Capítulo 3

Bella POV

-Ahhhh –los gritos de Emmett me estremecieron.

-¡Debemos salir! –sacudí a Edward que lloraba como un bebé.

-Nos matarán –susurró resignado –Ya está, Bells.

-¡No! ¡No! ¡Debemos irnos! ¡Por favor! –supliqué mirándolo a los ojos.

Me sentía pegajosa, estaba bañada en sangre.

Segundos más tarde asintió, me tomó de la mano y seguimos corriendo.

De repente me resbalé, algo viscoso se interpuso en mi camino.

-Oh dios –temblando intenté levantarme.

-¡Joder! ¡Joder! –gritó Edward entre arcadas.

-Ángela –susurré horrorizada, su cadáver yacía en el suelo, tenía las tripas desparramadas como si un animal hubiera intentando comérsela.

-¿Qué mierda le hicieron? ¡Maldición!

Me levanté del suelo la observé detenidamente y vomité a un lado.

-Bells –susurró Edward limpiándome el rostro con su camisa.

-Debemos salir –sollocé –Debemos salir porque… p-porque moriremos –tartamudee –Y no quiero morir… no quiero, Edward.

-Es imposible salir –respondió –No nos dejarán salir ¿no lo ves? –señaló a Ángela.

-Aggrrrrr –el gruñido volvió a acecharnos.

-¡Corre! –Edward reaccionó rápidamente y corrimos hacia un pasillo que tenía palabras escalofriantes escritas en las paredes.

No saldrán Morirán Una vez que entras, no sales

-¿Por qué nos hacen esto? –pregunté entre lágrimas –No debimos venir, no debimos entrar… no debimos… no debimos –repetí.

-¡El elevador! –Edward señaló el foso del elevador a nuestra derecha.

-No… no iré –negué con la cabeza.

-Aggrrrr aggrrr –la criatura parecía acercarse.

-¡Bajemos! –ordenó Edward acercándose al foso.

-No… Edward… no –temblé del miedo.

-¡Vamos! –me tomó de la mano y me ayudó a bajar.

-¡Oh por dios, Jasper! –exclamé tapándome la boca, su cuerpo aún estaba ahí.

Edward pateó una pequeña compuerta en el fondo del foso.

-¿A dónde va eso? –pregunté asustada.

-A un subsuelo –contestó –Probablemente solo haya tuberías –indicó rascándose la cabeza.

Ingresamos a un pasillo largo, con una altura de un metro y medio, tenía que agacharme para caminar por allí, Edward tenía razón, solo había tuberías.

Caminamos de forma recta al menos cuatro horas.

-No doy más –jadee sedienta –Me duele mucho el estómago…

-Es imposible, no puede ser tan largo este pasillo… es una locura… no saldremos jamás –Edward se lanzó al suelo resignado.

Me senté a su lado.

-Siempre creí que eras hermosa ¿sabes? –comentó.

Lo miré –Eres un tonto ¿sabes?

-Lo sé –asintió sonriéndome –Espero que al salir podamos tomar ese trago que me debes –susurró.

-Lo tomaremos, lo haremos –respondí besando su mejilla.

Cinco horas más tarde

-El reloj se ha vuelto loco –me lo quité furiosa y lo lancé al suelo.

-¡Me volveré loco, joder! –gritó Edward pateando la pared.

-Moriremos de hambre –jadee sintiéndome débil.

.

.

.

Edward POV

-Hace dos días que estamos aquí ¡dos días! –grité volviéndome loco.

-Creo que ya son tres ¿o no? –susurró Bella prendiendo y apagando la linterna.

-No sé que pasó con Carlisle… lo abandoné, tenía miedo. Ángela está muerta, Jasper está muerto, Seth está muerto… y Emmett, pues Emmett no lo sé –dije a la cámara.

-Está muerto… es obvio –interrumpió Bella.

-Vamos a morir de hambre, hace días estamos aquí –comenté y sentí un chillido.

-¿Qué fue eso? –Bella encendió la linterna y alumbró a los lados.

Una rata pasó a mi lado.

Desesperado me lancé sobre ella y la golpeé con mi cámara.

-¿Qué haces? ¡Edward!

-¡La comeremos! ¡Debemos comer algo! –grité mordiéndola.

Bella vomitó.

-No sabe tan mal –jadee con la boca llena de sangre, estaba hambriento -¡Anda, cómelo! –se la mostré a Bella.

-No… no comeré eso… no puedo –respondió volteando su rostro.

-Lo que daría por una hamburguesa con queso –comenté luego.

