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Disclaimer: Tras horas de autoanálisis he admitido que ni Eddie lindo, ni Bella, ni siquiera Aro, que me cae con un dolor de trasero son de mi pertenencia, eso sí, esta trama que ven si es mía de mí.


Undisclosed Desires

Summary: Terminar con Jacob en plenas vacaciones parecía ser la peor idea que había podido tomar, pero tras ser rescatada del hoyo de soledad que me encontraba por un hombre con un acento demasiado irresistible el nombre del que habría sido mi novio parecía menos importante. OoC. AU.


Capítulo 3


Al siguiente día me desperté sintiéndome mucho mejor, y tal como me había comprometido a disfrutar mis vacaciones tras desayunar me encontré con Edward en la recepción, él había llegado antes que yo igual que en el día anterior, solo que esta vez llevaba una bolsa con un contenido misterioso, al menos para mí, de igual manera no le pregunte nada y tomamos un auto que asumía que habría rentado, esto también me hizo saber que nos dirigíamos a un lugar lejano al hotel, la única vez que había salido del hotel fue cuando lo conocí, así que confiando en su buen juicio disfrute la vista que este lugar de regalaba.

Tras un viaje de unos 10 minutos llegamos a una playa que, a diferencia de la del día anterior estaba bastante vacía, no había restaurantes ni hoteles alrededor, si lo pensaba bien, él podría planeando secuestrarme y necesitaba pocos testigos para hacerlo, me reí de mi estúpida broma interna, ¿para qué me secuestraria a mí con todas las opciones que probablemente tenia?

Cuando salimos, el aire y la paz del lugar me envolvió, me deje llevar cuando tomo mi mano, nos sentamos en medio de la playa y por un momento me quede sin habla de lo hermoso que se veía todo, cuando me gire a agradecerle a Edward por llevarme allí, lo encontré mirándome profundamente, mis mejillas se enrojecieron un poco para después empezar a reír y decirle que se detuviera, soltando una pequeña risa asintió levantando las manos en son de paz, para después voltearse y sacar lo que tenía de la bolsa que había visto antes, me sorprendí al ver que nos había llevado bebidas, acepte la cerveza que me entrego y le pregunte como planeaba llevarnos de vuelta al hotel, el solo se encogió de hombros, respondiéndome:

—Ya lo he planeado todo, tu solo relájate y disfruta—

Como un niño pequeño le obedecí sin chistar, así estuvimos durante un buen tiempo, solo sentados bebiendo y mirando las olas ir y volver. Como ocurría cuando bebía, estaba un poco desinhibida por lo que le pedí que fuéramos a nadar un rato. Nos sorprendimos al ver que, aunque nos adentrábamos al mar, el nivel no subía demasiado, cuando estuvimos los suficientemente lejos de la playa para ver a las pocas personas que se encontraban allí como miniaturas me gire para encararlo y levante mis piernas enrollándola en sus caderas, automáticamente llevo sus manos a mis muslos al mismo tiempo que me sonreía.

— ¿Qué clase de planes tiene, señorita? — arqueando una ceja me acerqué a su rostro hasta que nuestros labios rozaron, sonreí a medias al verlo quedarse estático por un segundo.

—Creo que sabes perfectamente que pienso— y sin pensarlo más lo bese fuertemente, los brazos que antes habían estado tomando mis muslos fueron subiendo hasta llegar a mi espalda, sentí como empezaba a jugar con la cuerda de la parte posterior de mi traje de baño, parecía estar esperando mi aprobación así que sacudiendo mis caderas hacia él, le hice entender que podía hacerlo, cuando libero mis pechos del traje una de sus manos se dirigió a uno de ellos, pellizcándolo ligeramente y eso fue suficiente para mí, quitando una de mis manos de su cabello, libere lo que más estaba deseando de sus bermudas, y el, tras hacer lo mismo conmigo empezó a moverme en un delicioso compás, en ese instante me hizo olvidar que estábamos en el mar, que lo conocía de un día, todo fue olvidado para dar paso a un inmenso placer.

Cuando terminamos lo observe directo a los ojos, sonriendo un poco avergonzada ¡Dios, si mis padres se llegaran a enterar! Me matarían por seguro. Desenrollando mis piernas de su cuerpo me dispuse a volver a la playa cuando note que no tenía el sostén de mi traje de baño, entrando en pánico, me voltee a susurrar a Edward, porque ahora la playa tenía más gente que cuando habíamos llegado.

— ¿Dónde está mi sostén? —

— ¿Sostén? — me miro extrañado, al parecer no comprendía lo que le decía. Aun con más pánico, le grite:

— ¡Mi brasier! ¿Te pregunto si sabes dónde está mi maldito brasier? — abriendo mucho los ojos, finalmente noto que la parte superior de mi cuerpo no tenía nada. Empezamos a buscar frenéticamente por el agua, pero era obvio que en medio de la desenfrenada pasión que tuvimos el brasier se había ido al mar a ver mejores lugares. Con el rostro enrojecido le pregunte a Edward que iba a hacer ahora, pareció pensarlo durante un momento antes de decirme que lo abrazara, lo mire sin entender como serviría esto pero dándome una mirada que decía confía en mi.

Lo deje abrazarme y sacarme del agua, mirando a todas las personas y asegurándose que nadie me viera, tomo la camisa blanca había traído y me la coloco, como lo único que yo había traído era una salida de baño llena de hoyos, tuve que aceptar su camiseta, al mismo tiempo que me colocaba la camiseta tuvimos que salir corriendo al auto ya que empezó a llover, por fortuna ya estábamos empapados, ya que no hubo tiempo para secarnos, así que la lluvia no me molesto, el aire en el auto estaba caliente tras haberlo dejado al aire libre toda la tarde, quede hipnotizada un segundo viendo como caía la lluvia y la distinta sensación en ese instante, nunca habría podido juntar la idea de lluvia y reconfortante, hubiera podido quedarme viendo la lluvia hasta el final de mis días cuando la ronca voz de Edward me saco de la burbuja.

—Bella… la camiseta, tu…— baje mi rostro para ver como se había mojado la camiseta y llenado de arena, avergonzándome al ver como se marcaban mis pechos tras ella.

—Yo, lo lamento, no quería mojarla, te juro que cuando lleguemos al hotel la…— antes de que pudiera continuar tomo los lados de mi cara y empezó a besarme y presionarme a su cuerpo, sentí como todo mi ser vibraba al estar en contacto con él. Soltó mis labios y sin decir nada, nos dirigimos a la parte de atrás del auto…

—Eres tan… hermosa, tan hermosa— fueron los únicos sonidos que tuvieron sentidos en esos instantes, pero no importaban las pocas palabras, todo era perfecto, simplemente perfecto.


¡Feliz navidad y año nuevo! Reportándome y avisando que aún sigo viva. Espero les guste y que tengan felices fiestas.

Besos.