Hola! Ya se que no debería de publicar una nueva historia sin haber terminado "Siete Lunas" Pero esta historia prácticamente ya esta completa en mi cabeza y necesitaba publicarla para poder concentrarme en "Siete lunas" al 100%.

Por el momento solo subiré el prólogo, los demás capítulos se irán subieron cada dos semanas si no me atraso. Bien me puedo ir de parranda hasta 6 meses.

Espero les guste.


Parte I: Prólogo.

Sawada Tsunayoshi se encontraba escondido entre la ropa de su mamá, con solo cinco años él niño era más bien tímido y algo asustadizo. Hoy Tsuna iba a conocer a su abuelo, en el colegio le habían explicado que un abuelo es el papá de tu papá, sin embargo al preguntarle a su papá si era él su papá le dijo que su abuelo era su jefe de familia. Él niño con ojos color caramelo no entendió muy bien, sin embargo se encontraba en la puerta de su casa recibiendo a un señor ya mayor y con cara amable que venía entrando detrás de su papá.

— Tu debes de ser Tsuna-Kun, soy Timoteo, él jefe de tu padre — le dijo al niño pequeño semi escondido para después dirigirse hacia la mujer que tenía una amable sonrisa en su rostro — Y tú debes de ser Nana, Iemitsu me ha hablado mucho de tu y de tu excelente cocina.

— Cariño no me habías dicho que tenías un jefe tan considerado. Tsuna puedes ir a jugar al patio hasta que esté lista la comida ¿sí?

— Si mamá. — respondió él niño pequeño para después ir por su pelota y hacer una mini reverencia e ir al patio a jugar.

—Es un niño muy educado él que tienes Iemitsu — Timoteo dijo mientras aceptaba la taza de té que le era ofrecida por Nana antes de que esta ingresara de nuevo a la cocina.

Por otro lado Tsuna se encontraba en él pequeño jardín que tenía delante de su casa, su mamá le había prometido postre si se portaba bien estos días que iba a estar de visita su abuelo. Tsuna rodaba su pelota cuando un pequeño pero chihuahua entró por lo barrotes de la reja y comenzó a ladrar efusiva mente. No sabía que hacer, él perro le daba miedo pero no quería que él perro se comiera su pelota. Él pequeño niño comenzó a acercarse muy lentamente al perro que gruñía, consiguiendo que él perro ladrará más y más.

Tsuna espantado y con mucho miedo cayó de espalda provocando que una gran flama naranja saliera de su frente.

—¡MAMÁAAA!

Fue él grito que fue escuchado por él Nono y su padre que apresuradamente salieron a ver qué pasaba con Tsuna.

— ¡Papi!— Tsuna fue levantado por su papá mientras él y Timoteo Vongola solo podían mirar sorprendido las flama que aún existía, aunque ya pequeña, en la frente del niño.

—Tranquilo Tsuna. Mira, en perrito ya se fue. — su papá trataba de animarlo mientras Timoteo pensaba profundamente sobre ese hecho. — ¿Por qué cree que despertó Tsuna su flama Nono?— Tsuna se había quedado dormido en brazos de su papá.

—Tanto tu como él también llevan la sangre de Primo como yo, es posible que al estar bajo presión liberara su llama antes, aun no es el momento. — Nono se quedó pensando un momento más sobre las acciones a tomar. — No creo tener que bloquear su llama, le podría ser muy útil si se encuentra en verdadero peligro.

—Yo tampoco quisiera bloquearla, lo mejor es que aprenda a controlarla poco a poco mientras va creciendo. No quería que Tsuna estuviera involucrado en la mafia, pero un poder tan puro como en de él va a ser atrayente para algunas personas. Es mejor estar preparado.

—¿Todo bien? Vengan a comer. Ara, Tsu-kun se durmió. — Nana Sawada salía de la casa para encontrar a los dos hombres platicando y su hijo dormido en brazos de su padre.

—Nana tal parece que tendremos vacaciones en Italia todos los años gracias a Timoteo. — dijo Iemitsu con una sonrisa y entrando a la casa con dirección a la cocina.

Timoteo solo podía pensar en cómo entrenar a ese niño con una flama tan pura. Incluso más que la suya. Al parecer él verano en Italia iba a ser interesante a partir de ese año.


Corto por ahora.

Espero les gusté esta loca idea, por el momento no tengo ninguna pareja en mente, acepto sugerencias a todo tipo.

Bye, besos!