-Lo que daría por un poco de agua –interrumpió Bella frotándose los labios.

Horas más tarde

-Agggrrrr –el gruñido que hacía días no escuchábamos, había vuelto.

-Edward –me miró con desesperación.

La ayudé a levantarse –Vamos –corrimos intentando alejarnos.

-Agggrrrrr ggrrrr –el gruñido provenía del lado hacia donde corríamos.

-No… no… ¡está allí! –señaló Bella frenándose y alumbré con la linterna a lo lejos, distinguiendo una figura humana.

-¡Mierda! –grité corriendo hacia el otro lado del pasillo.

Volteé, Bella estaba paralizada.

-¡Bells! ¡Bells! –grité volviendo a ella.

Bella POV

-Ahhhhh –grité en cuanto el hombre con bata de hospital se me abalanzó, estaba paralizada, no podía moverme.

-¡Bells! –Edward me tomó del brazo y tironeo intentando zafarme.

-Ahhhhhh ¡intenta morderme! –grité desesperada pateándolo.

-¡Maldito hijo de puta! –Edward lleno de furia golpeó al hombre, pero parecía no hacerle daño.

-¡Ahhhh! –el hombre me mordió la pierna –¡Dios mío! –exclamé desvaneciéndome, de repente el hombre comenzó a alejarse.

-¡Bells! ¡Cariño! –Edward me sacudió –Oh dios, oh dios –cubrió mi herida con sus manos.

Abrí mis ojos, Edward estaba llorando.

-¿Ed?

-¡Cisne! –me abrazó con fuerza –No me dejes solo… por favor –suplicó.

-¿Moriré, verdad? –miré mi pierna, se veía muy mal –¡Como duele! –me quejé luego mordiendo mi labio inferior.

-No, no, todo saldrá bien, saldrá bien –repitió nervioso.

-¿El hombre volvió?

-No –negó con la cabeza.

-¿Por qué me hizo esto?

Encogió sus hombros –No lo sé, cisne, no comprendo que sucede aquí, ya no comprendo nada.

-Ahhh –grité del dolor al intentar moverme.

-Quédate quieta –susurró besando mi frente.

-No quiero morir –una lágrima recorrió mi mejilla.

-Estaré aquí a tu lado –respondió dándome la mano.

Al cabo de unas horas la herida se puso peor, el color cambiaba a verde musgo.

-Edward –la voz de Carlisle me hizo abrir los ojos.

-¿Carlisle? –Edward se levantó y alumbró con la linterna desesperado.

-Es una trampa –susurré sujetándolo del jean.

-Tengo que revisar, tengo… t-tengo que ayu-ayudarlo…

-No, Ed –supliqué y me entregó la linterna.

-Sostenla, iré con la cámara –comenzó a alejarse.

-¡Ed! ¡No! –intenté arrastrarme hacia él pero el dolor me impedía moverme –¡Maldición! ¡Ed! ¡Edward!

Edward POV

-¡Carlisle! ¿Dónde estás? –caminé recto.

-Edward –su voz me llamaba con desesperación.

-¡Carlisle! ¡Hermano!

De repente al fondo del pasillo encontré una puerta.

-¡Encontré una puerta, Bells! –grité abriéndola.

-Edward… Edward –la voz de Carlisle se oía más cerca.

El lugar estaba lleno de camillas, sábanas blancas y objetos quirúrgicos, parecía una sala de operaciones, ¿pero porque se encontraba en el sótano del hospital psiquiátrico?

-¿Carlisle? –de repente lo vi, estaba sobre una camilla con el estómago abierto, a su lado había un hombre con un bisturí cortándolo –¿Qué le hacen? ¡Malditos! –grité furioso.

El hombre volteó y me miró, sus ojos estaban vacíos.

-¡Joder! –grité reculando.

-Edward –Carlisle escupía sangre.

-Oh por dios –sollocé tapándome la boca.

-Agrrrr –un gruñido detrás de mí me erizó la piel.

Volteé, una mujer vestida de enfermera me miraba fijamente, la empujé con fuerza y salí de allí corriendo a través del pasillo.

Bella POV

-¡Bella! ¡Bella!

Los gritos de Edward me desesperaron –¡Aquí, Ed! ¡Aquí!

-Vamos… debemos irnos… ¡vamos! –intentó levantarme en brazos.

-Ahhhhh –grité del dolor –¿Qué sucedió? ¡Dime!

-¡Debemos salir!

-¡Por favor, detente! –supliqué empujándolo –¡Me duele!

-¡Tenemos que irnos! ¡Ya! –me levantó y comenzó a correr, el techo del pasillo había crecido, parecía mucho más alto.

