?

-Nos quedamos dormidos, todos –explicó levantándose.

-¿De verdad? –me sentía confundida.

-¿Dónde está Seth? –preguntó Ángela mirando para todos lados.

-¡Imposible! ¿Dormimos seis horas? –grité frenética –¿Cómo puede ser?

-¿Seis horas? –Ángela me tomó de la muñeca y miró mi reloj que marcaban las 5:04 am.

-¡No puedo creerlo!

-Pronto se hará de día… debemos buscar a Seth y terminar de filmar el capítulo, sino tendremos que volver por la noche –aclaró Carlisle levantando el equipo de filmación.

-¿Cómo pudimos dormir seis horas? –le pregunté a Edward.

-No lo sé, de repente cerré mis ojos y me quedé dormido –contestó rascándose la cabeza.

-¡Seth! –gritó Ángela sobre el pasillo –¡Seth! ¿Dónde estás?

-Quizás está haciendo sus necesidades –Emmett intentó ser chistoso.

-No es gracioso, no ahora –lo interrumpí.

-¡Seth! –Jasper caminó con Ángela hacia el lado de la escalera con una de las linternas.

-¿Cuántas linternas tenemos? –preguntó Carlisle a Edward.

-Tres –comentó con dos linternas en mano.

-Pero si nosotros tenemos dos, y Jasper tiene una, Seth no tiene ninguna linterna –comencé a ponerme nerviosa.

-Es imposible caminar en la oscuridad –Emmett tenía razón, era imposible, pero de alguna forma Seth se había alejado de nosotros.

-Quizás tenía otra linterna –analizó Edward.

-¿Y porque no la sacó antes? –destruí su hipótesis.

-¡Oigan! –se escucharon los gritos de Ángela y Jasper en el pasillo.

-¿Qué sucede? –Carlisle salió disparado.

-No lo sé, es muy extraño, por allá subimos, y ahora no hay escalera –explicó nervioso.

-¿Cómo que no hay escalera? –de repente no comprendía nada más.

-No hay escalera, solo una pared al final del pasillo –Ángela estaba petrificada.

-Quizás era del otro lado –ironizó Emmett señalando el pasillo hacia la izquierda.

-¡Veníamos de la derecha! –exclamé.

-Bien, hagamos esto –interrumpió Carlisle –Ángela, Jasper, acompáñenme, iremos hacia la izquierda, verificaremos si la escalera está allí, y ustedes –nos señaló –Quédense aquí por si Seth regresa –ordenó dejándonos solo una linterna.

-Prenderé la luz de mi cámara –Edward prendió su cámara y comenzó a grabarme –¿Qué crees que suceda, Bells?

-No lo sé, estoy muy nerviosa en este momento, Seth desapareció, y nos quedamos dormidos seis horas, seis –aclaré.

-¿Y qué hay de la escalera? ¿Apostamos? Yo digo que veníamos de allí –señaló la izquierda.

-Veníamos de allí –señalé la derecha.

-Pero a la derecha no hay escalera –susurró.

-Lo sé, oí lo que Ángela dijo, hay solo una pared –bufé –Pero estoy segura, veníamos de allí.

-Bien, tortolitos, acomodemos –ordenó Emmett riéndose.

-¡Idiota! –le saqué la lengua.

Acomodamos todo y a los pocos segundos el grupo volvió con malas noticias.

-No hay escalera –Ángela se sentía desorientada.

-¿Es broma, verdad? –Emmett la interrumpió.

-No, no es broma… solo hay un elevador –aclaró Jasper.

-Es imposible, subimos unas escaleras, jamás usamos el elevador –reproché.

-Agggrrrr –un gruñido me erizó la piel.

-¿Qué fue eso? –Ángela saltó a los brazos de Emmett.

-Nada, no es nada –Carlisle intentaba calmarnos.

-Agggrrrr –volvió a sentirse el gruñido, esta vez más cerca.

-¡Seth! ¡Ya deja de jugar! –gritó Emmett furioso –Este niño nos está jugando una broma.

-¿Y cómo pudo desaparecer una escalera? –exclamé.

-Bells tiene razón, algo no está bien –señaló Edward con la cámara aún prendida en mano –¡Mierda! Creo que ví algo a través de la cámara –gritó luego poniéndose contra la pared.

-¿Qué? ¿Qué has visto? –pregunté tomándolo del brazo.

-Algo o alguien, no lo sé, ¡joder!

-Calma, no sucede nada… todo está bien, todo está bien –repitió Carlisle.

-¿Todo está bien? ¿Acaso crees que todo está bien? –grité desaforada, estaba llena de miedo.

-Hola –se oyó un susurro escalofriante.

-¡Joder! ¡Salgamos de aquí! –gritó Jasper corriendo hacia el elevador.

Continuará