¡Hola a todos / as!
Buaaaaa ... ¿Cuánto tiempo pasó? siento que fueron siglos XD
Y después de mucho, mucho tiempo hemos vuelto con un nuevo desafío Hidroeléctrico para celebrar la semana Pokéshipping.
Si, prometo esta vez terminarlo, sino también doy permiso de matarme XD.
Sin más dejo con esto que se llama: "¡Día del color!"
Más información en nuestra página de fans "Shut Up, I Love Pokéshipping" ^^.
Día 1-Amarillo: Optimismo.
Siempre pensé que su mayor atractivo era su terquedad, una terquedad de un niño que desea alcanzar la cima que no importaría nada, que muchas veces a veces está en peligro, un estar enojado, preocupado, a llorar.
Sí, todavía recuerdo esos días, como cuando Míralos me gustaría seguir con tu vida con ese bonito Pokémon color rosa, la casi despedida de Pikachu, uno de los peores días diría yo, Charizard, Pidgeot, tantas despedidas dolorosas. Sus derrotas también entran en esos momentos.
Y sus alegrías, y sus alegrías, en ellas también han dejado escapar varias lágrimas.
Pero no, no era su terquedad.
No era el verbo furioso.
No eran sus momentos impulsivos que lo llevaban a estar en riesgo.
No.
Era otra cosa, algo que quizás no todos notaron en él.
Algo que, aunque a veces puede ser visto de mala forma, era y es hermoso.
Se trata de su optimismo.
-¿Ash? - Él estaba preocupado observando el camino que conducía a la próxima ciudad.
Podríamos ver su mirada seria aunque no estaba frente a él, esa mirada dudosa entre la preocupación y la dureza.
-Oye.- Lo llamé consiguiendo su atención.
-¿Y qué si ..?
Haga clic para obtener más información.
-¿Acaso el hombre mas optimista de la tierra se encuentra al fin preocupado?
-No es chistoso.- Pude sentirlo suspirar de una forma muy pesada.- Yo pase por lo mismo hace un tiempo y vi más de lo que debería haber visto allí afuera.
Al notarlo mover su cabeza señalando hacía adelante levanté un poco mi mentón por sobre su hombro, pude notar aquella pequeña figura de cabellos largos alejarse acompañada de dos Pokémon, movía su brazo saludándonos con felicidad, volví a sonreír aún abrazándolo.
-Estará bien.
-¿Pero si no lo está?- Sentí como se alejó de mi, eso me molestó.- ¿Qué si le pasa algo malo como ese primer día con los Spearrow?
-Su Pokémon si obedece lo que le dice, lo notaste en su practica.
-No eres para nada chistosa.
No pude contenerme, su rostro me hizo estallar en risas, eso lo molestó.
-Ya.- Me volví a acercar a él y tomé su rostro con ambas manos.- ¿Sabes qué fue lo que siempre me gustó de ti?
-¿Mi estupidez? Siempre dices eso.
-No.- Su sarcasmo me molestó, lo pellizque.- Fue tu optimismo.- Le respondí antes que pudiera siquiera abrir su boca.- Siempre que algo malo pasaba tú lo afrontabas con una sonrisa, siempre que caías sacudías tus jeans y avanzabas sin mirar atrás, hasta cuando yo pase por ese momento tan feo, ¿Lo recuerdas?.- No decía nada, solo asintió con pesar.- Siempre veías todo con una sonrisa.- Volvió a suspirar aflojando su cuerpo.- Va a estar bien y si llega a necesitarnos siempre estaremos aquí para ella.
-Gracias Misty.- Sentí su abrazo rápido, correspondí sin pensarlo.- Gracias por siempre estar ahí para mi.
-No hay nada que agradecer.- Me separé de él, acaricié un poco su mejilla.- Ahora debemos estar atentos a su primer tono, no querrás perderte su primer anécdota como entrenadora Pokémon.- Lo vi negar.- Entonces vamos.- Lo Bájese antes de empezar a caminar junto a él entrando a la casa.
Sí, soy un hombre feliz y optimista aunque hoy se parece a un pequeño y temático Rattata. Lo que era y si era necesario para esta vez, solo para que me dejara que se refugia en mi optimismo por un rato.