El dolor me descomponía, rápidamente perdí la conciencia y me desmayé.

-Edward –susurré.

Me estaba arrastrando.

-Todo está bien, todo está bien –repitió.

-M-me… du-duele –tartamudee tosiendo.

-Todo saldrá bien, bien –se lanzó al suelo y prendió la cámara –¡Carlisle está muerto! –exclamó.

-¿Murió? ¿Q-qué sucedió? –tosí –¡Dímelo!

-Lo mataron… lo mataron…

-¿Se ve muy mal, cierto? –señalé mi pierna.

-Mordieron a Bells –filmó mi herida –Y sí, se ve muy mal –pateó la pared.

.

.

.

Al cabo de unas horas

Me desperté temblando –Tengo frío –susurré.

-Tienes fiebre –Edward me tocó el rostro –¡Maldición, se ve peor que antes, mucho peor! –revisó mi herida –Creo que se ha infectado… ¡Joder! ¡Malditos hijos de puta, malditos!

-Ed –jadee.

-Cisne –respondió acercándose a mi rostro.

-Me gustas –admití –Y mucho… ¿sabes? –tosí.

-Te quiero, Cisne… te quiero mucho –confesó besándome con delicadeza, sentí sus labios secos y temblorosos.

-Aggrrrr –se oyó un gruñido a lo lejos.

-No… otra vez no –Edward intentó levantarme pero ya no tenía fuerzas.

-Ahhhhh –grité quejándome.

-Perdóname, Bells, perdóname, debo arrastrarte –me tomó de los brazos y me arrastró.

Lloré a los gritos desesperada por el dolor.

-Perdóname… perdóname –repitió una y otra vez –¿Una escalera? –dijo confundido.

-¿Escalera? –pregunté entre lágrimas.

-Subiremos –me levantó escalón por escalón.

-Tienes que abandonarme, Ed… ¡déjame! –exclamé sollozando.

-¡No!

-Aggggrrr aggrr

-¡Déjennos en paz! –gritó Edward desesperado –¡La salida!

-¿Qué? ¿Dónde? –miré a mis lado y noté que había una puerta con un gran cartel verde que decía SALIDA.

-¡Vamos! ¡Saldremos! ¡Saldremos! –me arrastró hacia la puerta y comenzó a patearla.

La abrió, pero allí no estaba la salida, había otra puerta con el mismo cartel.

-¿Qué mierda? ¡Hijos de puta!

-No saldremos jamás –sollocé estirando mi mano hacia Edward.

-Bells –mordió su labio inferior.

Caminó hacia la otra puerta y la pateó hasta abrirla, nuevamente había una tercer puerta con el mismo cartel.

-¡Joder! ¡Es un maldito laberinto! ¡Un laberinto! ¡Me volveré loco! –se arrancó la pulsera que contenía el número 1342.

Se sentó en el suelo y recostó mi cabeza en su regazo.

-Cisne –acarició mi cabello.

-Te quiero –musité cerrando mis ojos, me sentía muy débil, ya no podía seguir luchando para vivir, no podía.

.

.

.

Edward POV

Acaricié su cabello y cerré mis ojos, de repente el rechinamiento de una puerta abriéndose me hizo despertar.

Era de día, podía ver la calle de Forks, la salida estaba a unos pocos metros de distancia.

Sacudí a Bella, parecía estar muerta.

-Bells –la nombré sin recibir respuestas.

Comencé a arrastrarme hacia la salida, ya no tenía fuerzas para levantarme, ni para arrastrarla.

-Ayuda –intenté gritar pero mi garganta se sentía rasposa.

Estaba llegando a la puerta cuando la voz de Bella me hizo voltear.

Estiró su mano mirándome –Ed –susurraron sus labios pidiéndome que no la abandonara.

-Isabella –sollocé notando un par de sombras que se acercaban a su cuerpo.

Debo salir, es mi oportunidad; pensé.

-Ed –jadeó.

Me detuve, la culpa estaba matándome, rápidamente noté como la puerta comenzaba a cerrarse, era ahora o nunca, si no salía en ese instante, iba a morir.

Volteé, miré a Bella, no podía dejarla, no era capaz.

Me arrastré hacia su cuerpo, la tomé de la mano con fuerza y oí cuando la puerta se cerró, instantáneamente la oscuridad nos invadió y los gruñidos volvieron.

-Agggrrrrr agggrr

-Edw-Edward –tartamudeó temerosa.

-Dejaremos ese trago para más tarde, cisne –susurré sabiendo que moriríamos.

Fin